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domingo, 28 de febrero de 2021

Redobles por Lima

La vulnerabilidad de Lima fue incrementándose progresivamente hasta que en los últimos treinta años, se encuentra en cuidados intensivos, pues vivir allí implica una constante lucha por la supervivencia.
Los gobiernos populistas en Perú, hicieron galopante la presión demográfica sobre los servicios básicos en un espacio geográfico caracterizado como ecosistema de oasis, donde el recurso agua resulta cada vez más escaso en cantidad y calidad.
Históricamente Lima jugó un papel preponderante en las elecciones de los mandatarios en Perú, las elecciones del 2021 no serán una excepción pues Lima representa actualmente el orden del 30% de la población electoral total del país que supera los 25 millones de personas.
Viviendas construidas con anuencia del gobierno Local en riveras del río Rímac-Lima.
El discurso político por dotar con el servicio para consumo humano directo y lograr la cobertura con el servicio de este vital recurso, fue una constante para ganar las elecciones presidenciales durante los doscientos años de vida republicana en el país de los incas y particularmente en su capital Lima.
Actualmente millones de personas tienen aún lejanas sus opciones de lograr acceso y disponibilidad al agua en este escenario, motivo por el cual se eleva los riesgos potenciales de vivir en Lima. Ello, en razón a que no existe en cartera inversiones importantes previstas para mejorar los servicios de agua en la capital peruana; asimismo, no se muestra capacidad ni calidad en el gasto público que hiciera pensar en una mejora de los servicios de agua en el corto plazo.
Hace tres décadas atrás escribí algo similar en razón de la epidemia de cólera que azotaba Perú y Lima en particular, recomendando en ese entonces dar mayor importancia a las inversiones que permitieran cerrar las brechas en infraestructura para dotar de agua en puntos críticos de Lima; pasado el tiempo, con la epidemia del COVID-19 se encontró nuevamente a Lima sin agua, permitiendo el arrollador avance del virus, dejando una estela de muerte y desolación a su paso.
El reporte total de muertes anuales en Lima, se incrementó 10% en el periodo 2019-2020, con grandes probabilidades de seguir incrementándose en el 2021 y posteriores años.
El desborde de la corrupción de la cosa pública en el manejo del agua constituye uno de los elementos que atribuye el inconsciente colectivo como causa de la inacción en las sucesivas administraciones de gobierno para tratar el tema álgido del recurso hídrico en Lima, agravándose con el pasar del tiempo por efectos del cambio climático elevando los niveles críticos de la inadecuada gestión del agua.
Resultaron infructuosas nuestras recurrentes advertencias para prevenir la crónica de las muertes anunciadas, pues el Estado empírico actúa reaccionando ante los hechos consumados.

Prevención en caso de sismo en Lima

Pende como una espada de Damocles, la probabilidad de presentarse un sismo de importante en Lima, el cual considera un escenario sísmico en Lima metropolitana y Callao de 8.8 Mw que se encuentra documentado y difundido oficialmente por el sistema de defensa civil desde el año 2017.
No cabe duda que el agua jugará un importante rol para evitar los miles de muertes proyectados ante la ocurrencia de este evento.
Un elocuente indicador en Lima, es el marcado desbalance existente entre el número de unidades de bomberos  con capacidad de atender en forma simultánea incendios de grandes proporciones , versus la presión de agua en lugares críticos, en donde o no hay hidrantes, no se cuenta con facilidades en las vías de accesos para atender las emergencias, o simplemente se carece de agua para sofocar las llamas.
Todo ello sin perjuicio de la imperiosa necesidad por atender con el servicio de agua a una población sensibilizada post desastre, a los efectos de evitar mayor presencia de enfermedades epidémicas de origen hídrico o por carencia de agua.

