Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Mario Vargas Llosa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mario Vargas Llosa. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de julio de 2021

Sociedad Peruana de Derecho _ CDA & Catástrofe Ambiental

Presento ante la comunidad internacional el Pronunciamiento sobre los retos y desafíos de la administración Castillo a cargo de la Sociedad Peruana de Derecho - Comisión de Derecho Ambiental (22/7/2021), dirigido por la doctora Nathaly Torres López : 
"Los reales responsables de la catástrofe sanitaria y ambiental con la que iniciará la administración Castillo en Perú, son los pasivos ambientales y el cambio climático cuyo impacto negativo se ha visto potenciado por el COVID-19 afectando la salud pública.
Tal como lo indica el ingeniero Javier Prado Blas, experto peruano en temas ambientales: “ (…) el verdadero origen de la catástrofe que vive hoy en día nuestra patria (…) [son] los pasivos ambientales, el cambio climático y la reciente pandemia del COVID-19”, en su artículo Tercera carta abierta al premio Nobel de Literatura el escritor Mario Vargas Llosa .  
Según Prado Blas, los retos y desafíos de la nueva administración, en manos de José Pedro Castillo, van más allá de encontrar culpables en el “comunismo” no implementado en nuestro país. Encontrando un mejor análisis en la revisión técnica y académica de los temas ambientales y sanitarios propuestos.
El avance científico y la razón le asiste a Prado, quien afirma que es un error de las pasadas administraciones del país soslayar el componente ambiental en las políticas públicas implementadas en el pasado, y que dieron como resultado la catástrofe y la desinformación que llega alcanzar a la comunidad internacional, incluyendo a lo expresado por Vargas Llosa.
Lo expresado por el informe del comité de alto nivel del CONCYTEC sobre las causas del elevado número de muertes por la pandemia del Covid-19 en el Perú publicado este 20 de julio, no hace más que corroborar lo sustentado por el experto y que la sociedad peruana de derecho respalda. Sobre el mismo, podemos analizar factores como los pasivos ambientales, el cambio climático, la megadiversidad, la pobreza y los impactos del COVID-19.
Los pasivos ambientales municipales acumulados en el tiempo afectan la salud pública.

Pasivos ambientales                  


A junio del 2021, Perú cuenta con 3 231 pasivos ambientales en hidrocarburos y 7 668 en minería; éste último es en su mayor parte origen de los conflictos socioambientales reportados por Defensoría del pueblo, evidenciándose que la empresa estatal Activos Mineros SAC no logra ejecutar los planes del cierre necesarios para la remediación ambiental requeridos, por consiguiente, no cumple con los niveles de inversión necesarios para dar solución oportuna a los pasivos ambientales vigentes.
De otro lado, se cuenta con pasivos ambientales generados por otras industrias y los de origen municipal, que contaminan agua, aire y suelo en las ciudades localizadas en diversas cuencas del país.
Una deuda pendiente por asumir en todos los niveles, gobiernos y autoridades sectoriales: los impactos no gestionados adecuadamente que ponen en riesgo la salud y la calidad de vida de la población. Esta es una realidad por atender con prioridad por parte de la nueva administración.

Cambio climático y megadiversidad

El Perú, por su condición de megadiverso, es un país altamente vulnerable a los impactos del cambio climático, lo cual incide en la pérdida de los glaciares tropicales, el aumento de la acidificación de océano y del nivel del mar; hechos que afectan a las personas en sus derechos fundamentales: salud, vida, acceso al agua, propiedad, entre otros.
Según data del ministerio del ambiente, el año 2019 se perdieron ciento cuarenta y siete mil hectáreas de bosques en Perú, lo que cobra más dramatismo es la realidad fáctica: en las últimas dos décadas se extinguieron 2.3 millones de hectáreas de bosques, provocando desertificación, inundaciones, pérdida de biodiversidad, entre otras externalidades.
El acceso y disponibilidad al agua para consumo humano en el país es cada vez más restringida por la escasez del recurso hídrico, la contaminación de los cuerpos de agua, sumados al efecto del precitado cambio climático agravan la deficiente calidad de los servicios de saneamiento, que conjuntamente con la inadecuada disposición de aguas residuales industriales y domésticas, impactan gravemente en la salud pública de los peruanos.

