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viernes, 7 de enero de 2022

El largo proceso de formalización minera sin contar con una Política de Estado

Pasó una década desde que en este espacio precisé que sin una Política de Estado de pequeña minería y minería artesanal las futuras administraciones de gobierno del Estado peruano no podrían armonizar el crecimiento y desarrollo de la sociedad peruana en general.
Asimismo, indiqué que habría un crecimiento exponencial de esta actividad ante el incumplimiento y desborde de las leyes que producirían importantes niveles de contaminación a ecosistemas, con el consecuente impacto en la salud pública.
El tiempo y los hechos indicaron que estaba en lo correcto.

Historia de las normas incumplidas con plazos ampliados

Los esfuerzos legislativos con plazos incumplidos se remontan a lo fijado por el decreto legislativo N° 1105 _publicado el 19 de abril del 2012 _  donde se estableció disposiciones para el proceso de formalización de las actividades de pequeña minería y minería artesanal, ejercida en zonas no prohibidas para la realización de dichas actividades a nivel nacional; en este contexto los titulares de las concesiones mineras tuvieron inicialmente un plazo dispuesto por el ministerio de energía y minas  para presentar la declaración de actividad minera informal en el área de su concesión hasta el 17 de Julio del 2012.
La ley N° 29910 de agosto del 2012, estableció un plazo adicional de sesenta (60) días hábiles, contados a partir del seis de setiembre del 2012 para que los sujetos de formalización, cumplan con presentar la declaración de compromisos, con el objeto de acogerse al marco del proceso de formalización de las actividades de la pequeña minería y minería artesanal.
La precitada ley evidenció una actitud laxa de la representación nacional sobre el particular, pues en su disposición final y transitoria indicaba que la comisión de energía y minas del Congreso de la República podría solicitar información en materia de formalización a los gobiernos regionales, con relación al avance de la presentación de las declaraciones de compromisos, a que se refiere esta ley.
Mediante el DS N° 001-2013-MINAM del  cinco de febrero del 2013 se amplió  el plazo a los sujetos materia de regulación para presentar el instrumento de gestión ambiental correctivo ante el correspondiente gobierno regional hasta el cinco de octubre de 2013.
Asimismo, según el decreto supremos 003-2013-EM, del cinco de febrero del 2013, los sujetos a la norma deberían cumplir con presentar hasta el cinco de setiembre de 2013 la acreditación de titularidad, el contrato de cesión y el acuerdo o contrato de explotación que tengan sobre la concesión minera. También debieron presentar la acreditación de propiedad o autorización de uso del terreno superficial hasta el 16 de setiembre del 2013, en tanto que la autorización de uso de aguas se podría acreditar hasta el 25 de setiembre del 2013.
En este escenario se debe tener en cuenta las normas complementarias al decreto legislativo N° 1105 como es en el caso de los tópicos  dispuestos en los DS N° 039-2012-EM, DS N° 027-2012-EM y DS N° 018-2018-EM.
Con el decreto legislativo N° 1293 del treinta de diciembre del 2016 , se declaró de interés nacional la formalización de las actividades de la pequeña minería y minería artesanal , estableciendo en su artículo seis la  vigencia del proceso de formalización minera integral considerando un plazo de treinta y seis meses, contados a partir de la culminación del plazo de inscripción señalado a partir del seis de febrero de 2017, y hasta por un plazo de ciento veinte días hábiles.
Las recurrentes prórrogas de vigencia del proceso de formalización minera se mantiene con la ley  N° 31388 publicado el 31 de diciembre del 2021 que en su artículo dos amplía el plazo de vigencia del proceso de formalización minera integral de las actividades de la pequeña minería y minería artesanal hasta el 31 de diciembre del año 2024.

Agenda pendiente para establecer la Política de Estado

Por RM N° 075-2021 MINEM/DM de marzo del 2021 se creó el grupo de trabajo para que en un lapso ya concluido de 120 días calendario pueda formular la política nacional multisectorial de pequeña minería y minería artesanal;  adicionalmente la actual administración Castillo, a través del ministerio de energía y minas tiene previsto que en un plazo de los primeros 180 días hábiles del año 2022, presente al Congreso de la República el proyecto de Ley : "Ley de pequeña minería y minería artesanal".
La adecuada gestión sobre pasivos ambientales mineros debe contemplarse en la Política.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Perú : Débil regulación de oro en un país soberano sobreregulado

A mayor abundamiento sobre la participación del Estado empírico en el manejo de la cosa pública y el abismo social como causas generadoras de los problemas del Perú, haré referencia a la investigación escrita por Fiorella Montaño Pastrana en el marco del proyecto Construyendo mejores prácticas de gobernanza del sector extractivo en Perú EITI . En el estudio que comprende cinco años, se estaría probando que Perú exporta tres (03) veces más toneladas de oro de lo que produce.

Entre el 2015 y el 2019, se produjeron 720 toneladas de oro, según los registros oficiales del Ministerio de Energía y Minas. Sin embargo, en ese mismo periodo, el país exportó 2242 toneladas de oro. La notoria diferencia tiene como una de las razones más saltantes que los mineros informales que no tienen concesiones no reportan el oro que extraen y termina cruzando las fronteras. Después de varios años de una débil regulación, el Estado ha dispuesto que aquellos que no están formalizados declaren cuánto extraen a partir de diciembre del 2020.

"Chala es un distrito ubicado al norte de la región Arequipa en el que bulle la compraventa de oro. A diario llegan kilos del mineral extraído en distritos colindantes, donde progresa la minería informal. También viene el preciado recurso de otras partes del país, y hasta de Bolivia. Pero este comercio activo no parece reflejarse en la calidad de vida de la gente: las calles son polvorientas y muchos no tienen los servicios básicos.

El agua es vendida por camiones cisterna a 25 soles el metro cúbico. Durante un mes una familia promedio llena su pozo hasta 3 veces. Las personas que comercializan el agua lo extraen del subsuelo y lo purifican con un poco de cloro. Otra dificultad que se tiene en el distrito, ubicado en la provincia de Caravelí, es la falta de médicos. Su posta no tiene personal asistencial por la noche. Si alguien tiene alguna emergencia debe conducir 3 horas hacia Nazca o 5 horas hasta Camaná, donde sí hay médicos.

En este poblado, ubicado frente al Océano Pacífico, hay sólo 3 colegios de nivel secundario, pero 33 procesadoras de mineral grandes, medianas y pequeñas. Chala está cercado por plantas procesadoras de oro, algunas, incluso, están en pleno corazón del distrito. Los ciudadanos viven rodeados de plantas que utilizan cianuro en sus procesos.

En los últimos años, en la región Arequipa no sólo han proliferado las plantas procesadoras, sino también las personas figuran en el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO), un padrón de mineros que pueden dedicarse a la actividad con el compromiso de formalizarse. Juan Muñiz, gerente regional de Energía y Minas de Arequipa, señala que la región tiene la mayor cantidad de inscritos de todo el país, más de 13 mil.

Sin embargo, la gerencia estima que el grueso de mineros artesanales de Arequipa no está inscrito en el REINFO. Sus proyecciones apuntan a 50 mil personas dedicadas a la actividad y un movimiento diario de 9 millones de dólares. El Estado, en la mayor parte de los casos, no se beneficia con la extracción, pues los informales no pagan regalías ni canon.

Exportamos más de lo que producimos

Arequipa no es la única región donde la minería informal florece. En el país, la producción artesanal también se concentra en Madre de Dios, Puno y Piura.

La Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) estima que, por lo menos, el 11% de la producción de oro del 2019 pertenecería al sector artesanal. No obstante, es un cálculo discreto, ya que únicamente se toma en cuenta a los mineros artesanales que tienen alguna concesión, sin considerar a aquellos que no la tienen, que son la mayoría.

El Decreto Supremo N° 001-2020-EM, publicado en enero pasado, busca superar este vacío de información. La norma dictaminó que, a partir del 31 de diciembre de 2020, los mineros artesanales en vías de formalización están obligados a declarar cuánto producen, del mismo modo en que lo hacen las empresas formales.

Ante la falta de información sobre la actividad informal, conviene comparar la cantidad de oro que se produce, según el MINEM, con la que se exporta. El resultado da una idea de cuánto oro se produce a espaldas de las autoridades.

