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martes, 1 de septiembre de 2020

Políticas públicas aportantes a la continuación o rebrote de infecciones

Una advertencia al mundo entero sobre la implementación de medidas de políticas públicas erradas constituyen los casos de Lima (Latinoamérica-Perú) y Madrid (Europa-España) que influyen en la continuación o en la nueva oleada de infecciones epidémicas por COVID-19.

Reacciones con estrictas cuarentenas

Perú, que al inicio de la pandemia, a mediados de marzo, su gobierno reaccionó rápido y decretó una de las cuarentenas más restrictivas en Latinoamérica; en tanto que al principio, el gobierno español tardó en responder al coronavirus, pero posteriormente impuso una de las cuarentenas más estrictas en Europa, llegando  aplanar la curva y después comenzó a flexibilizar las restricciones.
Actualmente, España tiene nuevamente el nivel más elevado de infección en Europa, la peor tasa de mortalidad del continente, y un repunte de casos en localidades como Madrid. En tanto en Perú - que nunca se llegó a aplanar la curva - pese a las disposiciones para usar cubrebocas y medidas de confinamiento dada por el Estado de emergencia fueron similares, ocupa los primeros lugares entre los países actualmente más afectados por COVID-19 en todo el mundo.

¿Qué sucedió?

En el caso de España, las autoridades regionales, que controlan las políticas sanitarias, calcularon erróneamente la llegada de una probable segunda oleada en otoño, y no implementaron medidas sanitarias adecuadas para cubrir las vacaciones.
En el caso de Perú, las autoridades aplicaron erróneamente medidas que confunden urgencia-emergencia-catástrofe-desastre en escenarios megadiversos, las cuales causaron impacto inmediato, ampliando la crisis de la salud pública, a los campos social, político, económico y ambiental.

Emergencia que franquean paso a la corrupción en Perú

Faltan once meses para que el Perú conmemore su Bicentenario de Independencia, lapso en que vivió episodios históricos de corrupción sistémica, los cuales inficionaron a instituciones tutelares de la Nación, comprometiendo autoridades y funcionarios en los tres niveles de gestión: Nacional, Regional y local,  muchos de los cuales purgaron condena efectiva y otros continúan en procesos judiciales.
Con la aparición de la Pandemia, se levantaron voces interesadas pidiendo el estado de emergencia en todo el territorio nacional para lo que en estricto constituían urgencias en ecosistemas locales, diferenciándose de las verdaderas emergencias en áreas altamente vulnerables como en la cuenca baja del río Rímac donde se ubica la zona estratégica de Lima metropolitana y Callao. Hoy primero de setiembre, se cumplen ciento sesenta y nueve días del Estado de Emergencia en Perú, periodo en que se proyectó destinar entre el 9% y el 12% de su PBI para apoyar a las personas que hubieran perdido su empleo (o autoempleo) y a las empresas que se hubieran quedado sin ingresos por la ralentización de la economía y evitar que se rompa la cadena de pagos. Perú lideraba la lista regional de América Latina de mayor gasto fiscal frente a la pandemia con un nueve por ciento (9%) del PBI, en tanto que según proyecciones del Banco Mundial, Perú caería 12% y sería el país con mayor caída de PBI en Sudamérica este año 2020.

Incumplimiento e informalidad asumida por la sociedad

Haciendo un símil de la dinámica de incumplimiento asumida frente al COVID-19 por la sociedad española en cuanto al ruido provocado por el tema de vacaciones y turismo ; los problemas preexistentes de la informalidad asumida por la sociedad peruana ayudan a entender por qué en Perú persiste el brote y explican por qué tiene la mayor tasa de mortalidad entre los más afectados por la pandemia en el mundo.
Un factor que incrementa los efectos por acción u omisión de las medidas tomadas obedece al desarrollo mal entendido, con un crecimiento sustentado en el marco de la informalidad multisistémica que no se limita a definirla como toda empresa no constituida en sociedad y cuyos trabajadores no gozan de beneficios laborales, sino que se amplía e incorpora aspectos educativos, sanitarios, económicos, sociales y toda aquella actividad que se ejecuta bajo el radar de las leyes, por lo que esa informalidad involucra su ejercicio independientemente del sector público o privado en el que se desarrolla.
Informalidad sistémica que incide en persistencia del brote epidémico en Perú.

domingo, 26 de julio de 2020

Lima en ojos del mundo por COVID-19 (II)

Continuando con mi exposición sobre Lima en ojos del mundo por COVID-19 (I) publicado en Mayo del 2020 - donde expliqué del origen por factores ambientales de la "zona caliente" en Perú, identificada en Lima metropolitana y Callao, situadas en la zona baja de la cuenca del río Rímac- transcurridos dos meses, los hechos ratifican lo que en su oportunidad manifesté, el incremento del indicador número de muertes en esta zona focalizada por causas indirectas al COVID-19.

Desconocimiento y pánico causan repunte de infectados   

La zona caliente, situada técnicamente en un desierto, presenta para estas fechas un clima propio de este ecosistema, habiéndose presentado para Julio del año pasado (2019) una humedad no vista en los últimos cincuenta (50 años), estando que los registros previstos para el invierno del 2020 Julio por parte del organismo especializado SENAMHI quién pronosticó que para el invierno en Lima sería en promedio más frío este año en relación al 2019 y, por tanto, habría que tomar mayores precauciones ante el descenso de la temperatura, toda vez que el frío se va acentuando con el inicio del mes de julio, pero hace unas dos semanas se registra un descenso de temperatura evidente en comparación con la del año anterior, llegando alcanzar una humedad relativa  del cien por ciento (100%) en algunas partes, como en el caso de Ticlio Chico situado en el distrito de Villa maría del Triunfo.
La alta humedad y bajas temperaturas, producen históricamente en la población asentada en la hoy zona caliente, un incremento de las infecciones respiratorias agudas, la que actualmente son asumidas como producto del COVID-19.
Servicios de salud rebasados por el pánico estacional-efecto indirecto del COVID-19
El problema generado por la falta de un diagnóstico oportuno y la inadecuada socialización de información sobre el particular, hacen rebasar la capacidad de los servicios de salud por una población sensibilizada que acude en búsqueda de atención médica con una gripe estacional y sale probablemente infectándose con el COVID-19, a la par que no deja mayor espacio de atención a los infectados con COVID-19 que busca no pasar de una urgencias a emergencia. 

