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viernes, 29 de diciembre de 2017

Perspectivas de la minería para el 2018 en Perú

Se presenta un panorama difuso para el desarrollo minero en Perú mirando al 2018; toda vez que factores externos producidos en Brasil afectaron negativamente en su evolución. Los menores precios internacionales de los minerales, contribuyeron a la contracción de la inversión privada minera.
Causas internas que persisten, como las trabas en algunos grandes proyectos de asociaciones público privadas y la crisis política desatada en el último trimestre del año complicaron el panorama. En términos generales la inversión privada fue negativa durante los dos primeros trimestres del año, pero en el tercero se mostró positiva, atribuidas al crecimiento del sector minero e hidrocarburos.
Cautelar la calidad del agua para diversos usos promoverá mayores inversiones

Expectativas 

La mejora en el precio del cobre y otros metales que exporta el país permitirá dinamizar la minería y la economía en su conjunto, incentivando la inversión en otros sectores.

Desafíos

El sector minero peruano enfrenta grandes retos en su relacionamiento con la Agricultura, un sector que en la última década mostró crecimientos sostenidos del volumen de la producción y de ingresos agrícolas reales. Es preciso mayores inversiones en investigación y desarrollo por parte del Estado que acompañe al sector privado,básicamente por el uso del agua en términos de calidad para reducir los niveles de contaminación en áreas de influencia identificadas y que colisionarían con los intereses del sector agropecuario, cuyo impulso como producto no tradicional de exportación es positivo.

martes, 6 de septiembre de 2016

Perú en mercado Latinoamericano

Una visión de la evolución de los mercados en países de América Latina según reportaje bloomberg es planteado en los siguientes términos:
"La asunción del ex ejecutivo de Wall Street Pedro Kuczynski como presidente de Perú probablemente profundice por lo menos una impresión: que el país está empezando a eclipsar a su modelo, Chile.
Perú ha sido un admirador del libre comercio de su vecino durante más de dos décadas: abrió sus mercados, rebajó los impuestos a las empresas, flexibilizó las normas y promovió la inversión privada en la industria de las materias primas. Ahora, en tanto los salarios aumentan en Chile, el país más rico de América del Sur, y el gobierno busca dar poder a los sindicatos, algunas industrias peruanas se están poniendo al día.

Competencia en cobre

Una de las prioridades de Kuczynski será enfrentar el dominio de Chile en el mercado mundial del cobre. Si bien la producción peruana todavía llega a menos de la mitad de la chilena, dio un salto del más del 50 por ciento en el primer semestre del año. La producción de Chile está estancada desde hace tres años.
Kuczynski le dijo a la prensa esta semana que los proyectos de obras públicas, como los planes de electricidad e irrigación, podrían reactivar los emprendimientos mineros que quedaron paralizados por las sangrientas protestas de las comunidades locales. Ha dicho que podría flexibilizar las disposiciones sobre emisiones para impulsar las inversiones en nuevas fundiciones, justo cuando Chile está haciendo más estricta su normativa y podría cerrar las suyas.

Exportación de frutas

Otras industrias peruanas también pretenden competir con el vecino del sur. Las exportaciones peruanas de fruta aumentaron diez veces en la última década a US$1.800 millones y ahora rivalizan con la producción chilena en mercados como Estados Unidos y China.
Gran parte del dinero proviene de Chile. Las épocas de cosecha de Perú se complementan con las de Chile, por lo que es lógico que los chilenos se expandan en el país vecino para generar un flujo constante de fruta a lo largo del año.
“Perú tiene más agua, su gobierno apoya la agricultura y es menos burocrático. Es también por eso que muchos hombres de negocios chilenos están invirtiendo allí”, dijo Ronald Brown, presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta de Chile.

Textiles

En algunos casos, Perú ya ha superado a su vecino. Las exportaciones chilenas de textiles están en baja desde 2011, en tanto aumentan los costos y se intensifica la competencia del extranjero. En cambio, las exportaciones peruanas aumentaron diez veces en quince años.
“Perú es como Chile en los 90”, dijo Felipe Alarcón, economista de Euroamérica. “Está bajando el IVA, está bajando los impuestos y promoviendo la inversión, tal como hizo Chile”.

Economía general

Si bien el ingreso per capita de Perú es menos de la mitad del de Chile, su población es aproximadamente el doble de la de su vecino del sur y se pronostica que su economía crecerá 4 por ciento el año que viene, casi el doble del ritmo de la de Chile.
Para cuando Kuczynski deje su cargo en cinco años, el PIB de Perú bien podría haber superado al de Chile, dijo Alarcón. El aprendizaje de Perú está llegando a su fin".

jueves, 5 de noviembre de 2015

Capital humano & minería

Una de las consecuencias inmediatas del dinamismo mostrado por el sector minero en la última década ha sido la generación de empleo. Según el Ministerio de Trabajo a julio de 2015, la minería y las actividades vinculadas emplearon a más de 197.000 personas (hace diez años eran alrededor de 70.000). “Esta cifra ha crecido cerca de 20% en los últimos diez años”, afirma Alfredo Mendiola, catedrático de ESAN. No obstante, pese a estos robustos números, en los dos últimos años la generación de puestos de trabajo por parte del sector ha frenado en seco. “De acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas, en 2014 hubo una contracción del empleo directo del sector de 6,3% respecto al año previo, tanto por la disminución del empleo generado por los contratistas mineros (-5,83%) como por las compañías conexas (-7,12%)”, dice Mendiola.
Los especialistas coinciden en que el estancamiento de la demanda se debe la caída de los precios de los metales y la paralización de los proyectos mineros. Sin embargo, en los siguientes años la situación podría cambiar. Para Mario Cedrón, experto en minería de la PUCP, de concretarse los más de US$60.000 millones de proyectos mineros en cartera de aquí a 2021, se podrían generar unos 60.000 empleos directos y casi medio millón de indirectos en el sector. “La demanda de la mano de obra seguirá dos ritmos: el de la construcción de nuevos proyectos y el de las nuevas operaciones. El primero es de carácter temporal pero elevado, mientras que el segundo será de más largo plazo y tendrá directa relación con el tamaño de la mina y las unidades mineras”, agrega Christian Navarro, catedrático de posgrado de la UPC.

