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viernes, 3 de marzo de 2023

Carta abierta en Perú a la presidenta Dina Ercilia Boluarte Zegarra

Lima, 03 de Marzo del 2023

Señora abogada Dina Ercilia Boluarte Zegarra:

Excelentísima señora Presidenta de la República

Ref. : Carta abierta a su antecesor del 02/09/2022

Me dirijo a usted en virtud al documento de la referencia, para manifestarle en la mejor de las formas mi extrema preocupación por la metástasis multisistémica que viene azotando al país post pandemia COVID-19, focalizándose en el sector agrícola y forestal; lo propio fue expresado a su antecesor en el sillón de Pizarro y en esta oportunidad exhorto a usted tomar las medidas y decisiones oportunas como jefa de Estado para cautelar los elevados intereses de la patria que se encuentran en riesgo de cara al futuro próximo.
Señora presidenta, el cambio climático en Perú como país andino y amazónico, ya se encuentra impactando en los bosques y reduciendo los rendimientos de los cultivos básicos, y con ello afectando negativamente la seguridad alimentaria y en estricto a la cadena productiva que no termina de recuperarse de las secuencias de sendos fenómenos El Niño extraordinarios 1982-83 y 1997-98; el Niño costero 2017; el triple episodio del fenómeno La Niña 2020-23 como evento intermitente no presentado desde 1950 según lo registrado por la Organización Meteorológica Mundial ; hechos que lamentablemente no encuentran soporte por la presencia de una salvaje burocracia pública que no toma debida nota de indicadores ajustados a investigación, ciencia y tecnología, agudizando en consecuencia la crisis sintetizada en la carencia de abonos y fertilizantes nitrogenados prometidos e incumplidos para la campaña agrícola 2022-23, que se trata de paliar con bonos a todas luces insuficientes para hacer frente a los embates de la naturaleza que deben afrontar los millones de hombres y mujeres del campo.
Señora presidenta, a la pérdida de millones de hectáreas de bosques en las últimas décadas, se suma el incremento de la contaminación en millones de hectáreas de ecosistemas degradados por pasivos ambientales en zonas rurales y urbanas, así como el retroceso de glaciares y nevados con la consecuente disminución en la disponibilidad de recursos hídricos, afectando a los regantes y sus respectivos cultivos en comunidades situadas en diversas cuencas identificadas de alto riesgo al interior del territorio peruano.
En ese sentido, con el mayor de los respetos señora presidenta, de continuar ralentizada la marcha de los sectores agricultura y ambiente ¡La segunda reforma agraria sería inaplicable y lo que es más, el derecho humano a un ambiente limpio, saludable y sostenible, así como el reconocimiento del Estado al derecho universal y progresivo de toda persona de acceder al agua potable quedaría sólo en buenos deseos en el país!
!La prevención y mitigación de amenazas naturales 2023-24 en zonas identificadas como críticas del país deben activarse ya en los tres niveles de gestión del gobierno y no sólo reaccionar ante los desastres producidos!

Dr Javier Prado Blas

Ing. Vitalicio CIP N° 38874

DNI N° 08186048

lunes, 3 de octubre de 2022

Cambio climático, minería ilegal & deforestación en bosques amazónicos

En las últimas décadas, los efectos del cambio climático se han incrementado en Perú, gatillados por la acción integrada de inadecuadas políticas públicas diseñadas para mitigar a la minería ilegal,tala ilegal y cultivo ilegal de coca, quienes impulsadas por la erosión principalmente glacial,pluvial y fluvial; las mismas que dinamizaron la pérdida de la cobertura vegetal, con la consecuente incontrolable deforestación de los bosques amazónicos.
Los suelos andinos son lavados y trasportados por los ríos como material en suspensión 

Data del 2011

Para noviembre del 2011, la administración peruana de ese entonces, declaraba de interés nacional la lucha contra la minería ilegal, en razón que ésta generaba más de mil millones de dólares al año sin pagar impuestos, regalías ni generar canon minero en beneficio del país.
Para esa fecha, se estimaba que más de cien mil personas, entre hombres,mujeres y niños se encontraban efectuando trabajos relacionados a la extracción ilegal de minerales.
De otro lado, según publicación oficial del Ministerio del Ambiente (2015) registraba el mapa nacional de cobertura vegetal considerando 68 millones de hectáreas como superficie de bosques amazónicos ( 56 millones de hectáreas para la selva baja y 12 millones de hectáreas en selva alta). 
Deforestación en la superfice de bosques del Perú para el año 2011

Data del 2020

Transcurrida una década , las evidencias demuestran que la situación presentada en el 2011 se terminó agravando, habida cuenta que el proceso de formalización minera no estaría funcionando. En el lapso transcurrido se habría cuadriplicado el número de personas que laboran en el ámbito de la minería informal, siendo que sólo en Madre de Dios estarían realizando labores mineras el orden de cuarenta mil personas.

Deforestación en la superficie de bosques del Perú para el año 2020

En rojo identificadas las áreas de los cultivos de coca para el año 2020

Deforestación no sólo en bosques amazónicos

La pérdida de la cobertura vegetal afecta al país entero en los diversos pisos altitudinales impactando además tanto a los bosques andinos como a los bosques secos de la costa.

El Dato

► Para el año 2012, la superficie de los bosques andinos en Perú ascendían a doscientos veinte mil hectáreas (0.17 % de la superficie nacional), mientras que la superficie de los bosques de la costa o bosques secos eran 3.6 millones de hectáreas (2.86 % de la superficie nacional).
► En el lapso de la última década, se continuó reduciendo los bosques de protección en el país, manteniéndose las autorizaciones de desbosque que aumentan la vulnerabilidad a la erosión; en el año 2022  se reportaron cinco autorizaciones de desbosque para el desarrollo de igual número de proyectos de inversión, con el compromiso de reforestar cincuenta y dos (52) hectáreas intervenidas por los proyectos.
► Se evidencia la existencia de grandes restricciones en la gestión de los servicios públicos de las entidades competentes respecto al cumplimiento de los objetivos de planes estratégicos dando señales de cuellos de botella dinámicos en los mecanismos financieros encargados de promover la inversión pública y privada del sector forestal.

viernes, 2 de septiembre de 2022

Carta abierta en Perú al presidente José Pedro Castillo Terrones

Lima, 02 de Septiembre del 2022

Señor docente José Pedro Castillo Terrones:

Excelentísimo señor Presidente de la República

Ref. : Cartas abiertas del 30/1/2020 ; 5/11/2021 y 6/6/2022


Me dirijo a usted en virtud a los documentos de la referencia, para reiterarle en la mejor de las formas mi preocupación por la metástasis multisistémica que viene azotando al país post pandemia COVID-19, focalizándose en el sector agrícola y forestal, la cual requiere la toma de decisiones al mas alto nivel de jefe de Estado con su intervención personalísima, ya que los elevados intereses de la patria se encuentran en riesgo de cara al futuro próximo.

