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lunes, 24 de agosto de 2020

Construyendo un nuevo modelo para el crecimiento post COVID-19

En Perú es necesario adecuar un nuevo modelo sistémico para impulsar su crecimiento y desarrollo. La información recabada del proceso epidémico en curso sobre COVID-19, viene confirmando nuestra hipótesis inicial planteada luego de levantar y procesar datos de la epidemia de El cólera -casi tres décadas atrás_ asociados a la salud pública y teniendo como unidad de gestión a la cuenca hidrográfica, de la cual extraemos el nexo agua-alimento y energía como relaciones entre sus elementos que lo conforman.

Factores que influyen en la diferencia de mortalidad por COVID-19

Tanto las epidemias de las enfermedades infecciosas producidas por bacterias (El cólera) o virales (COVID-19) acontecidas en diferentes espacios de cuencas hidrográficas en territorio peruano - con impacto en la salud pública- nos permiten indicar la existencia de factores que marcan la diferencia de mortalidad causadas por estas epidemias, los cuales van estrechamente asociadas con la deficiencia -medidas en términos de acceso y disponibilidad- del agua para consumo humano, alimentación que reduce la capacidad de respuesta del sistema inmunológico,  y energía para la conservación de alimentos.  

Mortalidad como indicador

El cólera dejó en su paso por el Perú 2,909 fallecidos, sin embargo logramos tasas bajas de letalidad , pues menos del uno por ciento de los enfermos, murió; pero la media subía en las zonas rurales y dispersas como en caso de la Selva y Cajamarca, donde subió a 6% y 10%, respectivamente.
Sin embargo, con el actual proceso seguido por la enfermedad infecciosa COVID-19 en Perú, se cuenta con la cifra oficial de 27.453 fallecimientos, desde su aparición en la primera semana de marzo hasta el 22  de agosto del 2020, teniendo el 45% de fallecimientos localizados en la cuenca baja del río Rímac: Lima Metropolitana y El Callao. El otro detalle a tener presente es que de la cifra total de fallecidos, el 98.7 % fueron adultos y adultos mayores, concentrados en esta zona caliente.
La concurrencia de factores ambientales impactados genera una mayor morbimortalidad en la zona cero.
A los efectos de medir la magnitud del impacto en Lima metropolitana y Callao,me apoyaré en el cuadro elaborado por la Universidad Johns Hopkins donde se presenta la mayor cantidad de muertes proporcionalmente a sus casos o población de COVID-19, no necesariamente la mayoría de las muertes en general. En este, el Perú figura en el primer lugar del cuadro entre los veinte países actualmente más afectados por COVID-19 en todo el mundo, las barras en el cuadro muestran el número de muertes por cada 100 casos confirmados (tasa de letalidad observada) o por cada 100.000 habitantes (esto representa la población general de un país, con ambos casos confirmados y personas sanas). 
Perú destaca por el número de muertes debido a COVID-19 por cada 100 mil habitantes en el mundo

Triada ecológica : Agua-alimento-energía

Considerando que en una enfermedad infecciosa viral intervienen tres factores que interactúan entre sí sistémicamente: Virus, Hospedero y Medio Ambiente; identificamos a la falta de recurso agua para uso y consumo humano como un factor decisivo que hace la diferencia en la mortalidad por COVID-19, además de la seguridad y calidad alimentaria, seguido por la carencia de energía en hogares que no hacen posible contar con equipos para mantener refrigerados alimentos perecibles por varios dias, con lo cual las medidas de confinamiento obligatorio o cuarentenas establecidas no resultan eficientes, principalmente en los cordones y bolsones de pobreza extrema, donde se localizan las poblaciones altamente vulnerables, principalmente los adultos y adultos mayores.
El Perú, sabiéndose país megadiverso, descuidó elementos sustantivos inherentes al cambio climático, con los desastres naturales y subsecuentes epidemias como el Cólera y tres décadas después con el Covid-19, que constituyen indicadores de unas deficiencias estructurales que transcurrido un tiempo prudencial tenían que haberse encarado con Políticas de Estado definidas, planes ,programas y proyectos estratégicos priorizados.
En consecuencia, el modelo de crecimiento y desarrollo aplicado, se tornó insostenible, lo que científicamente evidenciamos en las cuencas de la costa y Lima, la ciudad que hoy se encuentra entre las capitales de países más impactadas del mundo por la Pandemia. 

