Perú, através de los tiempos viene gastando y despilfarrando miles de
millones de dólares en reconstruir la infraestructura dañada atribuida a
fenómenos naturales y a la corrupción que acompaña a la gestión de diversas
administraciones del Estado en sus tres niveles de gobierno.
Muchos medios locales se muestran complacientes con esta realidad al atribuir la deplorable recurrencia no periódica del estado de Emergencia nacional a los estragos ocasionados por un evento independiente, resultando una suerte de psicosis en la población y muestra del escaso nivel de investigación denotado por algunos jefes de producción de medios masivos de comunicación peruanos, soslayando con ello la presencia de eventos extremos con mayor frecuencia y severidad, así como la falta de planificación del Estado en la implementación de medidas preventivas frente al cambio climático y su consecuente efecto en la economía y la salud pública del país.
Muchos medios locales se muestran complacientes con esta realidad al atribuir la deplorable recurrencia no periódica del estado de Emergencia nacional a los estragos ocasionados por un evento independiente, resultando una suerte de psicosis en la población y muestra del escaso nivel de investigación denotado por algunos jefes de producción de medios masivos de comunicación peruanos, soslayando con ello la presencia de eventos extremos con mayor frecuencia y severidad, así como la falta de planificación del Estado en la implementación de medidas preventivas frente al cambio climático y su consecuente efecto en la economía y la salud pública del país.
Esta situación permite a funcionarios públicos continuar gozando de impunidad frente a los daños y delitos ambientales transgenerasionales que presentan nexo causal con la perdida de vidas humanas y enormes perjuicios económicos al país.
Lo que ocurre actualmente con la información sobre el balance de materia y energía seguido en la ruta de la alteración climática cuya probabilidad de ocurrencia actual de la magnitud del evento (débil - moderado - fuerte - extraordinario) está por determinarse; es tergiversada por un extremo de la prensa nacional al atribuirle los indicadores a la presencia de un vórtice ciclónico de origen tropical en el oceano de la costa norte del país, que sufre alteraciones para su frecuente desarrollo en áreas tropicales; siendo en estricto una consecuencia del cambio climático que científicamente se encuentra con larga data monitoreada trasnfrontera a través de la evolución de indicadores del cambio de presión en el aire por variación de temperatura, así como con el calentamiento y enfriamiento de las aguas en el oceano pacífico, transformando la energía que alimenta las lineas de corriente en los fluidos (agua o vientos) , llegando a obtener condiciones que dan nombre a los fenómenos conocidos como El Niño, La Niña y Niño Costero.
El tiempo es Hoy : Cambio climático
Sendas publicaciones hechas en el boletín de la sociedad geográfica de Lima por Luis carranza en el año 1891 y posteriormente Carrillo en 1893, describían características de la corriente cálida de norte a sur entre Paita y Pacasmayo, explicando las causas del excesivo calor y la extraordinaria humedad atmosférica que produjeran la evaporación anormal y excesiva en las aguas del litoral que trasladadas al suelo de la costa en forma de nubes tempestuosas, ocasionan grandes inundaciones.
Siguiendo esa linea descriptiva y transcurrida más de tres décadas sobre lo que el suscrito anotara respecto al proceso climático con diversas intensidades y gradualidad, se mantiene con palpitante vigencia lo que señalé en su oportunidad : "Nuestra historia registra a civilizaciones preincas
desaparecidas por falta del recurso agua o por alteraciones del ciclo hidrológico en la costa peruana -sumadas a los altos
niveles de contaminación- poniendo en riesgo la sostenibilidad
de la diversidad biológica en distintos espacios geosociales".
Ciertamente el tiempo de tomar conciencia es hoy, no podemos mantenernos indiferentes ante una realidad que esta presente, es absolutamente
indispensable tomar una acción ambiental desde el lugar donde nos encontremos.
Ya en el último quinquenio vinculado al Niño costero del año 2017, anotaba en este espacio: "Registros históricos dan cuenta de la recurrencia de fenómenos climatológicos en las costas de Perú y Ecuador. Instituciones de prestigio internacional y
alta credibilidad anunciaron con anticipación a marzo del 2017 el calentamiento global y cambio
climático que pudiera afectar el periodo de retorno del proceso estocástico al
fenómeno El Niño. En este contexto, recomendaron a la comunidad internacional
que tomaran las medidas de mitigación y prevención correspondientes. Ecuador y
otros países de América latina y El caribe cumplieron su tarea haciendo lo suyo, atendiendo a la
recomendación "Prevenir es mas barato que reconstruir".En Perú se evidenció falta de capacidad de gasto en fondos
presupuestados para prevención de riesgos en sus autoridades a lo largo de los
últimos años, lo cual fuera registrado por el Instituto Nacional de Defensa
Civil".