Señor presidente, no cabe duda que el cambio climático ya se encuentra impactando a los bosques y reduciendo los rendimientos de los cultivos básicos, y con ello impactará la seguridad alimentaria y en estricto a la cadena productiva que no encuentran soporte por la presencia de una salvaje burocracia que agudiza la crisis por la  falta de capacidad de gasto público, cuyo avance entrando al último cuatrimestre del año se encuentra en 47% para MIDAGRI y 29% en SERFOR, lo cual se sintetiza en la carencia de abonos y fertilizantes nitrogenados prometidos e incumplidos hasta la fecha a los millones de hombres y mujeres del campo, por funcionarios de vuestra gestión. 

Señor presidente, a la pérdida de millones de hectáreas de bosques en las últimas décadas, se suma el retroceso de glaciares y nevados con la consecuente disminución en la disponibilidad de recursos hídricos, afectando a los regantes y sus respectivos cultivos de comunidades situadas en diversas cuencas del territorio peruano.

En ese sentido, con el mayor de los respetos señor presidente, de continuar ralentizada la marcha de los sectores agricultura y ambiente ¡No habrá forma de aplicar una segunda reforma agraria con eficiencia y lo que es más, el derecho humano a un ambiente limpio,saludable y sostenible, así como el reconocimiento del Estado al derecho universal y progresivo de toda persona de acceder al agua potable quedaría sólo en buenos deseos !

! La campaña agrícola 2022-2023 en el último cuatrimestre demanda soluciones ya !

Dr Javier Prado Blas 

Ing. Vitalicio CIP N° 38874 

DNI N° 08186048 

domingo, 12 de junio de 2022

Aumento de la agricultura migratoria Post COVID-19 en Perú

En catástrofe sanitaria y ambiental que recibe la administración Castillo en Perú, publicada en julio del 2021, indiqué sobre la salvaje deforestación que afecta la salud pública en el país. Pasado el viernes 06 de marzo del 2020, fecha en que se reportó el primer caso importado confirmado del COVID-19, se registraron posteriormente episodios de una población que se trasladaba de las ciudades al campo, hecho relacionado con el incremento de una agricultura migratoria. Sin embargo, a este fenómeno le precedía ya la tendencia creciente del impacto sobre la deforestación que evidenciaban la presencia de actividades ilegales como es el caso de la minería aluvial ilegal y la tala de bosques vinculados a la ilegal tala de especies maderables y el incremento de áreas de cultivos de coca.



La cifra oficial sobre deforestación reporta para el periodo 2001-2020 una pérdida de bosques y cobertura vegetal de suelos en 2.636.586 hectáreas en Perú.

El Dato

►El total del área deforestada en Perú en el periodo 2001-2020 es equivalente a la totalidad del territorio del país RUANDA, ubicada en Africa oriental.
►Perú tiene una oportunidad para generar miles de puestos de trabajo dedicados a la reforestación de bosques amazónicos y en los bosuqes de protección en las cuencas altas de Los Andes.

viernes, 10 de junio de 2022

Nueva gestión al frente de Agricultura para mitigar deforestación en Amazonía.

Un verdadero reto y desafío para la flamante administración que asume funciones en la cartera del sector Agricultura en Perú, ministerio que incluye la administración de la institución adscrita El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre-SERFOR.
Es conocida la tendencia creciente de la deforestación en la amazonía peruana , que en el año 2020 superó las doscientos mil hectareas-la más alta de las últimas dos décadas- agudizando las externalidades producidas por el impacto ambiental atribuido al cambio climático y actividades antropogénicas.
 

El DATO

La labor de los organos desconcentrados en las ATFFS- Administraciones Técnicas Forestales y de Fauna Silvestre tienen un rol importante por cumplir en el marco de los planes de manejo forestal de productos forestales maderables para el aprovechamiento sostenible del recurso, así como en la gestión de los bosques de protección y la cobertura vegetal de los suelos.
De otro lado, el Ministerio del Ambiente en Perú se ha visto rebasado por la tendencia creciente de la deforestación de los bosques, por lo que tuvo que ampliar plazos para poder cumplir con compromisos suscritos con ayuda internacional, quienes muestran su preocupación por la escalada en la deforestación amazónica y brindan soporte técnico y económico a través de diversas instituciones cooperantes.

lunes, 6 de junio de 2022

Carta abierta al presidente peruano José Pedro Castillo Terrones



Lima, 06 de Junio del 2022

Señor docente José Pedro Castillo Terrones:

Excelentísimo señor Presidente de la República


Ref. : Cartas abiertas del 30/1/2020 y 5/11/2021


Me dirijo a usted en virtud a los documentos de la referencia, para continuar reiterándole respetuosamente mi preocupación por la profundización de la crisis multisistémica que viene azotando al país post pandemia COVID-19, la cual demanda el esfuerzo de todos los peruanos y en especial de su intervención personalísima, ya que en los actuales momentos donde algunos quisieran verlo purgando condena anticipada ante la historia, otros ponemos por delante los elevados intereses de la patria para evitar mayores costos sociales y no seguir con una economía ralentizada que perjudica a las mayorías del país.

Señor presidente, los maestros que pudimos transitar por escenarios de varios continentes damos fiel testimonio que los efectos del cambio climático impactarán inexorablemente en países megadiversos como es el caso del Perú y que no se encuentren preparados de cara al futuro, pues lo que hagamos o dejemos de hacer hoy redundará en la calidad de vida de los peruanos que lleguen al 2030 y 2050.