Agenda pendiente

Quienes investigamos los procesos históricos en la región de las américas y especialmente en Perú -haciendo una suerte de prospectiva estratégica- visualizamos este escenario post desastre : un Estado que enajena responsabilidades ante la incapacidad de gestión en sus niveles de gobierno. Nos encontramos en un momento extremadamente crítico, no solo en salud, también la crisis es política, ambiental,social y económica que duda cabe.
En ese sentido, se requiere romper paradigmas y establecer modelos disruptivos para suplir el modelo de crecimiento aplicado que nos llevó a un desarrollo mal entendido, donde la corrupción penetra e inficiona tanto a personas naturales como jurídicas , debilitando la gobernanza y poniendo en riesgo la gobernabilidad del país. 
La Nación demanda de sus integrantes, la conjunción de sus mejores mentes en diferentes especialidades para aplicar en la praxis un modelo de desarrollo en diversos sectores que permita reducir la brecha existente, proceso que demandará esfuerzos de largo aliento, pero que estamos convencidos que por las raíces de nuestra cultura milenaria podremos superar los impases subsistentes, sólo depende de esta generación para que haga viable una mejor calidad de vida a las futuras generaciones, tomando el ejemplo de las pasadas generaciones en la región de las américas y el caribe, especialmente de este hermoso país llamado Perú.