Indicador número de muertes en zona caliente

Las situaciones especiales y circunstancias particulares demandan originalidad y soluciones ajustadas a una realidad propia, estamos frente a este caso con el COVID-19 y por ello es que sugerí desde el inicio del brote epidémico en Perú (4 de marzo del 2020), su caracterización por cuenca hidrográfica. Para demostrar la utilidad y limitaciones de los indicadores, se incluye un número limitado de indicadores de cuatro dominios, uno de los cuales es la situación de salud (mortalidad). La muerte como evento único, es claramente identificable, la mortalidad en la zona caliente se mide como cifras absolutas, proporciones y tasas, siguiendo las recomendaciones de OMS se desglosa los datos sobre mortalidad , en Perú se viene registrando y propalando públicamente por etapa de vida,sexo,grupo de edad y lugar de defunción.
En este contexto, el gobierno nacional, ahora proporciona el registro oficial de muertes ocurridas en Lima Metropolitana, distinguiéndolas de las demás divisiones políticas identificadas como regiones y departamentos, hecho que permite progresivamente contar con cifras mas finas.
Cumplir recomendaciones internacionales de la OMS acerca de las variables que se deben incluir en los certificados de defunción, hacen que en Perú ese ajuste sea progresivo porque involucra la intervención de instituciones que se vieron ralentizadas en su accionar como es el caso de RENIEC; sin embargo , se cuenta con el sistema informático nacional de defunciones-SINADEF, cuyo reporte de defunciones en total, incluyendo COVID-19 en el periodo comprendido entre marzo a la fecha (26 de Julio del 2020) para el departamento de Lima es de 41364 muertes y para el callao de 5,202 muertes; haciendo un total de 46.566 muertes para Lima y Callao, de los cuales 39.869 son muertos mayores de sesenta (60) años, cifra de la cual se debe cuantificar las muertes atribuidas directa e indirectamente al COVID-19 para esta zona caliente.
La sala situacional de COVID-19 del MINSA-Perú, reporta 17.843 defunciones por COVID-19 a nivel nacional, el cual se encuentra en un proceso dinámico de ajuste, básicamente por nexo causal atribuidas colateralmente al COVID-19.

Muertes por causas indirectas al COVID-19

En las circunstancias antes descritas, la data oficial a la fecha, reporta un repunte de infectados por la Pandemia, noticia que los medios masivos de comunicación difunden como "Promedio de casos y decesos en lima vuelven a aumentar", manifestando que hay más de 183 mil contagios y casi 8 mil defunciones y siendo Lima la que concentra el cincuenta por ciento (50%) de la cifra nacional, tal como lo explica el diario La República.
La información se completa recogiendo el hecho que esta situación coincide con el fin de la cuarentena y la flexibilización en el distanciamiento físico de una población que no termina de comprender el nivel de riesgo en salud pública que se está viviendo.
Sin embargo, existe una externalidad del tipo iceberg generada en el ciudadano de a pie por el hecho de considerar la equivalencia a todo caso que resulte positivo en prueba rápida como diagnostico de infección por coronavirus COVID-19.
En Perú pese a que se especifica que usa las pruebas rápidas sólo para detectar infecciones pasadas y "facilitar la vigilancia de la pandemia e identificar potencialidades inmunológicas", el ciudadano lo interpreta como una prueba confirmativa de COVID-19 y asociado a un diagnóstico de coronavirus COVID-19.
En este contexto los reportes a la fecha, indican que se encontraron 274.025 positivos a la prueba rápida, las cuales se suman a las pruebas que sí reportan las pruebas moleculares (PCR) que detectan al COVID-19 y que en Perú a la fecha se registran como casos positivos al coronavirus COVID-19, a 101.936 personas infectadas; las cuales son sumadas a los positivos de las pruebas rápidas dan los 375.961 casos positivos que reporta Perú como cifras de casos positivos al COVID-19 en lo que va del brote epidémico.
La distorsión de la información no tendría mayor significancia en salud pública si es que no se asociara con el tratamiento para atender a la salud de las personas supuestamente infectadas , no con bacterias u otros virus como en el caso de la gripe estacional, sino específicamente con COVID-19 .
En Mayo del 2020, con la Resolución Ministerial N° 270-2020-MINSA, se estableció el tratamiento específico para el COVID-19 utilizando Hidroxicloroquina , Ivermectina, entre otros medicamentos, los cuales se encuentran sujetos al diagnóstico confirmatorio y soporte médico; sin embargo al verse colapsados los servicios públicos de atención de salud, una parte de la población menos informada y presa del pánico, opta por automedicarse con productos como el dióxido de cloro, cosa que es una costumbre arraigada en zonas periféricas de las ciudades donde se localizan las poblaciones menos favorecidas para alcanzar los servicios privados de salud.
A la creación del pánico contribuyen las noticias falsas e informaciones distorsionadas expuestas en las redes sociales  en donde se promocionan medicinas prodigiosas que las personas de la tercera edad ingieren sin prescripción médica ni monitoreo alguno por parte de los diferentes niveles de atención pública. 
Sólo en la zona caliente se reportaron oficialmente 39.869 personas muertas que son mayores de sesenta (60) años, en el periodo comprendido entre marzo al 26 de Julio del 2020.

El Dato de la Prueba rápida

En Perú la prueba rápida fue normada por la RM N° 231-2020-MINSA del 25 de Abril del 2020 que aprueba la directiva sanitaria N° 095-MINSA/2020/DIGEMID; se realiza con una muestra de sangre, la prueba de la inmunoglobulina mide la concentración de distintos tipos de anticuerpos en la sangre. El sistema inmunitario fabrica anticuerpos para proteger al cuerpo de bacterias, virus y alérgenos.
Inmunoglobulina M (IgM): se encuentra principalmente en la sangre y en el líquido linfático; este es el primer anticuerpo que fabrica el cuerpo para combatir una nueva infección.
Inmunoglobulina G (IgG): es el tipo de anticuerpo que más abunda en el cuerpo. Se encuentra en la sangre y en otros fluidos, y brinda protección contra las infecciones bacterianas y víricas. La IgG puede tardar un tiempo en formarse después de una infección o vacunación.

sábado, 4 de julio de 2020

Enfoque de cuencas para el manejo del COVID-19_El caso peruano

Incorporar el enfoque de cuencas a las directivas de OMS permitirá mitigar el impacto y reducir el subregistro de casos afectados por el COVID-19 en países de América Latina y el caribe, dada su compleja geografía y reducida conectividad, particularmente en países andinos y amazónicos.
Perú es un país andino y amazónico con 32 millones de habitantes, que con la data actual se coloca entre los países mas afectados del planeta registrando, 295.599 casos positivos y 10.226 muertes atribuidas al COVID-19 al 3 de Julio del 2020.
De las 159 cuencas hidrográficas existentes en territorio peruano,se verifican tendencias que diferencian sustantivamente a los niveles de infección entre las partes altas y bajas de las cuencas que deben ser materia de reflexión en la lucha contra el COVID-19.  

