Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Pandemia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pandemia. Mostrar todas las entradas

jueves, 13 de agosto de 2020

Importante giro en estrategia de lucha contra el COVID-19 en Perú

Las pruebas moleculares (PCR) para detectar la presencia de la infección viral por COVID-19, así como las pruebas serológicas de anticuerpos y la inmunidad potencial, son considerados como fundamentales para medir la propagación (transmisión) de la enfermedad infecciosa. Los gobiernos, las empresas y las familias dependen de los datos de estas pruebas a medida que toman decisiones sobre el camino a seguir de cara al futuro.

Experiencia para el caso peruano

La administración Vizcarra, apostó básicamente por las pruebas serológicas de anticuerpos, las denominadas masivas "Pruebas Rápidas" con los conocidos resultados en su lucha contra la pandemia, situándose actualmente en sexto lugar de países más infectados del planeta. 
En este contexto, se evaluaron los riesgos de los niveles de sensibilidad y especificidad informados por los diferentes fabricantes de estas pruebas rápidas, algunos de los cuales no contaban necesariamente con la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés) que es la agencia gubernamental de Estados Unidos encargada de la regulación de alimentos, tanto para personas como para animales, aparatos médicos, productos biológicos y derivados; o el organismo regulador nacional.

Total de casos positivos diagnosticados en Perú

Con la aplicación de la estrategia inicial de lucha contra el COVID-19, se está por alcanzar el medio millón de casos positivos identificados con el nuevo coronavirus al 12 de agosto de 2020, siendo más exactos se alcanza 498.555 pruebas que resultaron positivos , de los cuales setenta y cuatro por ciento (74%) corresponden a resultados con pruebas rápidas y sólo veintiséis por ciento (26%) fueron diagnosticados utilizando pruebas moleculares (PCR).  
La incertidumbre en la medición reportada por las pruebas rápidas fueron alimentadas por diversos factores que expliqué progresivamente en este espacio, hecho que llevó a que exista en la actualidad más de cien proveedores de pruebas rápidas de COVID-19 en el país según reporte del diario Gestión.

Voluntad de cambio

Un importante giro en la estrategia de lucha contra el COVID-19 dará la administración Vizcarra, al remplazar paulatinamente las pruebas rápidas por moleculares (PCR) para detectar casos de infectados por el nuevo coronavirus.
La ministra de Salud del Perú Mazzetti, anunció que ya se tienen ochocientos mil pruebas moleculares y que se espera acopiar un millón la próxima semana.
El diario El Comercio, publicó las siguientes declaraciones de la actual ministra de salud: "Necesitamos cambiar y virar la estrategia, e ir a la parte de la atención primaria, necesitamos llegar al ciudadano e identificar, necesitamos poder contar con pruebas, de ser posible, moleculares, ya estamos haciendo acopio de pruebas moleculares, ya tenemos 800 mil, esperamos que la próxima semana tengamos un millón y esto nos permita ir poco a poco, con una estrategia, cambiando a las pruebas moleculares".

sábado, 13 de junio de 2020

¡ Perú No, Lima podría haberse convertido en epicentro COVID !