Aumento de la Pobreza

De acuerdo con el informe técnico de evolución de la pobreza monetaria 2009-2020 del Instituto Nacional de Estadística e Informática para el año 2020 la pobreza monetaria alcanzó al 30% de la población del país, debido al paro de las actividades económicas ocasionadas por el Estado de Emergencia Nacional y al aislamiento social obligatorio por el COVID 19. Así también, la pobreza monetaria afecto al 46% de la población en zonas rurales y al 26% de la población que habita en zonas urbanas, que en comparación con el año 2019 tuvo un incremento del 4.9% y 11.4% respectivamente.
De acuerdo con los estudios realizados por el Instituto Peruano de Economía, a nivel de regiones, con más del 40% de la población afectada fueron las regiones de Huancavelica (47.7%), Ayacucho (46.4%), Pasco (44.8%), Huánuco (42.4%), Cajamarca (42.5%) y Puno (42.5%), regiones que en los últimos años se encuentran en el quintil más alto de pobreza. Así mismo reporta el retroceso de la pobreza en las regiones, lo cual evidencia que el país tiene un gran reto frente a poblaciones vulnerables por atender. En el caso de las regiones Tumbes, Tacna y Lima, muestran un retroceso en 16, 13 y 13 años respectivamente, logrando que todo el Perú en promedio retroceda en 10 años.

Impacto del COVID-19

Esta realidad ambiental se ve potenciada por la pandemia El COVID-19 que ocasionó una crisis sanitaria sin precedentes. El Perú, se convirtió así, en el país con la mayor tasa de mortalidad per cápita del mundo, al identificar que más de 180 mil personas fallecieron por coronavirus; lo que significa ostentar la mayor tasa de mortalidad per cápita del mundo.
En este sentido, podemos concluir que la pandemia de COVID-19 ha planteado nuevos desafíos ante la vulnerabilidad del ser humano y la naturaleza frente a la emergencia sanitaria; por lo que, el Estado debe actualizar su gestión articulada y transectorial, consiguiendo nuevas oportunidades de desarrollo sostenible y socioeconómico con la participación ciudadana, revirtiendo esa vulnerabilidad en todas las regiones, en especial la zona cero de la franja costera peruana.
Todos estos factores forman parte del paquete de bienvenida a la nueva administración de Pedro Castillo, quien asume la posta para reducir las cifras de catástrofe nacional que recibirá a partir de este 28 de julio del 2021.
Las personas naturales y jurídicas especializadas en el tema ambiental, hacemos votos por una fructífera labor de nuestros flamantes gobernantes para recuperar el medio ambiente en que vivimos para las actuales y futuras generaciones en el marco del desarrollo sostenible".

sábado, 17 de julio de 2021

Tercera carta abierta a Mario Vargas Llosa

Lima, 18 de Julio del 2021

Señor don Jorge Mario Pedro Vargas Llosa


Distinguido Premio Nobel de Literatura - 2010


A diez días de conmemorarse  el Bicentenario de la independencia de la República peruana, me dirijo a usted en relación a mis sendas cartas de fechas 26 de Junio y 11 de Julio del presente año 2021, para exhortarle en la mejor de las formas  vuestra oportuna y sana rectificación ante la comunidad internacional sobre su afirmación que “una victoria de Castillo sería una catástrofe, y de sus expresiones políticas vertidas sobre  "(…) la incompetencia, la censura y la pobreza que traería el comunismo" haciendo referencia al profesor José Pedro Castillo Terrones, ganador de las elecciones 2021 en Perú.