Puestos a la medida.

No obstante la coyuntura, el sector tiene diversos requerimientos en lo que se refiere al capital humano. Los geólogos son uno de los grupos de profesionales que encabezan la lista. “Esto es debido a la poca oferta educativa y de calidad, y a su escasez relativa en el mercado. Incluso muchos geólogos peruanos son requeridos en el extranjero”, dice Alfredo Mendiola.
El sector aún necesita también diversos tipos de ingenieros (especialmente los de minas). De hecho, según Mario Cedrón, por cada ingeniero que labora en minería se requiere en promedio de cuatro técnicos de mando medio y diez trabajadores calificados.
También existe espacio para profesionales que no están tan ligados a la operación minera. “Dadas las diferentes unidades mineras, es necesario contar con médicos especializados en salud ocupacional. Se estima que se requieren aproximadamente cien por año. Además, si se trata de seguridad y salud en el trabajo, se calcula que se necesitan unos ochenta ingenieros de seguridad anualmente”, dice Christian Navarro, de la UPC.
Los técnicos también son muy solicitados. De acuerdo con Raúl Benavides Ganoza, presidente del Centro Tecnológico Minero (Cetemin), los egresados de carreras técnicas, como la de mantenimiento de equipo pesado, mantenimiento eléctrico e instrumental, exploración de mineras, entre otras, son muy solicitados hoy por diversas empresas.

La demanda del futuro.

Los expertos coinciden en que la demanda de empleados se está sofisticando cada vez más y que la preparación exigida por el sector sería cada vez más especializada. “La creciente tendencia a innovar de la minería moderna está cambiando los perfiles de los profesionales mineros para involucrarlos más en gestión. Hoy es posible encontrar en una mina moderna a ingenieros especializados en tecnología de la información y sistemas, electrónica, mecánica, energía, mecatrónica, investigación de operaciones, etc.”, dice Tulio Antezano, profesor de la Universidad de Ingeniería & Tecnología (UTEC).
En esta línea, Verónica Valderrama, vicepresidenta de recursos humanos de la minera Goldfields, destaca que se necesitarán profesionales muy especializados para la parte operativa, como hidrogeólogos, geometalurgistas, ingenieros de recursos hídricos. “En la actualidad son muy escasos este tipo de profesionales”, dice. De acuerdo con los expertos, otras de las carreras que seguirán teniendo relevancia en el sector son las de metalurgia, ingeniería civil e ingeniería eléctrica.
Para Raúl Benavides, de Cetemin, en los años siguientes se requerirán profesionales y técnicos asociados a la robótica y a la mecatrónica. “Se requerirán egresados de carreras que permitan el trabajo a distancia”, señala. Christian Navarro también considera que, además de requerir técnicos para la operación de equipos, también habrá una demanda de técnicos que desarrollen relaciones con los pobladores y las autoridades.

¿Y la capacitación?.

Al igual que el empleo, la capacitación también ha sido afectada por el enfriamiento del sector. No obstante, varias empresas del rubro siguen destinando recursos a esta actividad. Existen algunos matices relevantes en este nuevo escenario. “Las empresas mineras están cuidando mucho sus presupuestos en capacitación, ya que es de conocimiento público que el sector no atraviesa por el mejor de los momentos. De allí que la capacitación que genere optimización en operaciones y control de costos tiene muchísimo más sentido actualmente”, dice Claudia Muñoz-Nájar, directora de educación ejecutiva de la UTEC.
La Compañía de Minas Buenaventura tiene programas de capacitación tanto para sus colaboradores como para otros grupos de interés (como las universidades. “El Programa de Ingenieros en Entrenamiento, por ejemplo, forma a jóvenes egresados de las especialidades de minas, geología, relaciones comunitarias y medio ambiente para que durante un año y medio trabajen con nosotros y puedan optar por alguna posición a futuro dentro de la compañía. Como sabemos, la minería está atravesando por dificultades en los procesos de reclutamiento y selección, y estos programas nos dan la posibilidad de contrarrestar esta deficiencia”, indica Miguel Ángel de la Flor, gerente de administración y recursos humanos de la minera.
Goldfields es otra empresa que tampoco ha soltado el pedal de la capacitación. La minera lanzó este año dos programas. El primero se llama Delta (Desarrollando tu Liderazgo y Talento). De acuerdo con Verónica Valderrama, vicepresidenta de RR.HH. de la minera, esta iniciativa permite conocer y analizar qué competencias de la compañía están presentes en sus colaboradores con personas a cargo. Luego de ello se generan planes de desarrollo para cerrar las brechas encontradas en estos empleados a fin de aumentar su productividad y compromiso. El Programa de Consolidación de Equipos es la otra iniciativa, la cual fomenta que los ejecutivos de la empresa se conozcan y se reconozcan como equipo. “Debemos seguir colocando el foco en la capacitación y el desarrollo de habilidades soft. como comunicación asertiva, capacidad para influenciar, manejo ante situaciones adversas, entre otras”, dice Valderrama.

Inversiones y aulas.

