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viernes, 6 de septiembre de 2024

Crisis de agua y energía en la amazonía como desafío al sector minero peruano

La cuenca amazónica, la mayor cuenca del planeta, viene reflejando los efectos del cambio climático con la crisis del agua y la indiferencia en la gestión ambiental de sucesivas administraciones del gobierno central en el país de los incas.
La comunidad científica - académica mundial ya lo venía advitiendo y lo vengo indicando recurrentemente en este espacio, sin embargo, no se tomaron las recomendaciones técnicas oportunas brindadas en su momento por instituciones como ONERN, INRENA y ANA.
Quienes impulsamos la creación del Ministerio del Ambiente (MINAM) y de la Autoridad Nacional del Agua (ANA, instituciones creadas el año 2008 con el objetivo de formular la política nacional del ambiente y contribuir a la gobernabilidad y gobernanza del recurso hídrico en el país respectivamente, nos esforzamos para fortalecer capacidades en los recursos humanos especializados en la materia, siendo testigos en este proceso de la alta rotación con sezgo político dadas por las administraciones en turno; así en 16 años han pasado por la dirección del ANA 17 jefes, lo propio sucede con el Ministerio de Ambiente, que en sus 16 años de existencia registra 16 ministros de Estado. 
Lo anteriormente expresado fue expuesto por el suscrito en un evento organizado por el Colegio de Ingenieros del Perú y detallado en Responsabilidad de los Estados frente al Cambio Climático, evidenciando que el impase subsistente no es de una sola institución, sino que radica en las políticas del gobierno que no se encuentran alineadas con las políticas de Estado. 

Desafío para el sector minero

El agua y la energía son de vital importancia para el desarrollo de las operaciones mineras, las mismas que son afectadas en términos de costos y su relacionamiento de las comunidades ubicadas en las zonas de influencia de la industria minera.
Si bien es cierto que la cuenca del rio amazonas abarca ocho países y 7,8 millones de kilómetros cuadrados, sus orígenes en la cordillera de los Andes en Arequipa-Perú, hacen que incorpore el cambio climático al tema minero, así como la extinción de glaciares, pérdida de cobertura de suelos en los bósques amazónicos, los cuales en los últimos 16 años perdieron 2 millones de hectáreas sólo en Perú, la mayor frecuencia de incendios forestales, las restricciones en el caudal del recurso agua que afecta la eficiencia de las centrales hidroeléctricas, así como en el transporte y vías de comunicación, entre otros efectos del cambio climático y una evidente necesidad de contar con mayor cultura del agua. 

Registros del estiaje en selva alta o región RUPA RUPA

El ciclo hidrológico modificado que deviene en épocas de estiaje mas pronunciadas y eventos extremos relacionados con el recurso hídrico, impactan a los ecosistemas existentes, así como a los usuarios del agua.
Seguidamente se muestra imagen del rio Cumbaza un afluente del río Mayo en la región San Martín.
Asimismo, se muestra un reducido caudal en la imagen del rio Huallaga - región Huánuco.
La merma en la eficiencia de la hidroeléctrica de Chaglla es un indicador del impacto producido en el sector energia derivado del cambio climático en la cuenca amazónica.

Registros del estiaje en selva baja o región OMAGUA

Con el cambio climático, el río amazonas está llegando a niveles históricos en sus registros de la época de vaciante, hecho que afecta a los meandros, islotes, poblaciones asentadas en localidades de las zonas de los ríos que se ven incomunicadas por vía fluvial, así como afectación de los puertos y las vías de comunicación, incrementando los costos de transporte de alimentos y combustible.
El impacto también puede resultar positivo en términos de aprovechamiento de suelos para cultivos temporales como el arroz en barrizales y suelos apropiados ricos en materia orgánica.

El Dato

El 4 de setiembre del 2024, la actual administración del Estado peruano a través del DS N° 013-2024-MIDAGRI, declaró en reorganización a la Autoridad Nacional de Agua (ANA) y conformó una comisión reorganizadora que en un plazo de sesenta días calendario presentará su informe final al ministro de Desarrollo Agrario y Riego para su implementación.

sábado, 4 de julio de 2020

Enfoque de cuencas para el manejo del COVID-19_El caso peruano

Incorporar el enfoque de cuencas a las directivas de OMS permitirá mitigar el impacto y reducir el subregistro de casos afectados por el COVID-19 en países de América Latina y el caribe, dada su compleja geografía y reducida conectividad, particularmente en países andinos y amazónicos.
Perú es un país andino y amazónico con 32 millones de habitantes, que con la data actual se coloca entre los países mas afectados del planeta registrando, 295.599 casos positivos y 10.226 muertes atribuidas al COVID-19 al 3 de Julio del 2020.
De las 159 cuencas hidrográficas existentes en territorio peruano,se verifican tendencias que diferencian sustantivamente a los niveles de infección entre las partes altas y bajas de las cuencas que deben ser materia de reflexión en la lucha contra el COVID-19.  

