Este análisis, permite una mirada a los conflictos en el tiempo buscando una visión hacia un
objetivo común que se traza en el proceso de planeamiento y permite evaluar
escenarios para conjugar el resultado mediante las acciones necesarias.
La opinión de un experto ambientalista, como es en el caso de Felipe Injoque Espinoza, que además tiene una vasta experiencia en manejo de conflictos socioambientales, nos dará luces a cerca del escenario en que se mueven actualmente las inversiones de las actividades extractivas en Perú :
"Aplicando la idea en retrospectiva, hemos visto el proceso social peruano que
se viene escribiendo matizado por distintas perspectivas profesionales y
políticas. Autores como Peter Klaren en “Nación y
Sociedad en la Historia del Perú”, ponen en perspectiva la presencia de las
comunidades indígenas del Perú en su historia y permite rastrear conflictos
sociales asociados a ellas desde el siglo XIX en el período Republicano y nos
permite ver como el país se relaciona con los procesos de la revolución
industrial y el capitalismo durante varias etapas de su historia, empezando con
la economía del guano, la economía del salitre, la economía del caucho y el
sesgo mercantil que nos dejó la colonia.
Ya en el oncenio de Legía hubo un
proceso de apertura económica al mercado de norteamérica que permitió el
ingreso de la Cerro de Pasco Corporation y otros, que generó reacciones
contrarias al final de su gobierno y permitió el desarrollo del aprismo y de la
izquierda bajo pensadores como Mariátegui.
Recientemente leía el libro "Los
Dueños del Perú" de Carlos Malpica Silva Santisteban, en el que se
presentaba el mapa del poder en el país en la década del sesenta, antes de la
Revolución de Velazco Alvarado. Se presenta en este libro a un primer poder relacionado
con los poseedores de tierra, los grandes hacendados o las grandes haciendas,
productoras primarias de productos de exportación. Conjuntamente con las
empresas exportadoras y las empresas mineras, controlaban el flujo de divisas
del país, según el estudio realizado por Jorge Bravo Bresani (Gran Empresa,
Pequeña Nación) citado por el autor.
En un enfoque de perspectiva, el autor
nos presenta su diagnóstico del sistema económico imperante en el país en esos
tiempos, las reformas que se instauran en el Velazcato y luego los procesos de
reacción que se dieron en el segundo gobierno de Belaunde. Lamentablemente el
citado autor fallece tempranamente y la década del noventa, con el crecimiento
económico, el neoliberalismo desarrollado con resultados económicos crecientes
durante los últimos 25 años, convivió con cambios en la relación de los poderes
y enfoque social descritos por el autor.
Se hará necesaria una visión
integradora de algún estudioso, que pueda tomar la posta para analizar como se
han dado estos cambios en relación a una visión de país dividida entre los
defensores del modelo económico de mercado y los de modelos defendidos cuando
existía la guerra fría y los postulados de la izquierda revolucionaria se
sostenían en el gigante soviético o en el chino, que postulaban modelos
estatistas y contratistas de la economía que han quedado atrás con el
derrumbamiento del muro de Berlin y la desaparición de la Unión Soviética.
Sin embargo la impronta de la
izquierda no ha quedado ahí, sino que se ha reciclado bajo el liderazgo de
pensadores como Martha Harnecker, que ha planteado nuevas formas de enfocar el
socialismo, integrando el discurso ambiental, el de derechos humanos y el de
los derechos de las comunidades indígenas propugnado por el Tratado 169 de la OIT,
como estrategia para desestabilizar a las empresas, a las fuerzas del orden y
al sistema en sí mismo.
Toda esta estrategia ha calado en un
mundo que buscaba respuestas y soluciones y que enfocó también los temas
ambientales, los temas de derechos humanos y los de las comunidades indígenas,
por lo que lo planteado como una fórmula para desestabilizar un orden establecido, apoyándose en movimientos nacionalistas que llegan al poder en
Venezuela, Ecuador y Bolivia. Sin embargo, esta estrategia se encontró con una
agenda similar en el otro lado del escenario, con instituciones que se han ido
fortaleciendo en el control y manejo ambiental desde su nacimiento con el acta
de protección ambiental de 1970 de los Estados Unidos y que en el Perú se
inicia en la década de los noventas con el Código del Medio Ambiente, con un
proceso de deslinde y titulación de tierras que provocó la consolidación legal
de la propiedad de tierras comunales en sierra y selva acá en Perú, que alivió
la presión social en el escenario de las comunidades indígenas, aunque quedó
pendiente el espacio de la amazonía. Y en cuanto a derechos humanos, esto se ha
convertido a través de la gobernanza corporativa en medios de limitar el
accionar de empresas transnacionales en lo que se refiere a derechos humanos,
comunidades y medio ambiente, que se asocia ahora a los temas de financiamiento
de proyectos.
