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domingo, 12 de noviembre de 2017

Alberto Benavides, Buenaventura y Oro en Perú

El País, presenta una significativa remembranza de lo que significó Alberto Benavides de la quintana y Buenaventura en los siguientes términos:
“En febrero de 1952, con 31 años y un posgrado de Harvard, el geólogo peruano Alberto Benavides de la Quintana recorría una pequeña mina de plata ubicada a 4.200 metros de altura y unos 450 kilómetros al sureste de Lima con la intención de resolver un dilema. La disyuntiva era si arrendar esa explotación o seguir con su más seguro puesto como jefe de exploraciones de la Cerro de Pasco ­Copper Corporation, que entonces era la mayor minera del país. Más de seis décadas después, su renuncia se ve como un gran acierto. La Cerro, el jugador dominante de la minería peruana durante medio siglo, fue estatizada en 1974, mientras que Buenaventura, la empresa que fundó el exfuncionario, no ha parado de crecer hasta convertirse en la mayor productora de metales preciosos e industriales del país sudamericano, que es el segundo productor de plata del mundo y el sexto en oro.
A lo largo de más de seis décadas, con el desarrollo de minas propias o mediante asociaciones, la empresa ha sumado una decena de operaciones a lo largo de los Andes peruanos, en las que emplea a 12.700 personas y produce unas 620.000 onzas anuales de oro, 30 millones de onzas de plata, 130.000 toneladas finas de cobre y más de 55.000 toneladas finas de zinc.

Este año, beneficios

Este año, la minera espera dejar atrás un ciclo de resultados negativos. Los menores precios de los metales significaron números rojos en los últimos cuatro balances cerrados. En 2016, las cotizaciones de sus principales productos empezaron a subir, pero aun así la compañía registró una pérdida de 327 millones de dólares. "Fueron números muy negativos, pero solo en términos contables, porque tuvimos que registrar una provisión por el potencial cierre de (la mina) Yanacocha, que se estimó para 2020, y ahora estamos trabajando para extender la vida hasta 2025 o 2026", explica Victor Gobitz, gerente general de Buenaventura, que espera cerrar 2017 con beneficios netos del orden de los 200 millones de dólares.
En dos años, la ratio de deuda neta sobre ebitda bajó de 5,3 veces al actual 1,5. En Buenaventura explican que las pérdidas de 2015, de 375 millones de dólares, se debieron en parte a las inversiones que hizo la compañía mientras los precios de sus productos declinaban. Una de sus máximas es que sacrificar la exploración para lograr buenos resultados en los años malos no es beneficioso en el largo plazo. "Somos una industria cíclica y cuando vienen los precios bajos la tentación es reducir los costes parando las exploraciones, pero, si uno hace eso, está acortando la vida del negocio", afirma Gobitz.
La buena noticia, destaca el primer ejecutivo, es que el año pasado lograron inaugurar Tambomayo, una nueva mina de oro en la provincia de Caylloma (región de Arequipa). La nueva explotación es el último avance en una historia de crecimiento permanente.
Las cifras del Servicio Geológico de Estados Unidos indican que Perú produjo 4.100 toneladas de plata en 2016, solo por detrás de las 5.600 toneladas de México. En el caso del oro, la producción peruana fue de 150 toneladas, una cantidad que lo posiciona en el sexto lugar, por detrás de China, Australia, Rusia, Estados Unidos y Canadá. Las ventas de oro de Buenaventura representaron el 43% de la facturación en 2016, dentro de un total de 1.044 millones de dólares.
En las últimas tres décadas, los principales proyectos de la compañía se han desarrollado mediante asociaciones. En 1993, junto con Newmont, una de las mayores productoras auríferas del mundo, de origen estadounidense, y la Corporación Financiera Internacional (CFI), un organismo del Banco Mundial, comenzó a explotar Yanacocha, la mina de oro más grande de Sudamérica. "Tenemos el 44% de las acciones, que es un activo muy importante dentro del portafolio de Buenaventura", afirma Gobitz. La CFI tiene el 5%, mientras que Newmont es el mayoritario con el 51%.
Las privatizaciones de activos estatales emprendidas por el Gobierno peruano en esos años abrieron nuevas oportunidades. El ímpetu de la empresa en los años noventa la llevó a Wall Street en 1996. Buenaventura, que cotizaba en la Bolsa de Lima desde 1971, se convirtió así en la primera minera de América Latina en listarse en Nueva York. "Hemos precedido incluso a la brasileña Vale (la mayor productora mundial de mineral de hierro)", destaca el gerente general. La familia del fundador conserva alrededor del 30% de las acciones y su hijo Roque Benavides Ganoza es el presidente del directorio. Hasta principios de año, ejercía a la vez el cargo de gerente general, pero los roles fueron separados, en una decisión que destacan como la última de una serie de mejoras en sus prácticas de gobierno corporativo que comenzó con el doble listado.
Por el momento, no hay intenciones de dar un salto internacional. "No descartamos ir a otros países de la región, pero al menos en los próximos dos años tenemos el foco en Perú", señala Gobitz”. 

sábado, 13 de septiembre de 2014

Minas Buenaventura de cara al futuro

Si hay algo que caracteriza a Compañía de Minas Buenaventura es su persistencia en explorar. “Todos los yacimientos que operamos en el país han sido descubiertos, desarrollados y construidos por la empresa”, señala Roque Benavides, su presidente y CEO. De esta manera, ha entregado siete proyectos en los últimos siete años y se alista a entregar tres más al 2017. ¿Cuáles son estos?