A mayor abundamiento de mi última publicación "Efecto COVID-19 en Perú al 13 de Junio del 2020", replico una interesante descripción sobre el particular que bajo el título "El virus exhibe las debilidades de la historia de éxito de Perú" escrito por Mitra Taj y Anatoly Kurmanaev,  el New York Times hace una referencia a una profunda desigualdad y corrupción que frustraron las medidas que el país tomó al preparar la respuesta ante la pandemia del COVID-19 en los siguientes términos :
"El presidente Martín Vizcarra siguió los mejores consejos cuando el coronavirus llegó a Perú. Ordenó uno de los primeros y más estrictos confinamientos de América Latina y lanzó uno de los mayores paquetes de ayuda económica para facilitar a los ciudadanos que se quedaran en casa. Compartió detallados datos de salud con el público, se apresuró a agregar camas y ventiladores a los hospitales y aumentó el número de pruebas.
Con robustas arcas públicas y niveles récord de aprobación, el gobierno centrista de Vizcarra parecía estar bien preparado para enfrentar la pandemia.
Sin embargo, en vez de ser aplaudido como modelo, Perú se ha convertido en uno de los epicentros más críticos del coronavirus en el mundo: sus hospitales están abrumados y la gente huye de las ciudades. La crisis ha estropeado el barniz de progreso económico de Perú, y expuso la desigualdad y la corrupción fuertemente arraigadas que han obstaculizado la respuesta a la pandemia.
“Nos pidieron todos quedarnos en casa, pero hay muchas personas que no tienen ahorros, y eso ha sido imposible. Nos pidieron lavarnos las manos, pero solo uno de cada tres hogares pobres tiene acceso a una red de agua potable”, dijo Hugo Ñopo, investigador en el grupo de análisis Grade. Solo la mitad de los hogares peruanos tiene refrigeradoras, agregó, lo cual obliga a muchas familias a volver a diario a los mercados abarrotados, una importante fuente de contagio.
La tragedia de Perú se desarrolla en medio de una explosión más amplia del virus en América Latina, que de un remanso pasó a ser un epicentro de la pandemia en los dos últimos meses. Cerca de 1,5 millones de personas han dado positivo en la región y los expertos dicen que el número real de infecciones es mucho mayor.
Las cifras siguen aumentando de manera pronunciada y lo peor parece estar lejos de terminar. Con el invierno a punto de llegar en la parte sur de la región y la temporada de huracanes en el norte, la Organización Mundial de la Salud advirtió esta semana que las condiciones climáticas adversas podrían llevar a un nuevo aumento de las infecciones y entorpecer la respuesta a la pandemia.
Perú tiene alrededor de 6000 muertes confirmadas de la COVID-19 y más de 200.000 infecciones, y los expertos dicen que las cifras se quedan cortas al reflejar la verdadera dimensión de la tragedia. En mayo, la tasa de mortalidad en Perú —por todas las causas— fue el doble que el promedio de los últimos años, según los datos recopilados por The New York Times, lo que sugiere un número de muertes por coronavirus de dos a tres veces la cifra confirmada por laboratorio. Muchos pacientes con síntomas fallecen sin que se les haga una prueba.
La ferocidad del brote de la enfermedad en Perú rivaliza con la del vecino Brasil, donde el presidente Jair Bolsonaro —a diferencia de Vizcarra— ha ignorado en gran medida los consejos de los especialistas y se ha rehusado a tomar medidas para controlar el contagio.
“Los resultados no han sido los que exactamente esperábamos”, dijo Vizcarra el mes pasado. “Esta no es solamente una crisis de salud, es una crisis social y económica sin precedentes”.
Antes de la pandemia, las cosas estaban mejorando para Eduardo José Domínguez, de 29 años, quien administraba una tienda de sándwiches en las afueras de Lima, la capital de Perú. Pero cuando la tienda se cerró por el confinamiento, él tomó trabajos ocasionales como carpintero o vigilante nocturno para pagar las cuentas, y trabajó unas 15 horas al día hasta que se puso tan enfermo con los síntomas de la COVID-19 que apenas podía caminar.
“Solo quería dar sustento a su familia”, dijo su esposa, Ana Ponte.
Durante días, dijo, solicitó ayuda médica mientras su esposo se iba quedando sin aliento por falta de aire, pero le dijeron que los hospitales no estaban admitiendo nuevos pacientes. El día que murió, ella intentó en vano reanimarlo, mientras esperaba una ambulancia que llegó demasiado tarde.
El rápido descenso de Perú —de historia de éxito a calamidad regional— ha desanimado a sus 32 millones de habitantes y provocado un examen de conciencia nacional.
Años de fuerte crecimiento económico impulsado por las exportaciones mineras y agrícolas, así como por políticas financieras prudentes, habían convertido al país en una rara estrella en el horizonte de estancamiento latinoamericano. Bajo una serie de presidentes proempresariales, millones de peruanos escaparon de la pobreza en este siglo, lo que les permitió enviar a sus hijos a escuelas privadas, instalar agua potable o iniciar pequeños negocios.
Pero el confinamiento ha expuesto la fragilidad del progreso económico de Perú, dijo Pablo Lavado, economista de la Universidad del Pacífico en Lima. Dos décadas de crecimiento económico elevaron muchos ingresos pero no abordaron la profunda desigualdad y trajeron pocos empleos estables y poca inversión en atención médica, lo que redujo la efectividad de las medidas contra la pandemia del presidente Vizcarra.
Lavado dijo que muchos peruanos se encuentran en la misma situación que Domínguez: obligados a correr el riesgo de contraer el coronavirus en lugar de quedarse en casa y caer en la pobreza y el hambre.
“En Perú nos congratulábamos por empezar a ser un país de clase media”, dijo. “Pero resulta que es una clase media muy vulnerable, muy frágil”.
Otro obstáculo ha sido la corrupción arraigada que Vizcarra prometió enfrentar cuando asumió el cargo hace dos años. Tres ex presidentes de Perú han estado en la cárcel en relación con una investigación en curso sobre sobornos, al igual que la líder de la oposición. Otro ex presidente se suicidó el año pasado para evitar ser arrestado y otro más está encarcelado después de múltiples condenas por violaciones a los derechos humanos, malversación de fondos y abusos de poder.
Los fiscales anticorrupción han abierto más de 500 investigaciones desde que comenzó el confinamiento, el 16 de marzo, y a menudo investigan informes sobre funcionarios que se embolsaron dinero destinado a ayuda alimentaria o equipos de protección personal. Más de veinte casos tienen que ver con la policía o las fuerzas armadas.
Los programas de ayuda no han llegado a muchas de las personas que los necesitan. Sin trabajo y temerosos del virus en las ciudades abarrotadas, decenas de miles de peruanos han regresado a sus pueblos de origen, muchos de ellos a pie. Algunas personas han empezado a mendigar de puerta en puerta.
Entre los más vulnerables está el casi millón de migrantes venezolanos que desde 2016 habían llegado en masa a Perú desde su devastada tierra natal en busca de mejores condiciones de vida. No son candidatos para recibir los estipendios del gobierno y carecen de redes familiares cercanas en las cuales apoyarse, por lo que miles de ellos han emprendido el arduo viaje a pie de regreso a Venezuela.
Domínguez, quien llegó a Perú hace dos años, estaba entre los venezolanos que se quedaron.
Había ganado lo suficiente como para que él y Ponte tuvieran un segundo hijo el otoño pasado, una decisión que habían pospuesto durante años. Este año planeaba visitar Venezuela con sus primos, ansioso por presentarles a su hijo recién nacido.
Cuando una ambulancia llegó a su casa, minutos después de su muerte, los médicos le dijeron a Ponte que no disponían de pruebas para confirmar si tenía coronavirus; su esposo sería uno más entre las legiones de posibles víctimas no incluidas en el recuento oficial. Y dijeron que no tenían dónde almacenar su cuerpo.
“La ayuda no llegó. La ayuda no llegó. Yo lloraba a gritos y nadie vino”, dijo Ponte, mientras lloraba y el cuerpo de su esposo yacía en una bolsa afuera de la habitación donde estaba sentada en una cama con su hijo de diez años y su bebé de ocho meses". 

jueves, 7 de mayo de 2020

Caldo de cultivo del nuevo coronavirus en Perú

En Perú, se viene confirmando la relación directa existente entre los factores ambientales : agua, suelo y aire medidos en términos del acceso y disponibilidad al agua de consumo humano, inseguridad alimentaria y vulnerabilidad en saneamiento, para incrementar el riesgo de enfermar y morir por acción del nuevo coronavirus COVID-19.
Según reportes oficiales del Ministerio de Salud expresados en la sala situacional covid-19 al 7 de mayo del 2020, se mantiene como zona caliente a Lima-Callao como epicentro de la difusión del virus generador de la enfermedad infecciosa que viene propagándose por el resto del país.
72% de casos confirmados se ubican en la zona caliente y el 28% en el resto del país.
Nuestra lectura especializada señala al caldo de cultivo del COVID-19 en ocho regiones, incluyendo a Lima y Callao. Además, se identifica en la costa norte : Piura, Lambayeque, La libertad y Ancash ; y en la amazonía : Loreto y Ucayali; las mismas que ya se encontraban altamente vulnerables previamente al arribo del virus epidémico.
Recordemos que años antes, la costa norte sufrió sendos impactos por el fenómeno El Niño y los embates de la epidemia del Cólera, que tuvo sus orígenes simultáneamente en las localidades de Piura y Chancay; y del mismo modo, las localidades de Iquitos (Loreto) y Pucallpa (Ucayali) sufrieron lo propio; a la relación directa antes mencionadas, podemos agregar como causas indirectas a los procesos de inversión dilatados y a los truncos destinados a cerrar las brechas de infraestructura de servicios básicos que culminaron en el ámbito judicial.
Las condiciones y factores ambientales generadas por causas naturales y antropogénicas en Perú, hasta la fecha van ocasionando 92.6 % de muertes atribuidas a la nueva cepa del coronavirus ocurridas en estas ocho regiones de las 25 que con que cuenta el país.

