Perú es un país mega diverso, reconocido mundialmente por su privilegiada biodiversidad que se ve reflejada en la atención internacional de lugares como la Zona Reservada de los Pantanos
de Villa que a partir del 20 de enero de 1997 la Convención RAMSAR
reconoce esta zona como Humedal de Importancia Internacional para Aves
Acuáticas.
Resulta paradójico mencionar que según datos de la antigua Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN), en 1943 los Pantanos de Villa registraban una extensión de dos mil (2,000) hectáreas y según estimaciones actuales (2014), se estaría considerando un área aproximada de doscientos cincuenta (250) hectáreas para esta zona reservada.
En este contexto, el diario oficial El Peruano, difunde una entrevista didáctica que nos estaría dando mayores elementos de análisis para lograr entender lo que viene sucediendo:
"Más allá de la devastación intensa y focalizada que se
registra en Madre de Dios, el manejo de conservación de la biodiversidad
avanza. Se diseñó una estrategia y el esfuerzo involucrará en este proceso a
gobiernos regionales y locales.
¿Cuál es la situación que muestra el Perú? Se habla de una
biodiversidad impresionante que podría verse afectada por acción propia de la
población.
En el Perú no hemos tenido una intervención histórica tan
agresiva con el medioambiente. Los Andes son un modelo de gestión sostenible
tradicional de un ecosistema de montaña. Los antiguos peruanos domesticaron la
montaña y la mejoraron en comparación con otros lugares donde la degradaron.
Las montañas muy empinadas, sometidas a una erosión tremenda y a un estrés
hídrico, fueron domesticadas con sistemas de andenes, de mofedales (¿ bofedales?) y de otros
asociados. En el caso de la biodiversidad ocurre lo mismo, no la disminuyeron,
sino que la aumentaron, diversificando plantas. La papa, por ejemplo, de nueve
especies sacaron 3,600 variedades.
¿El peruano es consciente de esta realidad y de lo que
implica conservar el medioambiente?
–El peruano antiguo fue amigable. Hoy más bien sí tenemos
agresiones; hay ecosistemas un poco más amenazados que otros. Los sistemas
acuáticos son los más afectados por el tema de una minería ilegal incontrolada.
Los ecosistemas de agua dulce (ríos) están muy contaminados; y el mar peruano
tiene zonas bastante afectadas, tanto por contaminación de los desagües de las
ciudades como por la sobreexplotación de recursos, como algas marinas,
mariscos, peces de roca. Hay otros ecosistemas que sí están bien conservados,
como la Amazonía.
La zona amazónica, Madre de Dios específicamente, es la más
afectada por la contaminación, ¿qué tan grave es?
Es grave e impactante ver una imagen de la afectación de la
minería ilegal en Madre de Dios, pero habría que decir que en el contexto de
los 70 millones de hectáreas de bosques que hay en el Perú, 40,000 hectáreas
han sido afectadas. Si usted me pregunta cómo están los bosques amazónicos, le
diría que tienen una afectación intensa, pero localizada por la minería
aluvial. Otra menos grave pero también preocupante es la que genera la tala
insostenible, que afecta a varios millones de hectáreas. En lo que corresponde
a bosques, conservamos el 85% o el 90% de bosques nativos, lo que es muy bueno.
Existen esfuerzos privados, muy comprometidos en este
trabajo de conservación.
–Ese es una de las grandes noticias en los últimos años: la
incursión de la iniciativa privada en la conservación de bosques naturales por
medio de varias modalidades, de proyectos vinculados con el ecoturismo, por
simple iniciativa de conservación o mediante empresas que han visto en la
conservación una forma de mejorar su competitividad. Una empresa que brinda un
cuidado especial al medioambiente mantiene una mejor relación con la población
local, que depende de sus ecosistemas, logra una mejor imagen y menos gastos a
la hora de hacer el cierre, por mitigar impactos ambientales.
¿Este estudio que elabora el Minam ha permitido esa
identificación que describe o ya se conocía?