Las inversiones juegan un papel vital para reactivar la demanda de trabajadores y la capacitación en el sector minero. “Para retomar una tendencia positiva, se requerirá salir de la actual coyuntura política y de conflictos sociales”, dice Tulio Antezano de la UTEC. Ese, sin duda, será uno de los mayores desafíos del presidente que elegirá el Perú el próximo año.
Al margen de las inversiones, en el terreno educativo también existen varios retos. Los especialistas coinciden en que para dinamizar la competitividad de la minería peruana se necesitarán profesionales con la capacidad de innovar métodos, procesos e, incluso, realizar cambios radicales en la industria producto de investigaciones realizadas de la mano de las universidades.
“La calidad de la educación en el país todavía tiene mucho por mejorar. Sobre la demanda en los próximos años, probablemente varias carreras se sigan considerando, pero si las universidades no fomentan la investigación, implementan laboratorios, instalan equipamiento adecuado ni actualizan la malla curricular, no estarán en línea con las exigencias del mercado”, asegura Miguel Ángel de la Flor, de Buenaventura.
Para Mario Cedrón, de la PUCP, aumentar la productividad de los trabajadores y apostar por la más alta tecnología son pasos claves para que el rubro minero peruano no se quede rezagado a nivel internacional. “Si nos comparamos con países mineros desarrollados, como Australia, Canadá o los EE.UU., nuestra productividad es como la mitad. Nos sostenemos porque el inversionista minero tiene necesariamente que ir a donde están los yacimientos”, dice el experto. Tal parece que las aulas son uno de los terrenos más agrestes que debe superar el sector.

jueves, 27 de agosto de 2015

Trilogía: Agua&Agricultura&Minería

Nada ha cambiado a dos semanas de vencerse los 60 días de suspensión de operaciones del proyecto minero Tía María, en Arequipa. Mientras Southern Perú ha puesto en marcha una campaña nacional de comunicación sobre su futura intervención, en la zona un amplio sector de la población se mantiene alerta para retomar la protesta en cualquier momento. La resistencia local a la multimillonaria operación de extracción y exportación de cobre, y la serie de hechos que le han sucedido, han traído de vuelta desde el pasado reciente una discusión que, por poco frecuente, parece haber quedado congelada en el tiempo.
¿Pueden la minería y la agricultura, con operaciones en un mismo espacio geográfico, llegar a ser buenos vecinos? ¿O es el impacto de la minería sobre zonas agrícolas irremediablemente nocivo? El Perú se ha negado ya la posibilidad de responderse esas preguntas. Y no ahora, sino hace un tiempo. Lo hizo específicamente hace 13 años, cuando la protesta social en el departamento de Piura consiguió la cancelación de Tambogrande, el frustrado proyecto aurífero de la minera Manhattan, que reposaba sobre buena parte de un valle de producción agrícola. Lejos de desaparecer, sin embargo, el dilema regresa con renovada vigencia.
No es cosa menor que en el Perú no exista hasta hoy una experiencia positiva o negativa de convivencia entre ambas industrias, que sirva como referente para la toma decisiones sobre la viabilidad de un proyecto. Y no lo es no solo porque la industria minera representa el principal ingreso de la economía peruana, sino por el peso del Perú en el mercado mundial de minerales: si tal modelo de armonía no existe aquí, probablemente tampoco exista en otras latitudes.
Queda, por tanto, abordar la interrogante desde la teoría sobre la que hoy reposan los pros y los contras. PODER convocó a cinco expertos para intentar resolver el misterio, y proyectar efectos y resultados. Mientras algunos consideran que tal modelo de coexistencia es perfectamente posible gracias a la tecnología, otros coinciden en que de no cumplirse una serie de condiciones mínimas –más allá de las técnicas– se echaría por la borda cualquier intento de convivencia. En lo que están de acuerdo todos es en esto: nada permanece igual para un ciudadano y una comunidad, ni para su espacio físico, tras el arrollador arribo de una empresa minera.

