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miércoles, 9 de diciembre de 2015

Toromocho estima producir en 2 años

En Chinalco - Toromocho & Cobre, esperábamos el inicio de producción de hasta 865,600 toneladas de concentrados de cobre al año para el 2015; sin embargo Chinalco comunica que arrancó la fase de ingeniería de su inversión más importante en el Perú: la ampliación de Toromocho, en el departamento de Junín. El proyecto de US$1.300 millones inició su periplo hacia la producción de cobre, objetivo que estima coronar a fines del 2017 o  inicios del 2018.
“La ingeniería ya está en marcha y se están colocando las primeras órdenes de compra hacia China, principalmente. Estimamos que la ampliación estará operativa en no menos de 18 meses”, adelanta a Día_1 Augusto Baertl, director de Chinalco Mining.
El ejecutivo fue claro en enfatizar que todos los permisos de construcción están en orden y que el desarrollo del proyecto avanza según lo planificado.
De esta manera, Baertl confirma lo anunciado en agosto pasado por Huang Shanfu, presidente ejecutivo de Chinalco en el Perú, quien diera a conocer la decisión del directorio de ir adelante con la inversión. 
Como se recuerda, Chinalco se vio obligado a retrasar la construcción del proyecto por complicaciones con la geología del yacimiento. Estas no se allanaron sino hasta junio pasado [año y medio después de la inauguración de Toromocho], cuando la minera china declaró el inicio de la producción comercial.
“Lo solucionable está solucionado. La calidad del mineral que hay en la mina [cobre con alto contenido de arsénico] no se puede cambiar. Eso lo ha puesto la naturaleza. Pero la calidad de la operación si alcanzó resultados muy positivos”, aclara Baertl.
La ampliación de Toromocho permitirá incrementar en 45% la capacidad de procesamiento de la mina, que hoy trata 115 mil toneladas por día. 
La caída del precio del cobre afecta las operaciones de Toromocho, más que a otras minas debido a su problema de alto contenido de arsénico. Por ello, le urge elevar sus volúmenes de producción. “La idea es que  una mayor escala de producción pueda reducir los costos fijos y mejorar el rendimiento económico”, explica Baertl.

miércoles, 17 de junio de 2015

Chinalco inició producción comercial de Cobre en Toromocho_Junín

La minera Chinalco anunció que a partir de hoy su proyecto cuprífero Toromocho comenzó su producción comercial, en línea con su último plan, como se describe en su informe anual.
El proyecto ubicado en Junín inició operaciones en diciembre del 2013 con una inversión de US$3,500 millones. Se estimaba que en esta etapa produjera 275,000 toneladas métricas finas (TMF) de cobre al año.
La segunda etapa del proyecto, que entraría en operación en enero del 2018, demandará una inversión de US$1,320 millones, según consigna el Ministerio de Energía y Minas (MEM). Se espera que la ampliación genere una producción anual adicional de 25,000 TMF de cobre.
En enero el proyecto cuprífero registraba un avance del 62% en el uso de su capacidad instalada.
Toromocho, junto con Cerro Verde y Las Bambas, es uno de los principales proyectos mineros del país. Éstos serían el principal factor del crecimiento del PBI minero, el cual -según APOYO Consultoría- registraría una expansión de 15.2% en el 2016 y de 16.2% en el 2017.