La cuenca del río Huallaga

El río del oriente peruano Huallaga nace a 4.710 msnm en las alturas de Huascacocha en Cerro de Pasco, por la confluencia de los ríos Ticlayan, Pariamarca y Pucurhuay; después de recorrer una longitud de 1389 km por los departamentos de Cerro de Pasco , Huánuco,San Martín y Loreto, desemboca a una altitud de 130 msnm en el río Marañón, motivo por el cual a su vez  forma parte de la cuenca alta  del río Amazonas.
Para los efectos de este enfoque consideramos la cuenca del alto huallaga, al tramo comprendido entre su nacimiento en cerro de pasco (4.710 msnm) hasta Yurimaguas (182 msnm) y cuenca del bajo Huallaga desde Yurimaguas (182 msnm) hasta la unión del río Huallaga con el río marañón (130 msnm).
Los siguientes gráficos fueron tomadas de la data oficial publicada por la dirección regional de salud de Huánuco en las localidades de Tingo María y Huánuco, identificándose en el transporte público como un catalizador que acelera la presencia de una mayor cantidad de casos focalizados en la margen derecha del río Huallaga.
Casos COVID-19 concentrados en localidad Leoncio Prado-Tingo María-Río Huallaga
Casos COVID-19 concentrados en localidad de Amarilis-Huánuco-Río Huallaga.
Los ríos Andinos y Amazónicos se caracterizan generalmente porque en las cuencas altas no son navegables o navegables por tramos en temporadas, y en las cuencas bajas son navegables, constituyéndose en vías de transporte masivos para la población localizada en esas áreas, para quienes los ríos hacen las veces de carreteras de ciudades ubicadas en cuencas bajas.
El otro elemento catalizador de la enfermedad infecciosa es la calidad del agua; se cuenta con gran cantidad de agua, sin embargo la calidad de agua para consumo humano deja opciones para la transmisión del virus. Se comprueba que en las partes altas de las cuencas y subcuencas no se registran números importantes de COVID-19, concentrándose en las partes bajas, allí donde la densidad poblacional es mayor.
La calidad del agua se ve afectada en la medida que se traslada el recurso agua de la cuenca alta a la cuenca baja por factores antropogénicos, tal como se muestra en las siguientes imágenes correspondientes a la cuenca del río Huallaga.
Presencia de residuos sólidos en represa Chaglla-Río Huallaga, aguas arriba de Tingo María.
Río Huallaga en época de estiaje, se aprecia la localidad de Tingo María y RRSS en sus aguas.

Agua y transporte público masivo en cuencas bajas

Los casos de COVID-19 se agudizan en las cuencas bajas de los ríos que descargan sus aguas hacia el oceano pacífico en el occidente peruano.
La cuencas bajas de los ríos Rimac,Chillón y Lurín, se constituyen como la mayor zona caliente del país, alli donde la presión demográfica es mayor, justamente donde se localiza la capital de la república peruana Lima. En este espacio geosocial se ubica el 30% de la población peruana situada en el 2.5% del territorio nacional. 
El COVID-19 notificó su presencia en Perú desde Lima un 6 de marzo del 2020, el 11 de marzo se identificaban 13 casos confirmados y el 13 de marzo ya eran 28 casos, identificados como transmisión local. La zona caliente Lima-callao representaba 72% de casos identificados en el país al 7 de mayo y después de un periodo de cuarentena significaba 64% de infectados con el coronavirus COVID-19 al 11 de Junio. Pasados cien días de cuarentena , Lima-Callao representa 61% del total de casos confirmados como positivos al COVID-19 al 03 de Julio del 2020.
Desde el 1 de Julio del 2020, se ha flexibilizado el régimen de inmovilización social, estando aún lejos de haber controlado el brote epidémico de la enfermedad infecciosa que va produciendo 9.860 muertes (10.226 al 3 de julio del 2020) según reporte del MINSA a la fecha y 36,024 de acuerdo a registros del SINADEF, información difundida por el diario correo , que reporta las cifras al 30 de junio del 2020.
El subregistro por COVID-19 es real en Perú y atribuida a la  directiva de OMS para reportar casos.

Necesarios ajustes en directivas OMS para registros de COVID-19

Ajustar las directivas OMS para registro de casos COVID-19 permitiría a países andinos y amazónicos como es el caso de Perú, para replantear estrategias de intervención en zonas calientes plenamente identificadas en su lucha contra contra el COVID-19 , así como a los organismos multilaterales para priorizar soportes oportunos a países mas golpeados por la pandemia en el planeta.
Por citar un caso, nos referiremos a la cuenca baja del río Ica zona que presenta la tasa mas alta de letalidad en el país con 6.22% , el cual se encuentra por encima del promedio peruano que es de 3.46%. Cifras que al sincerarse permitirían a los tres niveles de gestión del país, replantear estrategias de intervención en una lucha que demandará largo aliento. 
Cuenca baja del río Ica, que presenta los problemas identificados en otras de su régimen hídrico.
La flexibilización de las medidas de prevención de la transmisión viral, abren probabilidades de incrementarse de nuevos casos de contagios en algunas áreas identificadas en las cuencas, lo cual demandan de la logística necesaria para reducir la probabilidad de mayores muertes por COVID-19, tomando en consideración que según reportes oficiales habían sólo 143 UCI con ventilador disponible distribuidos en todo el territorio nacional y 1210 casos críticos.
Unidades de cuidados intensivos reportados con que cuenta Perú para las 25 regiones del país.
El sinseramiento del registro del número de muertes por causas directas e indirectas al COVID-19 en los países de Latinoamerica y el caribe , permitirán que los miles de deudos y beneficiarios de los caídos por la Pandemia que hasta la fecha se han visto impedidos de accionar,puedan tener acceso a beneficios sociales a que tienen derecho , así como la masa hereditaria de la persona fallecida, permitiendo que se activen todos los mecanismos que en condiciones normales les fueran aplicados, incluyendo el soporte de los registros públicos que en muchos de los países latinos se encuentran inactivos, con los consecuentes perjuicios que generan a las economías de los deudos y del país en general. 

Corrupción que alcanza al agua para consumo humano

Pese a los esfuerzos que realiza la administración Vizcarra y sus estándares de gestión de gobierno en Perú, el nivel de corrupción alcanzado por este país antes del arribo del COVID-19 indicaba que Perú se encontraba entre los "Cincuenta países mas corruptos en el mundo", tal cual lo indicaba el diario gestión al referirse al indicador de transparencia. Las afirmaciones del contralor de la república en el sentido que la corrupción e inconducta funcional generaron pérdidas al país por 23 mil millones de soles el año 2019 , complementa las recurrentes denuncias realizadas por medios masivos de comunicación y que muchos casos se encuentran judicializados a la espera de la ralentizada acción del poder judicial que se encuentra en proceso de activación tras el periodo de emergencia generada por el brote epidémico.
Seguidamente se podrá visualizar el problema de la falta de agua en la costa norte peruana, en las localidades de aguas verdes, zarumilla y tumbes, en la región donde se reportan 3041 casos positivos al COVID-19 y 127 fallecidos; los mismos que registran problemas similares a los explicados en el enfoque de cuencas y que con la lectura del reporte " La frontera de la vergüenza" del programa de Tv punto Final, por si sola se explica.