De Tambogrande a Valle de Tambo

Como se ha dicho ya, lo que hizo polémico en su momento a Tambogrande, y hoy a Tía María, es que sean casos de absoluta excepción a la regla en la historia de la minería en el Perú. Desde los inicios de esta industria en nuestro país, esta –a gran escala– se ha instalado predominantemente en dos tipos de ecosistemas: la puna y la alta montaña. Se trata de espacios donde el dilema de la coexistencia minería-agricultura prácticamente no existe, en la medida en que la producción del campo no es parte fundamental de las actividades económicas de la zona. No es el caso de Tambogrande ni el de Tía María, donde el tajo minero se proyecta sobre valles agrícolas. Allí el dilema.
Manuel Glave, investigador de Grade, explica que eso hace que las preocupaciones de la población sean diferentes según la zona donde se ubica un proyecto minero. Así, dice Glave, mientras en la puna peruana el dilema tiene que ver con los derechos de comunidades pastoriles y la propiedad de la tierra, para casos como el de Tía María la preocupación es no tener información confiable sobre cómo afectará la llegada de esta industria a un espacio predominantemente agrícola, productivo, que genera riqueza y empleo y tiene mediano éxito.
“Los casos de Tambogrande y Tía María son diferentes dentro de la industria minera, por el piso altitudinal donde se encuentran. No son Tintaya, Antamina, Toromocho o Las Bambas (ubicados en zonas geográficas comúnmente mineras). Entonces, el no tener experiencia previa que demuestre que minería y agricultura pueden coexistir armoniosamente vuelve a estos proyectos polémicos desde el inicio. Y no es casual que hayan encontrado el rechazo y la preocupación de los agricultores. No conozco otros casos tan crudos, en el sentido de un proyecto de mediana escala intentando instalarse en medio de un valle agrícola extenso”, dice Glave.
Pero así como las preocupaciones sobre la irrupción de un proyecto minero dependen directamente del lugar geográfico donde se instale, la resistencia de la población a una inversión de este tipo es inversamente proporcional al nivel de desarrollo del que goza: una comunidad de mediano desarrollo, conectada al mercado y con oportunidades económicas producto de su relación con el uso de la tierra, será más reticente a la minería que una comunidad pobre, sin oportunidades de desarrollo, que podría ver en ella cierta esperanza de progreso. Carlos Monge, director para América Latina del Natural Resource Governance Institute, desarrolla esta idea.
“En casos de expansión de la actividad minera donde hay usos de la tierra, y donde además esos usos son relativamente exitosos, tienes un potencial de conflicto muy grande. Porque, ojo, Tía María no está proyectando llegar a una comunidad campesina pobre, estamos hablando de zonas más modernas, más prósperas y capitalistas, de pequeña y mediana producción agrícola. En contraste, cuando la mina llega a zonas de pobreza extrema es posible que haya más aceptación, porque allí pueden sentir que no tienen nada que perder, y que, por el contrario, pueden sacar algún provecho”, afirma Monge.
Dado que, debido a las legítimas preocupaciones de la población, no ha sido posible hasta hoy concretar ningún proyecto minero en el Perú que comparta su espacio con una agricultura intensiva, cabe hacerse una pregunta diferente: ¿qué condiciones mínimas debería cumplir la minería para compartir armoniosamente el espacio con actividades agrícolas, vencidas las resistencias sociales? La primera de ellas es, sin duda, asegurar las condiciones del acceso de todos los actores al agua.

Problema de fondo

La mayoría de conflictos sociales por actividades extractivas en el Perú están directamente relacionados con asuntos medioambientales. Y muchos de los casos medioambientales están relacionados con el agua. En el 2010 la Red Muqui, un conjunto de instituciones abocadas al desarrollo sostenible y a la defensa de poblaciones en áreas de influencia minera, identificó a partir de información de la Defensoría del Pueblo que, de los 246 conflictos sociales registrados en el país, 117 eran socioambientales, y que 28 de ellos giraban en torno al agua en zonas mineras.
Pese a las múltiples alertas, el Estado no ha puesto mucha atención al problema del agua. Y no solo a aquellos casos que registran contaminación directa de fuentes del recurso hídrico, sino a la escasez y disputa de su administración en diversos puntos del país. El año pasado, por ejemplo, una investigación periodística de La República reveló que las autoridades peruanas no saben con certeza el volumen de agua disponible en 119 de las 159 cuencas que proveen este recurso a todo el país. La ausencia de información de este tipo es grave, toda vez que evita proyectar un suministro a futuro y velar por una buena distribución de los caudales a las industrias que más los necesitan: agricultura, minería, electricidad y uso doméstico.
Sobre este último punto, Manuel Glave, de Grade, llama la atención sobre la completa ausencia de una política de planificación en el país respecto al uso y administración del agua. Esta realidad agrava polémicas como la de agricultura versus minería, al no existir institución estatal que pueda asegurar técnicamente –en este caso, a los agricultores del Valle de Tambo- un suficiente suministro del recurso hídrico en futuro.
“Es cierto que una operación minera termina afectando el acceso al agua, pero para eso la Autoridad Nacional del Agua (ANA) debería contar con una balance del recurso hídrico y una proyección de su disponibilidad a 50 años. Y no estamos hablando aquí solamente de un balance de uso agropecuario, sino de uno estratégico para todos los usos, que permita comparar la oferta y la demanda. La existencia de estudios de ese tipo permitiría tomar decisiones importantes, porque podrías saber si favoreciendo una actividad económica vas a afectar a otra. Que ese estudio no exista solo genera más incertidumbre”, dice Glave.
Pero la carencia de información estratégica no es el único problema; también se trata de la infraestructura. El conflicto por Tía María en el Valle de Tambo es el ejemplo más reciente de cómo la mala planificación de proyectos de irrigación por parte del Estado –se le prometió al valle cuatro represas en los últimos 30 años, pero nunca llegaron–, aunada a la falta de credibilidad y eficiencia en prácticas ambientales, como en el caso Southern Perú, pueden confluir en el estallido de un conflicto que ya lleva cinco muertos y cientos de heridos.
Carlos Monge, de Natural Resource Governance Institute, resalta la importancia del agua para el desarrollo de proyectos mineros en convivencia con la agricultura. “Una condición importante para que ambas actividades coexistan es que, primero, haya abundancia de agua, además de la existencia de una estrategia productiva tal que permita que la actividad minera no destruya, se apropie o contamine fuentes de agua en perjuicio de los actores con los que comparte la zona, sino que, por el contrario, incluso las mejore”, afirma.
Monge considera que, en principio, ambas actividades sí podrían convivir, al menos teóricamente. Pero además del agua, como ya se ha dicho, es sumamente importante también la ubicación exacta del proyecto, la conformación del mineral en el yacimiento, los niveles de toxicidad de los minerales que se planea explotar y las relaciones con las comunidades. Hasta el momento, como hemos comentado, no existe experiencia exitosa de convivencia entre minería y agricultura, o no al menos en operaciones del tamaño de Tía María. Pero la minería en el Perú sí ha tenido otros logros destacables, como el reasentamiento poblacional en Morococha –de unas 10.000 personas–, o casos notables de negociación como el de Quellaveco.