domingo, 31 de mayo de 2020

COVID-19 y el centralismo en Perú

Para mirar el impacto del centralismo ocasionada por la presión demográfica y su relación con los efectos de los desastres naturales y epidemias, citaré cerrando el mes de mayo la frase del escritor peruano Abraham Valdelomar​ : "El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert soy yo".
Es así que hace ochenta años antes -un 24 de mayo de 1940- se produjo un terremoto afectando Lima y Callao, contabilizándose 179 muertos y 3500 heridos y hace cincuenta años atrás - el 31 de mayo de 1970- se produjo un Terremoto en Ancash, que originó un aluvión borrando del mapa a la localidad de Yungay, estimándose un total de 70 mil muertos y 20 mil desaparecidos.
La presión demográfica del periodo 1970-2020 impacta en el brote del COVID-19
Hoy domingo 31 de mayo del 2020, se difunde que hay 155.671 contagiados y 4.371 muertos pasado  77 días del estado de emergencia y aislamiento social obligatorio para evitar el aumento de casos de coronavirus (COVID-19) en Perú, reportándose 7386 nuevos casos por día de infectados en estas condiciones de cuarentena, en el cual se focaliza el setenta por ciento (70%) del total de contagiados del Perú en Lima-Callao.
En este contexto, se hace imprescindible en Perú un tratamiento diferenciado para el centralismo de ciudades como Lima-Callao en la lucha contra el COVID-19.

domingo, 17 de mayo de 2020

Tratamiento especial y diferenciado para Lima frente al COVID-19

Las consideraciones por las cuales la zona caliente Lima-Callao merece un tratamiento especial y diferenciado en la lucha contra el COVID-19, son, entre otras, las siguientes:
Al día de hoy 17 de Mayo del 2020, la información oficial que se maneja y difunde internacionalmente sobre el Perú es que tiene "92273 casos confirmados de infectados y 2648 muertos por el nuevo coronavirus COVID-19".
El tema pasa porque TODO el territorio peruano se encuentra en el día sesenta y cuatro de una de las cuarentenas más estrictas del continente latinoamericano y el planeamiento de la lucha contra el enemigo invisible se sustenta sobre estas cifras socializadas por los diferentes medios de comunicación e internalizadas por el gran público tanto al interior como al exterior del país.

Cuarentena no es la misma para todos  

Perú es un país con una geografía marcada por la cordillera de los Andes y la cuenca Amazónica, la mas grande del planeta. Por consiguiente, poblaciones enteras se encuentran aisladas por razones geográficas pues muchas de ellas no se encuentran interconectadas por vía terrestre, fluvial o aérea, requiriendo no pocas veces de varias horas o días para trasladarse hacia ellas, dependiendo del medio de transporte utilizado y la estación del año en que un individuo se desplace.
Ciento cincuenta y nueve (159) cuencas hidrográficas tiene el Perú en sus tres vertientes: Del Pacífico, del Atlántico y del lago Titicaca., que son a la vez espacios físicos y sociales, donde interactúan las diferentes poblaciones que habitan el país.
Sin embargo, una cuenca en especial es la causante del mayor impacto generado por el COVID-19 en el Perú. En este contexto, la cuarentena en la zona Lima-Callao, no podría ser la misma que la implementada en otros "escenarios no infectados" del país, habida cuenta del objetivo que se persigue alcanzar con el aislamiento obligatorio de las personas durante un período no específico como método para limitar el riesgo que se extienda el covid-19. 

La cuenca del río Rímac como punto focal de la zona caliente

La cuenca del río Rímac se origina en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes a una altitud de 5.508 msnm en el nevado Paca y desemboca en el océano Pacífico. La cuenca tiene una longitud de 145 km.
Su cuenca alta y media se ubica principalmente en la provincia de Huarochirí y en la cuenca baja se localiza el área metropolitana de Lima y Callao; la misma que la división política consignaba antes como departamento y provincia constitucional respectivamente, hoy regiones de Lima y Callao.
Datos de once años atrás indicaban que en la cuenca habitaban más de 5 millones de habitantes, por lo que está considerada como la cuenca más poblada a nivel nacional. El 99,7% de la población habita en centros poblados urbanos. Sin embargo, en la parte alta de esta cuenca se encuentran 382 centros poblados con menos de 100 habitantes.
Expliqué con algún detalle los resultados de mis investigaciones en "Lima en los ojos del mundo por el COVID-19" en lo referente a los factores condicionantes de las aguas residuales,seguridad alimentaria e inmunizaciones, que provocan mayores riesgos de morbi-mortalidad por acción de la nueva cepa del coronavirus COVID-19.
Zona caliente Lima-Callao se encuentra formando parte de la cuenca del Rímac.