La cuenca del río Huallaga

El río del oriente peruano Huallaga nace a 4.710 msnm en las alturas de Huascacocha en Cerro de Pasco, por la confluencia de los ríos Ticlayan, Pariamarca y Pucurhuay; después de recorrer una longitud de 1389 km por los departamentos de Cerro de Pasco , Huánuco,San Martín y Loreto, desemboca a una altitud de 130 msnm en el río Marañón, motivo por el cual a su vez  forma parte de la cuenca alta  del río Amazonas.
Para los efectos de este enfoque consideramos la cuenca del alto huallaga, al tramo comprendido entre su nacimiento en cerro de pasco (4.710 msnm) hasta Yurimaguas (182 msnm) y cuenca del bajo Huallaga desde Yurimaguas (182 msnm) hasta la unión del río Huallaga con el río marañón (130 msnm).
Los siguientes gráficos fueron tomadas de la data oficial publicada por la dirección regional de salud de Huánuco en las localidades de Tingo María y Huánuco, identificándose en el transporte público como un catalizador que acelera la presencia de una mayor cantidad de casos focalizados en la margen derecha del río Huallaga.
Casos COVID-19 concentrados en localidad Leoncio Prado-Tingo María-Río Huallaga
Casos COVID-19 concentrados en localidad de Amarilis-Huánuco-Río Huallaga.
Los ríos Andinos y Amazónicos se caracterizan generalmente porque en las cuencas altas no son navegables o navegables por tramos en temporadas, y en las cuencas bajas son navegables, constituyéndose en vías de transporte masivos para la población localizada en esas áreas, para quienes los ríos hacen las veces de carreteras de ciudades ubicadas en cuencas bajas.
El otro elemento catalizador de la enfermedad infecciosa es la calidad del agua; se cuenta con gran cantidad de agua, sin embargo la calidad de agua para consumo humano deja opciones para la transmisión del virus. Se comprueba que en las partes altas de las cuencas y subcuencas no se registran números importantes de COVID-19, concentrándose en las partes bajas, allí donde la densidad poblacional es mayor.
La calidad del agua se ve afectada en la medida que se traslada el recurso agua de la cuenca alta a la cuenca baja por factores antropogénicos, tal como se muestra en las siguientes imágenes correspondientes a la cuenca del río Huallaga.
Presencia de residuos sólidos en represa Chaglla-Río Huallaga, aguas arriba de Tingo María.
Río Huallaga en época de estiaje, se aprecia la localidad de Tingo María y RRSS en sus aguas.

Agua y transporte público masivo en cuencas bajas

Los casos de COVID-19 se agudizan en las cuencas bajas de los ríos que descargan sus aguas hacia el oceano pacífico en el occidente peruano.
La cuencas bajas de los ríos Rimac,Chillón y Lurín, se constituyen como la mayor zona caliente del país, alli donde la presión demográfica es mayor, justamente donde se localiza la capital de la república peruana Lima. En este espacio geosocial se ubica el 30% de la población peruana situada en el 2.5% del territorio nacional. 
El COVID-19 notificó su presencia en Perú desde Lima un 6 de marzo del 2020, el 11 de marzo se identificaban 13 casos confirmados y el 13 de marzo ya eran 28 casos, identificados como transmisión local. La zona caliente Lima-callao representaba 72% de casos identificados en el país al 7 de mayo y después de un periodo de cuarentena significaba 64% de infectados con el coronavirus COVID-19 al 11 de Junio. Pasados cien días de cuarentena , Lima-Callao representa 61% del total de casos confirmados como positivos al COVID-19 al 03 de Julio del 2020.
Desde el 1 de Julio del 2020, se ha flexibilizado el régimen de inmovilización social, estando aún lejos de haber controlado el brote epidémico de la enfermedad infecciosa que va produciendo 9.860 muertes (10.226 al 3 de julio del 2020) según reporte del MINSA a la fecha y 36,024 de acuerdo a registros del SINADEF, información difundida por el diario correo , que reporta las cifras al 30 de junio del 2020.
El subregistro por COVID-19 es real en Perú y atribuida a la  directiva de OMS para reportar casos.

Necesarios ajustes en directivas OMS para registros de COVID-19

Ajustar las directivas OMS para registro de casos COVID-19 permitiría a países andinos y amazónicos como es el caso de Perú, para replantear estrategias de intervención en zonas calientes plenamente identificadas en su lucha contra contra el COVID-19 , así como a los organismos multilaterales para priorizar soportes oportunos a países mas golpeados por la pandemia en el planeta.
Por citar un caso, nos referiremos a la cuenca baja del río Ica zona que presenta la tasa mas alta de letalidad en el país con 6.22% , el cual se encuentra por encima del promedio peruano que es de 3.46%. Cifras que al sincerarse permitirían a los tres niveles de gestión del país, replantear estrategias de intervención en una lucha que demandará largo aliento. 
Cuenca baja del río Ica, que presenta los problemas identificados en otras de su régimen hídrico.
La flexibilización de las medidas de prevención de la transmisión viral, abren probabilidades de incrementarse de nuevos casos de contagios en algunas áreas identificadas en las cuencas, lo cual demandan de la logística necesaria para reducir la probabilidad de mayores muertes por COVID-19, tomando en consideración que según reportes oficiales habían sólo 143 UCI con ventilador disponible distribuidos en todo el territorio nacional y 1210 casos críticos.
Unidades de cuidados intensivos reportados con que cuenta Perú para las 25 regiones del país.
El sinseramiento del registro del número de muertes por causas directas e indirectas al COVID-19 en los países de Latinoamerica y el caribe , permitirán que los miles de deudos y beneficiarios de los caídos por la Pandemia que hasta la fecha se han visto impedidos de accionar,puedan tener acceso a beneficios sociales a que tienen derecho , así como la masa hereditaria de la persona fallecida, permitiendo que se activen todos los mecanismos que en condiciones normales les fueran aplicados, incluyendo el soporte de los registros públicos que en muchos de los países latinos se encuentran inactivos, con los consecuentes perjuicios que generan a las economías de los deudos y del país en general. 