Escribo estas líneas al compatriota arequipeño Vargas Llosa, a quien reitero mi invocación para que analice el verdadero origen de la catástrofe que vive hoy en día nuestra patria, en virtud a las causas reales medidas en el reloj geológico por los pasivos ambientales, cambio climático y la reciente pandemia del COVID-19 que viene arrancando la vida a nuestros familiares, amigos y seres queridos.

A las razones expresadas en mis cartas arriba mencionadas, para que pueda recular en sus apreciaciones que se encuentran meridianamente alejadas de la verdad vivida en Perú, le proporciono información en data gráfica sobre el desarrollo mal entendido que genera la catástrofe que ocurre en la casa común : El Planeta tierra y particularmente en Perú como país megadiverso, el cual se ve arrastrado a la pobreza y  lo sitúa  en el primer puesto de la escala mundial como el país con más muertes per cápita por la actual pandemia del Covid-19.

A mayor abundamiento, debo precisar que el statu quo del modelo defendido por la candidata rival de Castillo, convirtió en extremadamente vulnerable a las regiones ubicadas en la franja costera peruana, donde entre otras, se encuentran Lima y Arequipa, que presentan un incremento sostenido de muertes acreditadas por el sistema nacional de defunciones.

De cada diez compatriotas fallecidos en todo el territorio nacional para el periodo 2017-2021 (julio), siete murieron en la franja comprendida entre Tumbes y Arequipa, su lugar de nacimiento. 

¿ Será fraude cambiar para aspirar conservar la vida del ciudadano de a pie ?

¡Que mas catástrofe que la muerte dignísimo escritor!

En este contexto, ruego a usted reflexionar para cambiar, dando un giro de ciento ochenta grados a su percepción alimentada por personas que no ostentan los atributos del compatriota de talla mundial, que cuenta con el talante de los grandes hombres que reconocen sus errores por lo que serán recordados en los anales de la historia de la humanidad.


De usted muy atentamente,

Dr.  Javier Prado Blas 

Ing. vitalicio CIP N° 38874 

DNI N° 08186048

jpradob@uni.edu.pe

El desarrollo mal entendido genera la catástrofe con pérdida de vidas humanas en Perú.

https://www.minsa.gob.pe/reunis/data/defunciones_registradas.asp

El modelo de desarrollo mal entendido hace muy vulnerable a ciudades de la costa peruana.

http://desmitificandolamineriaenelperu.blogspot.com/

miércoles, 14 de julio de 2021

Retórica ambiental de la realidad peruana

En el presente envío, paso a dar respuesta con el soporte de data gráfica a personas de diversas nacionalidades localizadas en distintas partes del mundo, respecto a los puntos grises que pudieran haber quedado en mi posición respecto a las recientes elecciones democráticas 2021  en Perú, que colisionan con el discurso efectuado por el laureado escritor peruano-español premio Nobel de Literatura 2010 don Mario Vargas Llosa, quien a la sazón se muestra desactualizado de la realidad peruana.

Aclaración al activista político desinformado

En principio deseo agradecer de todo corazón a quienes me hicieron llegar generosamente  su respaldo, así como también a quienes plantearon sus razonables dudas sobre el particular.
Respecto al artículo escrito por el premio Nobel de Literatura en el diario El País de España . " Deseo ardientemente que Fujimori gane la elección presidencial en Perú para salvar al país de la incompetencia, la censura y la pobreza que traería el comunismo de Castillo "; es importante ubicarse en el tiempo geológico y advertir que en las últimas décadas el desarrollo mal entendido en Perú no fue precisamente un ejemplo a seguir para los países del mundo que lo llevara a mantener el statu quo que impulsa un crecimiento que soslaya el respeto al equilibrio entre el hombre y su medio ambiente donde vive.
En ese sentido, es claro que el profesor José Pedro Castillo Terrones, ganador de las elecciones 2021 en Perú, un país megadiverso afectado dramáticamente por la informalidad, corrupción y el cambio climático; tuvo el respaldo no solo de los votos etiquetados como de izquierda, comunismo o terrorismo, sino de la importante presencia de una sociedad sensibilizada y progresista, que conocedora de sus justos derechos postergados, volvió los ojos hacia el cambio del modelo de desarrollo que llevó al país a tener la mas alta cantidad de muertes per cápita del mundo por covid-19.

