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sábado, 25 de febrero de 2023

En búsqueda de una salida a la crisis política y ambiental en Sudamérica

La disposición sin control y vertidos ilegales de contaminantes que se constituyen en pasivos ambientales, resultan un grave riesgo para la salud y bienestar de la población sudamericana.
El desastre ecológico agudizado en las últimas décadas envenena con diversas gradualidades de tóxicos a ecosistemas que conforman las cuencas de diversos países en la región.
Con la creación de un ministerio dedicado al ambiente, algunos países como es en el caso del Perú, se mantienen en aguda crisis ambiental y  el cual desde el año 2008, realiza esfuerzos para poner en agenda y atender el tema ambiental.

Crisis política que impide obtener importantes logros 

Al constante incremento de la presión demográfica en las ciudades creando mayores residuos contaminantes, se suma la indiferencia de los gobiernos para atender los graves problemas ambientales.
Cito el caso peruano, porque en los quince años que lleva de creado su Ministerio del Ambiente, pasaron quince ministros  en esa cartera y ocho presidentes de la República, los cuales en sus respectivas administraciones se han visto en la incapacidad de poder resolver los retos y desafíos planteados originalmente con la creación de un ministerio encargado de formular,dirigir,ejecutar,supervisar y evaluar la Política Nacional del Ambiente.
Reunión de trabajo con el ex dos veces presidente Alan García, quien suscribió el D.Leg.1013 creando el Ministerio del Ambiente.
Perú, pos pandemia COVID-19, agravó en gran medida su crisis política,social, económica y ambiental que venía en progreso, las cuales se evidenciaron en las protestas y bloqueos de carreteras en diferentes regiones del país, las mismas que escalaron con eventos naturales producto de avenidas y huaycos que generalmente se presentan en los primeros meses del año.
El punto es que la mayoría de los gobiernos, operan en el nexo de la incompetencia y la indiferencia, esperando reaccionar cuando se presente una emergencia o un peligro cobrando vidas humanas y cause gravosas pérdidas económicas que la falta de conocimiento y la alta rotación de los tomadores de decisiones se ve limitada en prevenir.

Agenda ambiental pendiente por atender

La información oficial expuesta por el DS N° 023-2021-MINAM considera la existencia del orden de dieciocho millones de hectáreas de ecosistemas degradados en territorio peruano, producto de un Estado empírico, burocrático y permisivo para con el daño ambiental producido por actividades informales e ilegales.
En Perú, pese a que la inversión total de la actividad minera en quince años correspondiente al periodo 2006-2021, fue de setenta y seis billones de dólares, no invirtió ni tomó las medidas necesarias para reducir sustantivamente los pasivos ambientales mineros existentes.
En el inventario oficial de pasivos ambientales mineros del país que reportaba el ministerio de energía y minas para el año 2016 era 8.854, se redujo en el año 2021 a 7.668 ; por lo cual en cinco años sólo se pudo atender parcialmente a 1.186 pasivos ambientales mineros.
Estas cifras corresponden al sector minero formal que cuenta con el mayor número de controles y fiscalizaciones, en contraste con otros sectores que generan pasivos ambientales, donde las instituciones del Estado peruano no cuentan con data suficiente para un planeamiento eficaz. 
En este contexto, los conflictos atribuidos a temas socioambientales persistirán por décadas de cara a futuro, de no ser aplicada una política ambiental de Estado viable, con programas, proyectos, presupuestos y cronogramas de acciones que permitan fortalecer la gobernanza ambiental del país y la región, atendiendo sus propias necesidades de crecimiento y desarrollo.