Corrupción que alcanza al agua para consumo humano

Pese a los esfuerzos que realiza la administración Vizcarra y sus estándares de gestión de gobierno en Perú, el nivel de corrupción alcanzado por este país antes del arribo del COVID-19 indicaba que Perú se encontraba entre los "Cincuenta países mas corruptos en el mundo", tal cual lo indicaba el diario gestión al referirse al indicador de transparencia. Las afirmaciones del contralor de la república en el sentido que la corrupción e inconducta funcional generaron pérdidas al país por 23 mil millones de soles el año 2019 , complementa las recurrentes denuncias realizadas por medios masivos de comunicación y que muchos casos se encuentran judicializados a la espera de la ralentizada acción del poder judicial que se encuentra en proceso de activación tras el periodo de emergencia generada por el brote epidémico.
Seguidamente se podrá visualizar el problema de la falta de agua en la costa norte peruana, en las localidades de aguas verdes, zarumilla y tumbes, en la región donde se reportan 3041 casos positivos al COVID-19 y 127 fallecidos; los mismos que registran problemas similares a los explicados en el enfoque de cuencas y que con la lectura del reporte " La frontera de la vergüenza" del programa de Tv punto Final, por si sola se explica.

jueves, 25 de junio de 2020

Percepción y observación sobre COVID-19 en Perú

Presentaré un ejercicio visual para diferenciar la percepción (primer conocimiento del COVID-19 por medio de las impresiones que comunican los sentidos) y la observación (análisis con mucha atención y detenimiento para adquirir algún conocimiento sobre el comportamiento o características asumidas por el COVID-19) en Perú.
Ya en anteriores exposiciones pude explicar en detalle, la distorsión que ejerce la data levantada en Lima -Callao, sobre la información global del país.    
Seguidamente me apoyaré en reportes gráficos difundidos por el CSSE  de la Universidad de Johns Hopkins y el diario El Comercio y la sala situacional del Ministerio de Salud del Perú, con los cuales se podrá observar que la lucha contra el COVID-19 en Lima-Perú demandará esfuerzos conjuntos de largo aliento.
CASOS CONFIRMADOS DE 268.602 INFECTADOS CON COVID-19
CURVA LOGARÍTMICA EN EL PROCESO CON CONFINAMIENTO OBLIGATORIO
CASOS DETECTADOS DIARIAMENTE CON COVID-19

CASOS DIARIOS
MORTALIDAD E INCIDENCIA POR 100 MIL HABITANTES

MUERTES REPORTADAS POR MINSA SEGÚN FORMATO OMS ( HOY 8.761)

21.145 MUERTES ADICIONALES REPORTADAS POR SINADEF-PERU 
COMERCIO INFORMAL QUEBRANDO CUARENTENA EN LIMA-PERU

Existe evidencia de que la transmisión viral de persona a persona se ha producido entre contactos cercanos desde inicios de marzo del 2020. Se requerirán esfuerzos conjuntos considerables para reducir la transmisión mitigando las aglomeraciones en transporte público y la informalidad en otros lugares de concentración de personas.

Agenda pendiente


No está controlada el brote epidémico en Perú, por lo que no sería adecuado hablar de rebrote en determinados lugares de su territorio.  Es preciso reforzar acciones para reducir la transmisión en poblaciones en riesgo e indagar científicamente lo que está sucediendo con los 156.074 recuperados de la enfermedad infecciosa COVID-19.
BINOMIO TRANSPORTE PUBLICO E INFORMALIDAD EN LIMA-PERU

sábado, 13 de junio de 2020

¡ Perú No, Lima podría haberse convertido en epicentro COVID !