sábado, 8 de febrero de 2020

Negocio maderero en bosque amazónico peruano

Continuando con el tema sobre deforestación referido a los bosques de protección, presento la exposición de Jorge Chávez Álvarez, Presidente Ejecutivo de MAXIMIXE que bajo el título de  Tala ilegal viento en Popa refiere lo siguiente :
"Mientras en Perú los grandes acaparadores de tierras asociados a la mafia de la tala ilegal y de la exportación maderera “legal” siguen deforestando la selva peruana, a un ritmo de 150 mil hectáreas por año, el gobierno acaba de anunciar un “Plan de Reforestación” guiado por la falsa premisa de que “el 90% de la tala y la quema de los bosques amazónicos de Perú se produce a manos de campesinos que viven en la pobreza y emigran desde las tierras altas y practican la agricultura de subsistencia”.Para empezar, las actividades agrícolas de los campesinos pobres se circunscriben a las laderas de los ríos, que son áreas muy pequeñas en comparación con los millones de hectáreas afectadas por el desalmado accionar de ejércitos de motocierreros armados que diariamente invaden tierras y utilizan a las concesiones forestales como pantalla para legalizar madera talada ilegalmente que luego se exporta sola o camuflando envíos de cocaína.
A partir de ese diagnóstico sesgado, no extraña que, en lugar de dar prioridad a la fiscalización y control de la tala ilegal masiva y a la siembra de árboles nativos en zonas deforestadas, el plan anunciado con bombos y platillos se centre en otorgar 15 millones de hectáreas forestales más en concesiones, dizque bajo un nuevo modelo orientado no solo a la producción de madera, sino al ecoturismo, la conservación y el aprovechamiento de servicios ecosistémicos.
Dizque a los nuevos concesionarios se les exigirá solvencia técnica y financiera, a sabiendas de que la gran mayoría de los actuales concesionarios no ha mostrado tener la vocación ni la solvencia técnica para sembrar y hacer crecer árboles nativos.
El peligro es que estas nuevas concesiones terminen destinándose a la expansión de plantaciones de especies exóticas como la palma aceitera, el eucalipto y el pino, que se levantan luego de haber talado y “limpiado” el terreno, generando una ingente pérdida de recursos de biodiversidad del ecosistema amazónico, a la vez que permite a los “inversionistas” grandes ganancias a corto plazo con la venta de la madera “limpiada con motocierra” y luego con la siembra de árboles exóticos de rápido crecimiento.
Hasta ahora el Estado ha concesionado a privados alrededor de 17 millones de hectáreas, que representan la cuarta parte del total de bosques naturales, y que son considerados como bosques de producción permanente. Sin embargo, de ese total de hectáreas concesionadas, apenas alrededor de 4 millones de hectáreas están en manos de concesiones operativas.
Otros 13 millones de hectáreas están bajo dominio de comunidades nativas que ponen a merced de privados la tala de árboles a cambio de un peaje. Sumando la superficie boscosa concesionada y la manejada por comunidades nativas, se llega a 30 millones de hectáreas que vienen siendo, supuestamente, la fuente de la mayor parte de la producción maderera del país.
Sin embargo, casi toda esa producción resulta de la tala ilegal de árboles, sin siembra de nuevos árboles, provenientes de áreas protegidas, territorios indígenas, tierras estatales y hasta de propiedad privada. Para justificar la tala ilegal, los concesionarios presentan listados de árboles a extraer que son inexistentes, y las autoridades dan visto bueno a su extracción emitiendo los permisos correspondientes.
Es así que la degradación de zonas protegidas se ha convertido en un problema mayúsculo, puesto que muchos de los concesionarios se han convertido en agentes promotores de la tala de árboles de diámetro mayor a 30 cm, sin cumplir con sembrar nuevos árboles.
En buen romance, el negocio maderero en Perú forma parte del accionar de redes criminales dedicadas a la tala de árboles sin siembra de nuevos árboles. Nada de esto sucede sin pagos de cupos bajo la mesa a funcionarios y autoridades, asesinatos de nativos que denuncian estos hechos, y el amedrentamiento a inversores forestales que vienen apostando por un modelo de desarrollo de plantaciones agroforestales sostenibles, sustentadas en métodos de germinación orgánicos.
El impacto de la deforestación en la amazonía es evidente.
Se estima que un 90% de la madera extraída es ilegal y se exporta “legalizada” a México, Estados Unidos, Canadá y Bélgica, violando acuerdos internacionales de protección del medio ambiente, violando los derechos humanos de los pueblos indígenas.
Dado que los bosques de las zonas más accesibles ya han sido depredados por la mafia forestal peruana, la idea es penetrar a zonas más lejanas con miras a extraer especies cotizadas. Para ello se busca que el gobierno dedique recursos para construir caminos asfaltados hacia destinos sin centros poblados. Idealmente, el gobierno priorizaría la construcción de un tren que sirva a la movilidad de la tala ilegal desde lo más profundo de nuestra selva.
La explotación ilegal de la madera se rige por un sistema de intermediarios habilitadores y una mafia maderera articulada a las estructuras de poder local y regional. Este sistema adelanta dinero a grupos de leñadores ilegales armados, cuyo cometido es incursionar en la selva para cortar árboles, transportarlos a aserraderos de “blanqueado” para “legalizarlos”, para luego enviarlos a depósitos de madera urbanos. “La tala es efectuada por trabajadores forestales sin recursos, mientras que los intermediarios y los magnates de la madera de ciudades y pueblos se encargan de la comercialización”.

viernes, 30 de agosto de 2019

Aporte de monóxido de carbono por incendio en la Amazonía

El monóxido de carbono es uno de los responsables del cambio climático y un contaminante muy dinámico y persistente que puede permanecer hasta un mes en la atmósfera. Los incendios que afectan a la cuenca Amazónica se extienden hasta el momento por cuatro países (Brasil, Bolivia, Perú y Paraguay), con cientos de miles de hectáreas arrasadas por el fuego, produciendo contaminación del aire por las ingentes emisiones de monóxido de carbono.

