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miércoles, 28 de octubre de 2020

LIMA TIEMBLA SIN MAYOR PREVENCIÓN

En “Impacto post sismo de lo altamente improbable en Lima” haciendo uso de la metáfora del cisne negro, publicado hace dos años atrás - un jueves 18 de octubre del 2018- indiqué que era muy necesario desarrollar una agenda de trabajo para aplicar acciones preventivas ante un eventual sismo de gran magnitud que podría afectar fundamentalmente a las áreas plenamente identificadas como zonas rojas en caso de desastres.
Para graficar la importancia del tema, tomé como referencia al estudio "Escenario sísmico para Lima Metropolitana y Callao" del año 2017 realizado por INDECI, en el cual los expertos suscribimos que de liberarse la energía sísmica acumulada desde el gran terremoto del año 1746, se podría generar un sismo de magnitud hasta de 8.8 Mw (magnitud momento).
Como escenario del evento sísmico para Lima, el estudio estima un total que se aproxima a los diez millones de habitantes y se tiene a más de dos millones de viviendas expuestas, y para el Callao; un total que se aproxima al millón de habitantes y supera las doscientos mil viviendas expuestas.
Construcciones en suelos sin capacidad de carga aumenta los riesgos en Lima y Callao
De producirse este evento el efecto de los daños previstos por el precitado estudio para Lima Metropolitana y Callao , impactaría con más de cien mil muertos; los heridos superan los dos millones de personas, más de trescientos mil viviendas destruidas y las viviendas inhabitables superan en número a los seiscientos mil.

Escenario Dantesco

El impacto que deja el paso de la actual Pandemia de la enfermedad infecciosa, medidas en términos de crisis en salud pública, económica, social, ambiental , sumadas a la crisis política; se verían multiplicadas , toda vez que si bien la Pandemia desde marzo a octubre en todo el Perú provocó a la fecha el orden de treinta y cuatro mil muertes, este evento natural triplicaría esta cantidad de muertes en una lapso sumamente corto sólo en Lima Metropolitana y el Callao.
El manejo post desastre natural implicaría la necesaria gestión adecuada de los servicios y logística en salud que se verían nuevamente colapsados. La atención de más de dos millones de heridos implica un manejo especial, de igual manera, la disposición sanitaria de los muertos para evitar focos infecciosos epidémicos. 
El escenario post desastre, indica la necesidad de servicios básicos, en particular del agua para consumo humano. La destrucción de edificaciones y viviendas generarán un trabajo efectivo de los equipos de rescate y la simultaneidad de incendios dotará de arduo trabajo a las compañías de bomberos existentes en Lima y Callao que se ven fácilmente superadas respecto al número de estaciones de gas, petróleo y gasolina existentes.
El proceso de demolición y disposición adecuada de las edificaciones destruidas demandará impactos adicionales por la remoción de escombros y evacuación final; todo ello sin perjuicio a la disposición sanitaria de los residuos sólidos municipales e industriales que deben ser atendidas. Un tema sustantivo será el manejo de los desagües municipales  y aguas residuales industriales que deberán ser atendidos con prontitud para evitar la formación de plagas de insectos y controlar los olores que emanan las aguas negras.
El abastecimiento de alimentos a las zonas vulnerables ya identificadas en los bolsones de pobreza extrema demandará una acción coordinada de la defensa civil y otros organismos del sistema de control y prevención de riesgos existentes en el país.

Prevención para evitar pasar de la Emergencia al Desastre

Reitero que la aplicación de los principios de prevención y precaución devienen en altamente recomendables, la actual experiencia dejada para el control de la enfermedad infecciosa y la eventual segunda ola sobre la zona caliente de Lima y Callao, nos permite sugerir en la mejor de las formas a los actuales funcionarios y autoridades en curso, redoblar esfuerzos para mitigar el potencial impacto que afectaría directa e indirectamente a casi un tercio de la población peruana y cerca a la mitad del PBI nacional. 
La proximidad de la estación de lluvias en la sierra central implica actividades "rutinarias" de descolmatación de las cuencas de los ríos Rímac, Chillón y Lurín; sin embargo debo insistir en el hecho que Lima tiembla sin mayor prevención y que la próxima administración del Estado peruano debe aterrizar con una adecuada planificación aplicando políticas, Planes y programas adecuados a esta realidad que pende como una espada de Damocles sobre los futuros aspirantes a la casa de Pizarro.
Reporte del sismo de ayer martes 27 de octubre del 2020 


Reporte del sismo del sábado 24 de octubre del 2020.