martes, 10 de diciembre de 2013

Toromocho inició producción de cobre

El diario Perú 21, daba cuenta sobre el inicio de la producción del proyecto cuprífero Toromocho, de la siguiente manera:
El presidente Ollanta Humala encabezó la ceremonia que dio inicio a la producción de la mina Toromocho, ubicada en Junín, proyecto cuprífero de la empresa Chinalco cuya inversión total asciende a US$4,820 millones y que permitirá al Perú consolidarse como una potencia minera.
“Estamos ante un proyecto muy importante que permitirá el crecimiento y la consolidación del Perú como una potencia minera. Y lo está haciendo con tecnología de última generación”, dijo el jefe de Estado tras recorrer las instalaciones de la mina en compañía del ministro de Energía y Minas, Jorge Merino.
Humala sostuvo que el modelo de Toromocho responde a una “nueva política con la minería, en la cual lo social va por delante”, porque “la empresa, antes de iniciar la operación, ha construido una ciudad a su costo para los trabajadores que antes vivían en situaciones precarias”.
El mandatario también destacó que Chinalco “ha hecho las operaciones necesarias para darle un tratamiento al agua del subsuelo, porque salían mineralizadas y a través del río Yauli llegaban a contaminar el Valle del Mantaro”.
“Se construyó un mejor hábitat para nuestra población y recién se empezó la operación minera”, resaltó. “El Estado acompañará a esta población que vive a 4,800 metros de altura, al igual que la empresa, para que sus hijos tengan las mismas oportunidades”, agregó.
En ese sentido, Humala conversó con Chinalco para trabajar juntos un programa de becas para los hijos de los trabajadores de la mina.

lunes, 11 de febrero de 2013

Desafíos en concesiones mineras

Discutiendo el tema de las concesiones y la informalidad minera organizada, nos referíamos al antecedente ligado a la compañía Manhattan , quien inició sus estudios en Tambogrande (Mayo,1999) cuando tomó una concesión  del Estado a tres años para explorar la zona en Piura, al norte de Lima. 
Las pretensiones de la empresa Manhattan era de reubicar una parte del pueblo para ejecutar el proyecto de explotación de los recursos polimetálicos que se hallan bajo su suelo.
La explotación sería mediante tajo abierto, para lo cual tendría que reubicar a veinticinco mil habitantes, lo cual fue rechazado por la comunidad pues la población se mostró contraria a una posible reubicación. 
Bajo una inadecuada relación comunitaria por el tema de la reubicación y la información que desplegaron los activistas ambientales sobre problemas por disponibilidad de agua, y la contaminación de los recursos, se llegó finalmente a determinar el rechazo de la minería por estos y otros riesgos que se plantearon.
En el extremo último citado, recordamos un detalle que levantamos in situ haciendo la consulta a la población periférica de la zona, nos indicaban ante la pregunta del porqué tanto temor a la presencia minera, obteniendo por respuesta: "además de no poder abandonar a nuestros antepasados en el cementerio, la minera traerá las antenas de teléfono y estas radiaciones producirán  infertilidad en los hombres", adujeron.
Ciertamente estas dudas no fueron adecuadamente aclaradas y en esa oportunidad no se neutralizó el discurso antiminero promovido por cierto sector agroindustrial exportador que creyó verse afectado por la presencia de la minería formal.
El espacio dejado por la minería formal, fue cubierto en parte por la minería ilegal, dejando con ello una muestra de la capacidad de los operadores ante las concesiones mineras en otras localidades del territorio peruano.
Transcurrida más de una década, se presenta un caso similar , pero con otro escenario y  resultado diferente, tratado por el diario El Comercio que toma un interesante artículo de Financial Times  respecto a un análisis de los desafíos políticos para sacar adelante las inversiones mineras en los siguientes términos para el Perú
"Situada a una altitud de 5.200 metros en Los Andes peruanos, la recién construida ciudad, que pronto será bautizada como Nueva Morococha se ve incongruente, sus filas inmaculadas de tejados rojos dominan el valle en forma de cuenca.
Chinalco, la empresa minera china, construyó el asentamiento para reubicar a unas 3.500 personas de la localidad de Morococha -un ex campo de explotación minera construido sobre un vertedero a inicios de los 1900.
Nueva Morococha tiene calles pavimentadas, parques infantiles, escuelas, iglesias y plantas de procesamiento de agua, lo que contrasta con la antigua y precaria aldea.
El motivo de Chinalco para trasladar a los habitantes del pueblo se aprecia en grietas en forma de cono que se han cavado en la montaña, color ocre, que se cierne sobre el viejo pueblo.
Es aquí, en Toromocho, que Chinalco está invirtiendo US$2.200 millones en una mina de cobre y planta de procesamiento.
Los pobladores de Morococha están, simplemente, en el camino.
Según la empresa, 77% de los hogares, cerca de 900 familias, acordaron reubicarse.
Chinalco dice que aún está calculando el costo de la reubicación, pero se estima entre US$150 y US$ 200 millones.
El problema es que no todo el mundo está listo para moverse de inmediato. Marcial Salomé, alcalde de la ciudad, ha desafiado a Chinalco y prometió no trasladarse al nuevo pueblo hasta que consiga lo que, él cree, le corresponde al pueblo. “Yo no estoy en contra de la medida, sólo quiero que la empresa nos dé lo que es justo”, dice Salomé. Él representa a una minoría, unos cien residentes, que se ha resistido a los términos de la reubicación. Salomé quiere que Chinalco garantice puestos de trabajo en la nueva mina y que la empresa compense a su pueblo con US$300 millones por la destrucción de su aldea. “Esta es nuestra casa, tenemos que defender lo que es nuestro”, añade.