Servinacuy minero

En medio de la tensión que a principios de la década pasada se vivió en Piura por las protestas contra el proyecto aurífero que intentaba posarse sobre Tambogrande, la minera junior canadiense Manhattan Minerals optó por revisar la casuística internacional para diseñar un discurso que demostrara su viabilidad en una zona fundamentalmente agrícola.
Paul Sweeney, CEO de la compañía minera, afirmó por entonces que las relaciones con las comunidades en Tambogrande eran buenas, aunque luego la experiencia terminaría por desmentirlo. En la consulta popular que se llevó adelante en la zona buscando aprobación social, el proyecto de Manhattan sufrió una derrota aplastante. La negativa de la población se dio pese a que un grupo de profesionales y dirigentes de Tambogrande –incluido el alcalde– fue invitado a visitar y conocer la experiencia de la mina Candelaria, cerca de Copiapó (Chile). El objetivo era, supuestamente, convencerlos de que una feliz convivencia entre minería y agro sí era posible.
Pero sobre este caso, citado internacionalmente como una supuesta experiencia positiva agro-mina, existe un estudio elaborado por CooperAcción según el cual no todo es como parece. El informe revela que Manhattan, en su objetivo de convencer a los piuranos, omitió detalles importantes al tomar como ejemplo el caso chileno. La mina, por ejemplo, tenía poco tiempo operando, lo que no permitía observar las consecuencias a largo plazo de la convivencia entre ambas actividades. El caso de Copiapó tampoco podía servir para hacer un paralelo con el proyecto peruano, toda vez que la zona de Chile donde se instaló no está sujeta a las complicaciones de suministro de agua que sí se dan en Tambogrande.
A propósito de las consecuencias a largo plazo, un informe del 2009 elaborado por el Centro de Investigación Periodística (Ciper) de Chile da cuenta de las preocupaciones que experimentaban desde el gerente de las mineras hasta el más pequeño de los agricultores: como consecuencia de ambas actividades y de los mecanismos de venta de derechos de agua, se habían sobreexplotado las fuentes y se había llegado a un estrés hídrico crónico. El informe también detalla los conflictos que ocurrieron entre agricultores locales y la minera Candelaria por el uso de pozos y aguas tratadas.
“He tenido la oportunidad de visitar la zona [Copiapó] varios años después del conflicto de Tambogrande, y no es un buen ejemplo”, afirma José de Echave, director de CooperAcción. “Los agricultores tienen demandas judicializadas contra la minería en esa zona”.
Otro caso usado por Manhattan para promover su proyecto a partir de la comparación fue el de Martha Mine, en Nueva Zelanda. Un documento elaborado por el geólogo Robert Moran para Oxfam señaló que si bien se trataba de una mina de oro y plata en una zona agrícola, la coexistencia de esta actividades –como en Copiapó– era demasiado reciente como para sacar conclusiones, y, además, la frecuencia y el nivel de lluvias la convertía en un caso poco preciso para comparar con la realidad piurana.
Un tercer caso citado como ejemplo fue el de la mina Stillwater, en Estados Unidos. Pero aquí, en un informe del 2005, CooperAcción señaló también otras omisiones: la composición química de los minerales explotados era distinta de la de Tambogrande, que en el área circundante solo se cultivaban pastizales y que la villa más cercana se localizaba a más de 50 kilómetros de distancia.

Puntos encontrados

Luego de listar los casos precedentes, surge una nueva pregunta: ¿es entonces imposible la convivencia entre agro y minería? “La respuesta se relativiza dependiendo del tipo de agricultura del que estamos hablando, y del tipo de minería también. No todos los yacimientos son iguales y no toda la agricultura lo es. No es lo mismo una agricultura de pastizales que una frutícola”, afirma  José de Echave. E insiste que en el Perú no se ha dado hasta el momento un caso de coexistencia entre minería y agricultura intensiva o de mediana envergadura, como la que hay en el Valle de Tambo.
Rómulo Mucho, expresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), discrepa. Mucho considera que este fenómeno sí ha ocurrido en nuestro país. Pone el ejemplo de minera Cerro Verde, en Arequipa. “La presa de relaves está cerca del valle de Uchumayo. No es un valle muy fructífero, porque es angosto, pero en las tierras aledañas se producen cebollas”, asegura, aunque, como él mismo declara, no se trata de una agricultura de escala similar a la del Valle de Tambo.
Cerro Verde no ha estado libre de conflictividad social. Hace poco, según reporta el diario arequipeño El Búho, representantes de la Junta de Usuarios La Joya Antigua criticaron que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) haya autorizado la reutilización de aguas residuales tratadas para uso minero, lo que afectaría el suministro para el agro. Se trata definitivamente de un problema serio, aunque no haya escalado en magnitud.
Pero un caso que según Mucho se asemeja un poco más al del Valle de Tambo es el de la minera Colquisiri, en Huaral. Se trata de una mina polimetálica asentada en pleno valle, con extensos cultivos de naranjas a menos de un kilómetro de la operación. En el 2011, según medios locales, hubo quejas por parte de dirigentes de centros poblados de Jecúan, Cerro Cenizo y Tres Estrellas, quienes acusaban a la minera de afectar la producción agrícola de la zona y poner en riesgo la salud como consecuencia de un mal manejo de relaves.
“El tema pasa por que la mina controle todas sus emisiones y use tecnología. Así es totalmente viable. Esto sucede en Canadá, Estados Unidos, Australia, Chile”, declara Mucho. “Yo creo que en el Perú es totalmente factible la coexistencia. Y afirmo que Tía María no va a afectar el valle”.
Otro componente importante para la paz y la buena vecindad es la participación de la mina en la promoción del agro. Ricardo Labo, de Labo Mining Strategies, destaca el caso de la mina Northparkes, en Australia. En el 2012, el diario The Australian detalló el caso de la incursión de la mina en una de las zonas agrícolas más ricas de Nueva Gales del Sur. Durante varios años hubo disputas entre los campesinos y mineros por el uso que se les iba a dar a las tierras. Hasta que en 1997 la empresa entró a invertir decididamente también en agricultura. Así, Northparkes añadió a su estructura organizacional un negocio agrícola que no es pequeño: según Mining Weekly, solo el 30% de las tierras de la compañía son usadas para explotar oro y cobre; el resto está ocupado por hectáreas donde se cultiva cebada, trigo y canola.
Como señala The Australian en su artículo, si bien la agricultura no representa una gran ganancia para Northparkes, las tierras han servido para probar nuevos métodos de cultivo y hacer que las localidades circundantes se desarrollen. Incluso hubo un año –el 2003– en que las pérdidas de la minera fueron de alguna manera atajadas por las ganancias de la rama agrícola de su negocio. En este caso específico, incluso los cultivos de la propia minera servían como zona de amortiguación entre las operaciones propiamente mineras y las tierras agrícolas privadas de sus vecinos. ¿Será posible hacer esto en el Perú? ¿Qué empresa minera criolla podría tener esta visión?