En el 2019, el MINEM contabilizó una producción de 128 toneladas de oro en los sectores de van desde la gran minería hasta los artesanales en vía de formalización. Pero el mismo año se exportaron 403 toneladas correspondientes a la partida arancelaria “Oro en demás formas en bruto”, es decir, el mineral ya procesado, comúnmente en lingotes.

La notable diferencia entre la producción y la exportación no fue sólo el año pasado. Desde el 2015 se ha visto un abismo entre ambas. Entre ese año y el 2019, se ha registrado ante las autoridades una producción total de 720.41 toneladas de oro, sin embargo, en el mismo periodo, el Perú ha exportado 2242 toneladas. No se sabe quién extrajo las 1521 toneladas restantes, el 68% de lo exportado.

Para este reportaje se constituyó una base de datos con la información de la producción anual publicada por el Ministerio de Energía y Minas y la exportación de oro cuya información es entregada por Aduanas y procesada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.

Un estudio de la ONG CooperAcción estimó, que durante el periodo 2003-2014, la producción total de oro en el Perú habría sido mayor en 12.6% con respecto a la cifra oficial. El economista Víctor Torres Cuzcano señaló que la diferencia entre la producción y la exportación se podía explicar con la minera artesanal. Aunque el consultor minero Walter Casquino aclara que también podría estar incluida la producción que guardan las mineras de años anteriores. Y recuerda que hay mucho oro que no se registra ante las autoridades que entra de contrabando de Brasil y Bolivia, principalmente.

¿Cómo es que el mineral logra ingresar al mercado formal? Leonidas Wiener, investigador y especialista legal de CooperAcción, señala que las plantas procesadoras del mineral son un mecanismo por el cual el oro informal se blanquea y entra al sistema formal. Luego termina en países como Suiza y China.

En el sur, la producción de oro artesanal se concentra en Arequipa, Puno y Madre de Dios. La  presentación del mineral mayormente utilizada es la del oro refogado, es decir, aquella que resulta de un proceso en el que se aplica mercurio, un metal altamente contaminante, explica Patricia López, directora de la Escuela Profesional de Ingeniería de Minas de la Universidad Católica Santa María.

El mercurio es empleado para recoger las partículas del oro, con lo que se forma una amalgama. Los mineros usan sopletes para quemar el mercurio y quedarse con el mineral dorado. Esta técnica de explotación, la preferida de los informales, es sencilla y no requiere mucha logística.

Una vez obtenido el oro, los mineros tienen diversas formas de venderlo, señala el economista e investigador Víctor Hugo Pachas. Un camino es darlo a los "recolectores", acopiadores que merodean las zonas de explotación artesanal y se ofrecen como compradores.

Otra opción es venderlo a mineras o personas que cedieron sus concesiones a los informales, explica Leonidas Wiener. Esta es una práctica muy común. Antes de explotar el recurso ellos mismos, algunos titulares de concesiones mineras dan permiso a los informales para que trabajen en sus terrenos. Luego, los formales les compran la producción, cuenta Luis Coaquira, un minero del distrito de Río Grande, en la región Arequipa.

En el despacho de la Fiscalía del Medio Ambiente de Arequipa figuran diversas denuncias realizadas por concesionarios contra mineros artesanales, quienes en un primer momento tuvieron permiso de los titulares para explotar el recurso, pero luego no quisieron dejar los terrenos.

El 2019, en Arequipa se produjeron 12.02 toneladas de oro, según registros del Minem.  La unidad minera con mayor rendimiento  fue “Veta Dorada”, perteneciente a Dynacor Gold Mines Inc. Se ubica en Chala. Esta empresa produjo  2.33 toneladas en el año, superando la producción que Buenaventura tuvo en una unidad minera de Tambomayo.

El año pasado se dio a conocer que “Veta Dorada” formaba parte de una investigación que el Ministerio Público había iniciado a mineras que compraban oro ilegal y lo blanqueaban en su producción. La empresa aseguró al medio de comunicación Mongabay Latam que compraba el recurso a pequeños mineros formales.

Exportadoras que no producen

Otra opción que tienen los informales, decíamos, es vender el oro a las plantas procesadoras. Julia Cuadros, directora ejecutiva de CooperAcción, dice que muchas de ellas, asentadas en zonas de activa producción artesanal, se desenvuelven entre lo formal y lo informal.

Según registros del MINEM, hasta mayo del 2020 en Arequipa se contabilizaban 608 empresas registradas para vender, comprar y refinar oro. Las leyes peruanas (Decreto Legislativo Nº 1107 y Decreto Supremo N° 027-2012-EM) señalan que la comercialización de productos minerales es libre, para hacerlo no se requiere solicitar una concesión. Sunat es la encargada del control y fiscalización.

Esto explica que en regiones donde hay un auge de la minería artesanal se tenga a empresas que no registran ni una tonelada de producción de oro al MINEM, pero exportan grandes cantidades del mineral.

En Arequipa, la principal exportadora de oro es Procesadora Sudamericana, que en el 2019 llevó a Canadá y Estados Unidos el 23.87% de los envíos de oro de la región. Registros de Aduanas desde el 2015 muestran que esta empresa realiza, en su mayoría, exportaciones a cuentas de terceros. Es decir, otros productores pequeños utilizan a esta empresa como intermediaria para llegar a mercados extranjeros.

Otra empresa que no produce pero saca el mineral fuera del Perú es Dana Gold, ubicada en Madre de Dios, que registra el 61.72% de las exportaciones de la región. En Puno, mientras tanto, la principal exportadora es la minera Tiahuanaco.

Metodología

Los titulares de las concesiones mineras, independientemente del estrato al que pertenezcan (gran, mediana y pequeña minería, así como minería artesanal formalizada), se encuentran obligados a declarar anualmente su producción ante la Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas. El documento se llama Declaración Anual Consolidada. Estos datos consolidados están en la página web del ministerio.

En cuanto a la información referente a la exportación del oro, fue obtenida a través de una solicitud de acceso a la información pública remitida al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Esta cartera procesó la información en base a datos de Aduanas. El oro se exporta en dos partidas arancelarias: “Minerales de oro y sus concentrados” (codificada como 2616901000) y “Oro en bruto” (codificada como 7108120000). Para efectos de la comparación entre producción y exportación, solo se tomó en cuenta la partida “Oro en bruto”, que corresponde a las barras de oro, ya que la partida “Minerales de oro y sus concentrados” incluye varios materiales, entre ellos tierra, piedras sin valor y otros minerales.

Para esta investigación periodística se estandarizó la unidad de medición en toneladas, ya que los registros del Ministerio de Energía y Minas se encontraban en gramos finos (10 gramos = 0.00001 toneladas). Y con el fin de disminuir la distorsión que se pudiera generar por reservas que tuviesen las mineras en años anteriores, se realizó el comparativo por un periodo de 5 años: del 2015 al 2019.

Para poner en contexto la marcada diferencia entre producción y exportación, se consultó con especialistas, autoridades, representantes de gremios mineros y personas relacionadas a la actividad. Este reportaje revela estas inconsistencias por ser de gran interés público".

jueves, 6 de febrero de 2020

Efectos de minería ilegal en Amazonía peruana medidos en 34 años

Los efectos de la minería ilegal en la Amazonía peruana se han visto muchas veces con la ayuda de las imágenes satelitales, pero esta es la primera vez que un equipo de investigadores utiliza esta tecnología para analizar los efectos de esta actividad ilícita en las aguas de los ríos de la cuenca del Madre de Dios.
Científicos de la Universidad de Dartmouth, en Estados Unidos, se dieron el trabajo de revisar 15 500 muestras que corresponden a 3200 imágenes captadas por el satélite LandSat de la Administración Nacional de Aeronáutica Espacial (NASA), con el fin de evaluar las variaciones que se han presentado en estos ríos desde 1984 hasta el 2018. Evan Dethiera, Shannon Sartaina y David Lutz son los tres científicos que revisaron estas imágenes y determinaron cuáles han sido los efectos ocasionados por la minería artesanal e ilegal en 35 sectores de las cuencas de los ríos Inambari, Malinowski, Tambopata, Colorado, Caychihua,Nusihiscato, Manu y Madre de Dios. “Estuve observando ríos de todo el mundo para descubrir cómo habían cambiado en estas tres décadas y me di cuenta de que los ríos de Madre de Dios, en Perú, eran los que presentaban las mayores variaciones”, explica Dethiera a Mongabay Latam.