Del modelo que defiende ardientemente 

Ese modelo que logró el desequilibrio en la naturaleza trasvasando agua de las cuencas generando una alta presión demográfica en las ciudades asentadas en la franja costera desértica; aquel modelo que permite edificar desestabilizando taludes, construyendo en espacios que la naturaleza luego reclama, que fomenta la sobreexplotación de los recursos naturales como es en el caso de los bosques que en dimensiones equivalentes a países enteros de otras latitudes, son salvajemente explotados en territorio nacional causando externalidades como las recurrentes inundaciones con afectación de infraestructura en ciudades, carreteras y puentes; el modelo  que permite la boyante contaminación y convive con los pasivos ambientales crecientes sin inmutarse de las protestas socioambientales del pueblo que ve limitada su existencia, aquel modelo que luego de doscientos años de vida republicana mantiene excluidos geográficamente a comunidades enteras sin conectividad ni operatividad de los servicios del Estado que sólo manifiesta su existencia en momentos de elección en sus tres niveles de gestión para luego no tener presencia, aquel modelo que permite la atomización de centros poblados menores de cien habitantes y condenando a la minimización de zonas rurales, ese modelo que cuenta con divisiones políticas sin límites que respondan a un ordenamiento territorial que integre al Estado unitario y descentralizado; un modelo reactivo sin alerta temprana ni capacidad oportuna ante los recurrentes desastres naturales y los originados por el hombre, que hace que la pobreza multidimensional trascienda por generaciones, postergando los sueños de libertad de los pueblos originarios cuyas costumbres, lenguas y conocimientos ancestrales se van extinguiendo con el tiempo, aquel modelo cual heraldo negro abre zanjas oscuras de desigualdad en derechos entre seres humanos, permitiendo brechas en educación, agua, salud, energía, alimentos.....ese modelo inficionado por la corrupción que convalida costos y tiempos empleados en obras públicas que en otros países son inimaginables; ese modelo que fuera brillantemente descrito por poetas como Gonzáles Prada e historiadores peruanos como Basadre y que hoy en día presenta palpitante actualidad con el Estado empírico omnipresente. 
En el 2021, los peruanos y peruana, en un país soberano , manifestamos en las ánforas y el bicentenario de vida republicana, nuestra voluntad de reestablecer la salud pública, existir en equilibrio con la naturaleza y vivir en un país inclusivo con acceso a los derechos humanos fundamentales reconocidos por todas las Naciones Unidas libres del mundo.
Pasivos ambientales municipales, es un problema a nivel nacional en el país.
Pasivos ambientales por hidrocarburos,  focalizados en el nororiente peruano

Pasivos ambientales mineros - minería aluvial en la Amazonía-Madre de Dios.
Impacto minero en microcuencas de ríos en Cajamarca _ Andes peruanos.

Impacto por descargas de aguas residuales sin tratamiento a cuerpos de agua.
Impacto de la contaminación de aguas en época de estiaje - río Rímac-Lima-Perú.