El dato

Se precisa un total de 1627 personas fallecidas  y 58,526 de casos infectados confirmados a la fecha, contabilizados desde el primer caso detectado un 6 de marzo del 2020.

jueves, 23 de abril de 2020

Uno de los brotes más grandes del COVID-19 en América Latina

El pasado martes 21 de Abril de 2020, el prestigioso diario washington post de la capital de los Estados Unidos de Norteamérica, publicó un interesante artículo de Simeon Tegel, bajo el título Perú actuó rápido, pero igual sufre uno de los brotes más grandes de América Latina.
En mi próxima publicación replicaré algunos puntos expuestos, con experiencias que considero puedan ser de alguna utilidad a países sudamericanos en su lucha contra la epidemia del nuevo coronavirus COVID-19, y es en ese sentido que paso a presentar el precitado artículo:
"LIMA,Perú—Mayumi Matto se aventura a salir del confinamiento obligado por el coronavirus solo dos veces por semana, partiendo de la casa que comparte con 15 familiares. A las 7:00 am Matto, de 28 años, se une a la fila en la entrada del mercado en Puente Piedra, un barrio duro en las afueras de la capital peruana. Es una escena que se ha vuelto familiar en todo el mundo: solo se les permite ingresar a aquellos que usan cubrebocas. Los guardias de seguridad hacen cumplir la política de “sale uno, entra uno”. Los clientes que esperan mantienen la distancia entre ellos. Pero una vez dentro del mercado, todo cambia “Esto está lleno”, dice Matto. “Es imposible moverse sin chocar con las personas. Todos tienen prisa por entrar y salir lo más rápido que puedan, sin ser infectados. Los guardias de seguridad intentan pedir a las personas que mantengan su distancia, pero es inútil”. La experiencia de Matto es habitual en Perú, donde gran parte de los 31 millones de ciudadanos compran la mayoría de sus alimentos en mercados callejeros informales que siguen estando gravemente abarrotados y donde el concepto del espacio personal está entre los más limitados del mundo. Esas dificultades ayudan a explicar por qué el número de casos de coronavirus reportados en el país andino se ha disparado, a pesar de una temprana y decisiva respuesta contra la pandemia. Los casos confirmados en Perú pasaron de 7,519 el 12 de abril a 16,325 el 21 de abril. En América Latina, solo Brasil, que tiene una población siete veces más numerosa, tiene más casos. Un brote que inició en Lima se ha propagado por todo el país, llegando incluso a comunidades indígenas en la Amazonía.
El gobierno ha hecho muchas cosas bien”, dice Ciro Maguiña, epidemiólogo y vicedecano del Colegio Médico de Perú. “Pero su enfoque se ha centrado demasiado en los hospitales —¿hay suficientes camas y respiradores?— en vez de en las comunidades. Tiene que haber mucho más trabajo en las comunidades para prevenir el contagio”. El aumento de casos confirmados es en parte atribuible al incremento de la aplicación de pruebas de diagnóstico. Con la llegada de nuevos kits, el gobierno del presidente Martín Vizcarra pasó esta semana de diagnosticar alrededor de mil personas al día, a 10,000. Sin embargo, las personas que representan los nuevos casos se habrían contagiado durante una de las cuarentenas más estrictas de América Latina, (el subrayado y resaltado es nuestro) la cual ya va por su quinta semana. Los vehículos privados están prácticamente prohibidos en las calles, las personas pueden salir de sus casas durante el día solo para comprar alimentos o por razones médicas, y todas las noches hay un toque de queda desde las seis de la tarde hasta la cuatro de la mañana.Sin embargo, hay algunas situaciones que las cuarentenas no pueden prevenir. Muchos peruanos pobres viven en lugares insalubres y hacinados. Solo en Lima, cerca de un millón de personas carecen de agua potable. Las prácticas culturales tampoco ayudan. A los peruanos les gusta el contacto: un estudio de 2017 reveló que solo Argentina tiene una concepción del espacio personal más limitada. Los peruanos, normalmente, se detienen varios centímetros más cerca de los extraños que los estadounidenses. Además, algunos peruanos han estado desacatando la cuarentena. Hasta el momento, poco más de 60,000 personas han sido arrestadas por violar las reglas. Entre ellas, varios policías que fueron descubiertos tomando cerveza en reuniones privadas prohibidas. En uno de los casos más notorios, un policía en el departamento de Cuzco fingió tener síntomas de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, para obtener permiso remunerado por enfermedad, y posteriormente fue encontrado ebrio en una plaza. Sin embargo, también han sido detenidas algunas madres solteras, principalmente por violar una controversial medida de género en la que hombres y mujeres debían alternar sus días de salida. La medida, diseñada para motivar a las familias a designar a un solo comprador, fue rápidamente eliminada. La creciente tendencia de casos en Perú podría ser un presagio de las cosas que están por venir en otros países en vías de desarrollo con deficientes condiciones sanitarias, instituciones públicas débiles y escasa confianza en las autoridades.El manejo de la pandemia por parte de Vizcarra. ha sido ampliamente elogiado en el país.(el subrayado y resaltado es nuestro)Ofrece alocuciones televisivas diarias similares en estilo a las del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. Su índice de aprobación ha alcanzado casi 90%, de acuerdo a una encuesta realizada por Ipsos a través de WhatsApp. A pesar del incremento drástico de casos confirmados, Vizcarra insiste que la tendencia está empezando a disminuir.El gobierno ha puesto en marcha un paquete de ayuda de 26 mil millones de dólares, equivalente a 12% del Producto Interno Bruto, que incluye pagos directos a la población. Sin embargo, muchas personas se están quedando fuera de ellos. Entre ellas, Matto. Antes de la epidemia, ella ganaba alrededor de 45 soles al día —cerca de 13 dólares— cobrando los pasajes en una “combi”, uno de los minibuses destartalados que fungen como transporte público en el país.En la actualidad, Matto, su esposo y su hijo de nueve años están viviendo de los ahorros.
La tensión ha comenzado a surgir. Esta semana, una caravana de cientos de familias desesperadas abandonó Lima a pie para caminar hacia el este, a través de la espeluznante carretera central, para regresar a sus casas en los Andes. Se encontraron con las fuerzas de seguridad. Tras una confrontación inicial, las autoridades persuadieron a los viajeros de dejarse aplicar las pruebas de diagnóstico del coronavirus, y a que les dejaran organizar el transporte. 42 migrantes dieron positivo y están en cuarentena.Perú también alberga cerca de un millón de refugiados venezolanos, por lo general en empleos informales mal remunerados que han desaparecido durante el último mes.“Hay mucha hambre”, dice Garrinzon González, quien dirige la Unión Venezolana en Perú, un grupo autogestionado que brinda ayuda a los inmigrantes. “Puedo escuchar la desesperación en sus voces cuando me llaman. Hay personas que están sobreviviendo tomando agua hervida con azúcar. Es terrible”.

viernes, 17 de abril de 2020

Control de la epidemia del COVID-19 en Latinoamérica y Perú

La siguiente reflexión la presento en respuesta a diversas consultas de ilustres colegas latinos que solicitan mi opinión respecto a la mejor de las formas para llevar un control eficaz al COVID-19 en sus respectivos países, y particularmente en Perú.

El COVID-19 llegó para quedarse por buen tiempo en la región

La epidemia del COVID-19 en países latinos y Perú se encuentran aún bastante lejos de declararse bajo control. Su complicado manejo, parte del estado precario de los sistemas de salud y deficientes condiciones sanitarias en las zonas urbanas pre-epidemia, que la rápida transmisión del virus se encargo de evidenciar.
El modelo económico generalmente aceptado y aplicado en la región antes del arribo de la epidemia, impulsó al "distanciamiento social" entre los servicios salud : el privado y el público, éste último mayormente colapsado que sirvió de combustible en las ciudades denominadas "calientes" de los países, teniendo a la ciudad de Guayaquil - en Ecuador - como su referente, hoy convertido en el epicentro de la epidemia en la región.
La informalidad, la corrupción cubierta con un manto de asistencialismo y el trabajo independiente, dificultan a las administraciones de gobierno aplicar sus planes y estrategias de contención al promover el "confinamiento" y el"distanciamiento físico" para tratar de reducir la transmisión del COVID-19. Otra limitante, es  la población flotante que se traslada en búsqueda de oportunidades laborales y "mejores condiciones de vida" a las ciudades que en las últimas décadas crecieron bajo la óptica de un desarrollo mal entendido.