Tres décadas de cambios

La investigación determinó que existen impactos significativos en los ríos como resultado de la extracción de oro a escala artesanal e ilegal. Esto se debe a que los sedimentos se desplazan con mayor rapidez por las zonas que han quedado deforestadas en las riberas de los ríos como consecuencia de la actividad minera.
Las observaciones del equipo de la Universidad de Dartmouth determinaron que estas concentraciones de sedimentos suspendidos en los ríos superan hasta diez veces los valores normales, ocasionando impactos negativos de largo plazo en la biodiversidad acuática, principalmente en los peces.
Efecto en cadena : sedimentos suspendidos que afectan oxigeno disuelto en agua e impacta la biodiversidad.
Dethiera explica que normalmente los ríos arrastran mayor cantidad de sedimentos durante la temporada de lluvias y que las aguas se presentan más claras en la temporada seca. Sin embargo, en la zona afectada por la minería artesanal e ilegal de Madre de Dios ocurre lo contrario.
La extracción de oro en Madre de Dios se realiza durante la estación seca, debido a que la maquinaria pesada no puede utilizarse durante la época de lluvias. El resultado es una reversión de los ciclos naturales, volviendo fangosas las aguas claras e interrumpiendo la actividad hidrológica de los ecosistemas ribereños, indica el estudio publicado en la revista científica PNAS.
“El agua turbia por los sedimentos afecta a los peces, principalmente a los bagres migratorios que viajan para alimentarse y al no encontrar el agua clara no pueden ubicar su alimento”, menciona David Lutz, del programa de Estudios Ambientales de la Universidad de Dartmouth.
El científico explica que estos cambios no solo afectan a los peces, sino también a otras especies como los delfines de río y las nutrias, entre otros. Lutz agrega que recolectar la información de los ríos en Madre de Dios es muy difícil tomando en cuenta que muchos de ellos atraviesan zonas remotas, por lo tanto, toma mucho tiempo y esfuerzo llegar hasta cada zona para recoger las muestras.
“Se habían hecho muchos estudios sobre deforestación causada por la minería, pero no se habían estudiado los impactos de esta actividad en el agua. Este estudio es realmente nuevo y nos ofrece una gran fotografía de lo que ha pasado en estas tres décadas”, agrega Lutz.

Una nueva forma de ver los impactos de la minería

La investigación se realizó en 32 zonas de los ríos antes mencionados, 18 de estos lugares se encontraban cerca de las áreas de extracción de oro, mientras que las otras 14 corresponden a lugares donde no se realiza minería.
En el análisis se determinó que 16 de los 18 lugares elegidos donde existe minería ilegal resultaron afectados con niveles altos de estos sedimentos. En cuanto a los otros 14 en los que no se realiza minería, solo cinco de ellos no fueron afectados, el resto tenía algún nivel de contaminación.
Un ejemplo de lo que sucede en estos ríos se observa en dos lugares específicos: Caychihua y Colorado, que presentan aumento de los sedimentos en las estaciones secas y húmedas. Ambos ríos están directamente relacionados con Huepetuhe y, por lo tanto, han sido influenciados por la minería artesanal e ilegal durante los 34 años de estudio.
“Los cambios en los ríos son inmediatos tras la actividad minera. Sin embargo, las imágenes demuestran variaciones altas en la década de los ochenta. Luego hay un salto hasta mediados de la década de los noventa y otro hasta los años 2000”, menciona Lutz sobre cómo se han ido presentando los efectos de la extracción de oro en esa zona.
Francisco Román, investigador del Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (Condesan), explica que a diferencia de las investigaciones que se han hecho hasta ahora tomando muestras de campo y analizándolas en laboratorio, este estudio permite evaluar la reflectancia del color de los ríos a través de las imágenes satelitales y cuantificar los sedimentos suspendidos en el agua.
El método —dice Román— permite ir hacia atrás en el tiempo para tener valores referenciales de una época anterior con menor actividad minera que permita comparar los resultados actuales.
“Se trata de una metodología novedosa, sencilla, de bajo costo, que abre la puerta a un monitoreo de largo plazo y que permite comparar series de tiempo importantes en relación a disturbios naturales, antrópicos, o hitos importantes de la historia ecológica o socioeconómica, como en este caso la minería”, precisa Román, quien también es asesor del Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia).
El científico explica que el aumento en la cantidad de sedimentos en los ríos tiene una serie de consecuencias. Una de ellas es la disminución de la cantidad de oxígeno disuelto que afecta y reduce la biodiversidad acuática. El otro está relacionado al mercurio que, pese a no ser soluble en el agua, se puede transportar a otras zonas más alejadas a través del sedimento que queda suspendido en los ríos.

La presencia del mercurio

La investigación también ofrece una visión de lo que puede estar sucediendo con el mercurio que se utiliza en el proceso de obtención de oro por la minería ilegal. En las imágenes vistas desde el aire se observan las grandes lagunas verdosas dentro de las zonas donde se realiza esa actividad.
Aunque a través de esta investigación no se puede definir la cantidad de mercurio que ingresa a los ríos junto con los sedimentos, queda claro que el aumento de los depósitos de barro significa un incremento en el nivel de mercurio que llega con estos restos.
“Los niveles de mercurio es mayor y más tóxico en los ríos”, agrega Dethiera, quien lamenta que los desechos del proceso de extracción de oro termine en los ríos, afectando a las personas que dependen directamente de ellos.
El mercurio y otros contaminantes permanecen fuertemente asociados con sedimentos de grano fino, señala el informe. Sin embargo —precisa la investigación—, la dinámica del ciclo del mercurio en los sistemas fluviales es compleja.
Según los hallazgos de los investigadores, la contaminación por mercurio probablemente proviene tanto de fuentes directas como del proceso de amalgamación y su asociación posterior con sedimentos finos. Esto termina directamente en el tejido celular de los peces donde se acumula rápida e irreversiblemente.
“Similar a la deforestación que se realiza para los campos agrícolas en otras partes de la Amazonía, estas operaciones mineras están destruyendo rápidamente la selva tropical prístina. Sin embargo, hemos descubierto que la extracción de oro tiene un impacto mucho mayor en la calidad del agua de los ríos que la deforestación para la agricultura, debido a presencia de sedimentos en los ríos y al uso de mercurio en el proceso de extracción”, señala Dethiera.
Lutz agrega que en muchos lugares la destrucción ha sido muy rápida y que, lamentablemente, por ahora existe una tendencia a que esta minería continúe expandiéndose.
El científico asegura que estos efectos permanecerán por tiempos muy largos en los ríos, produciendo grandes cambios en los cursos de agua. “Los cambios se están observando en muchas especies, así como en el paisaje. La tecnología ahora hace posible que veamos qué está pasando con la minería y sabemos que sus consecuencias van a durar mucho tiempo”.
Para Sidney Novoa, director de SIG y Tecnología en Conservación Amazónica (ACCA), lo más valioso de la investigación han sido sus hallazgos de la persistencia y tendencia al aumento de los valores de los sedimentos —turbidez y contaminación del agua— en la mayoría de las zonas estudiadas. “Es una de las primeras veces que se muestra el efecto de la minería ilegal en el incremento de sedimentos sólidos en suspensión en una serie de tiempo de 34 años”.
Novoa también sostiene que a través de las imágenes satelitales se podría evaluar qué está pasando con todas las áreas abandonadas por la minería, así como con los espacios donde se han establecido iniciativas de recuperación. “El estado peruano está haciendo grandes esfuerzos por controlar este problema en la región, y ahora necesita de la mejor ciencia disponible en el país para proponer las mejores medidas de remediación de las zonas afectadas”.