lunes, 5 de julio de 2021

Como ve The New York Times el proceso electoral en Perú

El prestigioso diario The New York Times, publicó el día de independencia americana  (4 de julio) un interesante artículo (Comentado en parte por el diario La República) sobre el escenario electoral peruano escrito  por Mitra Taj y Julie Turkewitz, bajo el título “Reclamaciones de fraude, no probadas, retrasan el resultado de las elecciones en Perú y dan energía a la derecha”.
En el artículo hace referencia a las diversas consideraciones presentadas a un mes después del cierre de las urnas, donde los funcionarios ( haciendo referencia a ONPE y al JNE) aún no han declarado un vencedor en la votación presidencial, ya que consideran la demanda de Keiko Fujimori  para que se atiendan (así como se está descartando) las tachas. "Se presentaron a la manifestación por miles en rojo y blanco, los colores de su movimiento de derecha, intercambiando teorías de conspiración y hablando siniestramente de la guerra civil, algunos blandiendo escudos con cruces destinadas a exaltar la herencia europea.
En el escenario, su líder, la candidata presidencial Keiko Fujimori, soltó su tema principal: el fraude electoral.
Aunque los funcionarios electorales dicen que su oponente, el líder sindical de izquierda Pedro Castillo, lidera por más de 40.000 votos con todas las papeletas contadas, aún no han declarado vencedor un mes después del cierre de las urnas, ya que consideran la demanda de Fujimori de que decenas de miles de papeletas serán desechadas.
Nadie se ha presentado, incluso semanas después, para corroborar las acusaciones de fraude de Fujimori; los observadores internacionales no han encontrado evidencia de irregularidades importantes; y tanto Estados Unidos como la Unión Europea han elogiado el proceso electoral.
Pero las afirmaciones de Fujimori no solo han retrasado la certificación de un vencedor, sino que también han radicalizado elementos de la derecha peruana de una manera que, según los analistas, podría amenazar la frágil democracia del país, justo cuando lucha por hacer retroceder la pandemia y el creciente descontento social. 
Muchos en Perú han señalado que las afirmaciones de la Sra. Fujimori se hacen eco de las hechas por Donald J. Trump en 2020, y por Benjamin Netanyahu en Israel este año.
La diferencia, dicen, es que las instituciones democráticas de Perú son mucho más débiles, lo que deja al país más susceptible a una creciente agitación, un golpe de estado o un giro autoritario.
En Perú, quienes piensan que la elección fue robada se concentran en las clases altas de la capital, Lima, e incluyen ex líderes militares y miembros de familias influyentes. Algunos de los partidarios de Fujimori han pedido abiertamente una nueva elección, o incluso un golpe militar si el Sr. Castillo prestó juramento.
“Es un peligro para la democracia”, dijo el politólogo peruano Eduardo Dargent, quien calificó a Fujimori como parte de un creciente “derecho global negacionista”. “Creo que al final Keiko dejará el escenario”, prosiguió. "Pero se ha construido un escenario muy complicado para el próximo gobierno".
De cara a las elecciones de junio, la democracia de dos décadas de Perú necesitaba urgentemente un impulso. El país había pasado por cuatro presidentes y dos congresos en cinco años, ya que los legisladores se vieron envueltos en escándalos de corrupción y ajustes de cuentas que disminuyeron la confianza en las instituciones políticas.
Perú también ha registrado el número de muertes per cápita más alto del mundo por Covid-19 y ha visto cómo el virus empuja a casi el 10 por ciento de su población a la pobreza, destacando las grietas en las redes de seguridad económica y social del país.
Los votantes difícilmente podrían haber enfrentado una elección más dura cuando acudieron a las urnas el 6 de junio para decidir entre el Sr. Castillo, hijo de campesinos que disfruta de un amplio apoyo indígena y rural, y la Sra. Fujimori, un símbolo imponente de la élite peruana y la heredera de un movimiento populista de derecha iniciado hace tres décadas por su padre, el ex presidente Alberto Fujimori.
Millones de peruanos que no se sintieron representados por gobiernos anteriores estaban ansiosos por celebrar el ascenso del Sr. Castillo, quien ha vivido la mayor parte de su vida en una región rural empobrecida.