¿Cuándo se debe flexibilizar el confinamiento o periodos de cuarentena?

El costo social, que supone mantener a la población por un largo periodo inmovilizado en países del mundo, es aún más alto en latinoamérica; habida cuenta de los factores y condiciones que rodean a poblaciones hacinadas con niños y mujeres (Favelas, asentamientos precarios, pueblos jóvenes, conventillos, villa miseria, barriadas...) que no cuentan con los recursos mínimos (alimentos, agua...) para resistir el asedio viral.  
El COVID-19, trasmitido por el hombre, no conoce de límites por territorio, sexo, raza, credo o religión; y es particularmente mortal con personas de la tercera edad y las que cuentan con su sistema inmunológico deteriorado. 
En este escenario, se debe mirar si es posible retrotraerse a las fases de la epidemia : Preparación (I)-Contención (II)-Contagio comunitario(III)-Transmisión sostenida (IV).
Los indicadores de salud, registran que en varios países de la región se encuentran en la cuarta fase de transmisión sostenida por la crisis sanitaria existente en la región.  En consecuencia, una flexibilización a ultranza en esas condiciones es camino a la catástrofe sanitaria. Se hace necesaria una evaluación fina de la realidad de cada país, sin soslayar información valiosa para una efectiva planificación de las estrategias locales a ser aplicadas. El sinseramiento de datos para manejar oportuna información y ejecutar planes estratégicos, constituyen herramientas básicas en la "normalización" de actividades.

Planificación estratégica global y actuación local

Es de vital importancia utilizar sinergias para actuar frente a un enemigo común. El mundo entero y latinoamérica toda en esencia deben cerrar filas para enfrentar la Pandemia.
Reitero que el enemigo invisible está presente allí donde existe el ser humano, haciendo estériles los esfuerzos de cuarentena, si es que no se actúa pensando globalmente y actuando localmente en equipo.
Para graficar esta cita con un ejemplo a mis amigos brasileños y colombianos, menciono el caso de las localidades fronterizas Tabatinga (Brasil), Leticia (Colombia) y Santa Rosa (Perú), las mismas que se encuentran : las primeras separadas por una avenida y la tercera situada en frente  a unos minutos por el río amazonas. De no actuar en forma coordinada estos países utilizando una "estrategia de frontera" no sería sostenible cualquier mejora individual en las precitadas localidades, pues se verían acosadas por un eventual rebrote epidémico en el tiempo. Las tres localidades, ergo los tres países, deben buscar una solución  conjunta para ese extremo de sus territorios. La contención del virus, en estos casos difieren sustantivamente de lo pensado para grandes ciudades alejadas, mencionaré el caso de Santa Rosa (Perú) que se encuentra alejada unas doce horas de la ciudad de Iquitos surcando el río Amazonas, que a veces se hace días o semanas dependiendo del medio de transporte que  utilice una persona en su desplazamiento fluvial que son sus "carreteras".

Control de daños y respuesta oportuna : El caso peruano 

El contundente ataque del COVID-19 en Latinoamérica viene dejando hasta la fecha un número de muertes en Brasil (2141),Ecuador (421) y Perú (300) que encabezan en este extremo el registro epidemiológico. La respuesta inicial, en estos y el resto de países latinos, fue enfocada desde el punto de vista médico asistencial o de atención a las personas infectadas, para evitar un mayor número de muertos ante un eventual rebase y colapso de la capacidad operativa de sus sistemas de salud. Es así que realizan los mayores esfuerzos para reforzar su logística con elementos asistenciales y recursos humanos, especialmente en las unidades de cuidados intensivos. Todo ello, sin perjuicio de impulsar los testeos masivos para hacer el seguimiento de la ola infectiva.
En el caso peruano, el COVID-19 ingresó al país por Lima, que alberga el 30% de la población peruana, ubicada en el 2.5 % del territorio nacional, se posicionó en la capital de la República y el flujo de la infección se desplazó con el hombre a las diversas regiones. Lima significa un importante porcentaje de la producción del PBI nacional y es el epicentro de la epidemia en el país. Concentra la mayor cantidad de casos confirmados y decesos por causa del coronavirus COVID-19 . Las muertes por la epidemia en Perú subió de 274 a 300 en el último día, incrementándose en el orden de un muerto por hora. El sistema de salud no ha sido rebasado aún, motivo por el cual, demanda acciones inmediatas y oportunas de parte de los tres niveles de gestión del Estado peruano a los efectos de mitigar mas caídos por otras causas de morbimortalidad y fundamentalmente para que el virus no se mantenga por mas tiempo en territorio peruano.Es sustantivo promover la asociatividad de comunidades campesinas a quienes se debe dar soporte financiero para hacer sostenible la producción nacional de alimentos, asegurando el abastecimiento de alimento seguro en ciudades como Lima que debe mantenerse con un régimen especial de contención, habida cuenta que significa en estricto un foco infeccioso.
En ciudades calientes como Lima, no se puede dar ventaja a la epidemia, dejando de ganar valioso tiempo en obras civiles y sanitarias que se tuvieron que detener - correctamente como primera instancia- por causa de la cuarentena, al inmovilizar a personal técnico especializado encargado de eliminar riesgos a la salud de las personas.
Ahora toca a los ingenieros realizar la labor de prevención para reforzar la labor heroica que vienen realizando el personal de salud,ejercito,policía nacional,bomberos,personal de limpieza pública, así como todos y cada uno de los hombres y mujeres que se encuentran en primera linea de combate para controlar la epidemia del COVID-19.
Haré referencia a una de las tantas obras sanitarias que demanda la salud de la ciudad de Lima y que en doscientos días calendario debiera solucionar un problema que por décadas soportó el país. La denominada " Obra complementaria del interceptor norte, instalación de rebose de emergencia para la cámara de bombeo Sarita Colonia-Distrito Callao" que se encuentra a la mitad del proceso de culminación siguiendo el protocolo previsto por la Empresa prestadora de servicios de Saneamiento de la ciudad.

La obra ubicada en zona de influencia del centro penal Sarita Colonia.
Existe población en riesgo asentada al borde del canal de aguas residuales.

miércoles, 15 de abril de 2020

Drama en New York y Lima por causa del coronavirus

New York y Lima, dos ciudades con alta densidad poblacional y congestión vehicular, se encuentran unidas en el drama generado por el coronavirus COVID-19, pues en ellas se producen la mayor cantidad de muertes en lo que va de la ola epidémica tanto en los Estados unidos de norteamérica y Perú respectivamente.
Actualmente son elevadas los riesgos de enfermar y morir infectados por el COVID-19 en estas ciudades, hecho que causa pánico al contagio y confinamiento tras el avance del virus hasta la fecha.