Reportes oficiales del Ministerio de Salud, indican para la zona caliente de Lima-callao que en el día de hoy se registran 66397 casos confirmados de infectados y 1075 muertos por el COVID-19, cifras que representan el 72% y 41% respecto del total nacional.

El Dato

►La realidad en la zona caliente de Lima-Callao y en otras zonas para cuencas identificadas en las regiones Lambayeque,Piura,Loreto... demandan que el periodo de distanciamiento físico deba mantenerse en forma focalizada por varios meses más, que a juicio del suscrito podrían alcanzar hasta varios años más si es que no se tomaran las medidas correctivas y preventivas correspondientes.
►Es importante hacer el seguimiento de las predicciones realizadas por la organización meteorológica mundial (OMM) respecto a los periodos de sequía en América Latina y particularmente en la zona caliente de Lima-Callao en Perú; hecho que podría alentar a los agricultores al uso de aguas residuales para riego de plantas de tallo corto para consumo humano directo. 

jueves, 7 de mayo de 2020

Caldo de cultivo del nuevo coronavirus en Perú

En Perú, se viene confirmando la relación directa existente entre los factores ambientales : agua, suelo y aire medidos en términos del acceso y disponibilidad al agua de consumo humano, inseguridad alimentaria y vulnerabilidad en saneamiento, para incrementar el riesgo de enfermar y morir por acción del nuevo coronavirus COVID-19.
Según reportes oficiales del Ministerio de Salud expresados en la sala situacional covid-19 al 7 de mayo del 2020, se mantiene como zona caliente a Lima-Callao como epicentro de la difusión del virus generador de la enfermedad infecciosa que viene propagándose por el resto del país.
72% de casos confirmados se ubican en la zona caliente y el 28% en el resto del país.
Nuestra lectura especializada señala al caldo de cultivo del COVID-19 en ocho regiones, incluyendo a Lima y Callao. Además, se identifica en la costa norte : Piura, Lambayeque, La libertad y Ancash ; y en la amazonía : Loreto y Ucayali; las mismas que ya se encontraban altamente vulnerables previamente al arribo del virus epidémico.
Recordemos que años antes, la costa norte sufrió sendos impactos por el fenómeno El Niño y los embates de la epidemia del Cólera, que tuvo sus orígenes simultáneamente en las localidades de Piura y Chancay; y del mismo modo, las localidades de Iquitos (Loreto) y Pucallpa (Ucayali) sufrieron lo propio; a la relación directa antes mencionadas, podemos agregar como causas indirectas a los procesos de inversión dilatados y a los truncos destinados a cerrar las brechas de infraestructura de servicios básicos que culminaron en el ámbito judicial.
Las condiciones y factores ambientales generadas por causas naturales y antropogénicas en Perú, hasta la fecha van ocasionando 92.6 % de muertes atribuidas a la nueva cepa del coronavirus ocurridas en estas ocho regiones de las 25 que con que cuenta el país.