En esta sucesión de hechos, se obtienen los registros históricos de avenidas e
inundaciones dando cuenta de la presencia de El Niño extraordinario 1982-83 y
1997-98 ; así como el episodio de sequía extremamente severa de 1992 y las
condiciones anormales secas registradas en su capital Lima el año 2004, con
graves desequilibrios hidrológicos registrados también en el 2016-17 con el
fenómeno El Niño costero y el fenómeno prolongado de La Niña ocurrida en el periodo 2020-2022 como evento intermitente no presentado desde 1950 según registros de la organización meteorológica mundial.
Se repite la história con el supuesto control de daños y reconstrucción
Presentado el evento, la intensidad de las
precipitaciones pluviales activan la escorrentía en quebradas y laderas, originando importantes
pérdidas de suelo deforestado, erosionado y desestabilizado, lo cual afectan a las
poblaciones asentadas en las margenes de los ríos en las cuencas medias y bajas con grandes inundaciones. Los causes de los ríos se van paulatinamente colmatando en la medida de la caída de los "huaycos". Esta suma de eventos van afectando a su paso puentes,carreteras, canales y toda infraestructura
civil en las zonas de influencia que serán inundadas tras los desbordes ocasionados.
Sin bosques de protección en cuencas se aumenta el caudal máximo instantáneo que provoca desborde e inundaciones de los ríos. |
Las inundaciones causadas generan daños colaterales a las
ciudades que ven afectadas las operaciones unitarias y redes en sus sistemas de tratamiento de agua para consumo humano.
Poblaciones nucleadas y dispersas daminificadas se quedan aisladas por colapso de carreteras y puentes, quedando sin acceso a alimentos , carpas, medicinas y agua.
Así, con el pánico generado por la posibilidad de no ser abastecidos con agua potable, donde la alta turbiedad obliga a las plantas de tratamiento cerrar compuertas de captación , reduciendo la producción justamente en el lapso en que se produce una mayor demanda del servicio; pues los diversos usuarios almacenan agua provocando un mayor consumo y sensación de escasez. Este evento incide en mayores costos en los procesos de producción de agua, pues se acude a captar mayores volúmenes de agua subterránea elevando su coste en energía.
El otro componente crítico es la afectación del sistema de alcantarillado y las cámaras de bombeo de desague, provocando contaminación por aguas residuales acumuladas. Los olores fétidos y brotes epidémicos de enfermedades metaxénicas como el dengue no se hacen esperar, pues la proliferación de mosquitos por los aniegos y la carencia de equipos y herramientas para drenaje se evidencian.
El escenario se complica ante la falta de energía eléctrica y fumigación en áreas de alto riesgo. La aplicación de la estrategia sobre la primera atención de salud se ralentiza ya que postas sanitarias, centros de salud y hasta hospitales con impactados en las regiones afectadas.
Así, el conteo de víctimas, número de población damnificada, infraestructura colapsada y otros datos que se convierten en cifras estadísticas se suceden y acumulan en el tiempo.
Aquí cabe resaltar la participación solidaria de la población civil organizada ante la falta de reflejos del Estado que se ve rebasado por los pedidos de atención, debiendo priorizar su accionar frente a la emergencia.
Con el cambio climático varían los periodos de retorno de
eventos como el que está sucediendo y los criterios de reconstrucción en todas las cuencas críticas. La imprevisión con la falta de cambios en los criterios de reconstrucción, además de producir pérdidas de vidas humanas y destrucción; también abre ventanas de oportunidades que lamentablemente no son aprovechadas oportunamente, tal es en el caso de poder recuperar los niveles de reservas de agua dulce en los acuíferos de la costa desértica.
Así un día lunes 20 de marzo de 2017, escribía lo siguiente sobre la abominable corrupción en la reconstrucción:
"En el último cuarto de siglo, el país realizó importantes
avances para su crecimiento,incorporándose a la comunidad internacional como
una pujante nación y entró en un proceso de descentralización y
desconcentración;empoderando a los
Consejos Transitorios de Administración Regional, Presidencias
Regionales y actuales Gobernaciones. También las alcaldías provinciales y
distritales fueron espacios donde se gestaron grupos de poder que soslayaron
sus funciones. El proceso quedó trunco habida cuenta que no existe una idea
clara de ordenamiento territorial y se continúa con las divisiones políticas
sin respetar los ecosistemas locales en el marco de sistemas integrados.La historia registra que una gran mayoría de autoridades en
los tres niveles de gestión : Nacional,Regional y local , fueron procesados en
el poder judicial por una serie de inconductas funcionales en la administración pública; algunos de los cuales purgaron condena efectiva y otros continúan en prolongados
juicios de plena actualidad".
