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lunes, 15 de agosto de 2022

Alerta temprana y nivel de respuesta ante desastres

Hace quince años atrás , un 15 de agosto como hoy, ocurrió un sismo de 7.9 Magnitud de Momento (Mw), acontecido en el año 2007 con epicentro en Pisco, Ica, al sur de Lima, la capital peruana.
Este evento produjo 596 muertes, miles de heridos y población damnificada, contabilizándose 93 mil 708 viviendas entre destruidas e inhabitables. 

Cifras de simulacro

Desde el centro histórico de Lima, hoy 15 de agosto de 2022, se evalúa la capacidad de respuesta del municipio de Lima frente a un sismo de 8,8 MW, reportando 8.090 muertes como reporte preliminar de daños al 40%.
Cabe precisar que estas cifra corresponde sólo al centro de Lima, lo cual evidencia la alta vulnerabilidad existente frente a desastres naturales.
El escenario multipeligro por sismo de 8.8 MW seguido de tsunami solamente en Lima metropolitana y Callao estimado en 2017 estimaba 110,313 muertes con mas de 2 millones de heridos, 353.497 viviendas destruidas y 623.882 edificaciones inhabitables.
Transcurridos cinco años, el escenario de vulnerabilidad no mejora, pues no se evidencia el nivel de respuesta adecuada para prevenir desastres en la capital de la república peruana.

Causas antropogénicas     

La actividad humana, con la informalidad y edificaciones antitécnicas, incrementan los niveles de riesgo en ciudades como Lima, donde la presión demográfica y el criterio de coberturar servicios básicos sin tomar en consideración criterios técnicos, agudizan la vulnerabilidad de la ciudad.
Es así que se presentan construcciones levantadas en suelos de reducida capacidad portante, además de áreas consolidadas donde los servicios de energía (electricidad, gas), agua, desague y telefonía, se conectan en puntos críticos, donde existe alta probabilidad que formen parte de la población afectada.   
Areas críticas enterradas, que agrudizan la vulnerabilidad de la ciudad de Lima-Perú

Prevenir y no lamentar

Imágenes como las percibidas en el sismo de la ciudad de Pisco en Ica, no debieran repetirse con las lamentables pérdidas de vidas humanas y elevados costos económicos y financieros que implica su reconstrucción.
Efectos del sismo en la ciudad de Pisco del año 2007.

El país se encuentra a tiempo para trabajar en el control de riesgos y vulnerabilidades, no es una opción dejar de trabajar en ese sentido.
Son conocidas las debilidades existentes para los escenarios de antes,durante y despúes del desastre en Lima y callao frente a un sismo de gran magnitud seguido por tsunami: áreas susceptibles de licuefacción de suelos, zonas donde no existen hidrántes ni la suficiente presión de agua para mitigar simultaneidad de incendios, necesidad de incrementar la capacidad operativa y logística para atender cientos de miles de heridos, carencia de escombreras falta de capacidad de gasto público en prevención...entre otras que con la pandemia del COVID-19 se evidenciaron.

miércoles, 28 de octubre de 2020

LIMA TIEMBLA SIN MAYOR PREVENCIÓN

En “Impacto post sismo de lo altamente improbable en Lima” haciendo uso de la metáfora del cisne negro, publicado hace dos años atrás - un jueves 18 de octubre del 2018- indiqué que era muy necesario desarrollar una agenda de trabajo para aplicar acciones preventivas ante un eventual sismo de gran magnitud que podría afectar fundamentalmente a las áreas plenamente identificadas como zonas rojas en caso de desastres.
Para graficar la importancia del tema, tomé como referencia al estudio "Escenario sísmico para Lima Metropolitana y Callao" del año 2017 realizado por INDECI, en el cual los expertos suscribimos que de liberarse la energía sísmica acumulada desde el gran terremoto del año 1746, se podría generar un sismo de magnitud hasta de 8.8 Mw (magnitud momento).
Como escenario del evento sísmico para Lima, el estudio estima un total que se aproxima a los diez millones de habitantes y se tiene a más de dos millones de viviendas expuestas, y para el Callao; un total que se aproxima al millón de habitantes y supera las doscientos mil viviendas expuestas.
Construcciones en suelos sin capacidad de carga aumenta los riesgos en Lima y Callao
De producirse este evento el efecto de los daños previstos por el precitado estudio para Lima Metropolitana y Callao , impactaría con más de cien mil muertos; los heridos superan los dos millones de personas, más de trescientos mil viviendas destruidas y las viviendas inhabitables superan en número a los seiscientos mil.