TAMBOMAYO, LA NUEVA ORCOPAMPA

El proyecto más avanzado de Buenaventura es Tambomayo (Arequipa), depósito de vetas de oro y plata de alta ley que se perfila como “un Orcopampa o más hacia el futuro”, según expresión de Benavides.
Dado que Orcopampa es la operación aurífera más importante que la minera desarrolla en el país, cabe figurarse cuáles son las expectativas para Tambomayo.
El objetivo inicial de Buenaventura era iniciar producción a inicios de 2016, pero la minera opina que puede anticipar este evento para fines de 2015, razón por la cual está “metiendo presión a su equipo”.
“En Tambomayo construiremos una planta con capacidad para 1.000 toneladas de mineral por día con posibilidad de ser ampliada a 3.000 toneladas por día”, refirió Benavides. El proyecto costará US$256 millones y redituará unas 200 mil onzas anuales de oro, igual que Orcopampa.

CHUCAPACA AL 2017

Le sigue Chucapaca (Moquegua), considerado el hallazgo aurífero más sensacional de los últimos diez años en el Perú. El depósito fue explorado y descubierto por geólogos de Buenaventura y ahora ha vuelto a manos de la peruana luego de que esta comprara la participación de su socio Gold Fields (51%) por US$81 millones en efectivo.
La historia del descubrimiento de Chucapaca – yacimiento con 2,5 millones de onzas en recursos - es una de perseverancia.
“Las concesiones pertenecían a Gold Fields, que exploró y no hallo mineral, pero nuestros geólogos los convencieron de que nos dieran una opción. El contrato decía que si hallábamos oro, se quedarían con el 51%. Entonces, ingresamos a la propiedad, perforamos seis agujeros y cuando estábamos a punto de abandonar hicimos un séptimo e hicimos el descubrimiento”, relata Benavides.
Para acelerar la puesta en producción de Chucapaca, Buenaventura ha decidido explotarlo de forma subterránea y no a tajo abierto, como quería Gold Fields. Esta estrategia le permitirá acceder más rápido a las zonas con alta ley de oro que se encuentran a profundidad. 
“Hemos firmado un convenio con comunidad de Oyo Oyo la semana pasada con lo cual tenemos acceso al proyecto. Ahora trabajamos en la ingeniería y esperamos estar en producción no antes del 2017”, anunció Benavides.

OTROS PROYECTOS

El tercero proyecto en el pipeline de la peruana es Trapiche, yacimiento de cobre y molibdeno localizado en Apurímac, región donde hay actualmente muchos proyectos pero ninguna mina en operación.
“Este es un yacimiento que no nos será fácil de desarrollar pues se encuentra en un cerro muy quebrado, pero hallaremos la forma técnica de que salga a flote”, indicó Benavides.
Estos tres proyectos ayudarán a mantener e incrementar la producción de oro, plata y cobre que Buenaventura obtiene en las nueve minas que opera en el país.
Al 2014,  la peruana proyecta producir 900 mil onzas de oro, 20 millones de onzas de plata y 70 mil toneladas de cobre, procedentes en un 50% de sus operaciones directas y en un 50% de su participación en Minera Yanacocha (43,65%) y Sociedad Minera Cerro Verde (20%).
Buenaventura opera las minas Uchucchacua (plata), Orcopampa (oro), Julcani (plata), Mallay (plata), Breapampa (oro), El Brocal (cobre, zinc), La Zanja (oro), Tantahuatay (oro), y está vendiendo las minas Antapite, Poracota, Shila-Paula y Recuperada, para ahorrar costos.