Señor presidente, no escapará a vuestro conocimiento que el cambio climático reducirá entre un 50% a 90% los rendimientos de los cultivos básicos, por afectar la cadena crítica productiva que va desde las semillas, suelos con vocación agrícola o forestal, agua, abonos o fertilizantes, transporte, mercados, precios, entre otros componentes que demandan un frontal apoyo al sector agrario como porcentaje del Producto Interno Bruto de nuestro país, para así hacer sostenible la canasta básica en localidades donde no se cultivan alimentos.

Señor presidente, al ecosidio sucedido recientemente por una marea negra producida frente a las costas de Lima, es sólo una muestra de la frágil gobernanza y gobernabilidad en el extremo ambiental, que se suma al agrícola, agropecuario, agroforestal, agroexportador…, pues el país y el mundo entero son testigos de la salvaje deforestación que viene recurrentemente sufriendo nuestra patria, ya sólo en el año 2020 se perdió más de doscientos mil hectáreas de bosques,  la mayor cifra registrada en las dos últimas décadas, las que se suman a las millones de hectáreas de bosques que se han perdido desde el siglo pasado dejando sin protección a los suelos, con los efectos erosivos de la escorrentía superficial y las avenidas de los ríos que terminan generando las inundaciones y desastres que luego son reparadas insosteniblemente por las reconstrucciones y reconstrucciones con cambios en carreteras, puentes, campos de cultivo, canales y otras obras de arte que forman parte de la infraestructura vial  dañadas en las partes bajas de las cuencas.

En ese sentido, con el mayor de los respetos señor presidente, ¡No habrá manera de contar con una segunda reforma agraria sin repetir errores del pasado si es que no se maneja técnicamente los sectores agricultura y ambiente!

Señor presidente, para no persistir en errores, es imprescindible escuchar a los representantes del pueblo y es en ese sentido que le exhorto de maestro a maestro, escuchar a la representación de la Confederación Nacional de Defensa y Desarrollo Agropecuario - CDEAGRO, a fin que puedan exponerle sus propuestas para coadyuvar en los esfuerzos por hacer que se eleve la capacidad de gasto en un sector estratégico del ejecutivo que cautela la seguridad alimentaria del pueblo.  

! Dios bendiga al pueblo peruano e ilumine a sus gobernantes !

Dr Javier Prado Blas 

Ing. Vitalicio CIP N° 38874 

DNI N° 08186048 

jueves, 20 de enero de 2022

Carta abierta al pueblo peruano del año 2030

Lima, 20 de Enero del 2022

Señores y señoras, peruanos del futuro año 2030 :

Muy estimados compatriotas

He tenido la oportunidad de conversar con dilectos peruanos en diferentes cuencas y escenarios del país, incorporando en el diálogo a ilustres expertos, especialistas, académicos, políticos , líderes de opinión y a gente de a pie, integrantes de un abanico generacional que llegaron a palpar el bicentenario de la independencia de la patria, algunos de los cuales   en la fecha pasaron ya a mejor vida.
Me dirijo a ustedes, para trasladar y socializar algunos de los tópicos tratados y manifestarles que el Perú es aún viable, pese a que transcurridos veintidos años del inicio del tercer milenio, aún no logramos valorar en verdadera magnitud el patrimonio y preciado legado cultural dejado por las generaciones que nos precedieron.
Para lograr el desarrollo sostenido es preciso formalizar al Estado empirico y ordenar la casa con un presupuesto público adecuado a la realidad , que llegara a crecer 4.5 veces en los últimos dieciocho años, sin mejorar proporcionalmente el indice de desarrollo humano.
Basta contrastar la brecha del PBI existente entre Lima y madre de Dios u otras regiones aisladas del derecho natural del hombre, a los efectos de reconocer que pasados los siglos, se debe mejorar el modelo aplicado.  
La corrupción, seguridad ciudadana y orden interno del país constituyen temas sustantivos en una agenda pendiente por resolver en las administraciones de turno que cuenta con recursos sub aprovechados para lograr la deseada estabilidad económica, social, política y ambiental.   
En el extremo ambiental, las recientes administraciones hicieron esfuerzos laxos para hacer entender a una parte de la población ignara, que no era posible lograr un desarrollo nacional en un territorio impactado por efectos de la contaminación que es vinculante con la salud pública.
Ante esta realidad, es importante fortalecer la gobernanza y gobernabilidad del país en términos jurídicos, cumpliendo las Leyes y respetando las instituciones del Estado de derecho en sus tres niveles de gestión; para lo cual es preciso resolver el expediente de la división política territorial, descentralización, desconcentración, conectividad, ordenamiento territorial, el tema del respeto y equilibrio para con la naturaleza, asi como el asunto de la puerta giratoria en la administración pública para regular la alta rotación en los cargos públicos y controlar la salvaje burocracia política evidenciada en el tiempo. 
En rigor, suscribo la posición que considera formalizar al Estado empírico como la piedra angular para fomentar la participación de la inversión privada en diversas industrias y sectores, así como adecuar la matriz energética para lograr los grandes retos planteados por las megatendencias, de modo tal que puedan coadyuvar en el logro de la seguridad alimentaria y el acceso y disponibilidad al agua en un país megadiverso y resiliente al cambio climático, pero a la vez sin un norte fijo por no seguir políticas de Estado.
Como se desprende de los resultados obtenidos en los últimos procesos electorales en el país, pese al esfuerzo del JNE y ONPE, la democracia representativa requiere corregir errores y mejorar los procesos en el marco de la mejora contínua, de esta forma las administraciones de turno podrán impulsar mejores niveles en salud,educación y trabajo en un país mas inclusivo. 
Escribo estas líneas en un escenario típico donde se demuestra la estulticia de algunos funcionarios negligentes por no dejar de bombear fluidos ante una manga colapsada y no comunicar oportunamente a las autoridades que con escasos reflejos, convirtieron un evento controlable de derrame del orden de seis mil barriles de petróleo al mar, en un desastre ambiental que afecta el ecosistema del litoral en Lima y Callao. 
Este evento lamentable por cierto, produce daño ambiental percibido por el ojo público de la sociedad peruana al haberse suscitado en la jurisdicción cercana a la capital de la república y su progresivo avance por efectos de la corriente que desplaza los contaminantes en dirección sur a norte, dinamiza a instituciones públicas que generalmente carecen de diligencia debida cuando ocurren desastres de igual o mayor magnitud en el interior del país.
Este suceso no es nuevo en el país, algunos piensan que con limpiar y remediar es suficiente, sin embargo las responsabilidades de limpieza no son cumplidas eficientemente, los protocolos, leyes y reglamentos son vulnerados impunemente, donde el impacto recurrente de millones de toneladas de pasivos ambientales de diversas industrias extractivas, incluyendo a los residuos sólidos municipales contaminan anualmente los cuerpos de agua, suelo y aire.
La criminal deforestación anual de miles de hectáreas de bosques, así como la grave contaminación del medio ambiente , se mantienen vigente al mantenerse un marcado sezgo del principio contaminador pagador, en nuestro país donde resulta bastante económico contaminar y depredar la naturaleza, pues la existencia de algunos funcionarios públicos  y hombres de prensa sometidos a intereses crematísticos, hacen permisible los sobrecostos a la Nación ante el deterioro de ecosistemas prístinos y salud pública impactados fundamentalmente por la contaminación de origen antrópico que vuestra generación pudiera atender con mayores  éxitos que la nuestra.     