Escenario Dantesco

El impacto que deja el paso de la actual Pandemia de la enfermedad infecciosa, medidas en términos de crisis en salud pública, económica, social, ambiental , sumadas a la crisis política; se verían multiplicadas , toda vez que si bien la Pandemia desde marzo a octubre en todo el Perú provocó a la fecha el orden de treinta y cuatro mil muertes, este evento natural triplicaría esta cantidad de muertes en una lapso sumamente corto sólo en Lima Metropolitana y el Callao.
El manejo post desastre natural implicaría la necesaria gestión adecuada de los servicios y logística en salud que se verían nuevamente colapsados. La atención de más de dos millones de heridos implica un manejo especial, de igual manera, la disposición sanitaria de los muertos para evitar focos infecciosos epidémicos. 
El escenario post desastre, indica la necesidad de servicios básicos, en particular del agua para consumo humano. La destrucción de edificaciones y viviendas generarán un trabajo efectivo de los equipos de rescate y la simultaneidad de incendios dotará de arduo trabajo a las compañías de bomberos existentes en Lima y Callao que se ven fácilmente superadas respecto al número de estaciones de gas, petróleo y gasolina existentes.
El proceso de demolición y disposición adecuada de las edificaciones destruidas demandará impactos adicionales por la remoción de escombros y evacuación final; todo ello sin perjuicio a la disposición sanitaria de los residuos sólidos municipales e industriales que deben ser atendidas. Un tema sustantivo será el manejo de los desagües municipales  y aguas residuales industriales que deberán ser atendidos con prontitud para evitar la formación de plagas de insectos y controlar los olores que emanan las aguas negras.
El abastecimiento de alimentos a las zonas vulnerables ya identificadas en los bolsones de pobreza extrema demandará una acción coordinada de la defensa civil y otros organismos del sistema de control y prevención de riesgos existentes en el país.

Prevención para evitar pasar de la Emergencia al Desastre

Reitero que la aplicación de los principios de prevención y precaución devienen en altamente recomendables, la actual experiencia dejada para el control de la enfermedad infecciosa y la eventual segunda ola sobre la zona caliente de Lima y Callao, nos permite sugerir en la mejor de las formas a los actuales funcionarios y autoridades en curso, redoblar esfuerzos para mitigar el potencial impacto que afectaría directa e indirectamente a casi un tercio de la población peruana y cerca a la mitad del PBI nacional. 
La proximidad de la estación de lluvias en la sierra central implica actividades "rutinarias" de descolmatación de las cuencas de los ríos Rímac, Chillón y Lurín; sin embargo debo insistir en el hecho que Lima tiembla sin mayor prevención y que la próxima administración del Estado peruano debe aterrizar con una adecuada planificación aplicando políticas, Planes y programas adecuados a esta realidad que pende como una espada de Damocles sobre los futuros aspirantes a la casa de Pizarro.
Reporte del sismo de ayer martes 27 de octubre del 2020 


Reporte del sismo del sábado 24 de octubre del 2020.

lunes, 5 de octubre de 2020

Estrés hídrico en Perú, causó el mayor impacto por COVID-19

Los principales indicadores que permiten comparar el grado de acatamiento de la cuarentena a nivel mundial señalan no sólo que el Perú no estuvo entre los países que mostraron menores niveles de disciplina social, más bien lo contrario. La disposición al acatamiento y al sacrificio de la población fue relativamente elevada. Si se quiere entender el porqué de la mala situación del país, tal vez se debería observar con más cuidado a otros componentes, como es el caso del estrés hídrico. El alto estrés hídrico en Perú, con especial énfasis en la costa desértica peruana, puso al país como uno de los mas afectados por el COVID-19 en el planeta. 

Una publicación de RPP desvirtúa el tema de la indisciplina frente a  la cuarentena impuesta a la población peruana en los siguientes términos :

Indicadores de desmovilización 

Mediante diversas fuentes e indicadores se observó la medida en la cual los peruanos tuvieron una conducta coherente con una cuarentena estricta.