martes, 24 de julio de 2018

Empadronamiento de pequeña minería y minería artesanal de oro

Continúa el proceso de modificaciones de las normas complementarias establecidas en el Decreto Legislativo N° 1105 , que establece disposiciones para el proceso de formalización de las actividades de pequeña minería y minería artesanal en Perú.
La secuencia del empadronamiento se inicia el año 2012 con la creación del registro especial de comercializadores y procesadores de Oro, a cargo de la Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas; regulación sustentada en las actividades desarrolladas en las zonas de La Rinconada y Cerro Lunar del distrito de Ananea, en la provincia de San Antonio de Putina, así como en las provincias de Sandia y Carabaya del departamento de Puno, donde se realizan prácticas tradicionales vinculadas a la actividad minera a pequeña escala, en concesiones mineras tituladas, administradas por los concesionarios o por quienes tienen contrato de explotación suscrito; actividades que consisten en la entrega de los minerales al operador bajo contrato de explotación o al concesionario minero.
En este contexto es que mediante e Decreto Supremo N° 018-2018-EM se modificó el Decreto Supremo Nº 027-2012-EM (artículos 1, 2, 3, 4 y 5), quien a su vez fuera modificado por Decreto Supremo Nº 039-2012-EM. Mediante su tercera disposición complementaria final, se establece que actividades tradicionales de recolección de oro en otras zonas del país, podrán identificar en otras zonas del país prácticas similares a las establecidas en el Decreto Supremo Nº 027-2012-EM, a fin de que les sean aplicables sus disposiciones.

martes, 13 de marzo de 2018

Pobreza invisible, una parte del experimento humano en minería ilegal

Una parte de los pobres invisibles por el Estado peruano, esta conformada por la población que enferma y muere por los altos riesgos atribuidos a la contaminación ambiental, de los cuales llegan con mucha suerte a cumplir los cincuenta años de edad.
Cuando publiqué Cachorreo en los altos Andes (2010), comenté de esta práctica ancestral surgida en la época de la Colonia y lo contextualicé en  Historia de la minería ilegal en Perú (2013)

Crisis política-social

La actual crisis política sostenida en el Perú formal y que pudiera escalar a una crisis social, de algún modo puede explicarse por la insuficiente atención con políticas sociales adecuadas para atender a los excluidos; aquella población marginal que no son medidos por indicadores monetarios,especialmente en zonas rurales nucleadas y comunidades dispersas que afectan-entre otros- al sector minero informal y del agro, éstos últimos involucran a importante mano de obra no calificada.