Presupuesto global de carbono

La magnitud de la quema de cientos de miles de hectáreas de bosques amazónicos podrá ser dimensionado en términos de presupuesto global de carbono en el planeta una vez que se controle este dantesco y lamentable episodio.
La data sobre concentración de carbono previa al evento que se viene sucediendo en la cuenca amazónica, reporta registros levantados en observatorios como  el de Mauna Loa. Esta servirá como línea base para contrastar los millones de toneladas de CO2 o porcentajes equivalentes a las emisiones totales de gases de efecto invernadero que se habrá incrementado por causas atribuidas al hombre.

Data de carbono previa a los incendios forestales en la cuenca amazónica.

jueves, 22 de agosto de 2019

¿Amazonía en llamas por Deforestación & Cambio climático?

Tenemos que lamentar esta crónica de una muerte anunciada con el desastre ecológico que se viene produciendo en la amazonía por acciones de la humanidad en su equivocada forma de ver su "crecimiento y desarrollo" que impacta en los países amazónicos. La tala salvaje de bosques y destrucción del ecosistema amazónico es de larga data y se viene agudizando con el cambio climático.Sin embargo, la pasividad caracteriza a los niveles de decisión del planeta con el incendio forestal descontrolado que viene focalizándose hace más de veinte (20) días,alcanzando grandes extensiones de territorio amazónico que involucra actualmente a Brasil y Bolivia, pero sus efectos se trasladaran a la región de las Américas y al Planeta todo.
Deforestación e Incendio en Amazonía 2019 _Fuente NASA.
La amazonía peruana no se encuentra ajena a las causas que originaron este desastre ecológico y sus alcances de incendio forestal se distingue de otros tipos de incendio por su amplia extensión, la velocidad con la que se puede extender desde su lugar de origen, su potencial para cambiar de dirección inesperadamente, y su capacidad para superar obstáculos como sucede en la zona de los ríos. Controlar y apagar este tipo de incendios pasa por recuperar la capacidad del sistema de extinción, a los efectos de inhibir su rápido crecimiento, lo cual exige habilidad en el análisis del incendio y actuación oportuna para combatir al mismo. No se debe soslayar las altas tasas de deforestación exhibidas en los últimos años.
En relación a las secuelas del incendio y las acciones de remediación a seguir, se debe contemplar (entre otros) la erosión generada al desaparecer la capa vegetal y la modificación de la composición del mismo, más aún si se trata, de grandes extensiones de flora y fauna silvestre, amén de las comunidades nativas asentadas en zonas rurales dispersas. 
Los países amazónicos, tienen el reto y desafío de poder trabajar con la debida anticipación aplicando medidas preventivas para evitar mayores costos derivados por el cambio climático. El trabajo de prevención para lograr la adaptación y mitigación frente a los cambios climáticos es indispensable, así como las acciones inmediatas post incendio forestal de la amazonía devienen en fundamentales.
En este contexto, la toma de conciencia de todos los actores involucrados en el proceso de preservación y conservación de los bosques del planeta, pasan por coadyuvar en los esfuerzos para  impulsar las acciones inmediatas a efectos de detener el avance de la Amazonía en llamas y rehabilitar los impactos ambientales ocasionados a los seres vivos de la cuenca amazónica.

martes, 12 de febrero de 2019

Fósforo del Sahara que nutre al bosque amazónico

Una investigación desarrollada por la  Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) permitió cuantificar el polvo que atraviesa el océano atlántico desde el desierto de Sahara y llega al bosque amazónico.
Se calculó que ciento ochenta y dos millones de toneladas de polvo salen de África cada año y de esa cantidad veintisiete millones de toneladas por año son depositados en la cuenca amazónica.
27 millones de Ton/Año de arena del Sahara se depositan en cuenca Amazónica.
Se comprobó que el polvo del desierto de Sahara contiene fósforo que es un importante  nutriente para las plantas, el cual compensa a lo limitado que es el fósforo en la región tropical.
La relación sistémica existente entre el Sahara y el Amazonas, mantiene un balance que compensa las pérdidas debido a la escorrentía superficial e inundaciones existentes.
La cantidad antes mencionada cambia de año en año y esta variación depende del cambio de precipitaciones en futuros escenarios climáticos.
Mayores detalles se podrá encontrar en el video preparado por NASA seguidamente :
  

viernes, 24 de agosto de 2018

Aplanamiento de montañas y deforestación en bosques amazónicos

Después de las consideraciones teóricas realizadas  sobre el aplanamiento de montañas y su dinámica con el cambio climático se tendría que revisar una serie de paradigmas aplicados en la dimensión de ecosistemas de montañas, específicamente en los Andes que transita por territorio peruano.
Una de ellas constituye la importante degradación por el lavado de suelos en el flanco oriental de los Andes, producida por grandes descargas fluviales que van acompañadas por enormes cantidades de sólidos. Este fenómeno natural activado superlativamente por el cambio climático, desplaza del primer lugar a la acción del hombre como primera causa de la deforestación de la Amazonia peruana. Deja en segundo plano a otra de las causas importantes que recae en la roza,tumba y quema de la agricultura migratoria, fundamentalmente de monocultivos como es el caso de palma aceitera; adicionalmente se identifica a la tala y minería ilegales que contribuyen negativamente depredando bosques amazónicos.
Sólo en quince años - periodo 2001-2016 - se perdieron casi dos millones de hectáreas de bosques en la región amazónica peruana.

jueves, 4 de agosto de 2016

¡Cuenca alta amazónica pasó de urgencia a emergencia ambiental!