Una encuesta de IEP , tomada en mayo del 2020, mostraba que el 75% de los peruanos consideraba que la principal razón por la que no se ha podido controlar la epidemia de la COVID-19 es “por los ciudadanos irresponsables que no cumplen con las disposiciones del gobierno”. Es decir, la inmensa mayoría de los peruanos considera que el contagio extendido de COVID-19 se debe a la baja disposición de la población para acatar las medidas de aislamiento social y de cuidado personal necesarias para reducir su propagación. Hay quienes explican esto en función a múltiples causas, entre las que se encuentran la alta informalidad, precarias condiciones de vida de gran parte de la población, la falta de educación o el sistema de valores de la población.

Dado que el impacto de la COVID-19 en el Perú ha estado entre los más fuertes del mundo se esperaría que el acatamiento de la cuarentena estaría entre los más bajos también.

Mediante diversas fuentes e indicadores se observó la medida en la cual los peruanos tuvieron una conducta coherente con una cuarentena estricta. Hemos encontrado que, a diferencia de lo que muchos creen, el acatamiento de la cuarentena en el Perú fue más respetado que en los países más exitosos de la región.

El primer indicador consiste en Google Community Mobility Report, el cual acopia datos respecto al desplazamiento de las personas con celulares con sistema Android. Para los primeros sesenta días de cuarentena, justamente cuando la epidemia se propagó con mayor rapidez, se puede observar que el Perú se encontró entre los países con mayor reducción de visitas a tiendas, supermercados, parques, estaciones de transporte y lugares de trabajo del mundo.   Se argumenta que estos reportes no son válidos para el Perú puesto que gran parte de la población no tiene acceso a smartphones, sin embargo, la penetración de smartphones en hogares a nivel nacional es 73.4% y en el caso de Lima, una de las ciudades más golpeadas por COVID-19 del mundo es 91.2%. En Lima la reducción en el desplazamiento en el periodo mencionado llego al 75.7%.

Otra fuente de información consiste en el reporte de Big Data del BBVA Research que recolecta información respecto a la conducta de gastos en el Perú. Al analizar el reporte se observó que la caída más abrupta en pagos con tarjeta en físico (-75%) fue en el caso peruano. También tuvo la caída más fuerte en retiros de dinero de cajeros automáticos, lo cual se halla fuertemente asociado a las actividades del sector informal, llegándose a una caída de 61%.

Otros indicadores de desmovilización se pueden obtener del Tablero de Impacto del Coronavirus del BID. El primer indicador llamativo consiste en el de intensidad de Congestión de Tráfico por país.   Esto nos señala la severa reducción en el uso de vehículos que se dio durante la cuarentena en Lima.

Otro indicador llamativo mostrado por el BID es el referente a disminución en la emisión de dióxido de nitrógeno. Este compuesto químico está asociado al uso de combustibles fósiles, es decir, su caída es un indicador de la disminución de uso de vehículos. Se acopió datos de 7 ciudades importantes de Latinoamérica, mostrándose que fue Lima en la cual se dio la caída más dramática en las emisiones.

Hay quienes podrían afirmar que datos de celulares y uso de vehículos no reflejan la conducta de la mayoría de los peruanos sino de los sectores más acomodados. En esta visión tendríamos sectores medios y altos con elevados niveles de acatamiento y sectores populares con bajísimos niveles. Pero esta visión no es coherente con los estudios de seroprevalencia en Lima que mostraron niveles de exposición a la COVID-19 sin diferencias significativas  entre diversas zonas de Lima independientemente del nivel económico.

Población sin acceso al agua potable

Para sustentar el tema del estrés hídrico y su influencia decisiva en el impacto del COVID-19 en el Perú, me apoyaré en una publicación titulada "Falta de agua en Lima : Análisis y soluciones" que tiene el sello de El Comercio, difundida antes del arribo a territorio peruano del COVID-19. 

En esta publicación que data de abril del 2019, se indica que 870 mil viviendas no cuentan con agua potable, lo que implica el orden de 2 millones seiscientos mil habitantes tienen estas limitaciones, especialmente en zonas críticas como es el caso de Lima, ciudad levantada sobre un desierto.

La escasez de agua en Lima se presentan básicamente en los cerros y en viviendas construidas informalmente. En estos lugares la población llega a pagar un precio elevado hasta ocho veces más que la población que cuenta con el servicio de agua en sus domicilios.