Trabajo en una mina en proceso de formalización

Para tener una mayor aproximación al proceso histórico seguido sobre el particular, haré referencia a lo publicado el 20 de enero de 2015 por La Nación bajo el título : Oro podrido: cómo es trabajar en una mina en Perú  :
"En la cordillera oriental del Perú, 35.000 personas conviven a diario con 5.400 metros de altura, veinte grados bajo cero por las noches y condiciones de vida y de trabajo que solo se soportan por el sueño del oro. La Rinconada es la ciudad más alta del mundo y un desafío a los límites de nuestra especie.
A la mina, a la mina, a la mina, a la mina!". El grito se impone en la terminal zonal de ómnibus de Juliaca, en el sudeste del Perú. En los últimos treinta años, la ciudad se ha ido transformando en el centro de operaciones de las infinitas explotaciones mineras que rodean como epidemia el nevado de Ananea, una montaña de hielos perpetuos que abriga en sus entrañas lo que nunca se dejó de buscar en el país desde los tiempos de Francisco Pizarro: oro. Pero Juliaca es apenas el punto de partida de esta historia, cuyo protagonista es, en realidad, La Rinconada, una pequeña población minera encaramada en la montaña, a 5.400 msnm: la ciudad más alta del planeta según la National Geographic, un lugar que desafía la posibilidad misma de la vida.
En plan de conocer este experimento humano llegué a Juliaca, único punto de donde parten buses hacia La Rinconada, 210 kilómetros al este. "Todo pista, todo pista", dice la señora que me induce a comprarle un boleto. Por allí llaman "pista" al asfalto que ahora cubre gran parte del trayecto, aunque aún hay cincuenta kilómetros en que abundan los vados, arroyos y precipicios. La ruta es un camino de hormigas transitado a toda hora para abastecer La Rinconada, que hace tiempo alcanzó los 35.000 habitantes amuchados en torno del nevado Ananea. "Acomódale la mochila al gringo", grita el chofer a uno de sus ayudantes mientras ocupo mi banca en una de las busetas que están a punto de salir. Comienzo a entender que en este universo habitado por quechuas y aimaras, es ajena cualquier otra identidad. De hecho, no me cruzaré ningún otro extranjero en toda mi estadía. El bus parte completo a las seis de la mañana, incluso el baldecito pegado a la puerta, donde se acomoda una mujer inmensa con porte de buda. El silencio apenas se corta por algún comentario en quechua y por la emisora Pachamama Radio de la provincia de San Antonio de Putina, que obstinadamente dirá cada cinco minutos "la hora exacta en el Perú". Mientras ascendemos en el terreno, los que no dormimos cumplimos con el ritual andino de "coquear" para amortiguar los efectos tumbadores de la altura. Al atravesar el río Maravillas, la ventana regala una postal colonial con varias mujeres que marchan a lavar sus prendas. Después de superar los poblados campesinos de Taraco o Huancané, la tierra se vuelve grisácea hasta mostrarse estéril para la siembra a medida que La Rinconada se acerca. Desde Putina en adelante, solo veo mineros, mineras, personas que sobreviven de lo que la montaña entrega. El nevado de Ananea ya se avista, inconfundible, aunque nada hace sospechar lo que se ve un minuto después: La Rinconada, además de un enclave humano en la montaña inmensa de hielos eternos, es también una ciudad levantada entre la basura, donde llamas y alpacas pastan entre un empaste de hielo, restos de comida, matas y desechos mineros a cielo abierto. Aquí los camélidos han cambiado sus hábitos, y ya no migran en busca de pasturas. Husmean en los residuos como los perros y las aves carroñeras, a las que llaman "cara-cara". Y así sobreviven. La carne de los camélidos, como todo aquí, está contaminada. Pero como representa una de las principales fuentes de proteínas de los habitantes, ninguno de ellos le hace asco. La Rinconada no posee agua corriente, cloacas, calefacción, ni mucho menos tratamiento de residuos. Ningún tipo de servicio, salvo el transporte y la telefonía celular. Al estacionar los carros, el suelo los estremece, y no es barro lo que se desgarra debajo de las suelas. La nieve que congela las calles se derrite por el sol, las pisadas, el tráfico. Y también se mezcla con las heces de la población, que las arroja sin más trámite al centro de cada calle, en una zanja cavada a pala. Las aguas servidas, la basura y el mercurio de los relaves mineros forman una ciénaga difícil de olvidar para el que la pisa.
En ese pantano convive la población con una resignación pasmosa. "Siempre ha sido así", dice Elmer, un minero que, como todos allí, parece acostumbrado a lo imposible. Pero la naturaleza es sabia y el frío que todo lo congela en La Rinconada salva la ciudad de un brote epidémico. El aire es otro capítulo. Una masa helada y viciada invade los pulmones. Los gases que se desprenden de la descomposición del suelo participan en la combustión junto a los vapores de los chicharrones que las doñas cocinan en plena calle, y también junto al mercurio que se evapora por las chimeneas de los acopiadores de oro. El oxígeno, un bien escaso, deja a los recién llegados como autos con poco octanaje. El estómago también se siente forastero y se torna inútil. Los oídos se tapan por completo y las pastillas de "soroche" contra el mal de altura se transforman en inofensivos mejoralitos. Recién llegado, extranjero de todo, me vuelvo un improvisado asmático. Me contarán después del viaje que una suerte parecida corrió el líder de Calle 13, René Residente, cuando hace unos años pasó por la ciudad mientras filmaban un videoclip. René la parió con la altura: taquicardia, nervios, ataque de pánico. La estadía de Calle 13 en La Rinconada duró solo siete horas.
La Rinconada tiene varios hospedajes. Muchos de los "hoteles" son apenas cubículos separados por paneles de madera atornillada donde se padecen las noches de veinte grados bajo cero. Consulto el precio de una habitación y la respuesta dispara un tema tabú que hace de La Rinconada, quizás, el lugar más peligroso del Perú: "¿La quiere con nena o sin nena? Con nena tiene una por cincuenta soles". El flagelo es visible a toda hora en el pueblo. Muchachitas de 15 o 16 años se pasean durante el día encorsetadas para el burdel. Se estima que al menos 1.500 mujeres, menores muchas de ellas, han sido llevadas hasta Juliaca con el ofrecimiento de un buen empleo desde Bolivia y desde distintos puntos del Perú, y posteriormente introducidas en las redes de trata de La Rinconada. Los cincuenta soles que me piden equivalen a unos dieciocho dólares.
Previamente, en la frontera con Bolivia, un oficial de migraciones hacía la misma sugerencia:Sí, ¿sabe cómo están por allí las cosas? Uy, hace frío. Abrígate y búscate alguna chica que te haga compañía. En ese ambiente misógino, ser extranjero es peligroso y ser periodista es casi una insolencia. En 2007, Elsa Checmapocco, quizás la única mujer que alzó la voz contra la trata de personas en La Rinconada, fue acribillada a balazos. El asesinato quedó impune. Antes de partir a La Rinconada, los intentos por establecer una red de contactos habían sido inútiles. Pero pude saber que el alcalde se llama José Mamani Yucra, y tuve el cuidado de avisar a la alcaldía mi arribo por estos días. Al llegar soy atendido por uno de sus reemplazantes provisionales, Arturo Vázquez, que solo ofrece facilitarme "un sereno" para que me acompañe a los socavones a cambio de alguna propina. Las bocaminas se encuentran a una hora de caminata en ascenso por las calles congeladas del pueblo. Cuando la altura me da tregua y recobro fuerzas, vuelvo a la alcaldía en busca de la ayuda prometida, pero la respuesta es siempre la misma: "Don Arturo está ausente". Los únicos dos o tres oficiales de la policía peruana que custodian las oficinas, prácticamente niños con gomeras en este universo, juegan a las cartas y me sonríen. En La Rinconada, el Estado peruano es algo tan ausente como el oxígeno. En los años ochenta, La Rinconada era apenas un campamento, un puñado de carpas bajo la nieve. Pero aun así, la fiebre del oro cundió en este infierno helado del Perú, país siempre fértil para las desmesuras: Pizarro hizo un baño de sangre tras el oro de Atahualpa y los incas. Lope de Aguirre se hacía llamar a sí mismo "la cólera de Dios" mientras buscaba el reino perdido de El Dorado.
En las últimas décadas del siglo XX, la crisis económica produjo un aluvión de mineros que llegaron desde todas partes a buscar su revancha. Sin embargo, ni la fabulosa imaginación de Chaplin pudo fabular un sistema de trabajo como el de La Rinconada. El nevado de Ananea es propiedad del Estado, que a su vez otorga la explotación total de la mina a la Corporación Minera Ananea, una sociedad anónima de capitales peruanos. La empresa alquila la explotación de las bocaminas, es decir, de cada socavón que hay dentro del glaciar, a unos trescientos contratistas. Cada contratista, por su parte, subcontrata a los mineros, que son quienes se internan en los túneles de alrededor de un kilómetro de largo dentro del nevado Ananea. Los mineros trabajan bajo un sistema llamado "cachorreo", por el cual lo hacen veintiocho días gratis, extrayendo oro para el contratista, y solo dos para beneficio propio. Si en esos dos días el minero no encuentra oro, habrá trabajado gratis durante un mes. Aldo es uno de esos mineros. Nacido en Azángaro, este campesino devenido minero lleva seis años en La Rinconada, pero promete irse pronto: "Ya pues un año más, mucho frío, voy a quedarme hasta que se pueda. El propósito es tener tu casa, tu comodidad; una vez que logras tu propósito, te vas. A veces la mina está baja, a veces no haces nada. Y a veces haces miles de soles en un mes. Nunca se sabe en la mina". Nunca se sabe. Esa es la clave de este sistema extorsivo.
Para minimizar riesgos, los mineros suelen llegar a La Rinconada con toda la familia. Mujeres, niños y niñas trabajan en alguna etapa del proceso, vulnerando leyes y convenciones de todo tipo. Si los dos días de cachorreo son malos, el minero terminará endeudado y ni siquiera podrá abandonar la ciudad. Se dice que ha habido desaparecidos y, como eco de aquella leyenda del "perro familiar" en los ingenios del norte argentino, aquí también una creencia popular siempre adepta a las ofrendas para la madre tierra justifica las ausencias sorpresivas: una leyenda local sostiene que un cerebro humano en descomposición dentro de las bocaminas hace aflorar los filones de oro, por una cuestión. La maniobra es perfecta: como las autoridades son apenas una puesta en escena, nadie reclama por los ausentes, y las muertes por derrumbes o monóxido de carbono no se considerarán una tragedia, sino una cuestión del destino y hasta una ofrenda a la Pachamama.
Tras el fracaso en las gestiones con la alcaldía, emprendo la fatigosa caminata de una hora hacia las bocaminas. En el camino intento conocer al cura del pueblo, pero no está. Iglesia y zona roja comparten calle en La Rinconada. Lo que en la noche se observa de lejos como una multitud de luces de colores intermitentes que llaman como sirenas a los mineros, de día son locales cerrados, con fotos de mujeres rubias, altas y de largas piernas, muy diferentes a las mujeres andinas. Acompañan mi recorrido un dominó de miradas que no se me despegarán hasta que me vaya de la ciudad.
Para llegar a los socavones hay que atravesar el campamento de Cerro Lunar, un pueblo anexo a La Rinconada que otrora tenía una laguna con agua pura, fauna y flora lacustre. Hoy es un pantano rodeado por las casas de cinc de los mineros. Al llegar, suena una cumbia con reminiscencias a "La cucaracha". Mientras entrevisto al minero Raúl Calcina, otro interrumpe con tono intimidatorio: ¿Cómo está usted, en qué puedo servirlo? ¿Usted no vendrá de Ollanta Humala (presidente del Perú de ese entonces -Hoy PPK)?. No, vengo de Argentina. Estoy realizando una nota sobre la minería artesanal de oro. Muestro el carnet de periodista, escucha que soy argentino, mi tonada, mi voz. El minero deja una última sentencia antes de negarse a seguir hablando: Ollanta quiere meternos a todos en la misma y nosotros preferimos solos porque el cachorreo no alcanza. Raúl Calcina, que lleva ocho años en la mina, me explica que el Estado intenta erradicar la minería ilegal: "Antes había muchos accidentes. Creo que la formalización va a mejorar nuestras condiciones, aunque por miedo todos la rechazan". Sin embargo, esa aparente búsqueda de formalización encierra varios debes. En 2012, mediante el decreto 1107, el Estado peruano prohibió las explotaciones mineras en áreas sin concesión oficial. En La Rinconada, solo posee ese estatus la Corporación Minera Ananea. Trabajar para Ananea implica aceptar el sistema de cachorreo; no hacerlo implica ser ilegal. Esta sociedad anónima nació en 2004 por impulso de la Cooperación Suiza en el Perú,brazo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, organismo cuya misión es invertir en áreas de países subdesarrollados que le interesan a la economía suiza. El oro de La Rinconada es procesado en Juliaca por Metalor, una empresa suiza con filial en el Perú. Con el 37% de las exportaciones, Suiza es el principal destino de las auríferas peruanas. Si el aire falta afuera, el ingreso a la mina se vuelve imposible. El olor a azufre y los minerales en combustión forman un caldo tibio y denso que se mete en el cuerpo. El minero primero cava en la pared un hueco para ubicar la dinamita. Debe ser muy preciso para que entre apretada en la piedra, ya que un "tojo" o piedra suelta puede generar un derrumbe con facilidad. Los mineros mejor armados tienen un taladro neumático para este trabajo. Fuera de eso, toda la tecnología utilizada consiste en un casco con luz eléctrica, botas, un traje y cartuchos de dinamita sin ningún otro sistema de retarde más que prender la mecha y echarse a correr. Todos los elementos son comprados por los mismos mineros. Una vez hecha la detonación, el minero recoge las piedras, las carga en un saco de nailon, baja con la bolsa al hombro y la vuelca en un camión que llevará el material hasta Juliaca, donde el mineral se triturará. Por cada tonelada tratada quedan, en promedio, entre doce y quince gramos de oro puro. A diferencia del proceso anterior, en que el minero trabaja para Ananea, en los dos días de cachorreo para beneficio personal realiza artesanalmente todas las etapas; es decir, la perforación, el dinamitado, el acarreo, la molienda y el amalgamado del mercurio con el oro. El minero alquila una máquina de molienda para triturar la piedra, y luego asiste a la zona de "quimbaleteo".
El quimbalete es una especie de mortero donde el minero se para y hace un movimiento pendular durante media hora, mientras vierte en el buche del quimbalete agua y mercurio, hasta que el oro se separa del resto de los minerales. El minero toma luego una batea y filtra el agua con un pañuelo, sin guantes ni ninguna protección, hasta que queda en su mano una bolita de oro y mercurio amalgamados que irá a vender al mercado al mejor postor. Uno de los mineros que encuentro "quimbaleteando" es Roberto Condori, de 48 años, oriundo de Puno. "Si lo persigues lo consigues", me dice. Roberto vino hace ocho años, pero desde hace un tiempo sufre la ausencia de su familia, que no resistió el frío y se volvió a Puno. "Por el momento estoy solo. Vine por trabajo más que todo, porque allá casi no hay. Pero mis hijos ya no van a salir mineros. Uno estudia Ingeniería en Sistemas y otro para ser policía". Acompañé a Roberto al comercio de un acopiador, que realiza la última etapa del proceso.
El acopiador calienta la bolita de oro y mercurio a casi 2.000 grados. El mercurio se evapora por las chimeneas y entonces queda el oro puro, que se paga al peso unos cien soles por gramo (35 dólares). El mercurio evaporado se adhiere a la nieve de los tejados, y la nieve luego es derretida y utilizada por muchas familias como agua de consumo. El mercurio daña principalmente el sistema nervioso. Entre los acopiadores, me llevo el testimonio de José José. Más de la mitad de sus cuarenta años los ha vivido en La Rinconada. José José antes fue minero. Llegó desde Juliaca por "una temporadita", y como casi todos, no volvió a irse. "Empecé a los diez años, y después me fui independizando. Me fue bien". La sentencia del acopiador resulta un perfecto resumen de esta tragedia humana: abandonar el socavón para vivir respirando mercurio emanado de un soplete es un auténtico progreso en este mundo llamado La Rinconada. Por su parte, el minero Elmer, nacido en el pueblo de Moho, todavía tiene a su familia con él, a pesar de los seis años duros que le ha deparado La Rinconada desde su llegada. Trabaja de "chute", un oficio de bonanza al lado de otros que consiste en acarrear y depositar el desmonte, que debe ser evacuado de la zona de minas. "Somos cinco, mi esposa y tres hijos. He venido por el bienestar de la familia. Ha sido regular, no tan positivo y no tan negativo. Los hijos también estudian y nos quedaremos hasta que terminen la secundaria", me cuenta. Como casi todos, las quejas del minero no se relacionan con la contaminación, ni con la prostitución infantil ni con la total carencia de servicios, sino con el frío: "El frío acá es bastante, es lo más complicado. A los mayores de cincuenta los afecta mucho". En La Rinconada, la esperanza de vida es justamente de cincuenta años, veintitrés años menos que la media del país. Pero no son solamente hombres los explotados en La Rinconada. En la proximidad de las bocaminas se ven grupos de mujeres agachadas en el filo mismo de la montaña, donde las tolvas descargan la piedra recién arrancada al socavón. Se trata de las pallaqueras, oficio únicamente realizado por mujeres que consiste en revisar a mano el mineral fresco para detectar a simple vista el oro de mayor ley. Una de las pallaqueras que se presta al diálogo es Blanca. Me cuenta que vive en Putina y que no viene siempre, sino cuando tiene necesidad: "Vengo a veces porque es mucho el frío. Hay veces que se gana, otras veces que no se gana, por eso no vengo siempre". Como Blanca, unas setecientas mujeres trabajan de "pallaqueras" en La Rinconada. Son tantas que incluso se han nucleado en cinco asociaciones gremiales. El trabajo de las mujeres es tan peligroso como el de los socavones, porque se realiza solamente en las pendientes del terreno. Este año, un derrumbe en Luna de Oro, próximo a La Rinconada, dejó sepultada a una pallaquera bajo las rocas. Son normales los accidentes por descargas de mineral mal practicadas. Esto impulsó la organización gremial, aunque he sido testigo de cómo una Caterpillar inmensa producía casi una explosión de rocas en una descarga, apenas a unos metros de las pallaqueras, que se tiraron rápidamente en competencia sobre la montaña de piedra fresca para encontrar el oro. Cuando le pregunto a Blanca si alguien se volvió rico en la mina, me responde que sí. Como le pasó a la familia Torres Carcasi de Puno, me dice. Sin embargo, esos casos emblemáticos no actúan más que como un señuelo para el resto. Solo cerca del 5% de los mineros (empresarios o contratistas) alcanzan buenos ingresos. El resto, que produce no más de diez gramos de oro por mes (350 dólares), subsiste miserablemente en la actividad, aunque el sueño del oro los mantiene a todos despiertos. Las pallaqueras pueden optar por 350 soles fijos, a modo de salario, o por la ruleta de ganar al peso, como el resto de los mineros. El pallaqueo resulta casi un ejercicio de la mendicidad que les depara el futuro a estas mujeres, cuando el físico no les permita más trabajar en La Rinconada.
Perú fue, culminado el año 2013, el quinto exportador mundial de oro con 151,5 millones de toneladas. Sin embargo, desde que en 2011 la onza de oro alcanzó los 1.920 dólares, el precio del mineral empezó a decaer y hoy es de 1.238 dólares (USD$ 1325 en marzo del 2018). En este mismo lapso, las inversiones auríferas bajaron un 43% en el país. Lejos de estos números, los mineros de La Rinconada siguen asistiendo a diario al espectáculo de su propia muerte. Como en los tiempos de Pizarro, el país de los incas parece condenado a la tragedia del oro".