viernes, 31 de julio de 2015

¿US $ 63,114 millones de inversión?

La cartera estimada de inversión en minería se encuentra compuesta por 51 principales proyectos. Incluye proyectos de ampliación de unidades mineras, proyectos en etapa de exploración avanzada, así como proyectos con estudio ambiental aprobado o en proceso de evaluación y que en conjunto ascienden a US$ 63,114 millones.
Cartera estimada de proyectos mineros por mineral predominante en Perú_2015
Cabe mencionar que si bien existen otros proyectos en etapa de exploración que no se encuentran en la cartera, esta solo es de carácter referencial e intenta recoger las principales comunicaciones formales de los titulares mineros.
Algunos de los 51 proyectos mencionados no han definido su fecha de inicio de operación ni su fecha de construcción dado que aun se encuentran en etapa de estudios y permisos.

jueves, 29 de enero de 2015

Precio del Cobre & minería peruana

Semana Económica hace una interesante publicación sobre la caída en el precio del cobre que ha sacudido a los mercados internacionales. La semana pasada, el metal continuó a la baja tras la fuerte baja de la semana anterior, que lo llevó a tocar su nivel más bajo desde julio del 2009.

Precio Histórico del Cobre.Hoy se cotizaba $ 2.52 USD/lb.
Se teme que el metal esté en camino a un desplome en su precio, tal como ha sucedido con los otros  grandes commodities industriales, el petróleo y el hierro, cuyos precios cayeron 40% durante el 2014 y continúan acumulando pérdidas este año. Si bien en el caso de ambos commodities  la caída se debe en gran medida al exceso de oferta, los otros metales ‘base’ o industriales (zinc, níquel, aluminio) también están en declive en los últimos seis meses, pese a sus mejores fundamentos de mercado.
En la mayoría de casos, el pobre desempeño de los metales industriales sorprendió a los analistas. El cobre ha caído 12% este año pese al recorte en las estimaciones de sobreoferta, lo que en teoría habría limitado su caída. Para el zinc se esperaba un alza mucho mayor en el 2014 por las expectativas de una fuerte restricción en su oferta (SE 1429, 1435). Pero a mitad de año el precio comenzó a caer, y sigue a la baja en el 2015.

TORMENTA PERFECTA

“Gran parte de la caída se debe al sentimiento [negativo] del mercado, y no a los fundamentos de los metales”, dijo a SE Caroline Bain, senior commodities economist de la consultora Capital Economics. Durante el 2S14, una serie de indicadores económicos mostraron una desaceleración en China y acentuaron el riesgo de deflación en Europa, por lo que “comenzaron a afectar las perspectivas de la demanda mundial”, agrega Andrés Herrera, subgerente adjunto de estrategia de inversiones de Credicorp Capital. Los datos negativos se acentuaron hacia diciembre, y este mes el BM y el FMI recortaron su proyección de crecimiento mundial.
Dos factores adicionales han golpeado a los metales base. El fortalecimiento del dólar, moneda en la que cotizan estos commodities,  encarece la compra de estos bienes para quienes poseen otras monedas. “El fortalecimiento golpea a todos los metales, indistintamente de que haya demanda por ellos”, señala Marco Contreras, analista senior de Kallpa SAB. En segundo lugar, la fuerte caída del petróleo ha llevado a los inversionistas a descartar los commodities como un activo importante para sus portafolios, sostiene Bain. Los commodities son manejados como un solo activo dentro de los portafolios, por lo que las liquidaciones de los inversionistas afectan a todos, explica un reporte de HSBC.