viernes, 18 de abril de 2014

Desplome en exploración minera : Oro

En nuestro análisis del ¿Porqué se viene cayendo la inversión para exploración minera en Perú?  explicábamos algunos factores por el cual existía una tendencia decreciente de la inversión para exploración minera en general; en esta ocasión Gestión  la visualiza en términos del desplome en la exploración minera de Oro, según datos de Reuters
"Las mineras de oro han dejado de explorar en busca de nuevos yacimientos en Perú y culpan a los conflictos sociales, las restricciones ambientales y a la burocracia por un sostenido declive en la producción que podría afectar a la economía.
Perú es el sexto mayor productor mundial de oro y las exportaciones del metal suelen ser una cuarta parte del total. Pero la producción de oro bajaría este año al menos un 4% para acumular en los últimos tres años una caída del 17% y del 34% si se calcula desde el 2005, según datos oficiales y de empresas obtenidos por Reuters.
El desplome es consecuencia de que las empresas casi no están explorando para reponer sus reservas de oro, que van menguando por la antigüedad de sus minas.
“Este año la producción va a seguir cayendo y la razón principal es porque hay grandes restricciones ambientales y sociales para poder explorar”, dijo Carlos Gálvez, gerente financiero de Buenaventura, una de las mayores productoras de oro y plata. “Es muy difícil encontrar lo que no se busca”.
Más allá de los problemas en el país, tampoco los empresarios están teniendo muchos incentivos para invertir en exploración: los precios internacionales del oro han caído un 32% desde sus máximos históricos de US$ 1,920 por onza en septiembre del 2011.
Perú ya comenzó a sentir algunas consecuencias de ello en su balanza comercial. El año pasado anotó su primer déficit en 13 años, en gran parte por la menor demanda global de minerales, pero también por la caída de los precios del metal precioso.
No son las mejores noticias cuando la economía local crece debajo de su potencial y las autoridades se preparan para revisar a la baja su pronóstico de expansión del 6% para este año.
Aunque para cualquier país del mundo desarrollado pueda sonar vertiginoso, los analistas calculan que Perú necesita crecer al menos a un ritmo del 6% anual para poder reducir la pobreza que sofoca a uno de cada cuatro peruanos.
En el Gobierno no están demasiado preocupados por el menor brillo del oro y creen que la producción sería más estable de lo que se pronostica debido a la ampliación de minas pequeñas.
“Lo que hace el oro es cortar un poquito (el PIB minero), pero no es que la economía no crece tanto porque no produzcamos oro”, dijo el viceministro de minería, Guillermo Shinno.

Resistencia y papeleo

Yanacocha, la mayor mina de Perú, controlada por la estadounidense Newmont Mining y la peruana Buenaventura , redujo el año pasado su producción de oro un 24% frente al 2012. Y este año la recortaría en un 3.8% adicional.
“Yanacocha necesita explorar para reponer reservas y aumentar la vida de mina. En ese sentido, el proyecto Conga iba a incrementar el nivel de vida de esta mina”, dijo la analista de minería Intéligo SAB, Lali Merino.
Pero Newmont Mining suspendió en el 2011 la construcción del proyecto de oro y cobre Conga, de unos US$5,000 millones, después de violentas protestas de pobladores que se oponen al plan por temores ambientales.
Ahora la firma está tratando de convencer a las comunidades de que apoyen el proyecto, pero los lugareños no están conformes con un transvase de las aguas de cuatro lagunas glaciares que planea realizar la minera para avanzar con su proyecto.
Su socia Buenaventura puso a la venta cuatro pequeñas minas que quedaron paralizadas por su baja rentabilidad y también porque no pudo seducir a los pobladores. Además tiene congelado un proyecto conjunto con GoldFields por no haber llegado al precio que quieren las comunidades por sus terrenos.
La mina de oro Pierina, de la canadiense Barrick, llegó al término de su vida útil y será cerrada. Analistas calculan que eso reduciría en un 13% la producción de la compañía.
“La minería es una actividad que implica una exploración permanente”, dijo Gálvez de Buenaventura. “Y cuando se tiene que sacar un permiso para explotación, se demoran la vida eterna”.
En los últimos años los trámites para los permisos se han vuelto más engorrosos, con procesos que toman varios meses sólo para resolver observaciones a planes ambientales, requerimientos detallados de planes de cierre de mina, reportes frecuentes de inversiones e información de audiencias con comunidades afectadas que a veces se frustran por factores políticos.
El viceministro Shinno reconoció que las normas ambientales del sector datan de 1993 y deben ser actualizadas para incluir nuevas exigencias con procesos más cortos que ayuden al empresario a concretar inversiones con mayor rapidez.
“Estamos trabajando con el Ministerio del Ambiente para crear una norma que si bien garantiza el respeto al medioambiente, de alguna manera también sea una norma promotora para las inversiones”, precisó Shinno.
Otra de las preocupaciones de los empresarios del sector es la implementación de la nueva Ley de Consulta Previa, que da más voz a las comunidades indígenas para definir el futuro de un proyecto y cuyo reglamento está en elaboración por el Gobierno.

Cobre por oro

Como el oro pierde brillo, las autoridades peruanas están apostando a los proyectos de cobre -del cual Perú es el tercer mayor exportador del mundo- para minimizar el impacto de la caída de la producción aurífera y de los precios en la balanza comercial.
“Lo que mueve más la economía son los proyectos de cobre”, afirmó Shinno.
Entre los nuevos emprendimientos para el metal rojo destaca la mina Toromocho, de la china Chinalco, que producirá 300,000 toneladas de cobre desde mediados de este año, cuando trabaje a plena capacidad, para elevar en un 25% la producción peruana de cobre.
“Hacia adelante, básicamente nuestra perspectiva en cuanto a los nuevos proyectos mineros va más por el lado del cobre y no tanto por el oro”, dijo la semana pasada el jefe de estudios económicos del Banco Central, Adrián Armas.