A mayor abundamiento de mi última publicación "Efecto COVID-19 en Perú al 13 de Junio del 2020", replico una interesante descripción sobre el particular que bajo el título "El virus exhibe las debilidades de la historia de éxito de Perú" escrito por Mitra Taj y Anatoly Kurmanaev,  el New York Times hace una referencia a una profunda desigualdad y corrupción que frustraron las medidas que el país tomó al preparar la respuesta ante la pandemia del COVID-19 en los siguientes términos :
"El presidente Martín Vizcarra siguió los mejores consejos cuando el coronavirus llegó a Perú. Ordenó uno de los primeros y más estrictos confinamientos de América Latina y lanzó uno de los mayores paquetes de ayuda económica para facilitar a los ciudadanos que se quedaran en casa. Compartió detallados datos de salud con el público, se apresuró a agregar camas y ventiladores a los hospitales y aumentó el número de pruebas.
Con robustas arcas públicas y niveles récord de aprobación, el gobierno centrista de Vizcarra parecía estar bien preparado para enfrentar la pandemia.
Sin embargo, en vez de ser aplaudido como modelo, Perú se ha convertido en uno de los epicentros más críticos del coronavirus en el mundo: sus hospitales están abrumados y la gente huye de las ciudades. La crisis ha estropeado el barniz de progreso económico de Perú, y expuso la desigualdad y la corrupción fuertemente arraigadas que han obstaculizado la respuesta a la pandemia.
“Nos pidieron todos quedarnos en casa, pero hay muchas personas que no tienen ahorros, y eso ha sido imposible. Nos pidieron lavarnos las manos, pero solo uno de cada tres hogares pobres tiene acceso a una red de agua potable”, dijo Hugo Ñopo, investigador en el grupo de análisis Grade. Solo la mitad de los hogares peruanos tiene refrigeradoras, agregó, lo cual obliga a muchas familias a volver a diario a los mercados abarrotados, una importante fuente de contagio.
La tragedia de Perú se desarrolla en medio de una explosión más amplia del virus en América Latina, que de un remanso pasó a ser un epicentro de la pandemia en los dos últimos meses. Cerca de 1,5 millones de personas han dado positivo en la región y los expertos dicen que el número real de infecciones es mucho mayor.
Las cifras siguen aumentando de manera pronunciada y lo peor parece estar lejos de terminar. Con el invierno a punto de llegar en la parte sur de la región y la temporada de huracanes en el norte, la Organización Mundial de la Salud advirtió esta semana que las condiciones climáticas adversas podrían llevar a un nuevo aumento de las infecciones y entorpecer la respuesta a la pandemia.
Perú tiene alrededor de 6000 muertes confirmadas de la COVID-19 y más de 200.000 infecciones, y los expertos dicen que las cifras se quedan cortas al reflejar la verdadera dimensión de la tragedia. En mayo, la tasa de mortalidad en Perú —por todas las causas— fue el doble que el promedio de los últimos años, según los datos recopilados por The New York Times, lo que sugiere un número de muertes por coronavirus de dos a tres veces la cifra confirmada por laboratorio. Muchos pacientes con síntomas fallecen sin que se les haga una prueba.
La ferocidad del brote de la enfermedad en Perú rivaliza con la del vecino Brasil, donde el presidente Jair Bolsonaro —a diferencia de Vizcarra— ha ignorado en gran medida los consejos de los especialistas y se ha rehusado a tomar medidas para controlar el contagio.
“Los resultados no han sido los que exactamente esperábamos”, dijo Vizcarra el mes pasado. “Esta no es solamente una crisis de salud, es una crisis social y económica sin precedentes”.
Antes de la pandemia, las cosas estaban mejorando para Eduardo José Domínguez, de 29 años, quien administraba una tienda de sándwiches en las afueras de Lima, la capital de Perú. Pero cuando la tienda se cerró por el confinamiento, él tomó trabajos ocasionales como carpintero o vigilante nocturno para pagar las cuentas, y trabajó unas 15 horas al día hasta que se puso tan enfermo con los síntomas de la COVID-19 que apenas podía caminar.
“Solo quería dar sustento a su familia”, dijo su esposa, Ana Ponte.
Durante días, dijo, solicitó ayuda médica mientras su esposo se iba quedando sin aliento por falta de aire, pero le dijeron que los hospitales no estaban admitiendo nuevos pacientes. El día que murió, ella intentó en vano reanimarlo, mientras esperaba una ambulancia que llegó demasiado tarde.
El rápido descenso de Perú —de historia de éxito a calamidad regional— ha desanimado a sus 32 millones de habitantes y provocado un examen de conciencia nacional.
Años de fuerte crecimiento económico impulsado por las exportaciones mineras y agrícolas, así como por políticas financieras prudentes, habían convertido al país en una rara estrella en el horizonte de estancamiento latinoamericano. Bajo una serie de presidentes proempresariales, millones de peruanos escaparon de la pobreza en este siglo, lo que les permitió enviar a sus hijos a escuelas privadas, instalar agua potable o iniciar pequeños negocios.
Pero el confinamiento ha expuesto la fragilidad del progreso económico de Perú, dijo Pablo Lavado, economista de la Universidad del Pacífico en Lima. Dos décadas de crecimiento económico elevaron muchos ingresos pero no abordaron la profunda desigualdad y trajeron pocos empleos estables y poca inversión en atención médica, lo que redujo la efectividad de las medidas contra la pandemia del presidente Vizcarra.
Lavado dijo que muchos peruanos se encuentran en la misma situación que Domínguez: obligados a correr el riesgo de contraer el coronavirus en lugar de quedarse en casa y caer en la pobreza y el hambre.
“En Perú nos congratulábamos por empezar a ser un país de clase media”, dijo. “Pero resulta que es una clase media muy vulnerable, muy frágil”.
Otro obstáculo ha sido la corrupción arraigada que Vizcarra prometió enfrentar cuando asumió el cargo hace dos años. Tres ex presidentes de Perú han estado en la cárcel en relación con una investigación en curso sobre sobornos, al igual que la líder de la oposición. Otro ex presidente se suicidó el año pasado para evitar ser arrestado y otro más está encarcelado después de múltiples condenas por violaciones a los derechos humanos, malversación de fondos y abusos de poder.
Los fiscales anticorrupción han abierto más de 500 investigaciones desde que comenzó el confinamiento, el 16 de marzo, y a menudo investigan informes sobre funcionarios que se embolsaron dinero destinado a ayuda alimentaria o equipos de protección personal. Más de veinte casos tienen que ver con la policía o las fuerzas armadas.
Los programas de ayuda no han llegado a muchas de las personas que los necesitan. Sin trabajo y temerosos del virus en las ciudades abarrotadas, decenas de miles de peruanos han regresado a sus pueblos de origen, muchos de ellos a pie. Algunas personas han empezado a mendigar de puerta en puerta.
Entre los más vulnerables está el casi millón de migrantes venezolanos que desde 2016 habían llegado en masa a Perú desde su devastada tierra natal en busca de mejores condiciones de vida. No son candidatos para recibir los estipendios del gobierno y carecen de redes familiares cercanas en las cuales apoyarse, por lo que miles de ellos han emprendido el arduo viaje a pie de regreso a Venezuela.
Domínguez, quien llegó a Perú hace dos años, estaba entre los venezolanos que se quedaron.
Había ganado lo suficiente como para que él y Ponte tuvieran un segundo hijo el otoño pasado, una decisión que habían pospuesto durante años. Este año planeaba visitar Venezuela con sus primos, ansioso por presentarles a su hijo recién nacido.
Cuando una ambulancia llegó a su casa, minutos después de su muerte, los médicos le dijeron a Ponte que no disponían de pruebas para confirmar si tenía coronavirus; su esposo sería uno más entre las legiones de posibles víctimas no incluidas en el recuento oficial. Y dijeron que no tenían dónde almacenar su cuerpo.
“La ayuda no llegó. La ayuda no llegó. Yo lloraba a gritos y nadie vino”, dijo Ponte, mientras lloraba y el cuerpo de su esposo yacía en una bolsa afuera de la habitación donde estaba sentada en una cama con su hijo de diez años y su bebé de ocho meses". 

domingo, 7 de junio de 2020

Parte de guerra del último mes contra el COVID-19 en Perú

Un día como hoy 7 de Junio, se conmemora cada año en el Perú el Día de la bandera, en el aniversario de la batalla de Arica, ocurrida un 7 de junio de 1880, durante la Guerra del Pacífico (1879-1884). Este homenaje a la bandera del Perú fue establecido por Decreto Supremo del 30 de abril de 1924; aunque ya antes, por Decreto Supremo de 8 de noviembre de 1905 se había decretado el juramento de fidelidad a la Bandera que debían hacer los conscriptos en forma pública y solemne.
Los poblados dispersos en zonas de los ríos de la amazonía requieren soporte para enfrentar al COVID-19

Parte de Guerra al 7 de Junio del 2020


El Perú se encuentra en guerra contra un enemigo invisible que viene ocasionando una crisis de salud, social, ambiental  y económica sin precedentes al país, la misma que en el último mes ( periodo 07 de mayo al 07 de junio) de acuerdo a informaciones oficiales publicadas por el Ministerio de Salud, la cifra de infectados subió de 58.526 a 196.515 con un incremento de 138.989 nuevos casos confirmados con el COVID-19.
De otro lado, el número de muertos pasó de 1.627 a 5.465 con un incremento de 3.838 muertos en este lapso.

70% de infectados y 70% de muertos del total de producidos, en el último mes 

Pese a los grandes esfuerzos realizados por la administración Vizcarra para evitar la transmisión del virus, en el periodo comprendido entre el 07 de mayo al 07 de junio del 2020 se han reportado oficialmente 70% de infectados con el nuevo coronavirus, produciéndose  el 70% del total de muertos en el último mes.
Esta situación coloca al Perú, entre los ocho países mas infectados por el COVID-19 del Planeta, según reporte del CSSE de la universidad Johns Hopkins concordado con el informe de casos publicado en la página  worldometers  , que se encuentran alineados con la información oficial que produce el ministerio de salud del Perú.