El dato

Se precisa un total de 1627 personas fallecidas  y 58,526 de casos infectados confirmados a la fecha, contabilizados desde el primer caso detectado un 6 de marzo del 2020.

jueves, 23 de abril de 2020

Uno de los brotes más grandes del COVID-19 en América Latina

El pasado martes 21 de Abril de 2020, el prestigioso diario washington post de la capital de los Estados Unidos de Norteamérica, publicó un interesante artículo de Simeon Tegel, bajo el título Perú actuó rápido, pero igual sufre uno de los brotes más grandes de América Latina.
En mi próxima publicación replicaré algunos puntos expuestos, con experiencias que considero puedan ser de alguna utilidad a países sudamericanos en su lucha contra la epidemia del nuevo coronavirus COVID-19, y es en ese sentido que paso a presentar el precitado artículo:
"LIMA,Perú—Mayumi Matto se aventura a salir del confinamiento obligado por el coronavirus solo dos veces por semana, partiendo de la casa que comparte con 15 familiares. A las 7:00 am Matto, de 28 años, se une a la fila en la entrada del mercado en Puente Piedra, un barrio duro en las afueras de la capital peruana. Es una escena que se ha vuelto familiar en todo el mundo: solo se les permite ingresar a aquellos que usan cubrebocas. Los guardias de seguridad hacen cumplir la política de “sale uno, entra uno”. Los clientes que esperan mantienen la distancia entre ellos. Pero una vez dentro del mercado, todo cambia “Esto está lleno”, dice Matto. “Es imposible moverse sin chocar con las personas. Todos tienen prisa por entrar y salir lo más rápido que puedan, sin ser infectados. Los guardias de seguridad intentan pedir a las personas que mantengan su distancia, pero es inútil”. La experiencia de Matto es habitual en Perú, donde gran parte de los 31 millones de ciudadanos compran la mayoría de sus alimentos en mercados callejeros informales que siguen estando gravemente abarrotados y donde el concepto del espacio personal está entre los más limitados del mundo. Esas dificultades ayudan a explicar por qué el número de casos de coronavirus reportados en el país andino se ha disparado, a pesar de una temprana y decisiva respuesta contra la pandemia. Los casos confirmados en Perú pasaron de 7,519 el 12 de abril a 16,325 el 21 de abril. En América Latina, solo Brasil, que tiene una población siete veces más numerosa, tiene más casos. Un brote que inició en Lima se ha propagado por todo el país, llegando incluso a comunidades indígenas en la Amazonía.
El gobierno ha hecho muchas cosas bien”, dice Ciro Maguiña, epidemiólogo y vicedecano del Colegio Médico de Perú. “Pero su enfoque se ha centrado demasiado en los hospitales —¿hay suficientes camas y respiradores?— en vez de en las comunidades. Tiene que haber mucho más trabajo en las comunidades para prevenir el contagio”. El aumento de casos confirmados es en parte atribuible al incremento de la aplicación de pruebas de diagnóstico. Con la llegada de nuevos kits, el gobierno del presidente Martín Vizcarra pasó esta semana de diagnosticar alrededor de mil personas al día, a 10,000. Sin embargo, las personas que representan los nuevos casos se habrían contagiado durante una de las cuarentenas más estrictas de América Latina, (el subrayado y resaltado es nuestro) la cual ya va por su quinta semana. Los vehículos privados están prácticamente prohibidos en las calles, las personas pueden salir de sus casas durante el día solo para comprar alimentos o por razones médicas, y todas las noches hay un toque de queda desde las seis de la tarde hasta la cuatro