En nuestros registros del último quinquenio y lo que va del presente año 2016, acreditamos ante la comunidad internacional que la cuenca amazónica correspondiente al territorio peruano, lamentablemente viene escalando un nivel de deforestación por causa de la minería ilegal, que pasa de un nivel de urgencia al grado de emergencia ambiental.
Es así que en Fiebre de oro y minería ilegal ,Ordenamiento minero,Oro amazónico,El precio social del oro ilegal en Perú,Daño ambiental por minería de oro,Madre de Dios y formalización minera,Alerta temprana de contaminación en amazonía por mercurio,entre otros tantos apuntes, dejamos mudo testimonio de como viene degenerándose inexorablemente la cabecera de cuenca amazónica, la cual produce un importante porcentaje de agua dulce de las reservas del planeta.
El proceso de daño ambiental producido, deja atrás las buenas intenciones de compromisos ambientales internacionales que Perú es firmante, también evidencia la incapacidad del ministerio del ambiente peruano para poder acompañar la formalización de los mineros informales; de otro lado, descubre la inoperancia de otros sectores encargados de combatir a la minería ilegal, aquella que actúa por debajo de los radares del ordenamiento legal y la justicia en espacios donde la presencia del Estado peruano no alcanza a llegar plenamente.La nueva administración del gobierno peruano tiene en su agenda pendiente por resolver este latente problema, al cual medios de comunicación nacionales como Gestión  o extranjeros como The New York Times,bajo el título "Los mineros ilegales destruyen una reserva natural en Perú", nos recuerdan con la siguiente crónica actualizada la tarea por hacer en la frontera de la reserva nacional de Tambopata en Perú :
Avance de la deforestación actual (2016) en la frontera de la Reserva Nacional de Tambopata
"La redada comenzó al amanecer. En cuatro botes pequeños de madera, mientras revisaban una y otra vez sus armas automáticas, los guardaparques y marinos peruanos se dirigieron sigilosamente hacia los mineros que extraen oro de manera ilegal.
No llegaron muy lejos. Después de la primera curva había un  campamento desordenado de mineros: unas lonas sobre tres postes. De pronto los marinos estaban disparando al aire, los mineros y sus familias huían, y los guardaparques avanzaban con sus machetes.
Rompieron bolsas de arroz y barriles de plástico con agua potable, patearon los juguetes y rompieron las herramientas antes de quemarlo todo. En lo más alto de la selva amazónica, una región que es el hogar de árboles de más de 1000 años, las gruesas columnas de humo negro se elevaban en espiral hacia las nubes.
Para intentar proteger uno de los lugares con mayor diversidad biológica de la Tierra de un ejército de mineros ilegales que ha labrado un camino tóxico a través de la selva, el gobierno peruano monta puestos de control y organiza redadas a lo largo del río Malinowski en la Reserva Nacional Tambopata.
Sin embargo, hay expertos que se preguntan si no es muy poco lo que hacen y si es demasiado tarde.
Para llegar a la región donde el gobierno peruano intenta combatir la minería ilegal, caminé nueve horas y media por la jungla, a veces con el agua hasta las axilas. Pero toda sensación de estar en la naturaleza prístina se acabó al llegar a la orilla del río.
Los mineros han causado tanto daño que el agua tiene el color del café con leche. El paisaje era digno de la película Mad Max: enormes cráteres de arena, montículos de piedras y canales envenenados por todas partes. Basura (harapos, bolsas de plástico, recipientes para comida) entre las ramas recién cortadas que estaban apiladas en los recovecos y las riberas del río.
Con el precio del oro en alza desde hace años, la minería ilegal se ha incrementado en muchos lugares de América Latina, no solo en Perú. Sin embargo, en este país —uno de los mayores productores mundiales de oro— la situación se ha complicado bastante.
Las cantidades de oro que han extraído los mineros ilegales de Perú son las más cuantiosas de toda América Latina. Y la explotación aumenta tan rápido que los ambientalistas creen que existen pocas posibilidades de preservación, incluso en una reserva tan apartada como esta que es el hogar de miles de especies de plantas y animales, muchas de las cuales no han sido identificadas por el hombre.
Para los expertos, la minería ilegal puede llegar a ser aún más destructiva que la minería corporativa. Mientras que las empresas suelen concentrarse en áreas con vetas subterráneas de oro, dicen, los mineros se movilizan rápidamente a lo largo de vastas porciones del territorio. Arrasan con la selva para colar cerca de 200 toneladas de tierra y encontrar suficientes pepitas de oro para un solo anillo de matrimonio.
Si la ayuda no llega pronto, los expertos aseguran que las áreas que dejan a su paso, sin nada de tierra fértil y llenas de mercurio, podrían tardar 500 años en recuperarse.
Los mineros usan tanto mercurio para procesar el oro que, en mayo, el gobierno declaró una emergencia sanitaria en gran parte de la región de Madre de Dios. Las pruebas aplicadas en 97 pueblos demostraron que más del 40 por ciento de la gente había absorbido niveles peligrosos de ese metal pesado. El envenenamiento por mercurio afecta a las personas de diversas maneras, desde dolores crónicos de cabeza hasta daño renal, pero es más perjudicial para los niños, quienes tienen más posibilidades de sufrir un daño cerebral permanente.
“Las siguientes generaciones pagarán por lo que estamos haciendo ahora”, dijo Manuel Pulgar Vidal, ministro de Ambiente de Perú. ( Elsa Galarza Contreras asumió funciones como nueva ministra de Ambiente a partir del 02 de Agosto del 2016).
Las estadísticas no especifican la cantidad de personas que se dedican a la minería ilegal pero Víctor Torres Cuzcano, un economista de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, calculó que la minería informal aumentó un 540 por ciento entre 2006 y 2015, mientras que la producción legal, que paga impuestos, cayó 28,5 por ciento.