jueves, 20 de agosto de 2020

Impacto económico y social del COVID-19 en economías emergentes

El sol peruano cerró a 3.571/3.573 unidades por dólar el pasado viernes retrocediendo a su menor nivel desde marzo, en una jornada en la que tocó mínimos de 18 años y en la que el Banco Central de Reserva colocó swaps cambiarios por unos S/ 600 millones para frenar la depreciación. Este escenario fue precedido por el escrito de Jaime Rodríguez Z, que bajo el título “La increíble traición de los negocios sanitarios en el Perú” fue publicada dos meses atrás por el Washington Post como precediendo el impacto económico y social en economías emergentes.
“En el Perú, el sector sanitario privado parece haber hecho suya la paparruchada insostenible que repetía hace unos días una mediática periodista local en Twitter: “El afán de lucro mueve al mundo”, para mostrar su cara más inhumana.
Los sucesivos escándalos protagonizados por clínicas, farmacéuticas y proveedores de insumos sanitarios, todos de capital privado, han dejado en claro, además, que el modelo liberal del “sálvese quien pueda (pagarse el seguro privado)”, también es una falacia, porque cuando más las necesitaban, estas empresas han cometido un pecado mortal en el ideario libremercadista: han traicionado a sus propios clientes.
Una historia de capitalismo global, como cualquier otra: en 1986, en Lima, se crea un barrio llamado Las Torres de Limatambo —algo parecido a lo que se conoce en Europa como viviendas de protección oficial o the projects en Estados Unidos—. La flamante farmacia de mi barrio, se llamaba Botica Torres de Limatambo (conocida después como BTL). Durante los 90, ese negocio familiar prosperó hasta convertirse en una cadena importante de farmacias en la ciudad. En 1999 la cadena fue vendida a la multinacional israelí Teva Pharmaceutical Industries, que en 2011 se la vendió al grupo Quicorp, que a su vez fue absorbido en 2018 por el grupo Intercorp que hoy controla el 95% de las farmacias del país —además de uno de los principales bancos, supermercados, cadenas de cines, aseguradoras, restaurantes de comida rápida, hoteles, universidades y colegios— y está liderado por el hombre más rico del Perú, Carlos Rodríguez Pastor, cuya fortuna según la revista Forbes está valorada en más de 4,000 millones de dólares.
Durante la pandemia, muchas farmacias pertenecientes a Intercorp, como BTL, han tenido un papel nefasto especulando, ofreciendo como primera opción medicamentos genéricos de sus propias marcas o encareciendo sus precios ya que el gobierno del Perú no puede, constitucionalmente, regular dichos precios —la Constitución peruana vigente fue promulgada durante el gobierno del dictador Alberto Fujimori en 1993—. De hecho, el gobierno actual ha tenido que adoptar una serie de medidas de emergencia para intentar frenar la voracidad de estas empresas. Por ejemplo, un decreto de urgencia para obligarles a proporcionar al Estado información real sobre sus stocks y sus precios de venta al público. Pero las farmacias son solo un eslabón más de la cadena de la salud privatizada.
Un informe del Instituto Nacional de Salud de Perú, fechado el 29 de mayo, concluyó que clínicas privadas habían hecho cobros irregulares a sus pacientes por las pruebas moleculares para la detección del COVID-19 que el propio instituto realiza gratuitamente. Los cobros de las clínicas se justifican, según recibos, en el material de recogida de la muestra (como guantes o mascarillas descartables) por el que en algunos casos han llegado a cobrar a sus clientes casi 600 soles (unos 170 dólares). Por otro lado, el superintendente de la Superintendencia Nacional de Salud, Carlos Acosta, explicó en un canal nacional que se está realizando un informe al respecto, que involucra a 136 clínicas privadas del país. Todo ello mientras la gente adquiere con ellas deudas millonarias para pagar el tratamiento, muchas veces infructuoso, de sus familiares.
Y en este juego entran, además de las clínicas y las farmacéuticas, las aseguradoras —que, como señala esta investigación del portal Ojo Público, han llegado a elevar hasta en 20% los costos de sus pólizas durante la pandemia—, y los proveedores de insumos tan básicos como el oxígeno medicinal. Esto último es especialmente lacerante en un país en el que la producción de este gas está también monopolizada por dos empresas, Linde y Air Products, a través de varias subsidiarias. Ambas empresas no solo ya habían sido sancionadas en el pasado por monopolizar la producción de oxígeno medicinal en el país, sino que, según señala un informe de la Defensoría del Pueblo, una vez desatada la pandemia habrían también elevado los precios del producto mientras la gente moría, literalmente, por falta de oxígeno.
Ante este panorama cabe preguntarse no ya si es ético dejar la salud y el bienestar de las personas en manos de capitales privados cuya finalidad es, naturalmente, el beneficio económico y no la vida —en el Perú, el gerente de una Administradora Privada de Pensiones, dijo públicamente que “desgraciadamente cada vez vivimos más”—, sino si este modelo es siquiera rentable para las propias economías capitalistas.
Cuando las fuerzas políticas más progresistas defienden medidas tan “radicales” como la salud pública o la renta básica universal, en realidad no están trabajando para ninguna revolución. No, ni Bernie Sanders en Estados Unidos, ni Pablo Iglesias en España o Verónika Mendoza en Perú son políticos antisistema. De hecho, probablemente sus propuestas en materia de salud pública sean las únicas que garantizan la continuidad de un modelo en el que las grandes fortunas puedan subsistir. Es tan elemental como asumir que, de lo contrario, tarde o temprano, tras esta pandemia o las siguientes, no quedará nadie para trabajar en sus fábricas, consumir sus productos o seguir haciendo circular la rueda de hámster del dinero. Pero ni siquiera esto, que parece tan sencillo, ha podido en el Perú con la tentación de engrosar un poco más las arcas a expensas de lo que más sufren.
En el Perú, además, la creación perversa de grandes monopolios muchas veces sustentados en la corrupción, tiene como consecuencia directa una enorme desigualdad social, lo que a su vez genera un aumento constante de la actividad económica informal, ese gran ogro de las economías emergentes.
La gran diferencia que ha puesto de manifiesto esta pandemia en el Perú está en que al ciudadano degradado que especula y vende tanques de oxígeno industrial haciéndolo pasar por medicinal, se le persigue y se le apresa, mientras que al gran capital, que además de lucrarse y abusar de las personas en mitad de una emergencia sanitaria, se acoge a todos los beneficios fiscales, se le rescata.
Esta semana, un reportaje del portal Convoca que analiza la información por el propio Ministerio de Economía peruano, ha revelado que en el marco del programa Reactiva Perú, destinado originalmente a ayudar a pequeñas y medianas empresas a subsistir durante la pandemia, una de las grandes beneficiadas ha sido Intercorp, cuyo banco ocupa el tercer lugar entre las entidades que han gestionado los préstamos y cuyas empresas —entre ellas, la farmacéutica Química Suiza— los han obtenido. Sí, el mismo grupo financiero que es el dueño de la farmacia de mi barrio y de casi la totalidad de cadenas farmacéuticas en el país.
Y el círculo vicioso está empezando a ser insostenible".