Se reitera cambio de estrategia 

A la luz de los resultados, se evidencia la necesidad de realizar un cambio de estrategia para enfrentar al enemigo invisible, ya que en Perú la lucha demandará esfuerzos constantes y de largo aliento. El manejo y gestión en cuencas para luchar contra el COVID-19 es una opción.
Es fundamental oxigenar las diferentes áreas en el teatro de operaciones, los valerosos recursos humanos desplegados en los frentes, necesitan refuerzos y logística para intervenir en puntos considerados estratégicos. Movimientos ralentizados para dotar de logística necesaria no ayuda en mucho a la dinámica impuesta por la velocidad de transmisión del virus. 
La cuenca del río Rímac que incorpora la Región, Departamento ,Provincia de Lima y Lima Metropolitana, debe tener un manejo diferenciado a las otras cuencas situadas en otras Regiones, pues constituye la mayor zona caliente del país.
Las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud, son presentadas de la mejor manera a los países del mundo, pero en algunos lugares no es posible aplicar en su totalidad sus recomendaciones; por las limitaciones de países en vías de desarrollo como es en el caso peruano, debiera tomar gradualmente esas recomendaciones, especialmente del confinamiento obligatorio prolongado y el lavado de manos sin tener mayor acceso al agua.
A modo de ejemplo citaré dos datos del censo nacional del año 2017 para la zona caliente de la provincia de Lima que por si sola se explican : 949.969 habitantes presentaron dificultad o limitación permanente y 113.813 personas de 15 a más años que no saben leer ni escribir.
Se hace necesario atacar las causas que facilitan la propagación y riesgo de rebrote del COVID-19 en particular en las zonas de alto riesgo de transmisión del COVID-19 puntualizadas en la RM N° 361-2020-MINSA de fecha 5 de Junio del 2020.
La gloriosa marina de guerra del Perú debiera contar con mayor logística para desplegar su accionar y llegar a comunidades nativas poco contactadas de los ríos de la amazonía, así como a la periferia de Iquitos que solicitan la atención del Estado en sus tres niveles de gestión. 

miércoles, 20 de mayo de 2020

Carta abierta al presidente de Perú : Ing. Martín Vizcarra Cornejo


Lima,20 de Mayo del 2020

Señor ingeniero Martín Alberto Vizcarra Cornejo:

Excelentísimo señor Presidente de la República

Me dirijo a usted, para expresarle respetuosamente mi preocupación por la senda en medicina curativa que viene transitando vuestra administración en su lucha contra el COVID-19, soslayando la medicina preventiva.
El confinamiento obligatorio por largos periodos no ayuda en mucho a la medicina preventiva en un país andino y amazónico como el nuestro, que cuenta con un importante componente transversal en su dimensión ambiental. 
La crisis ambiental del planeta se manifiesta, entre otras consideraciones, con las consecuencias provocadas por enfermedades infecciosas en la salud pública; por consiguiente es imprescindible socializar la medicina preventiva en la población peruana, con la finalidad que internalice las causas sui géneris de transmisión del SARS-COV-2 en territorio peruano, una de las más altas de Latinoamérica y el mundo, impactando no solamente en los mas de cien mil infectados y tres mil vidas perdidas en lo que va del presente brote epidémico; pensando en el futuro de más de 32 millones de peruanos, su economía y la sostenibilidad del país.
En ese sentido, reitero mi pedido - que va en la línea de lo expresado en mis sendas cartas abiertas de fechas 15 de marzo y 8 de abril del 2020 respectivamente - para que en el nivel que corresponda la toma de decisiones sustentada en ciencia, se considere un cambio de estrategia en la lucha contra el enemigo invisible, tomando a la cuenca hidrográfica como unidad de gestión, en lugar de la división política registrada en el tablero de comando.
Las condiciones y factores de riesgo infeccioso son motivadas por la presencia de toxinas en el medio ambiente identificadas en estas unidades de gestión, las cuales inficionan en individuos por su acumulación en el tiempo, afectando con ello su sistema inmunológico.
En estricto, la debilidad en la gobernanza y gobernabilidad ambiental que causaron la existencia de zonas insalubres como es el caso de Belen en Iquitos-Región Loreto, y otras tantas en el extremo de la costa norte y los cinturones de pobreza extrema en las regiones Lima y Callao , son producto de la suma de gobiernos - en sus tres niveles de gestión -  que le antecedieron en la responsabilidad de conducir sus destinos. 
Uno de los indicadores que sustentan mi petición se sustentan en los reportes epidemiológicos oficiales del ministerio de salud, los cuales acreditan que en las cuencas altas, las condiciones y factores de riesgo infeccioso precitados se diferencian sustantivamente de las poblaciones asentadas en las cuencas bajas.
Este cambio, de realizarse , permitirá focalizar el control de las zonas calientes del país, particularmente de Lima-Callao, la cual el 15 de marzo del 2020 contenía el 86% del total nacional de casos infectados confirmados y hoy 20 de mayo del 2020 - continuando el proceso de cuarentena - se mantiene con el 72% del total nacional de casos confirmados.
En consecuencia, bajo la nueva estrategia nacional, que eventualmente demandaría una redistribución de asentamiento poblacional, similar a las aplicadas en caso de tsunamis, cataclismos, huracanes, entre otros eventos naturales; se abriría ventanas de oportunidades para la mejora en la calidad de vida de cientos de miles de personas que actualmente ocupan los focos infecciosos identificados con capacidad potencial de rebrote no solamente a nivel de Perú sino de Latinoamérica.
Señor presidente, suscribo plenamente sus expresiones respecto a que "nos encontramos en una crisis de salud,social y económica sin precedentes", a la cual agrego que también el planeta y el Perú en particular se encuentra en una crisis ambiental sin precedentes, en razón a que con el COVID-19 hemos redescubierto que el uso desproporcionado de herbicidas como el glifosato se asocian a factores de riesgo del COVID-19 como la diabetes, obesidad,afecciones cardiacas, enfermedades respiratorias; de otro lado el impacto de productos que contienen triclosan y triclocarbán, por citar algunos con efectos bioacumulables que inciden en reducir el sistema inmunológico de las personas; sin perjuicio de mencionar la inseguridad alimentaria producto del uso incontrolable de pesticidas quimicos, riego con aguas residuales sin tratamiento, uso intensivo de cloro como desinfectante en aguas con tratamiento sin cumplir necesariamente los estándares de control y vigilancia, programas de inmunización descontrolados, entre otros que franquean el paso de virus y bacterias que reducen la defensa  natural del cuerpo humano.
Finalmente, hago votos porque la presente carta llegue a su despacho y luego del análisis respectivo, pueda instruir a quien corresponda tomar las medidas adecuadas para revertir esta situación crítica, convocando a las fuerzas vivas de las cuencas del país y así pasar a reconstruir la patria con el concurso real y efectivo de todos los peruanos de buena voluntad.