Los daños ambientales por incumplimiento de funciones de éstas
autoridades fueron más evidentes en la franja costera, allí donde se localiza
la mayor cantidad de población peruana. La presión ejercida en las ciudades se
manifestó con el constante crecimiento poblacional en las franjas marginales de
las ciudades, ocupando zonas prohibidas por Ley..
Sin perjuicio a que el artículo 1º del DS Nº 12-94-AG,
declara como áreas intangibles los cauces, riberas y fajas marginales de los
ríos, arroyos, lagos, lagunas y vasos de almacenamiento, quedando prohibido su
uso para fines agrícola y asentamiento humano; las sucesivas autoridades del
país permitieron la ocupación en estos espacios principal y paulatinamente en los valles de la costa y valles interandinos.
La falta de rellenos sanitarios en el país, obligaron a
disponer miles de toneladas de basura producidas diariamente en botaderos a
cielo abierto y en causes de ríos secos. Asimismo, la falta de escombreras
autorizadas,convirtieron los causes de los ríos en lugares de disposición final
de materiales de autoconstrucción residuales o desmontes que progresivamente
fueron acumulándose con el transcurrir del tiempo. Todos estos cientos de miles de toneladas de residuos sólidos acumulados son desplazados no periódicamente hacia el oceano pacífico, incluyendo gran parte de residuos sólidos orgánicos que pudieron ser puestos en valor en plantas de generación de energía eléctrica.
El ignoto proceder de los funcionarios responsables en los diferentes niveles de gestión de la administración pública en todo este tiempo cerraron el paso a las instalaciones de limpieza y descontaminación ambiental, enterrando los residuos sólidos en áreas susceptibles de sufrir inundación y dejando que persista el impacto de toxicidad generado por los líquidos percolados sin tratamiento alguno, agravando la contaminación para ecosistemas en millones de hectáreas que se unen a la contaminación por pasivos ambientales existentes y que dinamizan su letalidad con los recurrentes procesos sin reconstrucción ni cambios visibles.
Lo antes descrito, se integra a las habilitaciones urbanas expandidas en áreas no permitidas por el ordenamiento legal, que involucra antiguos rellenos sanitarios, causes de ríos secos, entre otros, que fueron
legitimadas por autoridades, funcionarios con experiencia de años realizando reconstrucciones y
traficantes de terrenos que sorprendieron a familias que deseaban instalarse
cerca a las ciudades, haciéndolas vulnerables ante eventos naturales producido con anuencia e intervención del hombre.
Migración interna del campo a las ciudades por cambio climático
El día lunes 15 de Julio de 2019, escribía sobre el sustento técnico que acreditaba a las pérdidas paulatinas de los glaciares y bosques en países andinos, especialmente en Perú, los que fueron advertidos también hace décadas atrás.
Adicionalmente expuse en diferentes eventos, el registro
dramático de la cada vez mayor presencia de metales tóxicos pesados que por
efecto de sistemas dinámicos excitados por influencia antropogénica y el cambio
climático, que incrementan los procesos de degradación del suelo en cuencas, con
efectos predecibles en salud pública e inversiones.
Uno de estos indicadores es el impulso migratorio motivado por la crisis del agua en zonas rurales, contaminación de los
cuerpos de agua, afectación de la cadena alimenticia, degradación de suelos, reducción de cultivos
diversos en tierras de secano, entre otros relacionados a la limitación de la prestación de los servicios ecosistémicos; causando desplazamiento de las poblaciones rurales dispersas a grandes ciudades, presionando por servicios básicos, principalmente agua para consumo
humano.
Información arrojada por los censos nacionales del INEI, corrobora la verdad sobre el efecto logrado por la consuetudinaria política de desatención al tema climático en zonas rurales induciendo a que la población rural se redujera en setenta y siete años pasando de 64.6% en el año 1940, a 17.6 % en el año 2017.
De esta manera la migración interna desde la sierra se desplazó hacia la selva y principalmente a la costa, teniendo una mayor presión demográfica en la capital de la república peruana, Lima. El Perú para el año 2023, con 33 millones de habitantes ya presenta los problemas
advertidos, los que se agudizarán el 2030 cuando sea 37 millones y el 2050 , superando los cuarenta millones de habitantes respectivamente.