miércoles, 19 de agosto de 2020

Se va yendo una generación dorada con el COVID-19

Próximos a cumplir doscientos años de independencia muchos sentimos que en Perú se está yendo una generación que nos merece las más alta consideración y reconocimiento intergeneracional, dejando tras su paso  un legado de valores y principios, producto de una constante lucha para alcanzar sus ideales por ver una cultura de libertad, con pleno Estado de derecho en el país de los Incas.
Una generación noble e íntegra, que no se amilanó ante los retos y desafíos presentados por el territorio donde vivieron y batallaron, caracterizada por una áspera geografía de país andino y amazónico. 
Siguiendo el legado de los antiguos peruanos, se enfrentaron estoicamente a desastres naturales, terremotos,fenómeno El Niño, sequías y epidemias; así como al ataque artero de factores antropogénicos, principalmente a aquellos que permitieron escalar la desigualdad social así como de luchas intestinas, ampliar la brecha de infraestructura física, aumentar los niveles de informalidad, reducir la calidad de los servicios de salud y educación, toleraron que las áreas rurales subsidien a las zonas urbanas, dejando sin mayor sustento de productividad y competitividad vinculada a una pseudo economía social de mercado que beneficia a colectividades en perjuicio del bien común y desarrollo nacional.
En este contexto, corregir el crecimiento mal entendido del país, demanda esfuerzos de largo aliento para alcanzar el desarrollo humano por las que lucharon los antiguos peruanos y soñaron disfrutar esta generación que se nos va yendo.
Es preciso que los valiosos recursos naturales y humanos con que cuenta el país, beneficien a las grandes mayorías y sean distribuidos a los espacios geosociales en todo el territorio nacional.
Por consiguiente, es preciso hacer uso real, efectivo y racional de los recursos que vienen siendo afectados en las últimas décadas, ya sea por acción o inacción de funcionarios responsables del manejo de la cosa pública en los tres niveles de gestión, los cuales fueron o vienen siendo procesados por la justicia ante una corrupción galopante –incluyendo a personajes de los tres poderes del Estado- que merece la aplicación de eficaces políticas de Estado para mitigarlas.
Las políticas, planes, programas y proyectos en el país deben apuntar a un norte definido, obedeciendo a las reales necesidades que ancestralmente demandan los pueblos e inversiones tanto públicas como privadas, para alcanzar el desarrollo sostenible de un país con un pasado glorioso que se encuentra en búsqueda de su destino.