El éxodo poblacional de las metrópolis

Los neoyorquinos con mayor poder adquisitivo salieron alejándose de la ciudad y alquilaron residencias en Los Hamptons, un sitio para vacacionar situado en Long Island, y el Valle del Hudson, al norte del estado caracterizado por grandes casas y granjas. Por otro lado, una población campesina flotante que llegó a Lima buscando oportunidades de trabajo, quedó atrapada por la cuarentena dictada por el gobierno central, lo cual motivó a cientos de personas para escapar de Lima, con el riesgo de propagar el virus a nuevas localidades, especialmente del centro del país.
La administración vizcarra, activó mecanismos para el traslado humanitario de las personas que deseaban retornar a sus lugares de origen, particularmente a la tierra de los Chopkjas, quechua hablantes de la región Huancavelica ubicada a una altitud que va hasta los cuatro mil quinientos metros sobre el nivel del mar.

Cambio de paradigmas para enfrentar al coronavirus 

New York y Lima deben aplicar a modelos de desarrollo disruptivos para poder brindar mejores condiciones de seguridad en salud a la población que se asienta en sus respectivas jurisdicciones. Presentar una eventual figura de "éxodo poblacional a una escala masiva" o tratar de "volver a desarrollar sus actividades normales progresivamente" sin efectuar previamente sustantivos cambios en el estilo de vida en estas importantes ciudades, no pareciera viable por el momento para dar una solución a sus debilidades expuestas, en tanto el virus manifiesta su presencia en los individuos que transitan por sus espacios. El coronavirus COVID-19 ha puesto en evidencia lo obvio, las respectivas vulnerabilidades frente a epidemias y sismos de gran magnitud, por citar sólo algunos eventos que pueden llevarlas a ser zona de catástrofe.
La carencia de agua de buena calidad en South Bronx-NY, o conos de Lima, demandan acción 


Quedarse inmovilizado por el pánico no es una opción

Las administraciones de las metrópolis vulnerables del planeta que se encuentran, salvando las distancias, en circunstancias similares a las megalópolis citadas, debieran actuar con el reinicio de obras post cuarentena fortaleciendo sus capacidades y reduciendo sus debilidades al aprovechar el valioso tiempo que otorga la experiencia seguida por la primera ola epidémica de muerte ocasionada por el COVID-19, quien se sitúa en el onceavo lugar de causales anuales de muerte humana según worldometers , con 138 487 muertes. ( después de cuatro meses y días hasta la fecha).  

lunes, 13 de abril de 2020

Memorial coronavirus 2020 en Perú

En Perú se encuentra en proceso la creación de un comando humanitario de levantamiento de cadáveres producto de la epidemia del coronavirus COVID-19, considerando que “Un grupo va a morir en el hospital, otro en la calle, en albergues o en sus casas” a decir de su ministro de salud. Esta realidad obedece a que la Pandemia llegó a su cuarta fase en el país, es decir fracasó la contención y de la transmisión comunitaria del virus pasó a la transmisión sostenida.
Esto sucede pese al enorme esfuerzo desplegado por la administración Vizcarra, que encontró un sistema de salud vulnerable, con limitados recursos y parte de una población que no termina de entender que no sólo el Perú se encuentra en guerra contra un enemigo invisible y mortal, que cambiará las actividades y costumbres de 32 millones de peruanos.
El número de contagiados ha ido subiendo exponencialmente, aumentando en un día 2936 casos positivos al COVID-19  y llegó el día de hoy a 9784 según informe del presidente Vizcarra. El número de muertes pasó de 181 a 193 decesos ( según reporte de CSSE de la Universidad Johns Hopkins), cifras que en algún modo validan la frase expresada valientemente por su ministro de salud. 

Parte humana de la crisis sanitaria  

Según la Resolución N° 100-2020 del Ministerio de Salud que aprobó la Directiva Sanitaria N°087-2020-DIGESA/MINSA para el manejo de los cadáveres por COVID-19; en ella se establece que los cuerpos de los fallecidos a causa de esta enfermedad sean incinerados en Perú. Sin embargo, la Defensoría del Pueblo peruano advirtió los excesivos precios que estarían cobrando algunos crematorios públicos y privados en Lima y en diversas regiones del país para la incineración de los fallecidos a causa del coronavirus (COVID-19).
Correspondería entonces otorgar digna memoria para identificar espacios donde se desarrolle la inhumación de fallecidos por el virus, pero aún más, la propuesta de Memorial coronavirus 2020 es una forma de guardar para la posteridad los recuerdos de las personas que cayeron en la lucha contra el enemigo, incluyendo los héroes anónimos que estuvieron en sus puestos de combate pero que no pudieron ganar en esta guerra dispareja que continúa.
Los caídos en la guerra frente al coronavirus merecen se les recuerde con dignidad
Este espacio, cercano a lima, donde se localizan la mayor parte de las víctimas en Perú, no solamente serviría a las futuras generaciones para rendir homenaje a los caídos, sino que fundamentalmente podrá para mantener viva la necesidad de rescatar la cultura de la prevención en el país de los incas. La renovada representación del Congreso de la República y líderes políticos del país  ¿tendrían alguna opinión sobre el particular?. 

sábado, 11 de abril de 2020

Estrategias Latinas sobre COVID-19 deben ser basadas en ciencia

Las actuales administraciones en algunos países Latinos necesitan pensar en bloque regional, actuar solidaria y asociativamente en bloque; para lo cual  deben desprenderse de las tradicionales "respuestas políticas" de salud al implementar sus estrategias locales de lucha contra el enemigo mortal e invisible que viene desplegando su ataque a la humanidad desde hace ciento treinta y tres días, dejando más de cien mil muertos hasta hoy.
El enemigo mortal invisible ataca en tiempo y espacio a los más vulnerables.  

Usar fortalezas donde deban frente al virus

Resulta imprescindible que las estrategias a emplearse de cara al futuro tengan sustento en ciencia y dejar de competir entre "aliados" . Una competencia que debilita los frentes donde se presenta batalla, pues la región no debiera desplegar fuerzas en " la guerra de las mascarillas"  u otros insumos necesarios que, por la coyuntura, se mueven en un mercado competitivo en donde la demanda siempre superará a la oferta haciendo que los precios beneficien sólo a los "proveedores internacionales". 
Es sólo cuestión de tiempo para que la situación se ponga crítica en países de la región que funcionan con modelos de sistemas que no funcionaron porque se sujetan a realidades distintas. Una de las marcadas diferencias que no requieren mayor explicación, resultan de la diferencia de presupuestos (medidas en términos de PBI) asignados en las últimas décadas para el sector salud , tanto en el sector público como en el privado.
Países en otros continentes respondieron al ataque, atendiendo a sus propias características y muchos de ellos pese a contar con recursos muy superiores a los que manejan en promedio los países latinos, vienen sufriendo importantes pérdidas de vidas humanas y económicas.
En este escenario que involucra al mundo entero, la región debiera apelar a tácticas de guerra y estrategias de lucha que tengan soporte en sus fortalezas, tanto local como regional.