Ya no se trata de algo más o menos probable, sino de un hecho
En Perú se presentan marcadas evidencias sobre el calentamiento
global como causa del cambio climático visualizandose una relación directa entre
el incremento de las temperaturas medias y la multiplicación de los extremos
cálidos, las fuertes precipitaciones, las sequías agrícolas y ecológicas en
algunas regiones, además del aumento de los ciclones tropicales intensos y la reducción de la capa de nieve y el
permafrost.
En este escenario, el país de los incas presentó las dos caras de los climas extremos anticipándose al escenario actual del año 2023, por lo que estaba advertido y no aplicó los principios que abran paso a las acciones de prevención y precaución necesarios.
El costo de la inacción en este proceso que dura ya décadas, donde pasaron presidentes y ministros que dejaron de afrontar la crisis climática pese a las signos inconfundibles y los reportes científicos, sin perjuicio del mandato legal que exigía su atención afectando el gasto público según el presupuesto aprobado anualmente por el congreso de la república.
Conociendo la diversa gradualidad y recurrencia de los fenómenos que afectan al país, en el año 2017, el renunciante ex presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski suscribió la Ley N° 30556 y el plan de reconstrucción con DS N° 091-2017-PCM, aprobando disposiciones extraordinarias para las intervenciones del gobierno nacional frente a desastres, creando la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios. En ese entonces se estableció que el costo total del Plan integral sería de S/ 25.655 millones de soles , monto que actualizado ascendería a S/ 50.833 millones de soles.
Esta Autoridad, se creó como una entidad adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros, de carácter excepcional y temporal, encargada de liderar e implementar el plan de toda la infraestructura física dañada y destruida por el Fenómeno de El Niño Costero que causó daños estimados que superaron los tres mil millones de dólares en 13 regiones del país: Áncash, Arequipa,Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto, Piura y Tumbes.
El reglamento de la Ley fue aprobado dos años despúes mediante DS N° 003-2019-PCM con el presidente Martín Vizcarra. Cumplidos casi seis años de la creación de esta Autoridad, los hechos evidencian que se concentró en reconstruir y no en prevenir, pues sólo una pequeña parte de lo ejecutado en obras fue para prevención.
En este proceso, tampoco pueden soslayar su responsabilidad las autoridades regionales y municipales que se pusieron de perfil ante el problema ambiental subsistente. No escapan a la responsabiliad compartida, con diversa gradualidad ante la história, el Congreso de la República, la Contraloría General de la Republica, la defensoría del pueblo, el poder judicial, ministerio público y otras tantas instituciones que dan cuenta de la presencia de un Estado empírico que denota crisis de gobernanza y gobernabilidad; denominado por algunos como Estado fallido en el extremo preventivo.
El cambio climático no sólo afecta al norte sino también al sur
En la actualidad, según reportes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI), regiones del norte peruano superaron el registro histórico del acumulado de lluvias en 24 horas, con cifras similares a las presentadas con el fenómeno de El Niño extraordinario de 1998 y de El Niño costero del 2017. En Cayaltí (Chiclayo, Lambayeque) se alcanzó 87.4 milímetros por día, equivalente a 87.4 litros de agua por metro cuadrado por dia; asi mismo, en Huarmaca (Piura) se llegó a 94.5 milímetros por día, es decir, casi cien litros de agua por metro cuadrado por día.
De igual forma, información actual reportan daños en Ica y según registros históricos se dan cuenta de las emergencias por intensas lluvias presentadas después de casi un siglo para el caso localizado en la provincia de Jorge Basadre,
distrito de Ilabaya y su centro Poblado Mirave, en la región Tacna; tipificando los efectos y daños ambientales producidos con la pérdida de ecosistemas que se
ven impedidos de brindar servicios ecosistémicos a los habitantes del lugar.
En este escenario, en 1927, es decir hace noventicinco años
atrás, el centro poblado Mirave fue destruido completamente y luego
reconstruido, hasta que en el último quinquenio del siglo pasado se presentaron
con mayor frecuencia lluvias intensas caracterizando el cambio climático en la cuenca. Verificando que el periodo de retorno en el área se acorta y la probabilidad
de ocurrencia de un evento extremo se acentúa, produciendo desastres en
diversas proporciones para los años 1995,1998,1999,2001,2015 y 2019.