MIRANDO MÁS ALLÁ

Diversos bancos de inversión han recortado sus pronósticos de precios para este año e inclusive para el próximo. En el corto plazo, el sentimiento es negativo y podría haber mayores caídas de los precios. Sin embargo, el ‘sobrecastigo’ también sugiere un potencial de rentabilidad futura en el mediano y largo plazo, dado que los fundamentos de estos metales son positivos, o al menos no tan negativos como su actual precio sugiere. “Para muchos hay retornos atractivos en comparación con otros instrumentos de renta variable e incluso contra otros commodities” , señala Herrera.
Un punto de inflexión se daría si el temor a un ‘aterrizaje forzoso’ o fuerte desaceleración de China –el principal consumidor de muchos de estos metales– se disipa en el corto plazo. Más que una fuerte desaceleración, el último indicador adelantado de producción en enero sugiere una estabilización de su economía a un menor crecimiento, a medida que el país pasa de un modelo de inversión hacia uno de consumo. “Creemos que las preocupaciones sobre China son exageradas –afirma Bain–. Su crecimiento se está desacelerando, pero es una economía muy grande, y un menor crecimiento igual se traduce en altos volúmenes de consumo de commodities”, agrega.
Justamente el precio de los metales base, que usualmente siguen desempeño económico en China, se ha desacoplado y viene registrando una tendencia mucho más negativa recientemente (ver gráfico).
Cuando se disipe la actual incertidumbre del mercado, los metales probablemente retomen la tendencia de China y la brecha por recuperar implicaría una revalorización importante.
El esperado fortalecimiento del dólar continuará limitando el potencial de mejora de los metales. El fin de la política expansiva de Estados Unidos implica un cambio estructural para la economía mundial “y los precios de los metales tratan de adaptarse a un nuevo equilibrio –explica Herrera–. Pero los actuales precios mostrarían un exceso de castigo”.

MINERÍA PERUANA

El ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, señaló a Gestión que hay diez grandes proyectos cupríferos que sustentarán el proyectado crecimiento de la producción del metal rojo en el presente año (2015).
Estos son Toromocho, de Chinalco; Constancia, de Hudbay, la explotación de relaves de Shouxin, y la primera etapa del proyecto Ampliación Cerro Verde.
En el caso de Toromocho, señaló que este tuvo dificultades en el 2014, pero estas ya han sido superadas, por lo que confirmó que debe alcanzar una producción plena de 275,000 toneladas en el segundo semestre del 2015.
En el caso de Constancia, señaló que hoy está en pruebas y debe operar comercialmente entre marzo y abril del presente año, para alcanzar una producción de 80,000 TMF.
A los proyectos antes mencionados, todos ellos nuevos (aparte de Toromocho, que se inició en diciembre del 2013), se suman las actividades de minas en plena operación como Antamina, Cerro Verde, Toquepala y Cuajone (de Southern), Antapaccay, Milpo, Gold Fields, entre otras.
En el caso de uno de los principales productores, como es Antamina, cuya actividad cayó en el 2014, afirmó que para este año deberá normalizar su producción.
De la misma forma, El Comercio publicaba "Si el precio del cobre sigue bajando, empero, el efecto negativo se reflejará en el recorte de los programas de exploración y en la demora de los proyectos que hoy aguardan luz verde para ser construidos... Esto afectará los proyectos futuros, cuyo desarrollo y construcción se decidirán este año, como es el caso de La Granja, de Rio Tinto, y Quellaveco, de Anglo American”, señala José Luis López, coordinador del Grupo de Diálogo en Minería.
En efecto, Rio Tinto tendrá que decidir en abril próximo si reactiva o posterga La Granja (Cajamarca), proyecto de 500 mil toneladas de cobre que destaca como el más grande en etapa de exploración que existe en las Américas.
La británica pausó el desarrollo de este proyecto a fines del 2014, debido a restricciones de presupuesto. Ahora es presionada por las comunidades cajamarquinas que exigen su reanudación.
Similar dilema enfrenta el directorio de Anglo American, que se reunirá en mayo próximo para dirimir si da luz verde a la construcción de Quellaveco (Moquegua). La minera decidió optimizar los componentes principales de este proyecto tras advertir que su costo escaló de US$3.300 millones a US$6.000 millones, luego de estar paralizado varios años.

martes, 10 de diciembre de 2013

Oportunidades en minería de oro

El presente análisis se sustenta en nuestra publicación "Producción de oro en Perú" hecha en agosto del 2011, donde indicábamos que la posición mundial del Perú en los rankings de producción minera bajó del quinto al sexto puesto según datos referenciados del 2010.
Expresábamos en ese entonces nuestra extrañeza de este hecho que acontecía justamente cuando el precio internacional del oro en el mercado mundial alcanzaba niveles históricamente altos.
Las reservas de oro estimadas en el país estarían en el orden de los 2 millones 762 mil toneladas, según el comité aurífero de la Sociedad Nacional de Minería,Petróleo y Energía.
El escenario se complementa con las estimaciones hechas por US Geological Society quien considera que quedan unas cincuenta y un mil (51,000) toneladas de reservas probadas de oro en el mundo sin extraer.
Para completar la idea, es preciso señalar que todo el oro extraído a lo largo de la historia de la humanidad hasta la fecha asciende aproximadamente a ciento setenta y un mil (171,000) toneladas métricas de oro.
Sin perjuicio de ajustar las precitadas estimaciones, consideramos que Perú cuenta con una ventana de oportunidades que podría aprovechar sumando las experiencias adquiridas en el proceso de extracción del oro en su territorio.

10 minas mas grandes del mundo según producción de oro al año 2011

Perú logró colocar a dos de sus minas situadas al norte del país (Yanacocha en Cajamarca y Lagunas Norte en la Libertad) entre las diez minas más grandes del mundo según producción de oro al año 2011.
Entre ambas superaron los  dos millones de onzas según la descripción siguiente:

Nombre de la mina de oro
Ubicación
Producción en  el  2011
(Onzas)
Operador
Tipo de Minería
1
Grasberg
Papúa,Indonesia
.
1´444,000
Freeport-McMoRan Copper & Gold
cielo abierto y subterránea