Muy Atentamente

Dr Javier Prado Blas
DNI N° 08186048                     

viernes, 15 de mayo de 2020

Lima en ojos del mundo por virus COVID-19

Hace más de tres décadas que vengo indicando y trabajando, junto a otros especialistas, para mitigar la alta vulnerabilidad de la ciudad de Lima ante eventos naturales y antropogénicos. Pese a reiteradas publicaciones, no fuimos escuchados oportunamente y ahora se nos presta alguna atención en Perú cuando un virus se encuentra azotando a la tres veces coronada villa, con un alto costo social y económico, ya que las actividades en Lima representan un importante componente en el PBI del país; asimismo, porque nuestros aportes técnicos son recogidos fuera del país por especialistas, expertos e investigadores que con mayores recursos técnicos y económicos, profundizan en los conocimientos para encontrar una eventual solución a las raíces que dinamizan la rápida propagación del virus.
La falta de prevención y actitud reactiva de las administraciones en turno costará al Perú miles de millones de dólares, cuyos efectos se medirán con una mejor aproximación pasada la primera gran ola de la Pandemia.

Reafirmación de carta abierta al señor Presidente de la República

Hoy 15 de mayo del 2020, Perú (84495 casos) superó a China (82933 casos) en el número de casos de infectados por la cepa del nuevo coronavirus; y con ello ocupa el doceavo lugar entre los países mas infectados del planeta, con el virus SARS-COV-2 ó COVID-19.
La paradoja radica en que China, país donde se originó la Pandemia, tiene 43.7 veces más población que Perú y en Lima se encuentra el 30% de la población peruana. Asimismo,Lima - la capital de la república peruana- que fue asentada inicialmente en la cuenca del río Rímac, incorpora la zona caliente Lima-Callao (61,323 casos) donde se presenta el 73% del total de casos confirmados como positivos al COVID-19. 
Por consiguiente me reafirmo en la convicción que el problema central es Lima, me ratifico en todos los extremos lo que expuse en la carta abierta dirigida al señor presidente de la república peruana ingeniero Martín Alberto Vizcarra Cornejo con fecha 15 de marzo del 2020 en este espacio, cuando indique que en la zona caliente de Lima existía el 86% del total de casos infectados confirmados; hoy en día 15 de Mayo del 2020, dos meses después pese a las estrictas medidas de confinamiento en la población peruana, se mantiene el 73% del total de casos confirmados en este epicentro y en tanto no se formule un tratamiento especial para Lima, el país tendrá un foco infeccioso latente con capacidad de rebrote no solamente a nivel de Perú sino de Latinoamérica.

El origen de la zona caliente

Quienes lidiamos por formación, con bacterias, hongos, helmintos y virus para controlar y mantener la calidad de las fuentes de agua que serán luego usadas en consumo humano,  mediante procesos y operaciones unitarias en ingeniería sanitaria; concordamos en que el agua potable resulta fundamental para el aseguramiento de la salud pública. Asimismo, consideramos que la base primera de todo lo existente es el agua,tal como ya lo sostenía desde el siglo VI antes de cristo el reconocido primer filósofo de la historia Tales de Mileto. 
El traslado migratorio de individuos desde las zonas rurales a las urbanas, aumentó la presión demográfica en las megaciudades y con ello, atender mayores solicitaciones sobre los servicios básicos y especialmente agua. Diversas ciudades en Latinoamérica y particularmente en Perú no son ajenas a esta realidad que las colocó en una situación altamente vulnerables frente a la Pandemia del nuevo coronavirus.
Lima creció empoderándose de las aguas que discurren por la cuenca del río Rímac y cuencas vecinas : Chillón y Lurín,  pero también asumió el pasivo de las aguas residuales , tanto municipales como industriales, que descargadas sin tratamiento alguno, presionaron sobre la capacidad de autopurificación de las aguas, hasta llevarlos a límites insospechados en el tiempo. La cuencas del Rímac es la mas estudiada y documentada del país por las diversas instituciones en diferentes sectores del Estado peruano, quienes muestran la forma cómo fue deteriorándose la calidad del cuerpo de agua hasta extinguir la vida acuática aeróbica, manteniendo condiciones anóxicas en gran parte del río, así como elevada demanda bioquímica de oxígeno. Con aplicación de ingeniería moderna, se recupera el agua potable que abastece a parte de la población localizada en Lima-Callao. Asimismo, se generó una próspera industria de agua embotellada para el consumo humano, que en términos de volumen, la producción total de agua para ser embotellada, ya sea en botella o en botellones, pasó de 78 millones de litros en el año 2000 a 320 millones en el 2010 (enero - noviembre), lo que representa un crecimiento de 310 por ciento. En el mismo período, la producción de agua destinada a venderse en botellas pasó de 18 millones de litros a 286 millones, reflejando un crecimiento de más de 1,400 por ciento. Las cifras demuestran que la población en Lima - hace una década atrás - manifestaba sus dudas sobre la eficiencia en el tratamiento del agua pues tenía ya la disposición de pagar más por la calidad de agua para su consumo directo. Transcurrido el tiempo, actualmente existe una población excluida que carece del acceso y servicio al agua en zonas de Lima, del cual Oxford Committee for Famine Relief (OXFAM) manifiesta lo siguiente: "1.5 millones de ciudadanos no cuentan con acceso a agua potable ni alcantarillado. Existe un notorio contraste entre la zona urbana y periurbana, donde los pueblos jóvenes y pequeños asentamientos humanos no gozan del servicio de agua , ni desagüe, como el resto de zonas de Lima que sí".
Zona Este de Lima_Cuenca del rió Rímac_ En proceso constructivo para dotar de agua a población.