Otro componente que influye en la falta de agua es la poca cultura hídrica existente, que genera pérdidas de agua y el uso irracional de este recurso, pese a que por efectos del cambio climático, los deshielos de los glaciares ubicados en la zona central del país, que constituyen las fuentes que proporcionan agua a la ciudad de Lima pueden desaparecer antes del 2045. 

Necesario aumento en la capacidad de respuesta frente al COVID-19

La administración Vizcarra, indica que el país se encuentra preparada ante un eventual rebrote de la actual Pandemia, basándose en el estimado que como un 40% de la población peruana ya se contagió de COVID-19, por lo que el porcentaje de ciudadanos susceptibles a adquirir la enfermedad en el país sería menor al de otras naciones; particularmente discrepo respetuosamente de esta posición, pues la realidad de los hechos respecto a la dramática gestión del recurso agua y la existencia del alto estrés hídrico nos dicen todo lo contrario
En este sentido, se hace muy necesario difundir la cultura hídrica en el país, incorporando transversalmente valores inherentes al eficiente uso del agua, reuso , control de fugas, almacenamiento adecuado, ahorro, costo del agua (...) en los diferentes niveles de gestión de la administración del Estado y la sociedad civil. Asimismo, tender puentes para que el sector privado internalice la necesidad de sumar esfuerzos para mitigar la contaminación de las aguas que constituye un importante componente en el alto estrés hídrico que presenta el país, especialmente en la franja costera.
Los especialistas, ingenieros sanitarios y ambientales del Perú, indicamos con antelación las medidas que debieran adoptarse con el agua, incidiendo en los mejores hábitos de consumo, con énfasis en Lima, lo cual fue recogido en el año 2014 por una publicación de WWF bajo el título " Un frágil ciclo, agua energía y población en Lima", expresando su preocupación respecto al consumo y provisión de agua de la ciudad de Lima y principalmente los cambios en los ecosistemas naturales que la sustentan, es decir, la infraestructura verde que almacena, regula y provee el recurso, todo esto antes del arribo del COVID-19 al país, lo cual se mantiene en la agenda pendiente para incrementar la capacidad de respuesta del país frente al COVID-19.

lunes, 24 de agosto de 2020

Construyendo un nuevo modelo para el crecimiento post COVID-19

En Perú es necesario adecuar un nuevo modelo sistémico para impulsar su crecimiento y desarrollo. La información recabada del proceso epidémico en curso sobre COVID-19, viene confirmando nuestra hipótesis inicial planteada luego de levantar y procesar datos de la epidemia de El cólera -casi tres décadas atrás_ asociados a la salud pública y teniendo como unidad de gestión a la cuenca hidrográfica, de la cual extraemos el nexo agua-alimento y energía como relaciones entre sus elementos que lo conforman.

Factores que influyen en la diferencia de mortalidad por COVID-19

Tanto las epidemias de las enfermedades infecciosas producidas por bacterias (El cólera) o virales (COVID-19) acontecidas en diferentes espacios de cuencas hidrográficas en territorio peruano - con impacto en la salud pública- nos permiten indicar la existencia de factores que marcan la diferencia de mortalidad causadas por estas epidemias, los cuales van estrechamente asociadas con la deficiencia -medidas en términos de acceso y disponibilidad- del agua para consumo humano, alimentación que reduce la capacidad de respuesta del sistema inmunológico,  y energía para la conservación de alimentos.  

Mortalidad como indicador

El cólera dejó en su paso por el Perú 2,909 fallecidos, sin embargo logramos tasas bajas de letalidad , pues menos del uno por ciento de los enfermos, murió; pero la media subía en las zonas rurales y dispersas como en caso de la Selva y Cajamarca, donde subió a 6% y 10%, respectivamente.
Sin embargo, con el actual proceso seguido por la enfermedad infecciosa COVID-19 en Perú, se cuenta con la cifra oficial de 27.453 fallecimientos, desde su aparición en la primera semana de marzo hasta el 22  de agosto del 2020, teniendo el 45% de fallecimientos localizados en la cuenca baja del río Rímac: Lima Metropolitana y El Callao. El otro detalle a tener presente es que de la cifra total de fallecidos, el 98.7 % fueron adultos y adultos mayores, concentrados en esta zona caliente.
La concurrencia de factores ambientales impactados genera una mayor morbimortalidad en la zona cero.
A los efectos de medir la magnitud del impacto en Lima metropolitana y Callao,me apoyaré en el cuadro elaborado por la Universidad Johns Hopkins donde se presenta la mayor cantidad de muertes proporcionalmente a sus casos o población de COVID-19, no necesariamente la mayoría de las muertes en general. En este, el Perú figura en el primer lugar del cuadro entre los veinte países actualmente más afectados por COVID-19 en todo el mundo, las barras en el cuadro muestran el número de muertes por cada 100 casos confirmados (tasa de letalidad observada) o por cada 100.000 habitantes (esto representa la población general de un país, con ambos casos confirmados y personas sanas). 
Perú destaca por el número de muertes debido a COVID-19 por cada 100 mil habitantes en el mundo