Desde las elecciones, los partidarios de ambos candidatos han salido a las calles en mítines en competencia. “Nosotros también somos peruanos. Queremos participar en las decisiones políticas y económicas del país ”, dijo Tomás Cama, de 38 años, maestro y partidario de Castillo del sur de Perú, parado afuera de la oficina electoral en un día reciente.
Pero los vínculos de Castillo con políticos más radicales (su partido está encabezado por un hombre que ha elogiado al presidente Nicolás Maduro de Venezuela por consolidar el poder) y su propuesta de cambiar la Constitución para darle al estado un papel más importante en la economía han avivado los temores entre los ciudadanos. peruanos acomodados.
Tales temores tienen terreno fértil en Perú luego de décadas en las que una violenta insurgencia con fines comunistas, Sendero Luminoso, aterrorizó a gran parte del país. También han permitido que las afirmaciones de fraude sin fundamento de Fujimori ganen fuerza: una encuesta reciente mostró que el 31 por ciento de los peruanos pensaba que las afirmaciones eran creíbles.
Alegando que el partido de Castillo manipuló los recuentos oficiales en los colegios electorales de todo el país, Fujimori busca arrojar hasta 200.000 votos, principalmente de regiones rurales e indígenas donde Castillo ganó por abrumadora mayoría.
Con un nuevo presidente programado para prestar juramento el 28 de julio, muchos miembros de la élite de Perú están respaldando los esfuerzos de Fujimori para anular los votos. Cientos de oficiales militares retirados han enviado una carta a los principales jefes militares instándolos a no reconocer a "un presidente ilegítimo". Un ex juez de la Corte Suprema presentó una demanda solicitando que se anularan todas las elecciones.
El intelectual público más conocido del país, el autor ganador del Premio Nobel y ex candidato presidencial Mario Vargas Llosa, ha dicho que apoya los esfuerzos de Fujimori porque una victoria de Castillo sería una "catástrofe".
“Eso es evidente para la inmensa mayoría de los peruanos”, dijo a un canal de televisión local, “especialmente para los peruanos de las ciudades y los peruanos que están mejor informados”.
La narrativa de una elección robada ha adquirido a veces florituras racistas y clasistas. En la víspera de la votación, circularon noticias falsas en la aplicación de mensajería WhatsApp de que los indígenas habían rodeado Lima, lo que implicaba que usarían la violencia si la Sra. Fujimori ganaba.
Entre la multitud en una manifestación reciente de Fujimori, un grupo de jóvenes con chalecos antibalas y cascos marcharon con escudos improvisados ​​pintados con la Cruz de Borgoña, un símbolo del imperio español popular entre quienes celebran su herencia europea. Un hombre mostró lo que parecía un saludo nazi.
La Sra. Fujimori, nieta de inmigrantes japoneses, parte de una comunidad peruano-japonesa más grande, se ha aliado estrechamente con la élite del país, a menudo descendiente de europeos, tal como lo hizo finalmente su padre.
Varios de sus partidarios han hablado casualmente sobre su esperanza de que intervengan los militares. “Solo por un momento, hasta que los militares puedan decir: '¿Sabes qué? Nuevas elecciones '”, dijo Marco Antonio Centeno, de 54 años, administrador escolar. "La alternativa es el totalitarismo".
En otro mitin a favor de Fujimori, Mónica Illman, también de 54 años, traductora que vive en una zona acomodada de Lima, dijo que hasta este año nunca había participado en una protesta. Pero, citando afirmaciones que había visto en Willax, un medio de comunicación de derecha, dijo que había sido empujada a las calles por "un inmenso y terrible fraude".
Si Castillo es declarado presidente, dijo, "va a haber una crisis, una guerra civil".
Las afirmaciones electorales de Fujimori también han elevado el perfil de jóvenes activistas de derecha como Vanya Thais, de 26 años, quien ha estado entre los oradores iniciales en los mítines de la candidata y ha utilizado Twitter para convocar a algunos de sus 40.000 seguidores a las calles.
En una entrevista, Thais dijo que no tenía ninguna duda de que Castillo reviviría la insurgencia maoísta que aterrorizó a gran parte de Perú en las décadas de 1980 y 1990.
Thais dijo que los políticos de derecha y la comunidad empresarial no habían adoptado una postura lo suficientemente dura en los últimos años.
Pero esos días terminaron, dijo: "Este movimiento llegó para quedarse".