Por estas consideraciones, mediante DS N° 025-2015-PCM del año 2015, el
ejecutivo peruano declaró en estado de emergencia Mirave a los efectos de
atender a la población afectada y reconstruir nuevamente los servicios públicos. Este proceso tiene como antecedente lo sucedido en el año 2012, que mediante Ley Nº 29869 - Ley de Reasentamiento
Poblacional para Zonas de Muy Alto Riesgo no Mitigable, se declara de necesidad
pública e interés nacional el reasentamiento poblacional de las personas
ubicadas en zonas de muy alto riesgo no mitigable dentro del territorio
nacional y despues de nueve años , en el año 2021, mediante DS N° 142-2021-PCM, se aprueba un nuevo Reglamento de la Ley N° 29869,
incorporando la propuesta de modificación presentada por el Centro Nacional de
Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED).
Las cartas abiertas a la presidencia de la república peruana
El Estado empírico altamente burocrátizado que llevó a contar con una
autoridad de reconstrucción incumpliendo los objetivos de su creación, a la cual la actual administración proyecta dinamizar creando otra Autoridad que si cumpla con las necesidades de infraestructuras especiales necesaria para el país y que presumiblemente incorpore al ente macrocefálico funciones de instituciones de algunas carteras relacionadas. Esta iniciativa aparece como una más de las aternativas de solución para revertir la realidad plasmada en un estudio del año 2021, ejecutado por la organización de las naciones unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) mostrando que el 51% de la población peruana vive en situación de inseguridad alimentaria y que el 20% de este grupo sufre inseguridad alimentaria aguda. Evidentemente los transtornos que sufre la población con la suma de desastres en agricultura, transporte y servicios, le impiden cubrir su canasta básica de alimentos.
El escenario de inseguridad alimentaria se presenta pese a que el presupuesto nacional para alimentar al sector público
peruano creció en diecinueve años más de cuatro veces desde el año 2004 que fue de 44 mil millones
de soles , para alcanzar el año 2023 la cifra de 214 mil millones de soles.
Así, el presupuesto público continúa sin redistribuir adecuadamente, habida cuenta que en
líneas generales el 75% es asignado a gastos corrientes y servicios de la deuda
y el restante 25% como gasto de capital; de esta manera, se
dificulta en grado extremo el poder cubrir las brechas existentes de infraestructura
básicas que presenta el país en recurrente reconstrucción por no tomar oportuna y diligentemente las medidas correctivas y preventivas necesarias para atender el tema del cambio climático.
Esta acción o inacción pasible de sanciones administrativas, civiles y penales por parte de funcionarios competentes, que contaban anticipadamente con información internacional y nacional históricas y actualizadas sobre las posibles consecuencias de los eventos de origen natural previsibles, no cumplieron con tomar las medidas preventivas necesarias, permitiendo con ello que los desastres tengan origen antrópico y personalísimas.
Es en ese sentido,que con fecha 2 de septiembre del año 2022 dirigí una carta abierta al entonces presidente, profesor José Pedro CastilloTerrones recordándole que "el cambio climático ya se encuentra impactando a los bosques
y reduciendo los rendimientos de los cultivos básicos, y con ello impactará la
seguridad alimentaria y en estricto a la cadena productiva que no encuentran
soporte por la presencia de una salvaje burocracia que agudiza la crisis por
la falta de capacidad de gasto público"; y posteriormente con fecha 3 de marzo del 2023 envié otra similar carta abierta a la actual presidenta abogada Dina Ercilia BoluarteZegarra, la cual cierra su contenido con la exhortación siguiente: "La prevención y mitigación de amenazas naturales 2023-24 en
zonas identificadas como críticas del país deben activarse ya en los tres
niveles de gestión del gobierno y no sólo reaccionar ante los desastres
producidos".
Una semana despúes, con fecha 12 de marzo se publica el DS N° 035-2023-PCM que declara el Estado de
Emergencia en varios distritos de algunas
provincias de los departamentos de Áncash,
Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco,
Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, Lima,
Moquegua, Puno y Tacna; y, de la Provincia
Constitucional del Callao, por peligro
inminente ante intensas precipitaciones
pluviales.
Es importante que las futuras generaciones de peruanos tomen debida nota de lo acontecido y realicen las acciones que correspondan para que los daños ambientales generados por el cambio climático en su territorio puedan prevenirse y no sólo mitigarse efectuando reconstrucciones sin cambio de paradigmas.
Capacitando en un evento sobre la "Decenio de las Naciones Unidas para la restauración de Ecosistemas 2021-2030" |