Triada ecológica : Agua-alimento-energía

Considerando que en una enfermedad infecciosa viral intervienen tres factores que interactúan entre sí sistémicamente: Virus, Hospedero y Medio Ambiente; identificamos a la falta de recurso agua para uso y consumo humano como un factor decisivo que hace la diferencia en la mortalidad por COVID-19, además de la seguridad y calidad alimentaria, seguido por la carencia de energía en hogares que no hacen posible contar con equipos para mantener refrigerados alimentos perecibles por varios dias, con lo cual las medidas de confinamiento obligatorio o cuarentenas establecidas no resultan eficientes, principalmente en los cordones y bolsones de pobreza extrema, donde se localizan las poblaciones altamente vulnerables, principalmente los adultos y adultos mayores.
El Perú, sabiéndose país megadiverso, descuidó elementos sustantivos inherentes al cambio climático, con los desastres naturales y subsecuentes epidemias como el Cólera y tres décadas después con el Covid-19, que constituyen indicadores de unas deficiencias estructurales que transcurrido un tiempo prudencial tenían que haberse encarado con Políticas de Estado definidas, planes ,programas y proyectos estratégicos priorizados.
En consecuencia, el modelo de crecimiento y desarrollo aplicado, se tornó insostenible, lo que científicamente evidenciamos en las cuencas de la costa y Lima, la ciudad que hoy se encuentra entre las capitales de países más impactadas del mundo por la Pandemia. 

Agenda pendiente

Quienes investigamos los procesos históricos en la región de las américas y especialmente en Perú -haciendo una suerte de prospectiva estratégica- visualizamos este escenario post desastre : un Estado que enajena responsabilidades ante la incapacidad de gestión en sus niveles de gobierno. Nos encontramos en un momento extremadamente crítico, no solo en salud, también la crisis es política, ambiental,social y económica que duda cabe.
En ese sentido, se requiere romper paradigmas y establecer modelos disruptivos para suplir el modelo de crecimiento aplicado que nos llevó a un desarrollo mal entendido, donde la corrupción penetra e inficiona tanto a personas naturales como jurídicas , debilitando la gobernanza y poniendo en riesgo la gobernabilidad del país. 
La Nación demanda de sus integrantes, la conjunción de sus mejores mentes en diferentes especialidades para aplicar en la praxis un modelo de desarrollo en diversos sectores que permita reducir la brecha existente, proceso que demandará esfuerzos de largo aliento, pero que estamos convencidos que por las raíces de nuestra cultura milenaria podremos superar los impases subsistentes, sólo depende de esta generación para que haga viable una mejor calidad de vida a las futuras generaciones, tomando el ejemplo de las pasadas generaciones en la región de las américas y el caribe, especialmente de este hermoso país llamado Perú.