La deforestación que provoca la minería de oro se aceleró de 2165 hectáreas al año antes de 2008, a 6143 hectáreas anuales después 2008, cuando la crisis financiera global elevó los precios del oro.
Cuando estaba intacta, la reserva de Tambopata era una zona sin caminos, en parte selva y sabana, con un tamaño cercano a Rhode Island. Ahora las fotos satelitales muestran manchas claras en la reserva y hay tanta actividad minera que el río Malinowski —llamado así por el explorador polaco Bronislaw Malinowski— ha desbordado la ribera y se ha vuelto más ancho y menos profundo. En las áreas donde trabajan los mineros, dicen los guardaparques, el agua está tan contaminada que ya no hay peces.
Algunos defensores del medioambiente dicen que la reserva está perdida. Los primeros indicadores sugieren que tiene mucho oro, en especial si se le compara con otras partes de este remoto estado, como el área reservada oficialmente para la minería informal y la “zona colchón” que rodea la reserva Tambopata.
“En el corredor minero oficial se obtienen entre 12 y 18 gramos al día”, dice Víctor Hugo Macedo, quien supervisa la reserva. “En la zona colchón entre 60 y 80 gramos, y en la reserva se obtienen entre 150 y 200. A los mineros les preocupa más eso que lo que sucede en Tambopata”.
El gobierno ha intentado implementar distintas políticas para frenar la minería ilegal, dijo Pulgar Vidal, como los controles sobre la cantidad de combustible que llega a la región. Sin embargo, reconoció que esas medidas no habían sido exitosas. Las autoridades tributarias de Perú estiman que, solo entre febrero y octubre de 2014, se han contrabandeado fuera del país más de mil millones de dólares en oro.
Los funcionarios dicen que la corrupción y el crimen organizado impulsan la minería ilegal, y muchos de los campamentos son, en esencia, comunidades sin ley donde florece la esclavitud laboral y el tráfico sexual.
Pulgar Vidal espera que la presencia constante de marinos armados y las redadas persuadan a los mineros para que abandonen la reserva, pero los críticos son escépticos. Algunos sugieren que el gobierno no está interesado realmente en detener a los mineros ilegales.
Algunos políticos peruanos argumentan que los mineros, muchos de los cuales pertenecen a comunidades indígenas, tienen derecho a ganarse la vida, una postura que ha obtenido adeptos en un país donde millones viven debajo de la línea de la pobreza.
De cerca, las redadas parecen destinadas al fracaso. Los marinos y guardabosques son inferiores en número y no cuentan con los recursos necesarios. Incluso llegar a sus puestos es un reto. Los mineros controlan las mejores rutas, lo que las vuelve demasiado peligrosas, incluso para los soldados armados. Así que en un día lluvioso caminamos por un sendero angosto desde que amaneció hasta la tarde, pero cuando se inundó en varios tramos, los soldados ni siquiera tenían radios para pedir ayuda.
Todos caminábamos con cuidado por el agua llena de desechos cuando, de pronto, la selva se convirtió en un lago turbio. Con el peso de las mochilas llenas de agua, los soldados llevaban sus armas sobre la cabeza y evitaban hundirse, pero no siempre lo lograban.
El fiscal que los acompaña en las redadas se había adelantado en una moto. Pero eso es un lujo. Los guardaparques solo tienen cuatro motocicletas para cerca de 100 hombres distribuidos en dos puestos de avanzada a lo largo del río.
Sin embargo, se calcula que existen entre 5000 y 10.000 mineros ilegales en la zona. Después de algunas redadas, los marinos se quedaron sin dinamita y recurrieron a una táctica menos sofisticada: usaron mazos para destruir los motores de camión que usan los mineros para mover sus grúas.
Los botes utilizados en las redadas no son más veloces que los de los mineros, y sus motores suelen ahogarse. Aunque todavía no había violencia, una sensación de amenaza flotaba en el aire. A veces los mineros estaban en las orillas del río, abrazando sus armas, mientras los marinos y los guardabosques pasaban navegando.
Un marino llamado Carlos Moscoso Garcés dijo que solo era cuestión de tiempo para que comenzaran los problemas. Los mineros no le dan demasiada importancia a las redadas ocasionales, pero ¿qué pasará cuando aumenten los costos para remplazar el equipo de minería destruido? “Entonces”, aseguró el militar, “quién sabe qué van a hacer”.
En un pequeño campamento, una mujer le suplicó a los soldados que no destruyeran su hogar. Les dijo que solo era una madre soltera que quería ganarse la vida, así que separaron algo de su comida antes de incendiar todo lo demás.
Río abajo, cuando los soldados hicieron una hoguera con varias motocicletas que habían decomisado, un joven intentó tomar la suya. Cuando lo obligaron a ponerse de rodillas les contó a los soldados que solo estaba visitando a sus amigos, una historia que nadie le creyó. Sin embargo, no lo arrestaron. Ni a él ni a nadie más.
A kilómetros de la autopista más cercana y sin instalaciones para albergar prisioneros, la logística impide que se hagan arrestos. A menudo las personas no tienen identificación y son liberadas después de recibir una llamada de atención.
Los marinos son realistas. Cuando pasaron por un gigantesco campamento lleno de antenas parabólicas y postes de viviendas en construcción, siguieron navegando en busca de un objetivo más manejable.
Para el final del día, las redadas habían destruido dos docenas de asentamientos y 15 grúas mineras, e invadieron campamentos mineros mucho mejor equipados que los suyos. A lo largo del camino, los soldados también se “sirvieron”: se llevaron un refrigerador, una antena parabólica, una videograbadora, un televisor, un balón de fútbol, un cachorro y un lechón para la cena.
Por la noche, escuchamos el ruido de las grúas que volvían a funcionar".

