El sector minero en Perú se ha convertido en una suerte de imán para los capitales tanto nacionales, como internacionales que buscan invertir en mayores proyectos de cara al futuro.
Los indicadores demuestran que se generan importantes utilidades a partir de las operaciones mineras en territorio peruano.
Tomando como referencia sólo la utilidad neta total de las empresas mineras que cotizan en bolsa, en el primer trimestre del 2010 han logrado casi duplicar la utilidad neta obtenida a lo largo de todo el año 2009.
Esta situación se registra dentro del marco en que el sector minero representa a uno de los sectores que viene obteniendo el mayor crecimiento respecto a otras actividades económicas, tomando en consideración el importante componente colateral que tiene en el sector construcción.
No esta en discusión que las empresas mineras obtengan importantes utilidades extraordinarias en Perú, sin embargo, se pone sobre el tapete un interesante debate sobre la viabilidad de compartir con el Estado las rentas diferenciales producto del incremento de los precios de los metales en el mercado mundial.
Una posición considera que debe empezarse a gravar las sobreganancias mineras y la otra, incrementar la explotación de recursos mineros para aprovechar la coyuntura de los mejores precios.
Las posiciones sobre el particular, son detalladas en las siguientes exposiciones:
Uno de los eventuales impactos que podría generarse es ahuyentar los capitales, esto si progresa el planteamiento de establecer nuevas condiciones para las futuras inversiones.
Toda vez que el Estado peruano necesita recursos fiscales para atender sus necesidades por años postergadas, la opción de aprovechar este ciclo de precios y ser más competitivos al producir más, pareciera ser la opción que estaría primando en los niveles de decisión del país.
Existe concenso en mantener un cuidado ambiental estricto y no descuidar la agenda social pendiente para reducir los conflictos socio-ambientales producidos ante el crecimiento del sector minero.
Lo concreto es que Perú no puede perder la oportunidad que le brindan los altos precios de los metales en el mercado mundial para alentar la producción y lograr su desarrollo.