Pruebas moleculares o pruebas rápidas

Detectar el virus o identificar los anticuerpos para mejorar el diagnóstico en los más de seiscientos millones de habitantes de América latina y el caribe, devienen en una discusión bizantina si es que se tiene acceso a realizar limitadas pruebas diarias, lo cual permite que el enemigo invisible se desplace con marcada rapidez y avance sobre el terreno fértil de la improvisación.
No se podría asignar responsabilidad exclusiva a los actuales tomadores de decisión, si es de conocimiento público que en algunos países de la región, la atención del sector salud tiene décadas  de retraso. Asimismo, la aplicación de la medicina preventiva sólo quedaba en el papel, utilizando los escasos recursos en medicina curativa y convirtiendo muchas veces a los humanos en farmacodependientes, donde la "industria de la salud" encuentra la máxima rentabilidad. Entonces, el enemigo silente ataca allí donde la región es más vulnerable, básicamente las ciudades densamente pobladas, con medios de comunicación intenso y de uso masivo; esperando el desgaste humano por agotamiento. 

Relación causa - efecto en el empleo de distanciamiento social

Salvo algunos que iniciaron con la fase de preparación, la respuesta de la gran mayoría de países en el planeta fue utilizar el distanciamiento social para tratar de contener el avance del enemigo, sin embargo, el contagio comunitario y posteriormente la transmisión sostenida se presentaron en América latina con la rapidez que le permitió la crisis sanitaria existente en la región.  
En este escenario de transmisión sostenida, debe entenderse claramente que el enemigo invisible está presente allí donde existe el ser humano, haciendo estériles los esfuerzos de cuarentena, independiente de su nacionalidad,edad, sexo .... siendo la causa de morbi-mortalidad de la población afectada.
Esta probada que la cuarentena y el distanciamiento social es la mejor acción para evitar mayores transmisión, sin embargo, la población no podría vivir en una eterna cuarentena, por el consabido impacto en la economía de los países y el elevado costo social que significa la continuidad del aislamiento de las personas.
En tanto no se elimine la causa, seguirá latente el riesgo de infección, motivo por el cual los países deben ser solidarios entre si para eliminar al enemigo común.

sábado, 4 de abril de 2020

Verdad y honestidad en el retraso de los efectos del COVID-19

En mi última presentación sobre el buen manejo de variables tiempo y espacio para contener al COVID-19, indiqué que la clave es actuar proactivamente al manejar las variables tiempo y espacio en todas las áreas que intervengan para frenar olas similares que distorsionan la actividad humana; lo cual produjo algunas interrogantes por parte de ilustres colegas que paso a explicar a continuación.

Decisiones difíciles por delante y sin respuestas fáciles

El futuro es incierto y difícil de predecir por cuanto existen una serie de variables que la humanidad aún no llega a manejar, sin embargo, estamos en la capacidad de hacer esfuerzos prospectivos para llegar a buen puerto en esta empresa, donde se encuentra involucrado el planeta todo, y particularmente los países de esta parte del continente americano.
Hablé entonces de disciplina social integrada a valores de una sociedad solidaria y tolerante, que demanda una real y efectiva planificación para el control de transmisión de una enfermedad infecciosa.Sin embargo, esta planificación debe sustentarse sobre la verdad de los hechos, la honestidad en el manejo de datos transformados en información científica y no basada en sesgos, subregistros y rumores alarmantes que responden a intereses de colectividades y no al bien común. Entonces el contagio del temor y el miedo se transforman en pánico de masas que duplica esfuerzos, alarga procesos y divide a las naciones.
La comunidad mundial debe reflexionar , en la mejor de las formas , que para salir pronto de esta Pandemia se hace necesario desplegar máximos esfuerzos encaminados a preservar la salud pública de todos los Estados aplicando la cooperación internacional en la solución de este problema transfrontera causado por el COVID-19.

De la teoría a la praxis para retrasar los efectos de la Pandemia

Para explicar este proceso, citaré el artículo titulado "Un llamado a la honestidad en el modelo de Pandemia" publicado en Medium. En el precitado artículo la bióloga molecular Maria Chikina de la Universidad de Pittsburgh y el matemático Wesley Pegden de la Universidad Carnegie Mellon, analizan la premisa de que "si podemos permanecer en el interior, practicar el distanciamiento social extremo y, en general, bloquear partes no esenciales de la sociedad durante varios meses", entonces muchas muertes por COVID-19 pueden prevenirse ". Sobre el particular, rescatando una característica inevitable de los modelos realistas de epidemias, señalan que "La duración de los esfuerzos de contención no importa si las tasas de transmisión vuelven a la normalidad cuando finalizan, y las tasas de mortalidad no han mejorado. Esto se debe simplemente a que , mientras una gran mayoría de la población no esté infectada, levantar las medidas de contención conducirá a una epidemia casi tan grande como sucedería sin tener mitigaciones". Dicho de una forma mas coloquial : "una vez que las tasas de transmisión vuelvan a la normalidad, la epidemia continuará en gran medida como lo habría hecho sin mediar mitigaciones, a menos que una fracción significativa de la población sea inmune (ya sea porque se han recuperado de una infección o porque se ha desarrollado una vacuna eficaz), o porque el agente infeccioso se ha eliminado por completo, sin riesgo de reintroducción." Adicionalmente consideran que "A medida que los esfuerzos de mitigación disminuyan, todavía veremos una epidemia a gran escala, ya que casi ninguna de la población ha desarrollado inmunidad al virus". 
En estricto las conclusiones de modelado indican que "La duración (Tiempo) de los esfuerzos de contención no importa si las tasas de transmisión vuelven a la normalidad cuando finalizan, y las tasas de mortalidad no han mejorado. Esto se debe  a  que mientras una gran mayoría de la población no esté infectada, el levantamiento de las medidas de contención conducirá a una epidemia casi tan grande como sucedería sin tener mitigaciones".  
Otro detalle a tomar en consideración, son los reportes periódicos del estado de situación del avance de la Pandemia socializadas a través del ciberespacio. 
En el siguiente cuadro se puede apreciar información del momento actual en algunos países de latinoamérica, cuya dinámica obedece a las distintas respuestas en función a sus particulares realidades de salud pública.

Datos reportados por los países que son validados como información para toma de decisiones
Se visualiza importantes contrastes en resultados de los hechos, donde en algún caso se podría aplicar la extensión de los análisis desprendidos del modelo precitado :
Ocultar las infecciones en el  tiempo futuro no es lo mismo que evitarlas.
►No es una "cura" sino más bien un retraso de lo inevitable.
No se debe engañar al público presentando historias con falsas esperanzas para motivar el comportamiento a corto plazo; entre otros. 
Por las consideraciones antes expuestas y siguiendo el orden de ideas a los efectos del buen manejo de las variables tiempo y espacio, se aspira poder lograr un consenso científico respecto a la naturaleza del COVID-19, el tratamiento de sus víctimas, su cura y rehabilitación; para que una vez superado este periodo, los esfuerzos de focalicen en reducir los tiempos que demore (meses o tal vez años) la reconstrucción de los países y regiones en los cinco continentes.

viernes, 3 de abril de 2020

Buen manejo de variables tiempo y espacio para contener al COVID-19

El objeto de esta presentación es demostrar los efectos beneficiosos de una actuación proactiva al manejar las variables tiempo y espacio en áreas que no son generalmente examinadas desde esta perspectiva, esto es, fluctuaciones donde tomadores de decisión pueden no estar, total o parcialmente, orientados a la obtención de logros en la ecuación que necesariamente los involucra para proporcionar el mejor servicio de gobierno en materia de salud pública de los diferentes países del mundo.