Pacto social para salir de la crisis

Como otros países del Planeta en la actualidad y de cara al futuro, Perú demanda esfuerzos conjuntos para salir de la crisis Social,Política, Económica y Ambiental en que se encuentra sumida por diversos factores acumulados a través del tiempo y evidenciada recientemente por la Pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus en donde Perú es el sexto país con más casos en el mundo. Esta posición, es efecto sistémico de las crisis recurrentes que nos pasa factura cobrando vidas de la generación que se encuentra entre los mayores de 60 años.
La estructura del conteo de esas muertes indica que el 98% son adultos y adultos mayores.
Dadas las condiciones existentes en las zonas calientes del país,en el proceso se infectan también jóvenes que oponen resistencia a perder la vida; siendo los llamados a unirse y trabajar monolíticamente para salir de la crisis,reconstruyendo la Nación, el Estado de derecho, fortaleciendo la gobernanza y dándole gobernabilidad al país.
Para salir de la crisis, entonces es necesario reconocer que la "conocida normalidad" con que se llegaba a cumplir los doscientos años de vida Republicana  no estuvo exenta de elevados niveles de asimetría entre los que nacieron o vivieron lidiando patrióticamente en territorio peruano y que hoy pagan con sus vidas la cuota inicial de la factura que cuesta equilibrar esa iniquidad. Asimismo, las Políticas de Estado a seguir, no pueden soslayar que el Perú se encuentra situado en un lugar estratégico en la Región de las Américas y se encuentra influenciado por elementos externos que deben tomarse en cuenta para consolidar su Política externa, a la par de considerar efectivamente el desarrollo de la ciencia , tecnología e investigación científica, como instrumentos de gestión para los tomadores de decisiones.
Podríamos mencionar una amplia lista de requisitos que no aplicaría a un sistema de numerus clausus por las características de país multidiverso  y la dinámica de ordenamiento territorial que debe aplicarse ante una división política territorial que demostró no ser la ideal para alcanzar el anhelado desarrollo de los pueblos del Perú en su conjunto.

¿Asistencia humanitaria para la costa peruana y Lima ?

La foto del momento viene siendo descrita por una carta abierta de fecha 18 de agosto del 2020, donde Defensoría del Pueblo se pronuncia respecto al régimen de excepción transitorio dictaminado por la administración Vizcarra y terminó prolongándose sucesivamente. En ella hace mención, que a los "cinco meses después de haberse adoptado estas medidas nos encontramos en el momento más crítico de la Pandemia, con un sistema de salud colapsado, una extendida crisis social que afecta severamente los derechos fundamentales de las poblaciones mas vulnerables, en su acceso a la alimentación,vivienda,educación, entre otras necesidades básicas, y el colapso del sistema económico, reflejado en la pérdida de más de seis millones de empleos a nivel nacional (...)."
Bajo este pronunciamiento se critica subliminalmente a la política reactiva de los gobiernos de turno , donde la prevención brilla por su ausencia en espacios altamente vulnerables.
No se observa ni por asomo el amorfo crecimiento concentrado en la costa peruana y la capital de la República peruana, Lima, haciéndola altamente vulnerable a los antes mencionados eventos naturales y los creados por el propio hombre.
Nos queda claro que el País debe ordenar su territorio para buscar su desarrollo, o deberá enfrentar recurrentes crisis que conlleven alcanzar desastres de grandes magnitudes, donde se reducen las opciones de salida que aún le quedan para corregir el espejismo de crecimiento difundida por algunas colectividades que se vieron beneficiadas por el modelo de desarrollo aplicado.
Podemos recurrir a una serie de indicadores económicos, sociales, ambientales .... RIN,PBI,IDH,PEA,ECA (...) , los cuales apuntan a la necesaria toma de decisiones por parte de los actores sociales para adoptar medidas que no sólo constituyan paliativos a una coyuntura de salud pública en una cuenca determinada del país. 
Se sueltan cifras como globos de ensayo, siendo una mas dramática que la otra, informando que el país retrocede décadas en ese desarrollo mal entendido y se pide unidad para reconstruirlo y volver a la "normalidad"; vislumbrando una luz al final del túnel que tiene como nombre "vacuna", como si con esta vacuna - que tiene una finalidad específica - pudiera resolver los grandes problemas nacionales que involucran a los mas de 32 millones de peruanos.   
Los ojos del mundo se posan sobre la zona cero del Perú por el impacto que tiene en la cifra de muertes producidas en corto plazo por enfermedades infecciosas, sin embargo, la generación que se va yendo lidió "a plazos" con las enfermedades producto del arrojo indiscriminado de las aguas de producción vertidas sin tratamiento a cuerpos de agua en zonas de explotación petrolera, las agua contaminadas por metales pesados en áreas con minería informal,deterioro de la calidad de vida por respirar plomo en una de las localidades mas contaminadas del planeta (...) ; teniendo como corolario el desbalance del presupuesto público para priorizar políticamente y en términos electorales a la costa peruana y Lima, con la recurrente lucha contra la corrupción que alcanza a las mas altas esferas del poder, que constituye un verdadero cuello de botella al que las sucesivas administraciones de los gobiernos democráticos en Perú se comprometan efectivamente a combatir frontalmente bajo una política de Estado que trascienda a una norma declarativa.
La vulnerabilidad de Lima creció exponencialmente por la política centralista del crecimiento peruano.

