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lunes, 6 de septiembre de 2021

Lenta reacción ante hechos consumados por falta de agua en Lima

En "redobles por Lima" del 28 de febrero del 2021, escribí  a modo de prevención - en el caso de la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en la capital de la república peruana- sobre mi percepción respecto a la capacidad de respuesta ante desastres naturales o los originados por el hombre.
Hoy lo recuerdo en razón al recurrente evento de la falta de agua sucedido en el distrito de San Juan de Lurigancho - el mas grande de Lima y el país - indiqué en esa oportunidad lo siguiente:
“Hace tres décadas atrás escribí algo similar en razón de la epidemia de cólera que azotaba Perú y Lima en particular, recomendando en ese entonces dar mayor importancia a las inversiones que permitieran cerrar las brechas en infraestructura para dotar de agua en puntos críticos de Lima; pasado el tiempo, con la epidemia del COVID-19 se encontró nuevamente a Lima sin agua, permitiendo el arrollador avance del virus, dejando una estela de muerte y desolación a su paso.
El desborde de la corrupción de la cosa pública en el manejo del agua constituye uno de los elementos que atribuye el inconsciente colectivo como causa de la inacción en las sucesivas administraciones de gobierno para tratar el tema álgido del recurso hídrico en Lima, agravándose con el pasar del tiempo por efectos del cambio climático elevando los niveles críticos de la inadecuada gestión del agua.
Resultaron infructuosas nuestras recurrentes sugerencias y advertencias para prevenir la crónica de las muertes anunciadas, pues el Estado empírico actúa reaccionando ante los hechos consumados".

COSAL-ESAL-SEDAPAL

Debo ser enfático en reiterar que la política reactiva implementada por el Estado empírico, incorpora a recurrentes administraciones de gobierno. Es lamentable que se satanice y asigne responsabilidad exclusiva a la empresa abastecedora de agua potable y alcantarillado de Lima, que a través del tiempo con diversas denominaciones : COSAL-ESAL-SEDAPAL, asume un importante rol frente al público usuario. El recurso humano de esta empresa es el que en estricto ha podido sostener una situación que va de emergencia en emergencia.
En esta dimensión del cuello de botella existente, se debe considerar el Plan de contingencia que debiera activarse inmediatamente, el mismo que debe contemplar elementos de gestión sistémica, administración, control, supervisión  y el importante componente económico y financiero que están vinculados con las funciones sectoriales de FONAFE, Ministerio de Vivienda, SUNASS, SALUD; así como de interrelación con el MEF , INDECI y por supuesto el gobierno regional y local, donde los municipios tienen un importante papel que cumplir para con sus vecinos. 
En suma, la responsabilidad recae en los tres niveles de gestión del poder Ejecutivo en el Estado peruano : Nacional, regional y Local, involucrándose también al poder legislativo con los padres de la patria reunidos en la representación nacional que tienen la función del control político dentro de sus responsabilidades directas. 
San Juan de Lurigancho hoy en día, Lima y el Perú entero, agradecerá que se pueda hacer reingeniería en los procesos para trabajar preventivamente y dejar de lado el trabajo reactivo que va de urgencias y emergencias para dar soluciones perentorias a los problemas estructurales existentes.