de la mañana.Sin embargo, hay algunas situaciones que las cuarentenas no pueden prevenir. Muchos peruanos pobres viven en lugares insalubres y hacinados. Solo en Lima, cerca de un millón de personas carecen de agua potable. Las prácticas culturales tampoco ayudan. A los peruanos les gusta el contacto: un estudio de 2017 reveló que solo Argentina tiene una concepción del espacio personal más limitada. Los peruanos, normalmente, se detienen varios centímetros más cerca de los extraños que los estadounidenses. Además, algunos peruanos han estado desacatando la cuarentena. Hasta el momento, poco más de 60,000 personas han sido arrestadas por violar las reglas. Entre ellas, varios policías que fueron descubiertos tomando cerveza en reuniones privadas prohibidas. En uno de los casos más notorios, un policía en el departamento de Cuzco fingió tener síntomas de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, para obtener permiso remunerado por enfermedad, y posteriormente fue encontrado ebrio en una plaza. Sin embargo, también han sido detenidas algunas madres solteras, principalmente por violar una controversial medida de género en la que hombres y mujeres debían alternar sus días de salida. La medida, diseñada para motivar a las familias a designar a un solo comprador, fue rápidamente eliminada. La creciente tendencia de casos en Perú podría ser un presagio de las cosas que están por venir en otros países en vías de desarrollo con deficientes condiciones sanitarias, instituciones públicas débiles y escasa confianza en las autoridades.El manejo de la pandemia por parte de Vizcarra. ha sido ampliamente elogiado en el país.(el subrayado y resaltado es nuestro)Ofrece alocuciones televisivas diarias similares en estilo a las del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. Su índice de aprobación ha alcanzado casi 90%, de acuerdo a una encuesta realizada por Ipsos a través de WhatsApp. A pesar del incremento drástico de casos confirmados, Vizcarra insiste que la tendencia está empezando a disminuir.El gobierno ha puesto en marcha un paquete de ayuda de 26 mil millones de dólares, equivalente a 12% del Producto Interno Bruto, que incluye pagos directos a la población. Sin embargo, muchas personas se están quedando fuera de ellos. Entre ellas, Matto. Antes de la epidemia, ella ganaba alrededor de 45 soles al día —cerca de 13 dólares— cobrando los pasajes en una “combi”, uno de los minibuses destartalados que fungen como transporte público en el país.En la actualidad, Matto, su esposo y su hijo de nueve años están viviendo de los ahorros.
La tensión ha comenzado a surgir. Esta semana, una caravana de cientos de familias desesperadas abandonó Lima a pie para caminar hacia el este, a través de la espeluznante carretera central, para regresar a sus casas en los Andes. Se encontraron con las fuerzas de seguridad. Tras una confrontación inicial, las autoridades persuadieron a los viajeros de dejarse aplicar las pruebas de diagnóstico del coronavirus, y a que les dejaran organizar el transporte. 42 migrantes dieron positivo y están en cuarentena.Perú también alberga cerca de un millón de refugiados venezolanos, por lo general en empleos informales mal remunerados que han desaparecido durante el último mes.“Hay mucha hambre”, dice Garrinzon González, quien dirige la Unión Venezolana en Perú, un grupo autogestionado que brinda ayuda a los inmigrantes. “Puedo escuchar la desesperación en sus voces cuando me llaman. Hay personas que están sobreviviendo tomando agua hervida con azúcar. Es terrible”.