 ! Dios bendiga al pueblo peruano e ilumine a sus gobernantes !

Dr Javier Prado Blas 
Ing. vitalicio  CIP N° 38874 
DNI N° 08186048


Marea negra en litoral peruano, avanzando de Sur a Norte _ Enero 2022_Lima_Perú

Bioacumulación de contaminantes por hidrocarburos en litoral peruano_Enero 2022

Humedales de Ventanilla en riesgo por derrame de petroleo al mar_Enero 2022

martes, 21 de diciembre de 2021

POLÍTICA AMBIENTAL EN PERÚ AL 2030

El conversatorio online organizado por el grupo ATHENA y Perú Sostenible, que fuera programado para el día de hoy a las 8 PM (hora de Lima) quedó postergado para el 28 de diciembre a las mismas horas a fin de incorporar mayores elementos para el análisis; el tema sobre la Política ambiental en Perú al 2030 generó saludables opiniones diversas que merecen todas la debida atención en democracia, motivo por el cual  en este espacio se permiten comentarios que serán tomados en cuenta tanto por la doctora Nathaly Torres López y el suscrito Dr. Javier Prado Blas.
Los andes peruanos y la amazonia como reserva del recurso agua dulce en el planeta.
Un adelanto del conversatorio online
Hoy es un día muy especial, pues nos encontramos en el día 21 del año21 del siglo21; a ocho (8) años para llegar al 2030 y al hacer un ejercicio prospectivo de la política ambiental en el Perú, es necesario recrear un escenario ubicándonos en tiempo y espacio.
En este contexto se necesita auscultar los alcances, cumplimientos y tendencias de las actividades realizadas en el pasado a la luz de la política nacional y sectorial ambiental, es así que acudimos a indicadores para ver el cumplimiento del país para alcanzar los ocho (8) objetivos de desarrollo del Milenio (ODM/2000-2015) incidiendo en el extremo del objetivo 7 para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; asimismo, los diecisiete (17) objetivos de desarrollo sostenible (ODS/2015-2030) focalizando en el objetivo 6 para garantizar agua limpia y saneamiento, objetivo 11 impulsando ciudades y comunidades sostenibles y el Objetivo 13 vinculado con la acción por el clima; los mismos que al concordar con indicadores que muestran el progreso social me lleva afirmar que en el país se percibe en la praxis la ausencia de una política ambiental de Estado, existiendo en su lugar una suerte de hoja de ruta con esfuerzos dispersos para dar cumplimiento a políticas ambientales fijados por cada gobierno de turno.
Transcurridos los últimos ocho (8) años, en el periodo 2014-2021, donde se sucedieron seis (6) administraciones: Humala-PPK-Vizcarra-Merino-Sagasti y Castillo, observamos que con esta alta rotación, las administraciones en turno están lejos de sentar las bases para un eficiente planeamiento y dar cumplimiento a los compromisos internacionales suscritos para mejorar la calidad ambiental transfrontera y dentro del territorio nacional.
Lo expresado por el suscrito es sin perjuicio de la denominada Política de Estado N° 19 desarrollo sostenible y gestión ambiental, del acuerdo nacional que establece el compromiso del Estado peruano a integrar la política nacional ambiental con las políticas económicas, sociales, culturales y de ordenamiento territorial, para contribuir a superar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible del país.
La respuesta a la pregunta qué hacer con el ambiente en el Perú, vinculando al hombre con su medio ambiente en equilibrio con la naturaleza, pasa por diversas etapas, que van desde la época pre Inca, el imperio Inca, la colonia y la vida republicana que este año se encuentra cumpliendo su bicentenario.
El avance tecnológico y satelital que nos da la modernidad nos permite observar el territorio que ocupa actualmente el Perú con sus 159 cuencas hidrográficas y podemos contrastar con el manejo que se dio en la época del imperio incaico, sobre un área andina tres veces mayor que la actual, teniendo en cuenta que Perú es un país andino y amazónico, el cual comparte los recursos que otorga la cuenca más grande del planeta conjuntamente con siete países de la región.
Adicionalmente, la cordillera de los Andes alberga ingentes recursos que hacen del Perú un país con recursos mineros, sumados a los recursos ictiológicos de un mar peruano reconocido mundialmente por su diversidad y que por sus 38 climas y múltiples pisos altitudinales le dan disponibilidad y acceso al agua-alimentos y energía, sin embargo, de acuerdo a su evolución demográfica, presenta problemas de distribución y gestión de los recursos agua, suelo y aire, los cuales agravan los impactos de origen natural y antrópicos, principalmente por la presión demográfica de las grandes ciudades situadas en la costa desértica peruana y en particular su capital Lima, cuyo crecimiento desordenado le ha hecho altamente vulnerable a impactos ambientales.
En este espacio geo social se sucedieron los ciclos de bonanza económica : oro, plata, guano y salitre, caucho, algodón y azúcar, petróleo, pesca y minería; también las pandemias de la peste bubónica (1720), El Cólera (1820), la gripe española (1920) y el Covid-19 (2020) con el añadido de la epidemia de El cólera de 1991 y la serie de enfermedades endémicas con registro  epidemiológico generalmente soslayado por los gobiernos de turno, observándose una salud pública venida a menos por el desequilibrio ambiental que se agudiza a través del tiempo por efecto de malas prácticas del ser humano que afectan la conservación o rehabilitación de los ecosistemas naturales.
La débil gobernanza y gobernabilidad del país se agrava con los problemas del ordenamiento territorial, los límites referenciales y su división política que a través del tiempo no resuelve los cuellos de botella que se forman con el centralismo de zonas urbanas y la atomización de poblaciones aisladas y dispersas en zonas rurales, donde la conectividad y operatividad de los servicios básicos son escazas, en no pocas de las cuales la ausencia del Estado formal se evidencia.
En este escenario se perciben en el país los efectos del cambio climático, así como con las externalidades resultantes en el planeta de los mil millones de habitantes que cada doce años incrementan la presión sobre los recursos naturales y los residuos que se generan.   