jueves, 13 de agosto de 2020

Importante giro en estrategia de lucha contra el COVID-19 en Perú

Las pruebas moleculares (PCR) para detectar la presencia de la infección viral por COVID-19, así como las pruebas serológicas de anticuerpos y la inmunidad potencial, son considerados como fundamentales para medir la propagación (transmisión) de la enfermedad infecciosa. Los gobiernos, las empresas y las familias dependen de los datos de estas pruebas a medida que toman decisiones sobre el camino a seguir de cara al futuro.

Experiencia para el caso peruano

La administración Vizcarra, apostó básicamente por las pruebas serológicas de anticuerpos, las denominadas masivas "Pruebas Rápidas" con los conocidos resultados en su lucha contra la pandemia, situándose actualmente en sexto lugar de países más infectados del planeta. 
En este contexto, se evaluaron los riesgos de los niveles de sensibilidad y especificidad informados por los diferentes fabricantes de estas pruebas rápidas, algunos de los cuales no contaban necesariamente con la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés) que es la agencia gubernamental de Estados Unidos encargada de la regulación de alimentos, tanto para personas como para animales, aparatos médicos, productos biológicos y derivados; o el organismo regulador nacional.

Total de casos positivos diagnosticados en Perú

Con la aplicación de la estrategia inicial de lucha contra el COVID-19, se está por alcanzar el medio millón de casos positivos identificados con el nuevo coronavirus al 12 de agosto de 2020, siendo más exactos se alcanza 498.555 pruebas que resultaron positivos , de los cuales setenta y cuatro por ciento (74%) corresponden a resultados con pruebas rápidas y sólo veintiséis por ciento (26%) fueron diagnosticados utilizando pruebas moleculares (PCR).  
La incertidumbre en la medición reportada por las pruebas rápidas fueron alimentadas por diversos factores que expliqué progresivamente en este espacio, hecho que llevó a que exista en la actualidad más de cien proveedores de pruebas rápidas de COVID-19 en el país según reporte del diario Gestión.

Voluntad de cambio

Un importante giro en la estrategia de lucha contra el COVID-19 dará la administración Vizcarra, al remplazar paulatinamente las pruebas rápidas por moleculares (PCR) para detectar casos de infectados por el nuevo coronavirus.
La ministra de Salud del Perú Mazzetti, anunció que ya se tienen ochocientos mil pruebas moleculares y que se espera acopiar un millón la próxima semana.
El diario El Comercio, publicó las siguientes declaraciones de la actual ministra de salud: "Necesitamos cambiar y virar la estrategia, e ir a la parte de la atención primaria, necesitamos llegar al ciudadano e identificar, necesitamos poder contar con pruebas, de ser posible, moleculares, ya estamos haciendo acopio de pruebas moleculares, ya tenemos 800 mil, esperamos que la próxima semana tengamos un millón y esto nos permita ir poco a poco, con una estrategia, cambiando a las pruebas moleculares".