domingo, 19 de abril de 2020

Distanciamiento físico vs distanciamiento social por el COVID-19

Como una extensión de mi último comentario referenciado a Perú, gustosamente voy a precisar a mis colegas y amigos de los Estados Unidos de Norteamérica y Europa que solicitaron explique del porque "el costo social que implica mantener a la población por un largo periodo inmovilizado es más alto en latinoamérica"; usaré para ello argumentos como el enfoque social en salud-definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)- contrastando las estrategias empleadas para contener el avance del COVID-19 en la Pandemia en curso. No sin antes saludar la recomendación hecha por OMS para usar el término de "distanciamiento físico" en lugar del comúnmente usado "distanciamiento social", porque en estricto no es "aislamiento social" como interpretan indebidamente algunos tomadores de decisión y comunicadores sociales.
Cabe precisar que Perú presenta actualmente en Sudamérica la segunda mayor cantidad de casos confirmados con el COVID-19 , después de Brasil.  
El evento de la epidemia del COVID-19, trata de aquellos momentos en la vida de los individuos durante los cuales éstos se ven afectados por privaciones que no los condena a formar parte de los excluidos. La pobreza en las sociedades modernas en la región de las Américas, es vista por lo común como una situación temporal en el seno de sociedades dinámicas; sociedades en las que, usando el ejemplo del país de las oportunidades, los Estados Unidos de Norteamérica , "la gran mayoría son pobres alguna vez pero sólo muy pocos lo son para siempre". En todo caso, se percibe la existencia de bolsones de exclusión que hoy por hoy toman la forma de conglomerados urbanos producto de la migración de las zonas rurales a zonas urbanas. En mi comentario, adelanté de los factores y condiciones que rodean a poblaciones hacinadas que no cuentan con los recursos mínimos para resistir el asedio viral. En Perú hablé a modo de ejemplo de los cinturones de pobreza y poblaciones asentadas en los cerros que carecen de servicios básicos. Casi una década atrás, difundí las causas que originaban las debilidades presentadas para realizar un diagnóstico correcto de la línea base de pobreza, lo cual requería de instrumentos para entender y mensurar un fenómeno que escapaba a las estadísticas generalmente utilizadas en ese entonces.
Con la débil herramienta de gestión proporcionada por los últimos censos estadísticos, se cuantificaba en Perú a los pobres invisibles para el Estado, los cuales no se encontraban bajo el radar de los programas de lucha contra la pobreza, a pesar de que no contaban con servicios de salud, electricidad,agua y utilizan leña para preparar sus alimentos. Se detectaba si, el incremento de poblaciones atomizadas menores de cien habitantes y el peligroso hacinamiento en zonas urbanas.
En este orden de ideas, resultaba imprescindible sincerar las cifras de la línea base de pobreza con indicadores que incorporen los derechos civiles de los pobres invisibles por el Estado, aquellos que no son detectados por la "pobreza monetaria", habiéndose visto afectados en la salud de familias, sintiendo que la ausencia del Estado no los sacó de la pobreza pero si los hizo pobres extremos. El COVID-19 se encargó de transparentar estas deficiencias; las mismas que no se originaron ciertamente con las administraciones de los gobiernos que en la actualidad realizan denodados esfuerzos para luchar contra ese enemigo común que es mortalmente eficaz alli donde existe la debilidad del Estado. Esta vulnerabilidad se asocia a lo que viene aconteciendo en Guayaquil-Ecuador como epicentro de la epidemia en Sudamérica y Lima-Perú como epicentro en el país de los Incas.
Distanciamiento social en poblaciones excluidas geográficamente. 
Con estos elementos de juicio, podemos ver que no se encuentran en las mismas condiciones para dar cumplimiento con el "distanciamiento físico" dispuesto por las administraciones de gobierno (contrastando la realidad de países europeos, USA y Latinoamérica) a las zonas rurales excluidas, zonas urbanas o bolsones de pobreza de esta parte del continente;por consiguiente el costo social es diferenciado al tener a una célula familiar confinada en casa por mayor tiempo, con una economía sólida, que puede mantenerse y esperar a que exista la vacuna u otra solución que "normalice" sus actividades. Por obvias razones entonces, el costo social  que significa sostener quietos por largos periodos  a una población vulnerable en latinoamérica-que además presenta extremas debilidades en su sistema de salud pública- es mayor que otras realidades del mundo. Hacer precisiones sobre el precio social, costos: oportunidad,privado y social de casos puntuales,merecerán espacios de debate que muy probablemente se presentarán mas adelante.     
A mayor abundamiento, al producirse un prolongado real y efectivo aislamiento social en estas poblaciones altamente vulnerables se genera la destrucción de su economía, poniendo en riesgo su subsistencia. Esto sucede porque se rompe la cadena de comercialización y transacción, al extremo de ver perdidas sus cosechas y agotadas sus reservas de alimentos. Debemos recordar que el lado oeste de Sudamérica es recorrida por Los Andes, el oriente tiene al imponente río Amazonas y Perú cuenta con ambos formando parte de su territorio en ciento cincuenta y nueve cuencas hidrográficas que tornan agreste su geografía; así como una alta biodiversidad con poblaciones originarias, etc. que citando al naturalista inglés Charles Darwin "deberán responder de la mejor manera al cambio para poder sobrevivir".

viernes, 17 de abril de 2020

Control de la epidemia del COVID-19 en Latinoamérica y Perú

La siguiente reflexión la presento en respuesta a diversas consultas de ilustres colegas latinos que solicitan mi opinión respecto a la mejor de las formas para llevar un control eficaz al COVID-19 en sus respectivos países, y particularmente en Perú.