Aguas residuales para riego 

En la década de los ochenta, cuando registré mi paso por el Centro panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (CEPIS), un organismo especializado de la OPS-OMS de las Naciones Unidas, que justamente se localizaba en Lima, me permitió identificar y sistematizar apropiada literatura técnica que acreditaba los procesos de degradación de los ríos como en el caso del Rímac, posteriormente en la década de los noventa desde el Ministerio de Salud, pudimos acreditar -con muestreos de vertimientos de aguas residuales a los ríos y otros cuerpos de agua- como es que el nivel de degradación del Rímac progresaba inexorablemente con la instalación de ciudades intermedias localizadas a margenes de los ríos, apropiándose inclusive en algunos tramos del lecho fluvial.
El tema se complicaba con el uso de las aguas residuales para riego de plantas de tallo corto que eran destinadas al consumo humano directo. 
Como Lima se encuentra en un desierto y existen periodos de estiaje y las aguas superficiales de los ríos no alcanzaban para el cada vez vez mas escaso uso agrario, es que asociaciones de regantes de la cuenca baja del Rímac, usaban aguas residuales para el riego de plantas de tallo corto destinados al consumo humano. Inclusive en áreas en proceso de urbanización, tapaban con árboles y maleza los buzones y atoraban el alcantarillado sanitario para captar desagües y usarlas para riego. Instituciones como COSAL (1962), ESAL (1971) y hoy SEDAPAL (1981), tuvieron no pocas veces enfrentamientos con regantes que perjudicaban las redes del servicio de alcantarillado.

Inseguridad alimentaria 

El suscrito participó -como director ejecutivo en el Ministerio de salud -en diversas acciones conjuntamente con funcionarios públicos de la fiscalía de prevención del delito y la empresa prestadora de servicios de saneamiento SEDAPAL, para tratar de reducir la contaminante costumbre del riego de áreas agrícolas con aguas residuales.
A inicios de la década de los noventa, con la aparición de El Cólera en Perú, comprobamos desde el Ministerio de Salud que la salud Ambiental en Lima seguía deteriorándose pese al esfuerzo de iniciativas legales que eran incumplidas, dejando frustraciones al tratar de aplicar sanciones ante el riego de plantas que serían destinadas al consumo humano; a los que se sumaron el riego de áreas verdes municipales con agua potable y aguas residuales sin tratamiento, así como la alimentación de ganado porcino con residuos sólidos recolectados en botaderos a cielo abierto.
Posteriormente, ya como director general en el ministerio de salud,impulsamos la incorporación de la ingeniería sanitaria como profesionales de la salud a efectos de mitigar los daños ocasionados en la salud ambiental pues la epidemia de El cólera enseñó la necesidad imperiosa de aplicar conocimientos de ingeniería en salud pública. 
A inicios del milenio, ya como representante de la sociedad civil peruana por la Presidencia del Consejo de Ministros ante el organismo regulador de la inversión privada en los servicios de saneamiento SUNASS, pudimos impulsar estudios para el control que realizaran las empresas prestadoras de agua potable y alcantarillado sanitario a escala nacional y particularmente en Lima, una de las cuales fue publicada el año 2004 con fondos proporcionados por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón - JICA, denominada "La Calidad del Agua potable en el Perú"; que en su parte destinada a los virus precisa lo siguiente . " Los virus no se pueden reproducir sin una célula hospedera, pero pueden sobrevivir en el medio ambiente durante largos periodos. Los virus entéricos humanos son producidos en muy grandes cantidades por el individuo infectado y se excretan por las heces".  De allí que en mi publicación del año 2006 "Propuestas para una hoja de ruta del Sistema de Alcantarillado-Una visión del Sistema de Alcantarillado de Lima", indicaba que veinticuatro años atrás, en 1996, sólo el dos por ciento (2%) de las aguas residuales eran tratadas en Lima. Pasada una década, en el 2006, el Plan Nacional de Saneamiento, establecía como supuesto para el año 2005 el tratamiento del 10% de aguas residuales. El resto eran arrojadas sin tratamiento a los cuerpos de agua. 
Seis años atrás (2014) , el regulador SUNASS, efectuó evaluaciones para visitar in situ 204 plantas de tratamiento de aguas residuales en los ámbitos de 32 empresas prestadoras de servicios de saneamiento reguladas, con los siguientes resultados : 163 estaban operativas, 32 en construcción y 9 paralizadas.
Ante esta realidad presentada en Perú, las aguas residuales sin tratamiento constituyen un buen indicador de la presencia del virus COVID-19 en una determinada población, de modo tal que sea factible entender su comportamiento para mitigar sus impactos y finalmente neutralizar sus efectos, en ese sentido son especialmente importantes para ver lo que sucede con la ciudad de Lima como caso de estudio para tratar de entender el comportamiento de la Pandemia en esta parte de Latinoamérica.

Inmunización

En las cuencas altas de Perú la transmisión del COVID-19 se encuentra ralentizada para la población localizada en las zonas por encima de los tres mil metros sobre el nivel del mar de Huancavelica, cerro de Pasco, Puno, Moquegua y Apurimac. La contaminación bacteriológica y viral en aguas provenientes de estas zonas altas es mínima , así como el aporte de aguas residuales sin tratamiento. Este hecho se puede correlacionar con el artículo publicado en la revista Respiratory Physiology & Neurobiology; indicando que el elevado índice de radiación ultravioleta, la menor presión atmosférica y el bajo nivel de humedad serían factores que podrían favorecer una propagación más lenta del COVID-19 por encima de los 2.500 metros sobre el nivel del mar. Para llegar a esa conclusión, especialistas en medicina de altura de Australia, Bolivia, Canadá y Suiza analizaron datos epidemiológicos del COVID-19 de Tíbet, Ecuador y Bolivia, los compararon con los de tierras bajas y evaluaron aspectos ambientales y fisiológicos considerados favorables en la respuesta al virus en lugares de altura.
Otro factor que en Perú está por verificarse es la reducción de la virulencia del COVID-19 en las poblaciones dispersas de montaña asociadas a un ambiente sin contaminación del agua, sin descarga de aguas residuales sin tratamiento, seguridad alimentaria y que no tuvieron mayor acceso a programas de vacunaciones  e inmunizaciones en contraste con las cuencas bajas y que si tuvieron una intervención dinámica de programas de vacunación; habida cuenta que el sistema inmunitario se construye con la exposición de antígenos, que es cualquier sustancia que provoca que el sistema produzca anticuerpos contra sí mismo; y por tanto al no reconocerla trata de combatirla.

El Dato : Desinformación - Fake News

Para desacreditar aportes de investigación científica, además de no invertir en ciencia y tecnología, los poderes fácticos que gobiernan al país utilizaron en el pasado medios de comunicación alineados a intereses de colectividades y no mirando el bien común de la Nación; no es la excepción para el caso del COVID-19, pues dirigen la atención del público para atender los efectos y no las causas de los procesos históricos que generaron el problema. Actualmente, la globalización en la información posibilita contrastar valiosas referencias que permiten determinar estadísticas en tiempo real lo que acontece con la Pandemia al interior y fuera del país.En este estado de las cosas, quien no investiga, pierde legitimidad a la hora de criticar determinada cuestión de hecho.
Para una mayor información estadística en la evolución del COVID-19 sugiero revisar, entre otros, los siguientes links :