Entonces, la confrontación de ideas o
de sistemas de pensamiento político entre un modelo renovado de izquierda y un
modelo neoliberal, que incluyen temas ambientales, de comunidades y de derechos
humanos no es el fondo del problema, como aparentemente nos podrían hacer creer
los lideres de uno u otro grupo, sino que es el marco en el que se desenvuelve la sociedad del país, digamos, las condiciones naturales y sociales que
forman la historia, geografía y sociedad del país. Porque existe una cordillera
de los andes que conformó las condiciones climáticas de costa, sierra y selva,
existe la corriente de Humboldt que determina las condiciones climáticas de la
costa, existió esta configuración desde el deshielo de fin del Pleistoceno y en
este espacio geográfico y climático se desarrolla la sociedad y la cultura del
país.
En estas “condiciones” se han desarrollado las culturas preincas, los
incas, la colonia y la República, alternando poderes y formas de gobierno, en
sintonía con el mundo que influyó más o menos a la sociedad peruana. Es un todo
dinámico en el que convive una sociedad heredera de ayllus y otra heredera de
migrantes extranjeros que se hicieron peruanos durante los casi dos siglos de
la existencia de la República.
Hoy estamos viviendo la gran migración asiática,
con una cada vez mayor presencia de inversiones y migrantes chinos, coreanos,
etc. Ese crisol genera diversidad,
genera oportunidades, que se han dado no solo en Lima, sino también en
distintas partes del país donde en distintos momentos, migrantes de distintos
lugares crearon riqueza dejando una impronta que se sumó a la del país.
Palestinos, chinos, japoneses, italianos, etc.
Hoy asistimos a una etapa de cambio de
condiciones de mercado que empezó en 2013 y la caída de precios de los
commodities en el mercado mundial ha hecho que se empiece a desinflar una
economía que había sostenido crecimientos de 6 % anual y hoy alcanza solo el 2
%.
Paralelamente, el chorreo que se había
venido dando a través de las compras locales, formación de empresas comunales y
desarrollo de iniciativas empresariales locales, convenios y otros mecanismos,
también se viene afectando, por lo que los intereses de esta nueva clase
económica, de antiguas comunidades que pugnan por modernizarse y donde el
interés particular y el comunal comparten espacio, vienen sumando su cuota a la
conflictividad en algunas zonas de influencia de las empresas extractivas.
El
caso de Pichanaki, en el campo petrolero, el caso de Tia María en el
espacio minero y recientemente el caso de Apurímac por el lado de las empresas
eléctricas, como ejemplos. Todo ello sumado a un escenario electoral, donde las
ideologías son bandera para la búsqueda del poder en la justa por venir.
Lo que debe tener claro el país es lo
que se quiere, la meta a la que se busca llegar en el mediano y largo plazo,
para poder orientar acciones consensuadas para ir corrigiendo rumbos. La agenda
es la misma en las distintas canteras que entrarán en justa. Gobernar un país
tiene que ver con generar riqueza, promover inversión, educar, generar salud,
cultura, pero cobra vigencia el trabajo de Carlos Malpica Silva Santisteban,
sobre los Dueños del Perú, porque estamos seguros que hoy no son los mismos
dueños, hoy mas peruanos son dueños, más comunidades tienen propiedad, más
peruanos tienen acceso a la educación y a fuentes de trabajo o de riqueza.
Lo
que pasa es que el proceso es desordenado y conflictivo, debido a la visión
colonial, a la postergación de más de 100 años de la población local y la falta
de una visión integradora del país que respetara la cultura existente mirando
al país como por conquistar y no por integrar.
El proceso de crecimiento constante
del país en los últimos 25 años ha sido posible porque se ha ido internalizando
el tema ambiental y el tema social en consonancia con corrientes
internacionales. Empresas y Estado han ido juntos dando pasos que han permitido
inversión con respeto y este proceso debe continuar a pesar de la coyuntura de
precios bajos. Por ello el gobierno está impulsando grandes proyectos y obras
que mantengan la tendencia de crecimiento y permita seguir creciendo al país.
La coyuntura electoral y el riesgo que
aparentemente se genera en los espacios sociales de los proyectos indicados y
de otros, se da como señal de que existen cosas que deben seguir corrigiéndose para seguir mejorando.
El caso de Pluspetrol pone en evidencia no solo la
necesidad de internalizar pasivos ambientales por la empresa y por el Estado,
sino el fondo referente al problema de propiedad no resuelto en la amazonía con
las Comunidades Indígenas o nativas. El caso de Tia María seguramente tendrá
que seguir la agenda de apertura que se ha tenido y ha involucrado a mayor
cantidad de población a favor del proyecto, buscando evitar la satanización de
la oposición, haciéndolos participar siempre con presencia también del Estado,
pero en el marco de construcción de confianza mutua. Hay un dicho que dice:
“conversar no es pactar”, que refleja el nivel de empatía y comunicación que
debe propiciarse por empresas, estado y comunidad. El caso de Apurímac que está
hoy en agenda, deberemos irlo estudiando para poder entender el motivo o
detonante que seguramente está detrás de este problema, sin desmedro del
escenario pre electoral".