Nota:

Lo resaltado en negrita y subrrayado es del suscrito.

domingo, 31 de diciembre de 2017

Difuso panorama para inversión minera en Perú

Como respuesta a las consultas que me hicieran llegar en relación a una mayor precisión del término "difuso" que utilicé en mi último comentario sobre el panorama que se presenta en Perú para la inversión minera de cara al año 2018,  haré referencia al artículo titulado "La traición de Kuczynski" publicado en el diario El país del premio nobel de literatura Mario vargas Llosa, que fuera difundido en Perú por el diario La República y que de su sola lectura se explica: 
"El presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, se salvó de milagro el 21 de diciembre de ser destituido por “permanente incapacidad moral” por un Congreso donde una mayoría fujimorista le había tumbado ya cinco ministros y tenía paralizado a su Gobierno.
La acusación se basaba en unas confesiones de Odebrecht, en Brasil, afirmando que en los años en que Kuczynski fue ministro de Economía y primer ministro, la empresa brasileña había pagado a una compañía suya la suma de 782.207,28 dólares. A la hora de la votación, se dividieron los parlamentarios del APRA, de Acción Popular, de la izquierda y —oh, sorpresa— los propios fujimoristas, 10 de los cuales, encabezados por Kenji, el hijo de Fujimori, se abstuvieron. Los que respaldaron la moción se quedaron ocho votos por debajo de los 87 que hacían falta para echar al presidente.
Esta sesión fue precedida de un debate nacional en el que todas las fuerzas democráticas del país rechazaron el intento fujimorista de defenestrar a un jefe de Estado que, si bien había pecado de negligencia y de conflicto de intereses al no documentar legalmente su separación de la empresa que prestó servicios a Odebrecht mientras era ministro, tenía derecho a una investigación judicial imparcial ante la cual pudiera presentar sus descargos, y a lo que parecía un intento más del fujimorismo para hacerse con el poder.
Vale la pena recordar que Kuczynski ganó las elecciones presidenciales poco menos que raspando, y gracias a que votaron por él todas las fuerzas democráticas, incluida la izquierda, creyéndole su firme y repetida promesa de que, si llegaba al poder, no habría indulto para el exdictador condenado a 25 años de cárcel por sus crímenes y violaciones a los derechos humanos. Hubo manifestaciones a favor de la democracia y muchos periodistas y políticos independientes se movilizaron contra lo que consideraban (y era) un intento de golpe de Estado. En un emotivo discurso (por el que yo lo felicité), el presidente pidió perdón a los peruanos por aquella “negligencia” y aseguró que, en el futuro, abandonaría su pasividad y sería más enérgico en su acción política.
Lo que muy pocos sabían es que, al mismo tiempo que hacía estos gestos como víctima del fujimorismo, Kuzcynski negociaba a escondidas con el hijo del dictador o con el dictador mismo un sucio cambalache: el indulto presidencial al reo por “razones humanitarias” a cambio de los votos que le evitaran la defenestración. Esto explica la misteriosa abstención de los 10 fujimoristas que salvaron al presidente.
Las vilezas forman parte por desgracia de la vida política en casi todas las naciones, pero no creo que haya muchos casos en los que un mandatario perpetre tantas a la vez y en tan poco tiempo. Los testimonios son abrumadores: periodistas valerosos, como Rosa María Palacios y Gustavo Gorriti, que se multiplicaron defendiéndolo contra la moción de vacancia, y el ex primer ministro Pedro Cateriano, que también dio una batalla en los medios para impedir la defenestración, recibieron seguridades del propio Kuczynski, días u horas antes de que se anunciara el indulto, de que no lo habría, y que los rumores en contrario eran meras operaciones psicosociales de los adversarios.