El COVID-19 llegó para quedarse por buen tiempo en la región

La epidemia del COVID-19 en países latinos y Perú se encuentran aún bastante lejos de declararse bajo control. Su complicado manejo, parte del estado precario de los sistemas de salud y deficientes condiciones sanitarias en las zonas urbanas pre-epidemia, que la rápida transmisión del virus se encargo de evidenciar.
El modelo económico generalmente aceptado y aplicado en la región antes del arribo de la epidemia, impulsó al "distanciamiento social" entre los servicios salud : el privado y el público, éste último mayormente colapsado que sirvió de combustible en las ciudades denominadas "calientes" de los países, teniendo a la ciudad de Guayaquil - en Ecuador - como su referente, hoy convertido en el epicentro de la epidemia en la región.
La informalidad, la corrupción cubierta con un manto de asistencialismo y el trabajo independiente, dificultan a las administraciones de gobierno aplicar sus planes y estrategias de contención al promover el "confinamiento" y el"distanciamiento físico" para tratar de reducir la transmisión del COVID-19. Otra limitante, es  la población flotante que se traslada en búsqueda de oportunidades laborales y "mejores condiciones de vida" a las ciudades que en las últimas décadas crecieron bajo la óptica de un desarrollo mal entendido.

¿Cuándo se debe flexibilizar el confinamiento o periodos de cuarentena?

El costo social, que supone mantener a la población por un largo periodo inmovilizado en países del mundo, es aún más alto en latinoamérica; habida cuenta de los factores y condiciones que rodean a poblaciones hacinadas con niños y mujeres (Favelas, asentamientos precarios, pueblos jóvenes, conventillos, villa miseria, barriadas...) que no cuentan con los recursos mínimos (alimentos, agua...) para resistir el asedio viral.  
El COVID-19, trasmitido por el hombre, no conoce de límites por territorio, sexo, raza, credo o religión; y es particularmente mortal con personas de la tercera edad y las que cuentan con su sistema inmunológico deteriorado. 
En este escenario, se debe mirar si es posible retrotraerse a las fases de la epidemia : Preparación (I)-Contención (II)-Contagio comunitario(III)-Transmisión sostenida (IV).
Los indicadores de salud, registran que en varios países de la región se encuentran en la cuarta fase de transmisión sostenida por la crisis sanitaria existente en la región.  En consecuencia, una flexibilización a ultranza en esas condiciones es camino a la catástrofe sanitaria. Se hace necesaria una evaluación fina de la realidad de cada país, sin soslayar información valiosa para una efectiva planificación de las estrategias locales a ser aplicadas. El sinseramiento de datos para manejar oportuna información y ejecutar planes estratégicos, constituyen herramientas básicas en la "normalización" de actividades.

Planificación estratégica global y actuación local

Es de vital importancia utilizar sinergias para actuar frente a un enemigo común. El mundo entero y latinoamérica toda en esencia deben cerrar filas para enfrentar la Pandemia.
Reitero que el enemigo invisible está presente allí donde existe el ser humano, haciendo estériles los esfuerzos de cuarentena, si es que no se actúa pensando globalmente y actuando localmente en equipo.
Para graficar esta cita con un ejemplo a mis amigos brasileños y colombianos, menciono el caso de las localidades fronterizas Tabatinga (Brasil), Leticia (Colombia) y Santa Rosa (Perú), las mismas que se encuentran : las primeras separadas por una avenida y la tercera situada en frente  a unos minutos por el río amazonas. De no actuar en forma coordinada estos países utilizando una "estrategia de frontera" no sería sostenible cualquier mejora individual en las precitadas localidades, pues se verían acosadas por un eventual rebrote epidémico en el tiempo. Las tres localidades, ergo los tres países, deben buscar una solución  conjunta para ese extremo de sus territorios. La contención del virus, en estos casos difieren sustantivamente de lo pensado para grandes ciudades alejadas, mencionaré el caso de Santa Rosa (Perú) que se encuentra alejada unas doce horas de la ciudad de Iquitos surcando el río Amazonas, que a veces se hace días o semanas dependiendo del medio de transporte que  utilice una persona en su desplazamiento fluvial que son sus "carreteras".