jueves, 11 de febrero de 2016

Derrames de crudo en la Amazonía

La Amazonía peruana ha sufrido en menos de un mes dos derrames de crudo del Oleoducto Norperuano de la estatal Petróleos del Perú (PetroPerú), según denunció el presidente de la Organización Regional de Pueblos Indígenas de la Amazonía (ORPIAN), Edwin Montenegro. La primera fuga afectó el 25 de enero a más de 5.000 personas en ocho comunidades diferentes del distrito de Imaza. La segunda, el 3 de febrero, ocurrió en Morona, donde residen unos 3.500 peruanos.
Impacto del petróleo crudo en cuerpos de agua y el ecosistema amazónico 
El ministro de Ambiente, Manuel Pulgar, reconoció el pasado martes en un programa de radio que “la infraestructura [de la petrolera estatal] está obsoleta”.
“La preocupación de todos es de dónde van a tomar agua”, explica Montenegro. El oleoducto, en manos públicas desde 1967, conduce crudo extraído de la selva hacia la costa norte a lo largo de 854 kilómetros. En 2014 dos derrames en el departamento de Loreto afectaron a las comunidades de Cuninico y San Francisco, uno; y San Pedro, el otro. En el primero se registró una fuga de 2.660 barriles y en el segundo de 7.500.
En ambas ocasiones, los daños fueron similares a los de ahora: las familias perdieron su principal fuente de proteína y de comercio —los peces de río—; de agua potable; y su lugar para bañarse. “En Chiriaco [capital de Imaza], han sido afectados sembríos de cacao, yuca, maíz y plátano”, describe el dirigente de ORPIAN.
El abogado Juan Carlos Ruiz señala que la resolución del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) emitida en 2015 sobre el caso Cuninico, cuando el Oleoducto Norperuano vertió 47.000 litros de petróleo sobre el río Marañón, encuentra responsabilidad administrativa de la empresa PetroPerú por diversos motivos. Entre ellos, “no realizar mantenimiento al oleoducto Norperuano generando daño real a la flora y fauna, y daño potencial a la vida o salud humana”. Ruiz asegura que PetroPerú “informó a la autoridad ambiental de que solo había realizado mantenimiento interno al oleoducto en 1999”.

Fin de las provisiones

El martes, Radioprogramas reportó desde Yurimaguas (Loreto) que ya se habían agotado las provisiones de alimentos y agua que dejó la petrolera a los damnificados por el derrame en Morona (el pasado 3 de febrero), en la comunidad de Mayuriaga. PetroPerú informó el pasado lunes de que había suspendido el bombeo de crudo en el tramo afectado, habilitado un helipuerto, y dijo que ayudará a “los pobladores, hasta lograr la remediación total en la zona”.
Acerca del derrame en la capital de Imaza, la estatal afirmó que había movilizado personal profesional y técnico para realizar la reparación de la avería y reparar los daños. “El hidrocarburo no ha afectado a ningún río ni vía de agua de la zona, encontrándose totalmente confinado”. Montenegro y otros dirigentes que visitaron la quebrada afectada documentaron sin embargo que las pozas y barreras de contingencia eran inseguras —algunas eran solo plástico amarrado a palos colocados en las fuentes de agua—.
Tras conocer las declaraciones de PetroPerú, Otoniel Danducho, alcalde distrital de Imaza, cuestionó que “las autoridades que fiscalizan y la misma empresa están minimizando la contaminación. Les invito a que vengan: con ellos quiero tomar ese agua que está corriendo”, dijo a una emisora de radio local.
Petroperú afirmó haber recuperado un aproximado de 200 barriles de petróleo crudo, y alrededor de 400 sacos con hojarasca y vegetación de los márgenes de la quebrada Inayo, en Imaza, por donde discurrió el crudo, según el OEFA. “Dijeron que en tres meses van a terminar de limpiar”, añade Montenegro.
La tarde del martes, Luciana Dekantai, jefa de Imacita (un pueblo de Imaza), informó por teléfono a Montenegro: “[El petróleo] está bajando por el río grande de Chiriaco. Todo está negro por la lluvia. Ingresó al [río] Marañón y está llegando a la comunidad de Nazareth”. Era la segunda vez que llovía desde que se produjo el derrame.
“Hemos pedido [a PetroPerú] que incrementen el personal porque hay todavía petróleo crudo. El agua cuando viene lo levanta todo. El personal prometió, pero no es suficiente. Nadie se ha intoxicado, aunque los trabajadores están llenando baldes de petróleo”, añadió Dekantai.

sábado, 17 de mayo de 2014

Daño ambiental en el Marañón

El diario Gestión indica hoy que el Ministerio del Ambiente (Minam) declaró en emergencia ambiental por 90 días la cuenca del río Marañón debido a que se comprobó que existe contaminación petrolera en la zona que pone en riesgo la vida y la salud de la población.
La norma publicada hoy, señala que parte de la zona en emergencia se encuentra en el Lote 8 operado por Pluspetrol. Las comunidades venían denunciando constantemente la contaminación de los ríos y lagunas de esta cuenca.
“Se ha determinado que la zona evaluada contiene niveles de riesgo significativo para la vida, la salud de la población y el ambiente, lo que configura daño ambiental significativo”, señala la resolución del Minam.
Ante ello el Gobierno aprobó el Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo,cuya ejecución estará a cargo de los tres niveles de gobierno y las entidades privadas involucradas en su cumplimiento en coordinación con el Gobierno Regional de Loreto.
Las actividades que se realicen como parte de el Plan no eximen al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) de identificar nuevas zonas de contaminación.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Javier Prado Blas _ Origen del agua & cabecera de cuenca