De esta manera, quienes en las últimas elecciones presidenciales votamos por Kuzcynski creyéndole que en su mandato no habría indulto para el dictador que asoló el Perú, cometiendo crímenes terribles contra los derechos humanos y robando a mansalva, hemos contribuido sin saberlo ni quererlo a llevar otra vez al poder a Fujimori y a sus huestes. Porque, no nos engañemos, el fujimorismo tiene ahora, gracias a Kuzcynski, no sólo el control del Parlamento, por el 40% de votantes que en las elecciones respaldaron a Keiko Fujimori; controla también el Ejecutivo, pues Kuzcynski, con su pacto secreto, no ha utilizado al exdictador, más bien se ha convertido en su cómplice y rehén. En adelante, deberá servirlo, o le seguirán tumbando ministros, o lo defenestrarán. Y esta vez no habrá demócratas que se movilicen para defenderlo.
La traición de Kuzcynski permitirá que el fujimorismo se convierta en el verdadero Gobierno del país y haga de nuevo de las suyas, a menos que la división de los hermanos, los partidarios de Keiko y los de Kenji (este último, preferido por el padre) se mantenga y se agrave. ¿Serán tan tontos para perseverar en esta rivalidad ahora que están en condiciones de recuperar el poder? Pudiera ocurrir, pero lo más probable es que, estando Fujimori suelto para ejercer el liderazgo (apenas se anunció su indulto, su salud mejoró) se unan; si persistieran en sus querellas el poder podría esfumárseles de las manos.
Por lo pronto, el proyecto fujimorista para defenestrar a los fiscales y jueces que podrían ahondar en la investigación, ya insinuada por Odebrecht, de que Keiko Fujimori recibió dinero de la celebérrima organización para sus campañas electorales, podría tener éxito. Recordemos que el avasallamiento del poder judicial fue una de las primeras medidas de Fujimori cuando dio el golpe de Estado en 1992.
El fujimorismo tiene ya un control directo o indirecto de buen número de los medios de comunicación en el Perú, pero algunos, como El Comercio, se le han ido de las manos. ¿Hasta cuándo podrá mantener ese diario la imparcialidad democrática que le impuso el nuevo director desde que asumió su cargo? No hay que ser adivino para saber que el fujimorismo, envalentonado con la recuperación de su caudillo, no cesará hasta conseguir reemplazarlo por alguien menos independiente y objetivo.
Luego de este descalabro democrático, ¿en qué condiciones llegará el Perú a las elecciones de 2021? El fujimorismo las espera con impaciencia, ya que es más seguro gobernar directamente que a través de aliados de dudosa lealtad. ¿No podría Kuzcynski traicionarlos también? Las próximas elecciones son fundamentales para que el fujimorismo consolide su poder, como en aquellos 10 años en que gozó de absoluta impunidad para sus fechorías. En su discurso exculpatorio Kuzcynski llamó “errores y excesos” a los asesinatos colectivos, torturas, secuestros y desapariciones cometidos por Fujimori. Y este le dio inmediatamente la razón pidiendo perdón a aquellos peruanos que, sin quererlo, “había decepcionado”. Solo faltó que se dieran un abrazo.
Felizmente, la realidad suele ser más complicada que los esquemas y proyecciones que resultan de las intrigas políticas. ¿Imaginó Kuzcynski que el indulto iba a incendiar el Perú, donde, mientras escribo este artículo, las manifestaciones de protesta se multiplican por doquier pese a las cargas policiales? ¿Sospechó que partidarios honestos renunciarían a su partido y a su gabinete? Yo nunca hubiera imaginado que tras la figura bonachona de ese tecnócrata benigno que parecía Kuzcynski, se ocultara un pequeño Maquiavelo ducho en intrigas, duplicidades y mentiras. La última vez que nos vimos, en Madrid, le dije: “Ojalá no pases a la historia como el presidente que amnistió a un asesino y un ladrón”. Él no ha asesinado a nadie todavía y no lo creo capaz de robar, pero, estoy seguro, si llega a infiltrarse en la historia será sólo por la infame credencial de haber traicionado a los millones de compatriotas que lo llevamos a la presidencia".