Así, dentro de ocho años la población peruana para el año 2030, estaría alcanzando 37 millones de habitantes, los cuales necesitan tener un ambiente sano para poder vivir adecuadamente. Las generaciones pasadas hicieron lo suyo y es tarea de las actuales generaciones el poder ordenar la casa común, el planeta tierra y en particular, el territorio peruano.
La actual constitución política del Perú del año 1993, la ley orgánica del poder ejecutivo, así como el decreto legislativo 1013 del año 2008, dieron espacio al Ministerio del Ambiente para diseñar, establecer, ejecutar y supervisar la política nacional y sectorial del ambiente, el cual desde su creación y pasados trece años, contó con diez ministros que se encargaron en su momento de gestionar una cartera compleja que no termina de constituirse, lo que ralentiza sus actividades; el 2009 mediante DS N° 012-2009-MINAM se aprobó la Política Nacional del Ambiente, teniendo como objetivo general mejorar la calidad de vida de las personas, garantizando la existencia de ecosistemas saludables en el largo plazo y cuenta en la actualidad con el DS N° 023-2021-MINAM del 25 de julio del año 2021 para establecer la Política Nacional del Ambiente al 2030.   
Los esfuerzos legislativos sobre medio ambiente son de larga data, sin embargo tienen bajo cumplimiento de parte, tanto de los productores como de los consumidores legales, dada la informalidad que cubre con su manto de impunidad la contaminación producida por actividades que no se ajustan a los compromisos asumidos por las políticas, planes, programas y proyectos que tienen como objetivo cautelar la salud pública y mantener un espacio armónico en la relación del hombre con su medio ambiente que lo rodea.
Diversos indicadores permiten asociar los impactos generados por pasivos ambientales, el cambio climático y el Covid-19, destacándose la tendencia creciente de defunciones a nivel nacional en el último quinquenio, donde se duplicó el número de defunciones; pasando de cien mil a doscientos mil defunciones y a la espera de cien mil nuevas defunciones como efecto del eventual sismo de 8,8 magnitud momento a producirse en Lima.
Cabe precisar que la relación hombre-medio ambiente contaminado influye sustantivamente en el incremento de muertes, las mismas que se focalizaron para este mismo periodo en la franja costera entre Tumbes y Arequipa. En ese orden de influencia, se tiene a ciudades con problemas en la gestión de agua y disposición sanitaria de residuos sólidos: Piura, Lambayeque e Ica como las localidades que presentan la más alta letalidad por Covid-19 en el país más afectado por muertes per cápita del mundo.
Los problemas especificados en el diagnóstico de situación del problema público reporta una merma en el bienestar de la población, para lo cual se debe enfrentar los problemas ocasionados por la pérdida de la diversidad biológica, el deterioro de la calidad ambiental, el incremento de riesgos e impactos ante peligros de origen natural y antrópicos, débil gobernanza, aumento de procesos productivos de bienes y servicios no sostenibles, y finalmente los comportamientos ambientales no sostenibles de los ciudadanos.
Los precitados problemas se mantienen subsistentes y se agudizan porque, entre otros se distingue un  marco normativo ambiental no armonizado entre los sectores, situación que origina inseguridad jurídica percibida por la inversión privada participante del modelo económico que impulsa a la economía social de mercado donde las industrias extractivas generan pasivos ambientales que el Estado, por diversos factores y consideraciones, no atiende oportunamente.
Para ver la inercia con que se maneja este tema, basta revisar el presupuesto nacional del sector público en un periodo que no alcanza a las últimas dos décadas, donde éste se cuadruplicó pasando de 44 mil a 197 mil millones de soles , priorizando el gasto corriente y el servicio de la deuda , castigando al gasto de capital que se encuentra en el orden del 24% , lo que hace materialmente inviable atender las urgentes necesidades que demanda el país para atender a sectores prioritarios para dinamizar su economía y por consiguiente, soslayando el componente ambiental en el desarrollo nacional.
La política ambiental de los sucesivos gobiernos aplicada en Perú, se encuentra alejada a las soluciones basadas en la naturaleza, en rigor se encuentra llenas de inconsistencias pues no reflejan la real situación ambiental del país que evidencia la pandemia del Covid-19. En ese sentido se hace necesario el sinceramiento de las cifras y socializar las mismas, poniendo sobre la mesa  la cara real de los problemas que impactan sobre la salud de las personas y su medio ambiente. La transición de estrés hídrico a escasez de agua, el retroceso de glaciares, la contaminación de aguas subterráneas, la pérdida de suelos por erosión ante la salvaje deforestación de bosques de protección, así como de bosques amazónicos ante el peligroso avance de cultivos de coca, entre otros.
La descentralización y manejo del presupuesto público para el tema ambiental sólo es la punta del iceberg donde se percibe las brechas existentes en la concentración del PBI, el uso del presupuesto público y grandes diferencias en el índice de desarrollo humano existentes en los antes denominados departamentos y hoy regiones del país.
Este 2021, la sociedad peruana dejó un mensaje claro al votar por el cambio estructural en el manejo de la cosa pública, para que los gobernantes de turno puedan revertir la forma demagógica con que se presentan los objetivos prioritarios y lineamientos de la política nacional del ambiente sin tener la capacidad de materializar las recomendaciones de la organización para la cooperación y el desarrollo Económico y mucho menos atender los problemas estructurales que la población reclama en las calles con las protestas socioambientales, algunas extremas que afectan los derechos de terceros, entre ellos a capitales de países amigos y socios comerciales del Perú.