martes, 21 de noviembre de 2017

Minería informal de oro avanza en el norte peruano

De los resultados de mis investigaciones sobre los impactos en agua -generados por los pasivos mineros en el norte del país- vemos con suma preocupación que podría escalar sus efectos sobre la salud pública.
La voz de alerta también fue dada antes, a través de informes elaborados por la defensoría del pueblo  y que replica en parte el diario la República en los siguientes términos:
"La minería informal en el norte del país concentra aproximadamente el 10% de la producción nacional de oro (20 toneladas anuales), esta cifra corresponde a los sectores de explotación en sectores pequeños y artesanales que se ubican en regiones de Piura, Cajamarca, La Libertad y Áncash.
Eduardo Ballón, investigador de Desco y coordinador del Grupo Propuesta, sostuvo que desde el punto de vista medioambiental son precarios los esfuerzos que realiza el Ejecutivo para incorporar al mercado formal este tipo de minería. Sin embargo, desde la mirada económica esta exportación representaría fuertes pérdidas en ingresos para el país por concepto de canon minero.
“Las autoridades regionales no tienen capacidades y recursos para paralizar el movimiento del oro informal. Muchos focos de la minera informal trabajan fuera de las normas ambientales e incumplen con las obligaciones de cualquier organización”, refirió.
Líneas seguidas, añadió que existen cerca de 60 mil familias y 300 mil personas que dependen de la minera informal, y un gran porcentaje se dedica a la extracción de oro en el norte.
También precisó que los focos de minería informal en el norte se concentran en sectores de Cajabamba (Cajamarca); Ayabaca, Sechura y Tambogrande (Piura); Pataz, Huamachuco y Otuzco (La Libertad); Casma, Huarmey y Pallasca (Áncash). En estos no existe una supervisión y control por parte de las autoridades regionales y locales.
“El futuro de la minería informal en el norte depende de las acciones del Ejecutivo. Si esta actividad no se corrige puede provocar conflictos sociales, por el peligro que puede significar para los recursos naturales. Incluso podrían aumentar los focos de minería informal”, comentó y añadió que el 51% de conflictos están relacionados a este tipo de actividades.