Recurso Hídrico en Cuenca Amazónica - Perú
Ante la eventualidad que proyectos extractivos transformen de manera significativa e irreversible la cabecera de cuenca, es decir las fuentes altas de recursos hídricos, que eventualmente causaría la desaparición de varios ecosistemas y fragmentar los restantes, de modo tal que los procesos, funciones, interacciones y servicios ambientales sean impactados irremediablemente; presentamos una experiencia reciente realizada por la Sociedad Geográfica de Lima, que usando imágenes satelitales de alta resolución confirmaba que  la quebrada de Apacheta, en la provincia de Caylloma, en Arequipa, era el origen del río Amazonas, que desemboca en el océano Atlántico.
Esta experiencia ratifica la tesis que formuló la expedición Amazon Source de 1996, tomada entonces en base a criterios geográficos, hidrográficos e hidrológicos a más de cinco mil  metros sobre el nivel del mar.
Esta investigación descartaba así a la quebrada de Carhuasanta y el nevado Mismi como la naciente del Amazonas, como había planteado anteriormente en el año 2001 la prestigiosa institución de renombre mundial National Geographic, otorgándole ese papel a Apacheta, que brota del nevado Queishua.
Las imágenes satelitales dan cuenta que el flujo que discurre de Apacheta es constante y tiene un mayor volumen comparado al de Carhuasanta. Además, precisa que este último sólo se alimenta de las lluvias y el deshielo.
La quebrada Apacheta es más larga que Carhuasanta (7,994 metros de longitud frente a 7,303 metros), la cual, incluso, está cerrada por una pared vertical de granito de 100 metros de altura. El informe de National Geographic se basó en datos cartográficos y en una expedición que hizo un periodista suyo a Sudamérica, pero no en elementos científicos como volumen del flujo, actividad hidrológica o morfología del terreno, entre otros.
Respecto a la protección de la cabecera de cuenca del amazonas y la teoría popular que solamente allí se originan las aguas,no representan necesariamente valores científicos, porque probablemente se refieran sólo al período en que fueron realizadas "las medidas y el espacio mensurado".
No obstante, de estas disquisiciones legítimas y válidas dentro de un proceso de conocimiento, el hecho científico es que  las cabeceras de Río Apurímac constituye la fuente del río de Amazonas  y  la tesis de que "sólo en las cabeceras de cuencas se origina el agua", deviene en una leyenda urbana creada para tratar de sustentar la nueva tesis del “ origen del agua en Perú" o una "nueva forma de mirar" al ciclo hidrológico del agua.
A mayor abundamiento presentamos imágenes de los grandes volúmenes de agua dulce que discurren en territorio peruano - la mayor parte sin antes haber sido puesta en valor - por parte de la cuenca amazónica que constituye una de las mayores reservas de agua dulce del mundo.
Recurso Hídrico de la Amazonía en camino al Brasil.
Grandes Volúmenes de Agua que no son adecuadamente aprovechadas.
Grandes  áreas de drenaje incorporan importantes masas de agua.
Microcuenca que descarga al río Huallaga, que a su vez alimenta al Amazonas
En este sentido, en Perú no es mas ajena a la verdad que no cuente con el recurso agua, sino que esta mal distribuida dentro de su territorio y tiene problemas de gestión del recurso hídrico en los lugares donde es escaza.

jueves, 2 de septiembre de 2010

De la vaciante histórica en la cuenca del río Amazonas y la necesidad de sembrar agua en las cuencas altas.

Actualmente (2010) se viene presentando una vaciante extrema en la cuenca del río Amazonas y se está difundiendo por los medios un mito sobre la causa principal que estaría ocasionando este evento histórico.

Los comentarios se expresan en los siguientes términos "Ya empieza a verse los efectos de la minería que toma todos los afluentes del río Amazonas, gracias a la minería se seca el río amazonas y a este paso, las futuras generaciones sólo sabrán de la existencia del río amazonas por fotos." 

Para indagar el impacto asociado a los cambios climáticos ya comentados anteriormente en este espacio, es necesario considerar el concepto de desertificación como proceso de degradación ecológica en el que el suelo fértil y productivo pierde total o parcialmente el potencial de producción.

Esto sucede como resultado de la destrucción de su cubierta vegetal, de la erosión del suelo y de la falta de agua; el ser humano favorece e incrementa este proceso como consecuencia de actividades como las inadecuadas prácticas de cultivo o la deforestación descontrolada presente hace décadas en las cuencas altas en Perú.

Ucayali, San martín, Huánuco, entre otras regiones que tienen selva alta (Rupa Rupa) presentan problemas similares a los que hoy en día la región Loreto viene soportando. Con el añadido que en selva baja (Omagua) los ríos tienen una mayor utilización como vías de comunicación masiva entre habitantes de diversas localidades que presentan dificultades para trasladarse. 

Indicadores  como la Tasa de deforestación ( 261 mil /Ha/año ) daban cuenta de la gravedad del tema, más aún, el diagnóstico documentaba técnicamente que la agricultura migratoria y quema  era la responsable del 80 % de la deforestación existente en el país. 

Los siguientes registros fotográficos (2010) comprueban que la situación prosigue sin  control en la cuenca alta y que sus efectos se trasladan a la cuenca baja amazónica.

Inadecuadas prácticas agrícolas en las partes altas de las Cuencas
La desertificación avanza y pronto migrará la agricultura. 
Quema en bordes de carreteras para ampliar la frontera agrícola.
Incendios forestales se producen para abrir terrenos de cultivo.
Laderas enteras son quemadas impactando en los acuíferos.
El roce y quema se realizan también en espacios horizontales.
La crudeza de las fotos presentadas nos exime de mayores comentarios sobre la validez del mito difundido, y nos orienta a reflexionar sobre la necesidad de reducir la Agricultura migratoria de roce y quema que constituye la principal causa de deforestación en la cuenca amazónica peruana.

De otro lado, es fundamental replicar proyectos como la siembra de agua en zonas altas de las cuencas como parte del mejoramiento de la cobertura vegetal que permita incorporar mayores volúmenes del recurso hídrico a la napa freática, incrementar caudales de los ríos y lograr el mejoramiento de suelos.

Seguidamente se podrá apreciar el proyecto Sembrando Agua ejecutado al sur de Ecuador, región sierra, en la provincia de Loja.  El objetivo del proyecto fue conservar y garantizar el recurso hídrico de la zona, al recuperar un sistema ancestral incaico de captación de aguas lluvias para recargar los pozos subterráneos por infiltración, a través de lagunas de altura y acequias de captación.

Nuevas y mayores inversiones aplicadas en proyectos en cuencas altas que garanticen la sostenibilidad del recurso hídrico constituyen una garantía para que las actividades productivas del país se realicen en forma sostenible, mejorando la calidad de vida de poblaciones enteras; todo ello sin perjuicio de contemplar mejores controles en la fiscalización de actividades vinculadas a la agricultura migratoria.