Representantes de 195 países, más la Unión Europea, acudirán
las dos primeras semanas de diciembre a la Cumbre del Clima de París (21 Conferencia de las Partes, COP21) con el fin de alcanzar un pacto global de
lucha contra el cambio climático.
Estas son algunas de las cosas que debes de
saber de cara a esa cita.
1. Su objetivo es acordar un pacto que gestione el proceso
mundial de descarbonización para que la temperatura del planeta no supere los
peligrosos 2 grados a finales de siglo, así como para colaborar en la
adaptación a los impactos que producirá el cambio climático aún cuando no se
supere ese límite.
2. El acuerdo entraría en vigor en 2020, tiene vocación de
perdurar hasta 2050 y sustituiría la segunda fase del Protocolo de Kioto,
aunque a diferencia de éste, que sólo incluía a un grupo de países industrializados
que representan el 11 % de las emisiones, el nuevo acuerdo incluye
responsabilidades para todos los países y cubriría casi el 100 % de los gases.
3. Cerca de 170 países responsables del 95 % de las
emisiones han remitido a Naciones Unidas compromisos de reducción de emisiones
para París (INDC, de Intended Nationally Determined Contribution en la jerga de
las negociaciones). El efecto agregado de esas contribuciones, según la ONU,
supondría un aumento de temperatura del 2,7 grados a finales de siglo.
4. Según un informe de la Agencia Internacional de la
Energía (AIE) los compromisos requerirían una inversión de 13,5 billones, y en
el caso de los países pobres están condicionados a la recepción de ayuda
internacional.
5. Los países plantean crear un mecanismo para revisar sus
objetivos al alza cada cinco años, de manera que con el tiempo vayan siendo más
ambiciosos y se pueda alcanzar el límite de los 2 grados antes de finales de
siglo.
6. Más allá de los compromisos, la finalidad del pacto es
marcar el principio del fin de los combustibles fósiles, enviando un mensaje
contundente a los mercados de la apuesta política mundial por una economía baja
en carbono. Este objetivo se debe materializar en el texto con una fecha para
las emisiones mundiales toquen techo, otra de reducción para 2050 y el fin de
las emisiones en 2100.
7. Los tres principales puntos de desacuerdo en la
negociación son la financiación para mitigación y adaptación al cambio
climático en los países más vulnerables; la diferenciación o no entre países
ricos y pobres y la ambición del acuerdo más allá de una mera declaración de
intenciones.
8. Seis años después de que los países fallaran en el
intento de alcanzar un acuerdo similar a este en la Cumbre de Copenhague 2009,
las evidencias del cambio climático se han multiplicado: aumento de temperatura
de 1,02 grados desde la época preindustrial, récord histórico de concentración
de CO2 en la atmósfera (400 partes por millón) o el año más cálido de la
historia: 2014.
9. Nunca antes ha existido un momento político tan favorable
al acuerdo climático: China y Estados Unidos han rubricado un compromiso para
luchar juntos contra el calentamiento; y los países del G -7 han emitido una
declaración comprometiéndose a poner fin a los combustibles fósiles en 2100.
10. El “clima” también es favorable en lo económico: 200
multinacionales han pedido a los países que pongan precio al carbono; las 10
mayores petroleras han creado una coalición para formar parte de las
soluciones; las renovables abastecieron el 9,3% de la demanda energética
mundial en 2014 y su precio se ha abaratado notablemente en la última década
(un 80% en el caso de los paneles solares).
11. Hasta el Papa Francisco ha dedicado una En-cíclica al
cambio climático considerando que combatirlo es “una cuestión moral” y del
“bien común”; y los líderes islámicos le han secundado con una declaración
apelando al compromiso climático de los 1.600 millones de musulmanes.
12. Aún habiendo acuerdo, París dejará tareas pendientes
como la creación de un mercado único de CO2; fijar un precio internacional al
carbono o concretar planes que den respuesta a fenómenos por venir,
independientemente de lo que ocurra, como el de los refugiados climáticos.
13- ¿Habrá acuerdo? Cómo gustan decir los negociadores de la
ONU “nada está decidido hasta que se decide”. La Cumbre de Copenhague despertó
tantas o más expectativas que París y acabó en un infructuoso debate entre
países ricos y pobres sobre a quién le correspondía afrontar el problema.
14. En cualquier caso, la Cumbre de París no equivale a si
va a haber acción o no en materia de clima, en tanto que es algo que ya existe
y va a seguir existiendo. Se trata de decidir si esa acción se va a canalizar
conjuntamente a través de un acuerdo mundial.
15. Suponiendo que haya acuerdo, tanto este como el
compromiso nacional asumido debe ser ratificado por los países entre 2015 y
2020.