AMBICIOSOS OBJETIVOS DE LIMA

Si Perú recibe todas las inversiones que tiene en proyecto en los próximos 10 años -alrededor de US$53.000 millones por 52 proyectos- (produciendo así 5 millones de toneladas anuales para 2025) el país se ubicará inmediatamente después de Chile, el mayor productor mundial de cobre, con una producción de 5,7 millones de toneladas.
Perú es actualmente el tercer productor de cobre más grande, ya que produce alrededor de 1,3 millones de toneladas. La minería es la columna vertebral de la economía de rápido crecimiento y representa el 15% del PIB. 
Sin embargo, la explotación de las reservas de cobre presenta un desafío político complicado para el presidente Ollanta Humala.
Si bien muchas de las minas de Chile se encuentran en zonas remotas o despobladas como el Desierto de Atacama, el cobre de Perú se ubica frecuentemente cerca de pueblos y comunidades indígenas. Esto ha obligado a Humala a realizar un delicado acto de equilibrio. 
El presidente ganó la elección comprometiéndose a apoyar a los pobres en los conflictos mineros. No obstante, Humala es consciente de que los miles de millones de dólares de inversiones mineras prometidas son cruciales para mantener el magnífico 6% de crecimiento económico del país.
Esto genera los ingresos extras que necesita para programas sociales, que apoyan a más de un cuarto de la población que vive por debajo del umbral de la pobreza -gente como los habitantes de Morococha vieja.
“Perú tiene potencial minero para ser una superpotencia cobre y está mucho más cerca de ese estatus que lo que estaba hace 20 años. Se está moviendo en esa dirección”, sostuvo Anthony Bebbington, un ex consultor del Banco Mundial. “La pregunta es, entonces, ¿se puede avanzar sostenidamente hacia adelante? ¿Y cuáles serían las condiciones sociales y políticas institucionales que permitan que eso suceda?” El gobierno admite a más de 200 conflictos.
Los que más a menudo se vuelven violentos están relacionados a la minería y cada vez más se centran en el uso del agua. Minas Conga, Tintaya-Antapaccay de Xstrata, en la región sur del Cusco y el proyecto Cañariaco de Candente Copper en Lambayeque, son los mayores conflictos. 
El gobierno está tratando de enfriar las disputas mediante la participación de autoridades regionales directamente en la gestión de conflictos y los procesos de resolución, así como su inclusión en las negociaciones de los proyectos.
Finalmente, la administración está poniendo su fe en una ley de consulta previa, que recogerá las impresiones de las comunidades locales antes que se inicien grandes proyectos mineros, aunque hay muchos escépticos. En tanto, el gobierno recibirá a los inversionistas con los brazos abiertos.
El año pasado (2012) concedió 4.668 permisos de explotación minera a 582 empresas, frente a 3.100 en 2011".