Canon minero

Los ingresos por concepto de canon minero para los gobiernos regionales de La Libertad, Cajamarca y Áncash ascendieron a S/ 4,500 millones este año, una cifra superior que equivale al 41% de los ingresos transferidos a nivel nacional durante los años 2016-2017.
Sobre lo anterior, el experto explicó que solo este año en Cajamarca, La Libertad y Áncash la inversión minera ascendió a más de $ 14 mil millones ($ 55 mil millones a nivel nacional), mientras que en Piura la inversión se mantuvo en un nivel intermedio".

jueves, 4 de agosto de 2016

¡Cuenca alta amazónica pasó de urgencia a emergencia ambiental!

En nuestros registros del último quinquenio y lo que va del presente año 2016, acreditamos ante la comunidad internacional que la cuenca amazónica correspondiente al territorio peruano, lamentablemente viene escalando un nivel de deforestación por causa de la minería ilegal, que pasa de un nivel de urgencia al grado de emergencia ambiental.
Es así que en Fiebre de oro y minería ilegal ,Ordenamiento minero,Oro amazónico,El precio social del oro ilegal en Perú,Daño ambiental por minería de oro,Madre de Dios y formalización minera,Alerta temprana de contaminación en amazonía por mercurio,entre otros tantos apuntes, dejamos mudo testimonio de como viene degenerándose inexorablemente la cabecera de cuenca amazónica, la cual produce un importante porcentaje de agua dulce de las reservas del planeta.
El proceso de daño ambiental producido, deja atrás las buenas intenciones de compromisos ambientales internacionales que Perú es firmante, también evidencia la incapacidad del ministerio del ambiente peruano para poder acompañar la formalización de los mineros informales; de otro lado, descubre la inoperancia de otros sectores encargados de combatir a la minería ilegal, aquella que actúa por debajo de los radares del ordenamiento legal y la justicia en espacios donde la presencia del Estado peruano no alcanza a llegar plenamente.La nueva administración del gobierno peruano tiene en su agenda pendiente por resolver este latente problema, al cual medios de comunicación nacionales como Gestión  o extranjeros como The New York Times,bajo el título "Los mineros ilegales destruyen una reserva natural en Perú", nos recuerdan con la siguiente crónica actualizada la tarea por hacer en la frontera de la reserva nacional de Tambopata en Perú :
Avance de la deforestación actual (2016) en la frontera de la Reserva Nacional de Tambopata
"La redada comenzó al amanecer. En cuatro botes pequeños de madera, mientras revisaban una y otra vez sus armas automáticas, los guardaparques y marinos peruanos se dirigieron sigilosamente hacia los mineros que extraen oro de manera ilegal.
No llegaron muy lejos. Después de la primera curva había un  campamento desordenado de mineros: unas lonas sobre tres postes. De pronto los marinos estaban disparando al aire, los mineros y sus familias huían, y los guardaparques avanzaban con sus machetes.
Rompieron bolsas de arroz y barriles de plástico con agua potable, patearon los juguetes y rompieron las herramientas antes de quemarlo todo. En lo más alto de la selva amazónica, una región que es el hogar de árboles de más de 1000 años, las gruesas columnas de humo negro se elevaban en espiral hacia las nubes.
Para intentar proteger uno de los lugares con mayor diversidad biológica de la Tierra de un ejército de mineros ilegales que ha labrado un camino tóxico a través de la selva, el gobierno peruano monta puestos de control y organiza redadas a lo largo del río Malinowski en la Reserva Nacional Tambopata.
Sin embargo, hay expertos que se preguntan si no es muy poco lo que hacen y si es demasiado tarde.
Para llegar a la región donde el gobierno peruano intenta combatir la minería ilegal, caminé nueve horas y media por la jungla, a veces con el agua hasta las axilas. Pero toda sensación de estar en la naturaleza prístina se acabó al llegar a la orilla del río.
Los mineros han causado tanto daño que el agua tiene el color del café con leche. El paisaje era digno de la película Mad Max: enormes cráteres de arena, montículos de piedras y canales envenenados por todas partes. Basura (harapos, bolsas de plástico, recipientes para comida) entre las ramas recién cortadas que estaban apiladas en los recovecos y las riberas del río.
Con el precio del oro en alza desde hace años, la minería ilegal se ha incrementado en muchos lugares de América Latina, no solo en Perú. Sin embargo, en este país —uno de los mayores productores mundiales de oro— la situación se ha complicado bastante.
Las cantidades de oro que han extraído los mineros ilegales de Perú son las más cuantiosas de toda América Latina. Y la explotación aumenta tan rápido que los ambientalistas creen que existen pocas posibilidades de preservación, incluso en una reserva tan apartada como esta que es el hogar de miles de especies de plantas y animales, muchas de las cuales no han sido identificadas por el hombre.
Para los expertos, la minería ilegal puede llegar a ser aún más destructiva que la minería corporativa. Mientras que las empresas suelen concentrarse en áreas con vetas subterráneas de oro, dicen, los mineros se movilizan rápidamente a lo largo de vastas porciones del territorio. Arrasan con la selva para colar cerca de 200 toneladas de tierra y encontrar suficientes pepitas de oro para un solo anillo de matrimonio.
Si la ayuda no llega pronto, los expertos aseguran que las áreas que dejan a su paso, sin nada de tierra fértil y llenas de mercurio, podrían tardar 500 años en recuperarse.
Los mineros usan tanto mercurio para procesar el oro que, en mayo, el gobierno declaró una emergencia sanitaria en gran parte de la región de Madre de Dios. Las pruebas aplicadas en 97 pueblos demostraron que más del 40 por ciento de la gente había absorbido niveles peligrosos de ese metal pesado. El envenenamiento por mercurio afecta a las personas de diversas maneras, desde dolores crónicos de cabeza hasta daño renal, pero es más perjudicial para los niños, quienes tienen más posibilidades de sufrir un daño cerebral permanente.
“Las siguientes generaciones pagarán por lo que estamos haciendo ahora”, dijo Manuel Pulgar Vidal, ministro de Ambiente de Perú. ( Elsa Galarza Contreras asumió funciones como nueva ministra de Ambiente a partir del 02 de Agosto del 2016).
Las estadísticas no especifican la cantidad de personas que se dedican a la minería ilegal pero Víctor Torres Cuzcano, un economista de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, calculó que la minería informal aumentó un 540 por ciento entre 2006 y 2015, mientras que la producción legal, que paga impuestos, cayó 28,5 por ciento.
La deforestación que provoca la minería de oro se aceleró de 2165 hectáreas al año antes de 2008, a 6143 hectáreas anuales después 2008, cuando la crisis financiera global elevó los precios del oro.
Cuando estaba intacta, la reserva de Tambopata era una zona sin caminos, en parte selva y sabana, con un tamaño cercano a Rhode Island. Ahora las fotos satelitales muestran manchas claras en la reserva y hay tanta actividad minera que el río Malinowski —llamado así por el explorador polaco Bronislaw Malinowski— ha desbordado la ribera y se ha vuelto más ancho y menos profundo. En las áreas donde trabajan los mineros, dicen los guardaparques, el agua está tan contaminada que ya no hay peces.
Algunos defensores del medioambiente dicen que la reserva está perdida. Los primeros indicadores sugieren que tiene mucho oro, en especial si se le compara con otras partes de este remoto estado, como el área reservada oficialmente para la minería informal y la “zona colchón” que rodea la reserva Tambopata.
“En el corredor minero oficial se obtienen entre 12 y 18 gramos al día”, dice Víctor Hugo Macedo, quien supervisa la reserva. “En la zona colchón entre 60 y 80 gramos, y en la reserva se obtienen entre 150 y 200. A los mineros les preocupa más eso que lo que sucede en Tambopata”.
El gobierno ha intentado implementar distintas políticas para frenar la minería ilegal, dijo Pulgar Vidal, como los controles sobre la cantidad de combustible que llega a la región. Sin embargo, reconoció que esas medidas no habían sido exitosas. Las autoridades tributarias de Perú estiman que, solo entre febrero y octubre de 2014, se han contrabandeado fuera del país más de mil millones de dólares en oro.
Los funcionarios dicen que la corrupción y el crimen organizado impulsan la minería ilegal, y muchos de los campamentos son, en esencia, comunidades sin ley donde florece la esclavitud laboral y el tráfico sexual.
Pulgar Vidal espera que la presencia constante de marinos armados y las redadas persuadan a los mineros para que abandonen la reserva, pero los críticos son escépticos. Algunos sugieren que el gobierno no está interesado realmente en detener a los mineros ilegales.
Algunos políticos peruanos argumentan que los mineros, muchos de los cuales pertenecen a comunidades indígenas, tienen derecho a ganarse la vida, una postura que ha obtenido adeptos en un país donde millones viven debajo de la línea de la pobreza.
De cerca, las redadas parecen destinadas al fracaso. Los marinos y guardabosques son inferiores en número y no cuentan con los recursos necesarios. Incluso llegar a sus puestos es un reto. Los mineros controlan las mejores rutas, lo que las vuelve demasiado peligrosas, incluso para los soldados armados. Así que en un día lluvioso caminamos por un sendero angosto desde que amaneció hasta la tarde, pero cuando se inundó en varios tramos, los soldados ni siquiera tenían radios para pedir ayuda.
Todos caminábamos con cuidado por el agua llena de desechos cuando, de pronto, la selva se convirtió en un lago turbio. Con el peso de las mochilas llenas de agua, los soldados llevaban sus armas sobre la cabeza y evitaban hundirse, pero no siempre lo lograban.
El fiscal que los acompaña en las redadas se había adelantado en una moto. Pero eso es un lujo. Los guardaparques solo tienen cuatro motocicletas para cerca de 100 hombres distribuidos en dos puestos de avanzada a lo largo del río.
Sin embargo, se calcula que existen entre 5000 y 10.000 mineros ilegales en la zona. Después de algunas redadas, los marinos se quedaron sin dinamita y recurrieron a una táctica menos sofisticada: usaron mazos para destruir los motores de camión que usan los mineros para mover sus grúas.
Los botes utilizados en las redadas no son más veloces que los de los mineros, y sus motores suelen ahogarse. Aunque todavía no había violencia, una sensación de amenaza flotaba en el aire. A veces los mineros estaban en las orillas del río, abrazando sus armas, mientras los marinos y los guardabosques pasaban navegando.
Un marino llamado Carlos Moscoso Garcés dijo que solo era cuestión de tiempo para que comenzaran los problemas. Los mineros no le dan demasiada importancia a las redadas ocasionales, pero ¿qué pasará cuando aumenten los costos para remplazar el equipo de minería destruido? “Entonces”, aseguró el militar, “quién sabe qué van a hacer”.
En un pequeño campamento, una mujer le suplicó a los soldados que no destruyeran su hogar. Les dijo que solo era una madre soltera que quería ganarse la vida, así que separaron algo de su comida antes de incendiar todo lo demás.
Río abajo, cuando los soldados hicieron una hoguera con varias motocicletas que habían decomisado, un joven intentó tomar la suya. Cuando lo obligaron a ponerse de rodillas les contó a los soldados que solo estaba visitando a sus amigos, una historia que nadie le creyó. Sin embargo, no lo arrestaron. Ni a él ni a nadie más.
A kilómetros de la autopista más cercana y sin instalaciones para albergar prisioneros, la logística impide que se hagan arrestos. A menudo las personas no tienen identificación y son liberadas después de recibir una llamada de atención.
Los marinos son realistas. Cuando pasaron por un gigantesco campamento lleno de antenas parabólicas y postes de viviendas en construcción, siguieron navegando en busca de un objetivo más manejable.
Para el final del día, las redadas habían destruido dos docenas de asentamientos y 15 grúas mineras, e invadieron campamentos mineros mucho mejor equipados que los suyos. A lo largo del camino, los soldados también se “sirvieron”: se llevaron un refrigerador, una antena parabólica, una videograbadora, un televisor, un balón de fútbol, un cachorro y un lechón para la cena.
Por la noche, escuchamos el ruido de las grúas que volvían a funcionar".