Acciones inmediatas ante una alerta temprana

Un ejemplo evidente de velocidad y alcance de difusión, es el del desarrollo de un tsunami tras un sismo de gran magnitud que alcanza las "costas" de los países. (Espacios de mayor vulnerabilidad pues las olas conservarán su energía mientras no rompan en la costa)En el epicentro del sismo, el tiempo respuesta es limitado, en tanto que la onda expansiva de la energía liberada se traslada en forma de ola silente llevando en sus entrañas la destrucción que causará en aquellos lugares que no atiendan oportunamente la alerta emitida ante el riesgo del arribo de la ola destructiva,la misma que llegará en distintos momentos y en función a las distancias recorridas desde al epicentro. Valioso tiempo que algunos países aprovechan para fortalecer debilidades en sus "costas" y mitigar el impacto del evento.
De igual forma, estamos frente a un brote epidémico iniciado en Wuhan, provincia de Hubei en China, determinado por la velocidad (desplazamiento/tiempo) y el alcance de difusión de COVID-19, que demanda la divulgación de información relevante, conocimiento, sensibilización sobre la prevención y control de enfermedades infecciosas, para prevenir y mitigar el pánico social, dada su rápida transmisión.
La mayor parte de las “costas” rara vez se encuentran preparadas con antelación y, si sólo tomásemos en cuenta su propia conducta precautoria, podríamos determinar anticipadamente los niveles de mitigación de daños. No obstante,  los  pocos Estadistas que se encuentran alertas y preparados para atender estos eventos en territorios que involucran a las “costas”, tienden a beneficiar  a los espacios más lentos en sus reacciones,especialmente en zonas de fronteras comunes.

Quien no conoce a tiempo su historia está condenado a repetirla

La humanidad pasó experiencias nada gratas por diversas pandemias, una de las cuales da cuenta del incierto origen del virus H1N1 en la llamada “gripe española” de 1918, que causara la muerte de decenas de millones de personas en el planeta. Se pensó entonces en una suerte de inmunidad generacional. En ese sentido, un estrato poblacional pudo haber sido especialmente susceptible a la enfermedad severa en 1918, mientras que la mayoría de los individuos nacidos antes o después de entre 1880 y 1900 habrían tenido una mejor protección. Tras esta amarga experiencia, una parte de la humanidad entendió que los resultados en sus espacios no solamente dependían de los factores: densidad demográfica, situación geográfica, conectividad, soporte tecnológico y capacidad económica, sino que respondían a una rápida respuesta producto de políticas creativas ajustadas a sus propias realidades que conlleve a una sana disciplina y trabajo solidario transfrontera promoviendo medidas preventivas de higiene.
Un tiempo y espacio para manejar adecuadamente residuos biocontaminados son necesarios. 
Las experiencias históricas para frenar los brotes epidémicos infecciosos que culminaron en pandemias, nos indican la necesidad de gestionar eficientemente el tiempo y espacio : la posibilidad de encontrar importante número de personas que desarrollaron inmunidad después de haber sido infectados ; vacunación y cambio en forma permanente de nuestra conducta como sociedad.
En consecuencia, el manejo de las precitadas variables tiempo y espacio, devienen en fundamentales, pues al postergarse decisiones,  se tiene la ola encima y la trazabilidad de los casos se hace extremadamente complicada hasta no poder realizar el seguimiento a los contagiados, lo que produce en una primera instancia el colapso instantáneo de los servicios de salud ante la simultaneidad de infectados. Después sucede la consiguiente alta tasa de letalidad,colapso de cementerios, incineradores y otros servicios colaterales se producen en este proceso seguido por la enfermedad que se traslada en forma de pánico multisistémico susceptible de producir desborde social en estos espacios durante y una vez pasada la ola, pudiendo prolongarse por meses y hasta años la reconstrucción.

Reducción de la velocidad en un brote epidémico

La fórmula eficaz para ralentizar y frenar un brote epidémico es reducir el ritmo al que crecen los casos de infectados que aumentan exponencialmente, lo cual sucede cuando se aplica oportuna y correctamente la cuarentena y las medidas de distanciamiento social. Esto está consiguiendo China con el COVID-19, donde las infecciones dejaron de crecer exponencialmente a mediados de febrero del 2020, en tanto el virus aún está en expansión transcontinental en abril; manifestando su presencia progresiva ya en los cinco continentes: Asia- Europa-América-África-Oceanía.
China decretó una cuarentena estricta en la zona cero de Wuhan (epicentro con once millones de personas), ampliándola para los sesenta millones de habitantes de la provincia de Hubei. En el resto del país,bastó con la recomendación de no salir de casa para que las calles de importantes ciudades quedaran igualmente desiertas. Operó, la disciplina social muy necesaria en estos casos.

Benchmarking para rastreo epidemiológico de contactos y ágil diagnóstico

En situación de brote epidémico COVID-19 el protocolo generalmente aceptado para identificar,listar y seguimiento regular de los contactos se hace complicado a mérito de los casos asintomáticos, sin embargo es posible efectuarlo  en algunos espacios aplicando -además de los recursos económicos previstos y stock de insumos necesarios - el avance de investigaciones y desarrollo tecnológico alcanzado.
Para el caso del espacio - ciudad que actuó en forma previsora , citaré a Seúl en Corea del Sur, quien realizó un eficaz mecanismo de rastreo, análisis y tratamiento; llegando a casi  veinte mil pruebas diarias, obteniendo diagnosticar en ocho horas con exactitud del  noventa y ocho por ciento. Abundan los ejemplos de espacio-país donde primó y se mantiene aún la forma de actuación improvisada, que con capacidad de menos de mil pruebas diarias no les fue posible frenar la ola epidémica. 
Quiero precisar que muchas de las críticas a la respuesta diferenciada de las actuales administraciones de gobierno frente a la lucha contra el COVID-19  se  mantienen  activas, no sólo en el mundo académico, sino también a través de comentarios de políticos e importantes periodistas en diferentes medios de comunicación. Ellos prefieren ver sólo parte de la foto del instante actual , soslayando la imagen completa por el cual la mano visible del gobierno debiera actuar ; sin perjuicio del "componente invisible" por el Estado, porque creen que atender éstas necesidades en este momento, podrían constituirse en factor desestabilizador de la tranquilidad general y reducir la popularidad del gobierno.
Una de las críticas más habituales consiste en sostener que la gente se ve comúnmente engañada por la proporcionalidad de los espacios que dan una impresión aparentemente falsa de la magnitud del impacto. Afirman que la humanidad entera esta impactada por la Pandemia del COVID-19, que acaba de pasar el millon de casos infectados confirmados, produciendo mas de cincuenta y tres mil muertes según data del CSSE de la Universidad Johns Hopkins; esto tomando en consideración a la población mundial actual del orden de los siete mil setecientos millones de personas.
Afirman de esta manera que la afectación es por espacio-país, lo cual es fácilmente identificado por la comunidad internacional. La argumentación es sencilla, parte de un formato establecido por las normas y compromisos internacionales.
Difiero de algunos "especialistas"en ese sentido, porque creo que un coronavirus con mutaciones antigénicas no conoce de divisiones políticas ni de límites de frontera y se transmite donde va el hombre; hecho que demanda de soluciones integrales para los espacios regionales del planeta.
Queda siempre la opción de otro brote viral en cualquier otro espacio futuro del planeta 
Me he opuesto al desorden que llega al hacinamiento en los espacios "calientes" constituidos por ciudades densamente pobladas con alto riesgo para sus habitantes y en especial para la salud humana; esto mucho antes de que se presentaran las noticias que hablan de dificultades en New York,Madrid,Hubei (Wuhan)....Lima, que hoy son de dominio público.  