domingo, 2 de agosto de 2020

Perú : Entre la Salud y la Economía

Un interesante análisis sobre la situación peruana presenta el programa ¡Ahí les va !, rescatando cifras paradójicas que contemplamos en este espacio para analizar problemas estructurales y de larga data, que contribuyen a explicar con meridiana claridad el porqué se considera al Perú como uno de las países más golpeados de América y del mundo entero por el COVID-19.   

Es necesario ver la foto completa en casi dos siglos

Peru, próximo a cumplir doscientos años de vida republicana fue progresivamente construyendo un desarrollo mal entendido, ejerciendo una presión sobre los servicios básicos concentrados en la franja desértica de la costa , allí donde se localiza la mayor parte de su población, particularmente en Lima.
Es justamente esta zona caliente de Lima, que se presenta como el cuello de botella, una suerte de nudo gordiano que diferentes gestiones de gobierno no pudieron resolver. 
En este contexto, ya hace tres décadas atrás, escribíamos y explicábamos en distintos foros, que una situación como la que se está viviendo con la pandemia en el país de los Incas podría suceder, sin perjuicio de incorporar data de un evento sísmico de grandes proporciones que eventualmente podría afectar a la altamente vulnerable Lima.
Es más, en este espacio también tocamos no pocas veces como el país crecía sin lograr el ansiado desarrollo, convirtiendo a Lima como su carta de presentación para mostrar los óptimos locales, soslayando el progreso y desarrollo en el resto del país.
Los efectos son evidentes,Lima se convirtió en una megaciudad cosmopolita, presentando características de las grandes zonas urbanas del planeta. Con los privilegios logrados, se abrieron marcadas brechas sociales respecto a los otros espacios de demarcación política con que cuenta el país, hecho que se advierte en el presupuesto y gasto público nacional.
Hace cinco años atrás, más del cincuenta por ciento del PBI del país se generó en el departamento de Lima, para el 2020 esta tendencia centralista fue evidenciada por las cifras expuestas por el brote epidémico del nuevo coronavirus : la mitad de muertes ocurridas directa o indirectamente por el COVID-19 se concentran en Lima. 
 
Los medios internacionales replican la información transmitida por medios de comunicación peruanos poco informados , que sólo se limitan a ver la foto del momento, sin investigar el porqué falla la operatividad en los sistemas públicos, particularmente en el sistema de salud , del cual se afirma que se invirtió muy poco de su presupuesto público. No dan cuenta de la calidad del gasto público en Salud ni el boyante sistema de salud privado que creció vinculado a marcadas deficiencias del Estado en sus tres niveles de gestión.

Diagnóstico recurrente

Así como es predecible la ocurrencia periódica del fenómeno El Niño en Perú, se conoce de las causas que provocan la presencia de una elevada informalidad laboral, la irregular densidad poblacional y concentración en Lima, la restricción en el acceso y disponibilidad al recurso agua, el hacinamiento de las viviendas en los bolsones de pobreza, el inadecuado transporte público masivo,la dicotomía entre la autoridad real y la autoridad formal, el bajo cumplimiento de leyes y normas legales por parte de usuarios y de propios funcionarios públicos, los altos niveles de corrupción a que se ha llegado en el país, haciendo insuficientes los esfuerzos desplegados por la contraloría general de la república,ministerio público y poder judicial; de tal forma que el accionar delictivo de algunos responsables del manejo de la cosa pública, no bajó en su producción durante el ataque artero del nuevo coronavirus.
A los hechos previsibles precitados, se incorpora la población migrante venezolana que en su mayoría en Perú se sitúa en Lima;lo cual incrementa la presión en la zona caliente. 
La respuesta ligera de algunos medios de comunicación masivos en Perú, es "responsabilizar a la insensible e irresponsable población peruana" por el incremento de infectados por el virus, soslayando la parte que corresponde a la crisis política que afecta como un mal crónico a la gobernabilidad y gobernanza del país.    

