En mayo del 2012 ya comentábamos aspectos del retraso de los programas de inversión en proyectos mineros generados por el incremento de protestas sociales, consulta previa a comunidades indígenas, aprobaciones ambientales, entre otras y decíamos entonces que provocarían efectos directos e indirectos en las proyecciones económicas y sociales estimadas para el sector minero en Perú.
A tres meses de finalizar el año 2012, existe ya un importante retraso en las inversiones mineras, pues desde diciembre del 2011 hasta julio del 2012, se postergó el inicio de 15 medianos y grandes proyectos _ de los cuales 11 están relacionados al cobre_ en 12 departamentos, y que, en total, suman inversiones por US$ 21,826 millones de dólares.
A tres meses de finalizar el año 2012, existe ya un importante retraso en las inversiones mineras, pues desde diciembre del 2011 hasta julio del 2012, se postergó el inicio de 15 medianos y grandes proyectos _ de los cuales 11 están relacionados al cobre_ en 12 departamentos, y que, en total, suman inversiones por US$ 21,826 millones de dólares.
Estas cifras son el resultado de comparar las proyecciones de inversión que publicó el Ministerio de Energía y Minas a fines del año 2011 con el último reporte que le dan a conocer las propias empresas.
Además de Conga, se consideran las ampliaciones de Southern Perú, el proyecto Marcobre, Pampa del Pongo, Shahuindo, entre otros; los cuales en su mayoría han postergado su fecha de inicio entre uno y dos años.
Todos estos proyectos figuran en la cartera de 51 planes de inversión mineros por US$ 53,000 millones de dólares anunciada por el Gobierno Central.
La mayor causa de las postergaciones, se debe a que el Gobierno, en los últimos meses, no estaba aprobando los estudios de impacto ambiental (EIA).
Las demoras en aprobar los EIA a su vez se originaron en los retrasos para aprobar el reglamento de la Ley de Consulta Previa.
Las demoras en aprobar los EIA a su vez se originaron en los retrasos para aprobar el reglamento de la Ley de Consulta Previa.
Anteriormente nos habíamos referido al dilema de cobrar mas impuestos o producir mas recursos mineros aprovechando los mejores precios de los metales en el mercado internacional y considerábamos como uno de los eventuales impactos que podría generarse es ahuyentar los capitales, esto si progresa el planteamiento de establecer nuevas condiciones para las futuras inversiones.
Un primer indicador de esta realidad, sería una caída sustantiva en la producción del cobre peruano para el 2012.