Control de daños y respuesta oportuna : El caso peruano 

El contundente ataque del COVID-19 en Latinoamérica viene dejando hasta la fecha un número de muertes en Brasil (2141),Ecuador (421) y Perú (300) que encabezan en este extremo el registro epidemiológico. La respuesta inicial, en estos y el resto de países latinos, fue enfocada desde el punto de vista médico asistencial o de atención a las personas infectadas, para evitar un mayor número de muertos ante un eventual rebase y colapso de la capacidad operativa de sus sistemas de salud. Es así que realizan los mayores esfuerzos para reforzar su logística con elementos asistenciales y recursos humanos, especialmente en las unidades de cuidados intensivos. Todo ello, sin perjuicio de impulsar los testeos masivos para hacer el seguimiento de la ola infectiva.
En el caso peruano, el COVID-19 ingresó al país por Lima, que alberga el 30% de la población peruana, ubicada en el 2.5 % del territorio nacional, se posicionó en la capital de la República y el flujo de la infección se desplazó con el hombre a las diversas regiones. Lima significa un importante porcentaje de la producción del PBI nacional y es el epicentro de la epidemia en el país. Concentra la mayor cantidad de casos confirmados y decesos por causa del coronavirus COVID-19 . Las muertes por la epidemia en Perú subió de 274 a 300 en el último día, incrementándose en el orden de un muerto por hora. El sistema de salud no ha sido rebasado aún, motivo por el cual, demanda acciones inmediatas y oportunas de parte de los tres niveles de gestión del Estado peruano a los efectos de mitigar mas caídos por otras causas de morbimortalidad y fundamentalmente para que el virus no se mantenga por mas tiempo en territorio peruano.Es sustantivo promover la asociatividad de comunidades campesinas a quienes se debe dar soporte financiero para hacer sostenible la producción nacional de alimentos, asegurando el abastecimiento de alimento seguro en ciudades como Lima que debe mantenerse con un régimen especial de contención, habida cuenta que significa en estricto un foco infeccioso.
En ciudades calientes como Lima, no se puede dar ventaja a la epidemia, dejando de ganar valioso tiempo en obras civiles y sanitarias que se tuvieron que detener - correctamente como primera instancia- por causa de la cuarentena, al inmovilizar a personal técnico especializado encargado de eliminar riesgos a la salud de las personas.
Ahora toca a los ingenieros realizar la labor de prevención para reforzar la labor heroica que vienen realizando el personal de salud,ejercito,policía nacional,bomberos,personal de limpieza pública, así como todos y cada uno de los hombres y mujeres que se encuentran en primera linea de combate para controlar la epidemia del COVID-19.
Haré referencia a una de las tantas obras sanitarias que demanda la salud de la ciudad de Lima y que en doscientos días calendario debiera solucionar un problema que por décadas soportó el país. La denominada " Obra complementaria del interceptor norte, instalación de rebose de emergencia para la cámara de bombeo Sarita Colonia-Distrito Callao" que se encuentra a la mitad del proceso de culminación siguiendo el protocolo previsto por la Empresa prestadora de servicios de Saneamiento de la ciudad.

La obra ubicada en zona de influencia del centro penal Sarita Colonia.
Existe población en riesgo asentada al borde del canal de aguas residuales.