Hace treinta años, con ocasión de la epidemia de El cólera en Perú -1991, dejé expresa constancia documentada en mi paso por el Ministerio de Salud, sobre la necesidad de incidir en el fundamental tema de prevención en Salud pública, a los efectos de controlar y mitigar el impacto producido por enfermedades infecciosas ya sean bacterianas o virales.
Hoy en el año 2021, con la Pandemia del COVID-19 azotando el país, con ingentes pérdidas económicas y vidas humanas, evidenciamos que la falta de prevención se mantiene en los tres niveles de gestión del país, con posibilidad de escalar de una situación de emergencia a desastre nacional.
Espacios altamente vulnerables
Diversas cuencas del país, en especial la cuenca baja del río Rímac, donde se levantan las ciudades de Lima y Callao constituyen áreas altamente vulnerables por las consideraciones diversas que vengo explicando en este espacio por más de una década.
Pasado el primer trimestre del año 2021, las circunstancias del momento actual reportan 52.977 defunciones en Lima-Callao, superando a la cifra de 36.656 defunciones que se producían anualmente en promedio antes del arribo del COVID-19.
Estos hechos corroboran las proyecciones que efectuara del impacto sobre los puntos calientes del país y que oportunamente fuera comunicado a través de sendas cartas abiertas a los tomadores de decisión.
Política preventiva ante inminente desastre
Instituciones especializadas del país manejan información científica sobre los niveles de riesgo actuales y potenciales ante la posibilidad de eventos sísmicos de gran magnitud en zonas que están claramente identificadas como altamente vulnerables.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP), INDECI...manejan mayores detalles sobre el tema |
Recordemos que los niveles de vulnerabilidad se incrementan por acción humana, especialmente en edificaciones levantadas en zonas de riesgo y que no cuentan con criterios técnicos ante las solicitaciones de cimentación y consideraciones estructurales para soportar sismos de gran magnitud.
Quedan notificadas las edificaciones levantadas en áreas susceptibles de presentar fenómenos de licuación de suelos y construcciones sin protección en línea de playa ante un escenario de tsunami.
El otro gran riesgo pasa por cautelar el recurso hídrico que abastece a Lima, por presencia de relaves mineros que se encuentran en la zona de influencia.
La acción preventiva y oportuna, evitará mayores costos económicos y miles de pérdidas de vidas humanas de cara al futuro.