miércoles, 19 de agosto de 2020

Se va yendo una generación dorada con el COVID-19

Próximos a cumplir doscientos años de independencia muchos sentimos que en Perú se está yendo una generación que nos merece las más alta consideración y reconocimiento intergeneracional, dejando tras su paso  un legado de valores y principios, producto de una constante lucha para alcanzar sus ideales por ver una cultura de libertad, con pleno Estado de derecho en el país de los Incas.
Una generación noble e íntegra, que no se amilanó ante los retos y desafíos presentados por el territorio donde vivieron y batallaron, caracterizada por una áspera geografía de país andino y amazónico. 
Siguiendo el legado de los antiguos peruanos, se enfrentaron estoicamente a desastres naturales, terremotos,fenómeno El Niño, sequías y epidemias; así como al ataque artero de factores antropogénicos, principalmente a aquellos que permitieron escalar la desigualdad social así como de luchas intestinas, ampliar la brecha de infraestructura física, aumentar los niveles de informalidad, reducir la calidad de los servicios de salud y educación, toleraron que las áreas rurales subsidien a las zonas urbanas, dejando sin mayor sustento de productividad y competitividad vinculada a una pseudo economía social de mercado que beneficia a colectividades en perjuicio del bien común y desarrollo nacional.
En este contexto, corregir el crecimiento mal entendido del país, demanda esfuerzos de largo aliento para alcanzar el desarrollo humano por las que lucharon los antiguos peruanos y soñaron disfrutar esta generación que se nos va yendo.
Es preciso que los valiosos recursos naturales y humanos con que cuenta el país, beneficien a las grandes mayorías y sean distribuidos a los espacios geosociales en todo el territorio nacional.
Por consiguiente, es preciso hacer uso real, efectivo y racional de los recursos que vienen siendo afectados en las últimas décadas, ya sea por acción o inacción de funcionarios responsables del manejo de la cosa pública en los tres niveles de gestión, los cuales fueron o vienen siendo procesados por la justicia ante una corrupción galopante –incluyendo a personajes de los tres poderes del Estado- que merece la aplicación de eficaces políticas de Estado para mitigarlas.
Las políticas, planes, programas y proyectos en el país deben apuntar a un norte definido, obedeciendo a las reales necesidades que ancestralmente demandan los pueblos e inversiones tanto públicas como privadas, para alcanzar el desarrollo sostenible de un país con un pasado glorioso que se encuentra en búsqueda de su destino.

Pacto social para salir de la crisis

Como otros países del Planeta en la actualidad y de cara al futuro, Perú demanda esfuerzos conjuntos para salir de la crisis Social,Política, Económica y Ambiental en que se encuentra sumida por diversos factores acumulados a través del tiempo y evidenciada recientemente por la Pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus en donde Perú es el sexto país con más casos en el mundo. Esta posición, es efecto sistémico de las crisis recurrentes que nos pasa factura cobrando vidas de la generación que se encuentra entre los mayores de 60 años.
La estructura del conteo de esas muertes indica que el 98% son adultos y adultos mayores.
Dadas las condiciones existentes en las zonas calientes del país,en el proceso se infectan también jóvenes que oponen resistencia a perder la vida; siendo los llamados a unirse y trabajar monolíticamente para salir de la crisis,reconstruyendo la Nación, el Estado de derecho, fortaleciendo la gobernanza y dándole gobernabilidad al país.
Para salir de la crisis, entonces es necesario reconocer que la "conocida normalidad" con que se llegaba a cumplir los doscientos años de vida Republicana  no estuvo exenta de elevados niveles de asimetría entre los que nacieron o vivieron lidiando patrióticamente en territorio peruano y que hoy pagan con sus vidas la cuota inicial de la factura que cuesta equilibrar esa iniquidad. Asimismo, las Políticas de Estado a seguir, no pueden soslayar que el Perú se encuentra situado en un lugar estratégico en la Región de las Américas y se encuentra influenciado por elementos externos que deben tomarse en cuenta para consolidar su Política externa, a la par de considerar efectivamente el desarrollo de la ciencia , tecnología e investigación científica, como instrumentos de gestión para los tomadores de decisiones.
Podríamos mencionar una amplia lista de requisitos que no aplicaría a un sistema de numerus clausus por las características de país multidiverso  y la dinámica de ordenamiento territorial que debe aplicarse ante una división política territorial que demostró no ser la ideal para alcanzar el anhelado desarrollo de los pueblos del Perú en su conjunto.

¿Asistencia humanitaria para la costa peruana y Lima ?