Aclarando el panorama en el manejo del incremento del brote epidémico

El incremento de casos diagnosticados por infectados con el nuevo coronavirus coincide con el levantamiento y flexibilización de las medidas tomadas para evitar la transmisión del COVID-19. Del mismo modo que sustentamos en este espacio la necesidad de revisar el evidente subregistro en el caso de muertes atribuidas por causas del COVID-19 y que finalmente fue aceptada por la administración Vizcarra, en este extremo del aumento de infectados , es necesario considerar los siguientes hechos irrefutables : En Lima-Perú, en el periodo 2019-2020 se viene presentando la crudeza de un invierno no presentado en los últimos cincuenta años, lo cual genera un incremento de infecciones respiratorias agudas; las infecciones virales por gripe estacional es susceptible de generar falsos positivos en las denominadas pruebas rápidas que no presentan ni la sensibilidad ni especificidad que caracterizan a las pruebas moleculares para tener acceso a un resultado confiable en la detección y diagnóstico de la infección con el nuevo coronavirus SARS COV -2  ó COVID-19.
Debemos tener en cuenta que setenta y tres por ciento (73%) de casos positivos se han identificado mediante las denominadas pruebas rápidas de los 422.183 casos positivos al COVID-19 en total que refiere tener el país al primero de agosto del 2020.
De otro lado, se cuenta con el registro histórico que en el Perú las neumonías son la primera causa de mortalidad general; según el informe publicado en el 2013 por el instituto Health Metrics and Evaluation, que estudió las causas de muertes prematuras en 1990 y 2010, las infecciones respiratorias bajas, siguen siendo la primera causa de muerte prematura en el Perú, que enmarca los registros de morbimortalidad exante a la Pandemia de COVID-19.
Transcurrido el tiempo y en este orden de ideas, el tema pasa por mejorar en el diagnóstico inicialmente planteado por la prevalencia de la enfermedad infecciosa en curso de pandemia. El pánico causado por la presencia del COVID-19 "hizo invisibles" a otras enfermedades infecciosas consideradas endémicas en Perú.

Reconstrucción y ventana de oportunidades

Los retos y desafíos planteados por el brote epidémico del COVID-19 a la administración Vizcarra, tuvieron una respuesta celebrada por muchos,  al tomar medidas oportunas para reducir la velocidad de transmisión de la enfermedad infecciosa viral causada por el COVID-19; sin embargo, las limitaciones existentes antes descritas no permitieron que se cumpliera con los objetivos y metas previstas por las autoridades en función. Al 10 de mayo del 2020, Perú lideraba la lista regional de América Latina de mayor gasto fiscal frente a la pandemia con un nueve por ciento (9%) del PBI, en tanto que según el Banco Mundial, Perú caerá 12% y será el país con mayor caída de PBI en Sudamérica el 2020. 
Sin perjuicio a ello,en un escenario pre electoral y de reconstrucción nacional, se abren ventanas de oportunidades al mantener una economía macroeconómica estable en la región de las américas, que permite accionar en los doce meses restantes que le quedan a las actuales autoridades en función , para trabajar en las causas que generan el estado de situación actual del brote epidémico y entregar la posta democrática a los nuevos funcionarios que continuarán la lucha contra el enemigo invisible común.
Perú es un país minero, que cuenta con diversos recursos para superar la crisis económica mundial generada por la Pandemia del COVID-19, uno de ellos y como un importante productor de oro, se beneficia con los precios internacionales alcanzados por el oro que llegó a 1.962 dólares por onza, como un máximo histórico, en medio de los temores sobre la economía global afectada por el COVID-19.