–En el quinto informe del estado de la diversidad biológica
se hace una consultoría que nos pone en relieve mucho de esto, y también en el
informe anual del estado del ambiente. En el Minam hacemos periódicamente una
especie de corte y evaluación. En el quinto informe, que lo estamos terminando,
la consultora acopió información de diversas fuentes, y con eso tenemos
indicios y datos de qué cosas nuevas han surgido entre 2010-2013 en cuanto a
biodiversidad. Esa es la línea base para la estrategia nacional de diversidad
biológica.
Esto sirve para fines internos, de la estrategia nacional,
¿pero también para cumplir metas internacionales?
–Exacto. Tenemos las famosas metas Aichi, que es el plan de
acción que se firmó en Nagoya, Japón. Son 20 metas globales que en buena medida
se incorporaron a nuestra estrategia nacional de biodiversidad.
En cuánto a cumplimiento de metas, ¿cómo vamos?
–Mire, esa es una buena pregunta para la que no tengo
respuesta. Y se lo digo porque recién la tendremos en pocos años. La anterior
estrategia de biodiversidad no contaba con un sistema de monitoreo. Eran
lineamientos para la acción, pero no había forma de medir su nivel de
cumplimiento. Esta estrategia sí ofrece un plan de acción con metas objetivas y
medibles.
¿Cuánto beneficia esta biodiversidad a estas zonas
privilegiadas?
–Se calcula que entre el 3% y 15% del PBI del Perú depende
de la biodiversidad, de los servicios ecosistémicos, en términos de provisión,
regulación, aprovisionamiento. Para un poblador de Lima no representará mucho,
pero sí para uno que vive de sus ecosistemas
¿Cómo contribuye el Perú a la seguridad alimentaria mundial?
–Mucho. Es uno de los países que más han contribuido, No
somos uno de los mayores exportadores en volumen, pero sí de genes. El tomate,
por ejemplo, que se cultiva en el mundo, el 90% de sus genes son del Perú. Así
ocurre también con la papa y con los granos andinos. Probablemente, la quinua
reemplazará al arroz en 20 o 30 años, pues en términos nutricionales no hay
comparación.
Trabajo con las regiones
El director de Diversidad Biológica del Ministerio del
Ambiente (Minam), José Álvarez, asegura que a pesar de lo que se dice de las
debilidades de las regiones en términos de gestión, en lo que respecta al
manejo de biodiversidad, su sector encuentra un avance. Sostiene que desde Lima
se pueden dictaminar políticas, pero no es posible responder a la demanda
sentida de la gente de un valle, de un cultivador de café. “Trabajamos con diez
regiones para implementar sus políticas de mejoramiento de la gestión de la
diversidad biológica. Las apoyamos en la actualización o elaboración de su
estrategia regional. Hay un vínculo, pero ahora ellas deben trabajar con las
autoridades locales antes de llegar a los campesinos, agricultores, pescadores.
En muchos casos, estos últimos no están interiorizados con el tema y no poseen
las capacidades suficientes.”
En relación con los trabajos para mitigar la afectación a la
biodiversidad, afirma que el Minam aporta básicamente lineamientos, políticas,
estrategias e instrumentos de gestión, pero que sí tienen competencia –por el
convenio Ramsar– en la protección de humedales.
Así se aprecia en la actualidad (Junio del 2014) parte de los Pantanos de Villa. |
OTRAS ACCIONES
Tras cuatro años de trabajo, la Dirección General de
Diversidad Biológica elaboró el Quinto Informe Nacional del Perú sobre
Aplicación del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Aquí se mostrará la situación de los ecosistemas, especies y
genes, así como las amenazas que pesan sobre estos, destacando el trabajo para
revertir la pérdida de biodiversidad.
El objetivo es que brinde oportunidades reales para el
desarrollo nacional y el bienestar de las poblaciones.
Con el Ministerio de Economía, el Minam trabaja la
herramienta ‘Lineamientos para proyectos de inversión pública verdes’, dirigida
a gobiernos regionales y alcaldes de todo el país".