2
Cortez

Elko,Nevada,USA.
1´421,000
Barrick Gold
cielo abierto

3
Yanacocha


Cajamarca,Perú

1´293,000
Newmont
Mining;
Buenaventura;
World Bank
cielo abierto
4
Gold Strike
Eureka y Elko,Nevada,USA
1´088,000
Barrick Gold

cielo abierto y subterránea
5
Veladero

San Juan,Argentina.
957,000
Barrick Gold

cielo abierto
6

Vaal River
Klerksdorp,
Sudáfrica
831,000
Anglo Gold
Ashanti
subterránea

7
West Wits
Carletonville,
Sudáfrica
792,000
Anglo Gold
Ashanti
subterránea

8
Lagunas Norte
Santiago de Chuco, La Libertad,Perú
770,000
Barrick Gold


cielo abierto
9
Kalgoorlie Super Pit
Kalgoorlie,Australia
750.000
Barrick Gold,
Newmont Mining
cielo abierto
10
Boddington
Perth,Australia
741,000
Newmont Mining
cielo abierto

Proceso de formalización minera e inclusión de programas sociales

La principal actividad de zonas altamente excluidas del país se fueron perfilando en la extracción artesanal de oro, la cual generó espacios para la minería informal y la forma de minería ilegal.
En el siguiente video que data de Enero del 2008 denominado "lavado de oro en Huacaschuque" (Pallasca_Ancash),  se explica el desarrolló el proceso previo al boom del precio internacional del Oro en el 2011.
Entre otras consideraciones, describe que el 80% de los ingresos se obtienen por esta actividad que realizan entre el 80% y 90% de la población masculina, incluyendo niños y personas de tercera edad.En estricto, este tipo de actividad minera artesanal pasa de generación en generación de peruanos, desde la época pre-inca inclusive.
La escasez del trabajo en la zona, hace que la población se dedique a la extracción de oro en el río.Esta situación se replica en escenarios similares del país.
Con el pasar del tiempo, en el río Tablachaca que hace referencia el video, las jornadas de trabajo desde abril al mes de julio (época de estiaje en el río) se hace cada vez  mas difícil la obtención del oro por la falta de asistencia técnica y el nivel de contaminación generado por el uso de mercurio en la separación del oro.
En este sentido, los programas sociales del ejecutivo peruano, tienen en esta coyuntura, una oportunidad para poder mejorar los niveles de servicios básicos de salud y calidad de vida de un importante número de población excluida del país.
Tanto el ejecutivo como los stakeholders tienen la palabra para poder llegar a buen puerto el proceso de formalización minera, maximizando las oportunidades que brinda la minería de oro en el país de los incas.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Perú productor de Plata mundial_I

Como decíamos en Octubre del presente año 2012, Perú podría recuperar espacios perdidos_consecuencia de problemas internos que dilatan la ejecución de los Proyectos mineros_al año 2014, si es que la actual administración del Estado peruano lograra las condiciones de competitividad necesarias para que los proyectos mineros en el territorio nacional sean factibles (tanto de explotación como en exploración).
Citábamos entonces el caso de las labores mineras ubicadas en Cerro de Pasco, con la expansión de las plantas de Chungar, Cerro de Pasco y Alpamarca-Rio Pallanga, ubicadas en el departamento de Pasco.
En el mismo orden de ideas, cerrando el año 2012 , el diario El comercio y la agencia Reuters recogen las expresiones vertidas por el Gerente General de Volcan en el programa Rumbo Minero TV propalado por canal N en los siguientes términos: 
"La producción de plata de la minera peruana volcan, la cuarta mayor productora mundial del metal, crecerá un cuarenta (40) por ciento el próximo año a 30 millones de onzas como parte de la ampliación de sus unidades, dijo el sábado la compañía.
La minera Volcan, cuya acción es una de las más líquidas en el mercado bursátil local,producirá el presente año unas 22 millones de onzas de plata.
El objetivo es crecer un 40 por ciento, es decir incrementar en 8 millones de onzas la producción de plata para Volcan.

Juan José Herrera_Gerente General de Volcan presidiendo la mayor exposición minera peruana_2012
Esto significa obviamente concluir tres proyectos importantes de acá al 2013,dijo Juan José Herrera, gerente general de Volcan a la estación de televisión Canal N. Perú es el segundo mayor productor mundial de plata y sus exportaciones mineras son equivalentes al 60 por ciento de los envíos totales del país andino.
Herrera detalló que el próximo año la empresa ampliará la capacidad de procesamiento de la unidad de Chungar en Cerro de Pasco, en la sierra central del país, a 5.200 toneladas métricas (TM) diarias, desde las 4.200 TM diarias. Esto ya está en marcha, está en plena construcción.
"Esto va a significar 2 millones de onzas más de producción”, refirió el ejecutivo de la compañía.
Herrera también afirmó que en agosto del 2013 entraría en operación una planta de óxidos que permitirá lixiviar dióxidos oxidados con contenidos de plata y producir lingotes. Asimismo, el ejecutivo refirió que en el tercer trimestre del próximo año entrará en operaciones la nueva unidad de Alpamarca Río-Pallanga, con una planta concentradora de 2.000 TM al día y que permitirá producir 3 millones de onzas anuales. Volcan, de capitales peruanos, desarrolla un plan de expansión para consolidarse como una minera líder de Perú, con inversiones por hasta 740 millones de dólares desde este año al 2016 en proyectos de plata y cobre
Estamos bastante sólidos con estos proyectos, el tema va con viento favorable, sin embargo los precios no han sido muy favorables este año y eso hace que todas las empresas mineras hayan afectado sus utilidades”,agregó Herrera.
En este contexto, saludamos los esfuerzos realizados por capitales peruanos que poniéndose a la par con los capitales extranjeros, apuestan competitivamente por un desarrollo minero en el país con elevados estándares de calidad en producción y respeto a la naturaleza.