Manejo en el caso peruano

Perú, país minero ubicado entre los andes en las región de la américas, cuya parte de su población recuerda la experiencia de hace tres décadas con la epidemia El cólera, cuenta con reservas económicas y sostiene una de las deudas públicas más reducidas de latinoamérica forjada en ese lapso, gracias a una disciplina fiscal que le permitió reaccionar rápidamente priorizando la vida humana frente a la ola del COVID-19.
En Perú, a diferencia de otros países, inicialmente no se hicieron testeos masivos y el empleo reducido de sus escasos recursos públicos medidos en términos de tecnología moderna (robótica, herramientas digitales para la detección y seguimiento de casos) , fueron suplidas con una oportuna medida de aislamiento social acatadas por la mayoría de su población.  De esta forma, hasta la fecha los muertos ocasionados por el COVID-19 en territorio peruano no llega a la centena, en tanto que en países con comprobados mayores recursos: Italia,España,USA,Francia,Irán… los decesos se cuentan por millares.
Lima y New York son ciudades altamente vulnerables a los ataques virales
Pese a una actitud proactiva presentada ante los eventos dependientes y fluctuaciones estadísticas registradas del COVID-19: su infectividad (virulencia) y letalidad predominante en personas con alteraciones en la salud y baja inmunidad; la "tendencia del punto caliente" persiste, ratificando la alta vulnerabilidad en estos espacios.
En este contexto, Lima es un espacio  donde por razones de carga viral, fluencia de gotículas y dispersión de microgotículas; sumadas a las condiciones climáticas de humedad y consideraciones mayoritarias de autoconstrucción sin priorizar ventilación, demanda la aplicación de una estrategia de alivio a los espacios mas afectados : Lima presenta los números más elevados tanto de casos confirmados como de decesos en el país. En la misma situación, pero en menor grado se encuentran otras ciudades de la "costa" peruana y en la amazonía la localidad de Iquitos, (Maynas y Punchana) que es la "zona caliente" de la región amazónica de Loreto.

A modo de conclusión

He tratado de demostrar que la clave para contener efectivamente al COVID-19 es el resultado de actuar proactivamente al manejar las variables tiempo y espacio en todas las áreas que intervengan para frenar olas similares que distorsionan la conocida como normal actividad humana.
La disciplina social es en realidad  la  parte medular de cualquier sistema de control de transmisión de una enfermedad infecciosa. Más aún, la disciplina integrada a valores de una sociedad solidaria y tolerante no es improvisada y constituye el fundamento de la calidad de vida y está vinculada  a   los  aspectos  más trascendentes  de  la existencia humana en el tiempo, desde el punto de vista cultural y económico.
La disciplina,solidaridad y tolerancia en una sociedad son fundamentales para hacer frente al COVID-19
No podría concluir sin antes indicar que cualquier cosa que diga no le hará justicia al esfuerzo de grandes héroes anónimos que  dejaron como herencia  intelectual el haber hecho posible superar los episodios de pandemias ocurridos a través de la historia de la humanidad.

domingo, 22 de marzo de 2020

Impacto de medidas aplicadas frente a COVID-19 en Perú

Perú, con más de 32 millones de habitantes, es uno de los países latinoamericanos que asumió con responsabilidad la lucha contra el nuevo coronavirus COVID-19 que asola el planeta con una Pandemia este año 2020.
Después de un inicio dubitativo provocado por la confirmación del primer caso identificado el 6 de marzo, su administración declaró emergencia sanitaria por noventa días el 11 de marzo y dos días después prohibió el arribo de vuelos desde Europa y Asia. El domingo 15 de marzo declaró estado de emergencia nacional por 15 días calendarios, ordenando el aislamiento social obligatorio, así como el cierre de fronteras para detener la propagación del COVID-19 en territorio peruano.

Resultados iniciales de medidas aplicadas

A partir de las 00:00 horas del Lunes 16 de marzo la población peruana inició el proceso conocido mundialmente como cuarentena, logrando inicialmente modificar la pendiente en la proyección de la tendencia exponencial epidémica, lo que permitiría que su pico más alto en el momento crítico de la infección no rebase la capacidad instalada de los servicios asistenciales del país, medidos en términos de UCI,camas, ventiladores mecánicos,recursos humanos y económicos , entre otros.

Las medidas preventivas aplicadas en Perú dan sus primeros resultados, indicando una focalización en la dispersión del COVID-19 en LIMA-Callao .

Agenda pendiente por atender

Tras un cambio en la cartera ministerial del despacho de salud, el país se encuentra en una etapa de fortalecimiento de capacidades en el sector salud con el diagnóstico precoz de la enfermedad infecciosa y la atención de los casos confirmados que demanden posteriormente atención especializada, internamiento, oxigenación y uso de ventilador mecánico. 
Perú, al igual que otros países del planeta que vienen soportando la primera oleada epidémica de esta declarada Pandemia del COVID-19, debe duplicar esfuerzos en aquellas áreas plenamente identificadas donde se ubican las debilidades por donde el coronavirus y otras enfermedades puedan dañar a las personas y a la economía del país.

Ventaja de tiempo que no se puede conceder al COVID-19

La población peruana sensibilizada por los cinco (5) días que transcurrieron entre la aparición del caso cero y la declaración de estado de emergencia sanitaria; así como los 15 días dispuestos por " cuarentena" en proceso, miran con marcada expectativa la evolución de medidas que deberán tomar sus autoridades para atender la emergencia sanitaria en los tres niveles de gestión del Estado, incluyendo a la flamante representación nacional del congreso de la república compuesto por 130 congresistas.
Se debe evaluar la conveniencia y vigencia de dispositivos legales como el Decreto Legislativo N° 1285Decreto Supremo N°010-2017-VIVIENDA   que otorgan hasta nueve (9) años para la adecuación progresiva de vertimientos del sector saneamiento.

El Dato sobre la persistencia del COVID-19 en agua y aguas residuales

Si bien no hay evidencia, hasta la fecha 22 de marzo del 2020 - día mundial del agua, sobre la supervivencia del virus COVID-19 en el agua o las aguas residuales, es probable que el virus se inactive significativamente más rápido que los virus entéricos humanos no envueltos con transmisión conocida por el agua (por ejemplo, adenovirus, norovirus, rotavirus y hepatitis A).