jueves, 22 de julio de 2021

Catástrofe sanitaria y ambiental que recibe la administración Castillo en Perú

La comunidad internacional quedó notificada cuando Perú presentó la mayor tasa de mortalidad per cápita del mundo a raíz de la catástrofe sanitaria y ambiental producida por la carencia de orden y dirección en los ecosistemas de cuencas con acumulación de carga másica en las últimas sucesivas administraciones del Estado empírico peruano, que se encuentra a la sazón cumpliendo doscientos años de vida republicana.
La resiliencia ecológica fue rebasada particularmente en el área identificada como zona cero, ubicada en la franja costera entre Tumbes y Arequipa , donde se ubican las ciudades más densamente pobladas del país, ejerciendo presión sobre los servicios básicos, obedeciendo a un modelo de crecimiento permisible con los pasivos ambientales, soslayando los efectos del cambio climático; los cuales fueron evidenciados por el COVID-19 en términos de afectación de la salud pública.
En la denominada zona cero, se producen siete de cada diez muertes ocurridas en todo el país. En estas condiciones socioambientales recibe el país la nueva administración del gobierno central peruano.
La organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores, como organismo internacional independiente creada en 1965, cuenta con parte de la información de Perú a través de la Contraloría General de la República, con lo cual se acredita el creciente deterioro con pasivos ambientales soportados por un país con 33,455,656 habitantes y que tiene como corolario 195,429 muertes atribuidas al COVID-19 para la fecha.

Basura que contamina el medio ambiente

Los residuos sólidos municipales e industriales en Perú generan pasivos ambientales que escapan de un manejo eficiente por parte de las instituciones responsables de su gestión. La acumulación de residuos sólidos que no llegan a ser dispuestos sanitariamente generan graves problemas de contaminación de suelo, agua y aire, los cuales afectan decisivamente a la salud pública. 
Botadero a cielo abierto en litoral peruano, nótese flota pesquera y presencia de escombros.
Residuos biocontaminados en zona costera de Perú, fíjese al hombre reciclador en la foto. 
Los residuos sólidos municipales generados en el periodo 2014-2019 superaron los cuarenta y dos millones de toneladas, de los cuales gran parte fueron dispuestos en botaderos a cielo abierto o a cuerpos de agua o quemados, con la consecuente contaminación del ambiente.
Una mayor aproximación se puede apreciar en la siguiente gráfica.
Tendencia creciente de RRSS municipales previos al arribo del COVID-19 en Perú.

Salvaje deforestación que afecta la salud pública

Registros oficiales del Ministerio del Ambiente, informan de la pérdida de 2,3 millones de hectáreas de bosques en las últimas dos décadas, que ocasionaron inundaciones, desertificación y otras externalidades que impactaron en la salud pública. 
Las aguas de escorrentía que erosionan la capa arable de los suelos, erosionándolo y produciendo el arrastre de metales tóxicos pesados que se incorporan a las aguas subterráneas que luego son consumidas por poblaciones situadas en las cuencas bajas, incrementan el número de afectados por la dinámica de la deforestación en bosques de protección. Un mayor detalle se puede apreciar en el gráfico siguiente: 
Fuente: MINAM- Más de dos millones de Has. de  bosques deforestados en Perú, ocasionando daños en la salud.

El dato

La catástrofe sanitaria y ambiental se completa con otros pasivos ambientales que afectan el equilibrio entre el hombre y la naturaleza en Perú.
El número de muertes resulta como consecuencia de la contaminación producida por la ineficiente gestión de las administraciones pasadas que tuvieron a cargo el manejo de los recursos naturales.
La presencia de "ríos muertos" en la vertiente occidental de los andes que descargan al oceano pacífico , por las condiciones anóxicas con que discurren sus aguas, constituyen un mudo ejemplo de ello.

miércoles, 14 de julio de 2021

Retórica ambiental de la realidad peruana

En el presente envío, paso a dar respuesta con el soporte de data gráfica a personas de diversas nacionalidades localizadas en distintas partes del mundo, respecto a los puntos grises que pudieran haber quedado en mi posición respecto a las recientes elecciones democráticas 2021  en Perú, que colisionan con el discurso efectuado por el laureado escritor peruano-español premio Nobel de Literatura 2010 don Mario Vargas Llosa, quien a la sazón se muestra desactualizado de la realidad peruana.

Aclaración al activista político desinformado

En principio deseo agradecer de todo corazón a quienes me hicieron llegar generosamente  su respaldo, así como también a quienes plantearon sus razonables dudas sobre el particular.
Respecto al artículo escrito por el premio Nobel de Literatura en el diario El País de España . " Deseo ardientemente que Fujimori gane la elección presidencial en Perú para salvar al país de la incompetencia, la censura y la pobreza que traería el comunismo de Castillo "; es importante ubicarse en el tiempo geológico y advertir que en las últimas décadas el desarrollo mal entendido en Perú no fue precisamente un ejemplo a seguir para los países del mundo que lo llevara a mantener el statu quo que impulsa un crecimiento que soslaya el respeto al equilibrio entre el hombre y su medio ambiente donde vive.
En ese sentido, es claro que el profesor José Pedro Castillo Terrones, ganador de las elecciones 2021 en Perú, un país megadiverso afectado dramáticamente por la informalidad, corrupción y el cambio climático; tuvo el respaldo no solo de los votos etiquetados como de izquierda, comunismo o terrorismo, sino de la importante presencia de una sociedad sensibilizada y progresista, que conocedora de sus justos derechos postergados, volvió los ojos hacia el cambio del modelo de desarrollo que llevó al país a tener la mas alta cantidad de muertes per cápita del mundo por covid-19.