La foto del momento viene siendo descrita por una carta abierta de fecha 18 de agosto del 2020, donde Defensoría del Pueblo se pronuncia respecto al régimen de excepción transitorio dictaminado por la administración Vizcarra y terminó prolongándose sucesivamente. En ella hace mención, que a los "cinco meses después de haberse adoptado estas medidas nos encontramos en el momento más crítico de la Pandemia, con un sistema de salud colapsado, una extendida crisis social que afecta severamente los derechos fundamentales de las poblaciones mas vulnerables, en su acceso a la alimentación,vivienda,educación, entre otras necesidades básicas, y el colapso del sistema económico, reflejado en la pérdida de más de seis millones de empleos a nivel nacional (...)."
Bajo este pronunciamiento se critica subliminalmente a la política reactiva de los gobiernos de turno , donde la prevención brilla por su ausencia en espacios altamente vulnerables.
No se observa ni por asomo el amorfo crecimiento concentrado en la costa peruana y la capital de la República peruana, Lima, haciéndola altamente vulnerable a los antes mencionados eventos naturales y los creados por el propio hombre.
Nos queda claro que el País debe ordenar su territorio para buscar su desarrollo, o deberá enfrentar recurrentes crisis que conlleven alcanzar desastres de grandes magnitudes, donde se reducen las opciones de salida que aún le quedan para corregir el espejismo de crecimiento difundida por algunas colectividades que se vieron beneficiadas por el modelo de desarrollo aplicado.
Podemos recurrir a una serie de indicadores económicos, sociales, ambientales .... RIN,PBI,IDH,PEA,ECA (...) , los cuales apuntan a la necesaria toma de decisiones por parte de los actores sociales para adoptar medidas que no sólo constituyan paliativos a una coyuntura de salud pública en una cuenca determinada del país. 
Se sueltan cifras como globos de ensayo, siendo una mas dramática que la otra, informando que el país retrocede décadas en ese desarrollo mal entendido y se pide unidad para reconstruirlo y volver a la "normalidad"; vislumbrando una luz al final del túnel que tiene como nombre "vacuna", como si con esta vacuna - que tiene una finalidad específica - pudiera resolver los grandes problemas nacionales que involucran a los mas de 32 millones de peruanos.   
Los ojos del mundo se posan sobre la zona cero del Perú por el impacto que tiene en la cifra de muertes producidas en corto plazo por enfermedades infecciosas, sin embargo, la generación que se va yendo lidió "a plazos" con las enfermedades producto del arrojo indiscriminado de las aguas de producción vertidas sin tratamiento a cuerpos de agua en zonas de explotación petrolera, las agua contaminadas por metales pesados en áreas con minería informal,deterioro de la calidad de vida por respirar plomo en una de las localidades mas contaminadas del planeta (...) ; teniendo como corolario el desbalance del presupuesto público para priorizar políticamente y en términos electorales a la costa peruana y Lima, con la recurrente lucha contra la corrupción que alcanza a las mas altas esferas del poder, que constituye un verdadero cuello de botella al que las sucesivas administraciones de los gobiernos democráticos en Perú se comprometan efectivamente a combatir frontalmente bajo una política de Estado que trascienda a una norma declarativa.
La vulnerabilidad de Lima creció exponencialmente por la política centralista del crecimiento peruano.

jueves, 9 de julio de 2020

Avance del COVID-19 en Lima Metropolitana & Callao

Tras ciento veinticinco días después de su aparición un 6 de marzo del primer caso confirmado del COVID-19 en Perú, se hace un importante avance en el enfoque por cuencas para la lucha contra el brote epidémico, al incluir las cifras oficiales discriminadas para Lima metropolitana respecto de infectados y fallecidos en la cuenca baja del río Rímac.

Cuencas altas con menores casos del COVID-19

De las investigaciones efectuadas y cifras reportadas, se desprende que el COVID-19 no tiene mayor arraigo en cuencas altas, por diversos factores entre los que se destaca, la baja densidad poblacional, reducida conectividad, rastros de radiación UV-C, adecuación antropogénica y factores ambientales.
Laguna en la cuenca del río Lauricocha a 3850 msnm en Huánuco-Perú 

Evolución en la cuenca baja más afectada del país

Los casos acumulados de infectados con COVID-19 al 9 de julio del 2020 son 161.220 para Lima metropolitana, 18745 para el callao y la zona caliente Lima metropolitana -Callao es 179.965  (57%) infectados con el coronavirus COVID-19, localizados en la cuenca baja del río Rímac; dejando el resto del país con 136.483 (43 %) casos.

Respecto a las defunciones, las cifras oficiales reportan 4555 fallecidos en Lima Metropolitana por causa directa de COVID-19 y 693 muertes en Callao, consignando 5.248 (46 %) para la zona caliente de Lima Metropolitana - Callao y 6.066 (54 %) para las muertes ocurridas por COVID-19 en el resto del país.

El Dato

►De los 41.492 defunciones reportadas por el SINADEF en el Departamento de Lima, incluyendo las aceptadas por COVID-19, 30.840 son mayores de sesenta (60) años.
►De los reportados en todo el Perú como fallecidos por COVID-19, el orden de 70 % corresponde al sexo masculino y 30% , al femenino.