lunes, 2 de mayo de 2016

¡ No al pacto contra Ley minera !

El candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski reanudó sus actividades de campaña en Lima tras estar varios días en Estados Unidos.
Al ser consultado por el efecto que generaría la propuesta de Keiko –de derogar los Decretos Legislativos 1100 y 1105-, señaló que este no es el mejor camino para trabajar con los mineros informales.
“Hay que trabajar con los mineros informales para que se formalicen, que vivan mejor, reciban más por sus metales y respeten el medio ambiente. El pacto para reintroducir las dragas en zonas como Madre de Dios no es el mejor camino”, señaló en un encuentro con sindicatos de trabajadores. 
La minería con dragas en la selva es totalmente destructiva y contaminante, y hay que evitar eso”, remarcó.
Reacción de independientes frente a la propuesta del pacto con minería ilegal.
Remarcó que se puede optar por otras alternativas para lograr que más mineros artesanales se formalicen y respeten el medio ambiente.
“Nosotros estamos proponiendo crear un banco de fomento minero que apoye a las pequeñas empresas mineras a tecnificarse y a tener estándares ambientales de primer mundo. Ese programa se llama oro limpio”, agregó.  

Banco minero en formalización minera

El candidato presidencial en Perú Pedro Pablo Kuczynski, planteó la creación del Banco de Fomento Minero para formalizar a los trabajadores de ese sector "con responsabilidad ambiental", en regiones como Madre de Dios y Puno.
Después de una semana en Estados Unidos, Kuczynski volvió a Lima, acudió a un acto de celebración por el Día Internacional del Trabajo. Comentó con la prensa algunas propuestas de su rival electoral, Keiko Fujimori, quien anunció que derogaría las normas aprobadas por el gobierno para formalizar a los mineros artesanales.
"El pacto (de Fujimori con los mineros) al reintroducir las dragas en zonas como Madre de Dios no es el mejor camino", señaló el candidato de Peruanos por el Kambio (PPK) sobre el compromiso hecho por Keiko con varias organizaciones de mineros extractores de oro.
"Siempre se habla de Madre de Dios, pero el gran escándalo es en Ananea, en Puno, a 5.000 metros de altura, donde hay miles de mineros informales que viven en la miseria", afirmó.
Bajo su propuesta, el banco comprará el oro a los mineros al 75 % u 80 % del costo del mercado, en lugar de lo que pasa ahora que "los habilitadores dan la mitad del costo, y entonces están ahogados", agregó Kuczynski.

sábado, 30 de abril de 2016

Clientelaje político & minería informal

En proceso de formalización minera indicamos que en el país se calcula que hay entre 300 mil y 500 mil mineros que no se han formalizado y siguen en lo mismo. Si incluimos a sus familias, bordean una cifra cercana al millón y medio de personas. Existe entonces con ello un enorme problema económico, ambiental y social, pero también político...del cual fuerzas oscuras pretenden aprovecharse en el presente proceso electoral presidencial en Perú aplicando una suerte de clientelaje político sustentado en los votos de mineros en proceso de formalización y sus respectivas familias.
Sería entonces trivial que la minería ilegal movilice millones de dólares anualmente; destruido más de 50 mil hectáreas de bosques amazónicos en Madre de Dios, generado mas de 20 delitos conexos y otras externalidades detalladas en Historia de la minería ilegal en el Perú.

Minería ilegal afecta patrimonio peruano

¿Refundar la lucha contra la minería ilegal?

En consecuencia, resulta paradójico tomar conocimiento de una propuesta electoral hecha por una candidata presidencial que sustenta derogar normativas sobre minería informal para empezar de cero.
En estricto esta medida implicaría retrotraerse a las Leyes de Indias y no sólo al año 2012, donde el Ejecutivo expidiera los decretos 1099, 1100, 1011, 1102 y 1103, referidos a la minería informal, que luego fueran ratificados por el Congreso de la República. En ellos se plantearon nuevas reglas de juego para la formalización de la minería y la incorporación en el Código Penal de esta actividad realizada de manera informal.
Bajo la premisa del borrón y cuenta nueva, no sólo se estaría privilegiando el accionar de ciudadanos que estarían actuando por encima de las leyes y soslayando la firme decisión de luchar contra la minería ilegal, lacra que viene depredando el medio ambiente y destruyendo el Patrimonio Nacional de todos los peruanos.