Del modelo que defiende ardientemente 

Ese modelo que logró el desequilibrio en la naturaleza trasvasando agua de las cuencas generando una alta presión demográfica en las ciudades asentadas en la franja costera desértica; aquel modelo que permite edificar desestabilizando taludes, construyendo en espacios que la naturaleza luego reclama, que fomenta la sobreexplotación de los recursos naturales como es en el caso de los bosques que en dimensiones equivalentes a países enteros de otras latitudes, son salvajemente explotados en territorio nacional causando externalidades como las recurrentes inundaciones con afectación de infraestructura en ciudades, carreteras y puentes; el modelo  que permite la boyante contaminación y convive con los pasivos ambientales crecientes sin inmutarse de las protestas socioambientales del pueblo que ve limitada su existencia, aquel modelo que luego de doscientos años de vida republicana mantiene excluidos geográficamente a comunidades enteras sin conectividad ni operatividad de los servicios del Estado que sólo manifiesta su existencia en momentos de elección en sus tres niveles de gestión para luego no tener presencia, aquel modelo que permite la atomización de centros poblados menores de cien habitantes y condenando a la minimización de zonas rurales, ese modelo que cuenta con divisiones políticas sin límites que respondan a un ordenamiento territorial que integre al Estado unitario y descentralizado; un modelo reactivo sin alerta temprana ni capacidad oportuna ante los recurrentes desastres naturales y los originados por el hombre, que hace que la pobreza multidimensional trascienda por generaciones, postergando los sueños de libertad de los pueblos originarios cuyas costumbres, lenguas y conocimientos ancestrales se van extinguiendo con el tiempo, aquel modelo cual heraldo negro abre zanjas oscuras de desigualdad en derechos entre seres humanos, permitiendo brechas en educación, agua, salud, energía, alimentos.....ese modelo inficionado por la corrupción que convalida costos y tiempos empleados en obras públicas que en otros países son inimaginables; ese modelo que fuera brillantemente descrito por poetas como Gonzáles Prada e historiadores peruanos como Basadre y que hoy en día presenta palpitante actualidad con el Estado empírico omnipresente. 
En el 2021, los peruanos y peruana, en un país soberano , manifestamos en las ánforas y el bicentenario de vida republicana, nuestra voluntad de reestablecer la salud pública, existir en equilibrio con la naturaleza y vivir en un país inclusivo con acceso a los derechos humanos fundamentales reconocidos por todas las Naciones Unidas libres del mundo.
Pasivos ambientales municipales, es un problema a nivel nacional en el país.
Pasivos ambientales por hidrocarburos,  focalizados en el nororiente peruano

Pasivos ambientales mineros - minería aluvial en la Amazonía-Madre de Dios.
Impacto minero en microcuencas de ríos en Cajamarca _ Andes peruanos.

Impacto por descargas de aguas residuales sin tratamiento a cuerpos de agua.
Impacto de la contaminación de aguas en época de estiaje - río Rímac-Lima-Perú.

martes, 9 de junio de 2020

Cambio climático y deforestación frente al COVID-19

En Latinoamérica y específicamente en Brasil y Perú podemos ratificar con los resultados que se vienen obteniendo del proceso infeccioso epidémico por COVID-19, en lo que va del año 2020, que un importante componente del cambio climático en el planeta es como resultado de actividades del hombre. La tala indiscriminada de los bosques incrementa la vulnerabilidad ante el cambio climático y sus efectos medioambientales sobre el recurso agua, elevando sustantivamente los riesgos sobre la salud humana en términos epidemiológicos.
La deforestación en Brasil y Perú es un tema altamente sensibles para el COVID-19.
En éste último extremo, se comprueba que la pérdida de bosques primarios y de protección en cuencas altas, repercute en la reducción del recurso agua en las cuencas bajas y con ello incrementa la morbimortalidad por COVID-19.

El factor común en el brote epidémico del COVID-19

En Perú se identificó como principales causas visibles para ubicarse en el octavo puesto en el mundo con mayor número de infectados confirmados con el nuevo coronavirus, a la informalidad, aglomeración humana en mercados y bancos, falta de logística para abastecerse adecuadamente de respiradores mecánicos,oxígeno, medicinas , hacinamiento en ciudades densamente pobladas, entre otros; sin embargo, las causales que no se ven pero que se sienten, son tan o más importantes que las anteriormente mencionadas, ya que marcarán la persistencia de zonas endémicas en el país,la región y el planeta.

Pérdidas de bosques

Millones de hectáreas de bosques se vienen perdiendo en Perú y estando al periodo comprendido entre los años 2014 y 2018 fueron deforestadas más de ochocientos mil hectáreas de bosques, teniendo un promedio de pérdidas del orden de 125 mil hectáreas forestales cada año. Para el año 2019 se registraba, una pérdida superior al promedio alcanzando 161,590 hectáreas, según reporte de la BBC de Londres tomando como fuente a Global Forrest Watch.

Precipitaciones en Perú

A la falta de agua, en términos de calidad y cantidad, en las cuencas bajas, producto de las distorsiones generadas por la pérdida de bosques en las partes altas de las cuencas, se le agrega los efectos del cambio climático reportados en la franja desértica costera del Perú.  Los registros satelitales mensuales de precipitaciones pluviales en el país reportados por NASA, dan cuenta de la dramática situación provocada por el efecto combinado de la deforestación y falta de precipitaciones en determinadas zonas que hoy constituyen zonas calientes para el COVID-19.
La pérdida de bosques influye en el recurso agua y suelo,impactando en el hombre.
Precipitación mensual en franja desértica de la Costa peruana-Diciembre 2018

Efecto combinado deforestación-escasa precipitación por cambio climático

El impacto que no se ve pero se puede percibir con la data (09 de Junio del 2020) registrada para el COVID-19, con un total de 203.736 casos de infectados positivos y 5.738 muertes , se encuentran focalizados 95% de infectados confirmados y 96 % muertes respectivamente en doce regiones impactadas por el efecto combinado en largos periodos de tiempo.
[Tumbes,Piura,Lambayeque,La Libertad, Ancash, Callao, Lima, Ica, Arequipa, Junín, Loreto y Ucayali; éstas dos últimas cuentan con cantidad pero no calidad de agua].
Por otro lado, sólo el restante 5% de infectados con COVID-19 y 4% de muertes se encuentran en otras trece regiones de las 25 con que se divide políticamente el país.

El dato

►La administración Vizcarra mediante RS N°002-2020-MINAGRI removió recientemente al Director Ejecutivo del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre-SERFOR, organismo técnico especializado adscrito al Ministerio de Agricultura.
La corte suprema de Brasil intimó a Bolsonaro a que informe los datos del coronavirus.

sábado, 8 de febrero de 2020

Negocio maderero en bosque amazónico peruano

Continuando con el tema sobre deforestación referido a los bosques de protección, presento la exposición de Jorge Chávez Álvarez, Presidente Ejecutivo de MAXIMIXE que bajo el título de  Tala ilegal viento en Popa refiere lo siguiente :
"Mientras en Perú los grandes acaparadores de tierras asociados a la mafia de la tala ilegal y de la exportación maderera “legal” siguen deforestando la selva peruana, a un ritmo de 150 mil hectáreas por año, el gobierno acaba de anunciar un “Plan de Reforestación” guiado por la falsa premisa de que “el 90% de la tala y la quema de los bosques amazónicos de Perú se produce a manos de campesinos que viven en la pobreza y emigran desde las tierras altas y practican la agricultura de subsistencia”.Para empezar, las actividades agrícolas de los campesinos pobres se circunscriben a las laderas de los ríos, que son áreas muy pequeñas en comparación con los millones de hectáreas afectadas por el desalmado accionar de ejércitos de motocierreros armados que diariamente invaden tierras y utilizan a las concesiones forestales como pantalla para legalizar madera talada ilegalmente que luego se exporta sola o camuflando envíos de cocaína.
A partir de ese diagnóstico sesgado, no extraña que, en lugar de dar prioridad a la fiscalización y control de la tala ilegal masiva y a la siembra de árboles nativos en zonas deforestadas, el plan anunciado con bombos y platillos se centre en otorgar 15 millones de hectáreas forestales más en concesiones, dizque bajo un nuevo modelo orientado no solo a la producción de madera, sino al ecoturismo, la conservación y el aprovechamiento de servicios ecosistémicos.
Dizque a los nuevos concesionarios se les exigirá solvencia técnica y financiera, a sabiendas de que la gran mayoría de los actuales concesionarios no ha mostrado tener la vocación ni la solvencia técnica para sembrar y hacer crecer árboles nativos.
El peligro es que estas nuevas concesiones terminen destinándose a la expansión de plantaciones de especies exóticas como la palma aceitera, el eucalipto y el pino, que se levantan luego de haber talado y “limpiado” el terreno, generando una ingente pérdida de recursos de biodiversidad del ecosistema amazónico, a la vez que permite a los “inversionistas” grandes ganancias a corto plazo con la venta de la madera “limpiada con motocierra” y luego con la siembra de árboles exóticos de rápido crecimiento.
Hasta ahora el Estado ha concesionado a privados alrededor de 17 millones de hectáreas, que representan la cuarta parte del total de bosques naturales, y que son considerados como bosques de producción permanente. Sin embargo, de ese total de hectáreas concesionadas, apenas alrededor de 4 millones de hectáreas están en manos de concesiones operativas.
Otros 13 millones de hectáreas están bajo dominio de comunidades nativas que ponen a merced de privados la tala de árboles a cambio de un peaje. Sumando la superficie boscosa concesionada y la manejada por comunidades nativas, se llega a 30 millones de hectáreas que vienen siendo, supuestamente, la fuente de la mayor parte de la producción maderera del país.
Sin embargo, casi toda esa producción resulta de la tala ilegal de árboles, sin siembra de nuevos árboles, provenientes de áreas protegidas, territorios indígenas, tierras estatales y hasta de propiedad privada. Para justificar la tala ilegal, los concesionarios presentan listados de árboles a extraer que son inexistentes, y las autoridades dan visto bueno a su extracción emitiendo los permisos correspondientes.
Es así que la degradación de zonas protegidas se ha convertido en un problema mayúsculo, puesto que muchos de los concesionarios se han convertido en agentes promotores de la tala de árboles de diámetro mayor a 30 cm, sin cumplir con sembrar nuevos árboles.
En buen romance, el negocio maderero en Perú forma parte del accionar de redes criminales dedicadas a la tala de árboles sin siembra de nuevos árboles. Nada de esto sucede sin pagos de cupos bajo la mesa a funcionarios y autoridades, asesinatos de nativos que denuncian estos hechos, y el amedrentamiento a inversores forestales que vienen apostando por un modelo de desarrollo de plantaciones agroforestales sostenibles, sustentadas en métodos de germinación orgánicos.
El impacto de la deforestación en la amazonía es evidente.
Se estima que un 90% de la madera extraída es ilegal y se exporta “legalizada” a México, Estados Unidos, Canadá y Bélgica, violando acuerdos internacionales de protección del medio ambiente, violando los derechos humanos de los pueblos indígenas.
Dado que los bosques de las zonas más accesibles ya han sido depredados por la mafia forestal peruana, la idea es penetrar a zonas más lejanas con miras a extraer especies cotizadas. Para ello se busca que el gobierno dedique recursos para construir caminos asfaltados hacia destinos sin centros poblados. Idealmente, el gobierno priorizaría la construcción de un tren que sirva a la movilidad de la tala ilegal desde lo más profundo de nuestra selva.
La explotación ilegal de la madera se rige por un sistema de intermediarios habilitadores y una mafia maderera articulada a las estructuras de poder local y regional. Este sistema adelanta dinero a grupos de leñadores ilegales armados, cuyo cometido es incursionar en la selva para cortar árboles, transportarlos a aserraderos de “blanqueado” para “legalizarlos”, para luego enviarlos a depósitos de madera urbanos. “La tala es efectuada por trabajadores forestales sin recursos, mientras que los intermediarios y los magnates de la madera de ciudades y pueblos se encargan de la comercialización”.