En Efecto de lucha frente a minería ilegal, presentamos el informe de Reuters que indicaba:"Preguntado
si el oro peruano se introduce de contrabando en Bolivia para la exportación a
los Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos
dijo que Washington y Lima estaban discutiendo el intercambio de datos
comerciales para investigar el lavado de activos".
Sobre el extremo de datos comerciales, una publicación de diario 16 cita la investigación del portal Ojo público : Los vuelos secretos del oro ilegal, consignando lo siguiente :
"Eran
los primeros días del verano pasado cuando la noticia se propagó desde la zona
de carga del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima. Los aduaneros
habían revisado los manifiestos de las aerolíneas que aterrizaban en la capital
y observaron un material poco frecuente en los cargamentos de los vuelos
procedentes de Bolivia. Pese a todo, los casos se mantuvieron en secreto hasta
que los efectivos descubrieron el contenido de la mercadería en calidad de
transbordo: kilos de oro en barras. Tras la sorpresa inicial, la información
fue remitida confidencialmente a la sede de Aduanas en el Callao y su oficina
de inteligencia empezó a analizar las cifras de exportaciones de metal entre
Lima y La Paz en los últimos años.
Fue
entonces que las alarmas se encendieron.
La
etapa final de una investigación periodística –iniciada el 2012 para descubrir
la cadena de extracción, comercialización y exportación de oro ilegal peruano a
Estados Unidos, Europa y Asia- descubre hoy el ‘puente aéreo’ creado por
exportadoras de Bolivia para transportar toneladas de metal de origen
sospechoso al nuevo destino comercial del metal sudamericano: las refinerías de
Miami. El oro, ingresado como contrabando y acopiado por las compañías de La Paz,
fue extraído de los centros de la minería ilegal de Madre de Dios, Puno y otras
regiones del sur en los últimos meses.
OjoPúblico
estableció que un grupo de aerolíneas provenientes de Bolivia ingresó un
cargamento de 35 toneladas de oro, en barras de presunto origen ilícito, por el
aeropuerto Jorge Chávez. Los informes aduaneros del caso confirman que estos
envíos –valorizados en cientos de millones de dólares en el mercado
internacional– arribaron como transbordo oficial dentro de los cientos de
vuelos comerciales que partieron desde el terminal aéreo de El Alto (La Paz).
La
historia secreta de estos vuelos empezó en febrero del 2014 cuando los agentes
que operan en el Jorge Chávez, acostumbrados a detectar el ingreso clandestino
de cocaína o de millones de dólares en efectivo, centraron su atención en la
trayectoria de las aerolíneas bolivianas que aterrizaban en Lima. Al efectuar
las revisiones de rutina, los efectivos descubrieron decenas de barras de oro
en sacos de yute y cajas de cartón y plástico consignados en los documentos de
bodega de los vuelos que llegaban desde el principal aeropuerto de Bolivia.
Entre
el 2011 y el 2013 apenas habían registrado una tonelada de metal procedente de
ese país, de paso por Lima. Sin embargo, entre febrero y octubre de este año,
contabilizaron la cifra récord de 35 toneladas de oro ingresadas de esta forma
al Perú, un volumen equivalente a la producción de Bolivia en los últimos
cuatro años. Solo en julio los vuelos alcanzaron el pico con 5,2 toneladas en
barras. Pese a las sospechas que despertaba la carga, los agentes no pudieron
intervenirla porque las mercancías en régimen de transbordo no están sujetas a
reconocimiento físico.
COMPAÑÍAS
FANTASMAS
¿Pero
quiénes estaban detrás de estos envíos? Ojo Público ha identificado al grupo de
21 compañías bolivianas dueñas de las 35 toneladas de oro enviadas a Lima. Las exportadoras con
sede en La Paz que encabezan esta lista de perfil de riesgo son: Royal Gold
(envió 6,8 toneladas en calidad de transbordo), Sthepany Ribera Herrera (5,9
toneladas), Auribol (3.8 toneladas), Yellow Tree (2,6 toneladas), Ronal
Saavedra Orosco (1.8 toneladas), Orbol (1.5), Doral Manufactur Import Expor
(1,3 toneladas) y BRG Export Import (1 tonelada), entre otras. Los nombres
propios de esta lista corresponden a la forma en que dichas empresas han sido
registradas.
Estos
millonarios cargamentos, luego de su escala en Lima, fueron despachados a las refinerías
estadounidenses Atomic Gold Inc, Republic Metals Corporation, World Precious
Metals, NTR Metals y Kaloti Metals & Logistics. Las operaciones de algunas
de estas compañías están en la mira de la Unidad de Inteligencia Financiera, la
Sunat y además figuran en los expedientes de la Procuraduría de Lavado de
Dinero por sus negocios con los comercializadores de metal ilegal de Madre de
Dios y Puno.
Las
autoridades de La Paz –según información entregada a Aduanas de Lima- iniciaron
investigaciones contra casi todas las exportadoras bolivianas por defraudación
tributaria y por no pagar las regalías correspondientes por la extracción de
oro. Las pesquisas también surgieron porque varias de estas firmas habían
declarado datos falsos al servicio de comercialización minera de dicho país.
Algunas
de ellas, por ejemplo, habían sido inscritas en los registros tributarios como
empresas de venta y reparación de autos. Además, son consideradas compañías
fantasmas por declarar direcciones inexactas y porque de la noche a la mañana
pasaron a exportar toneladas de metal pese a haber sido creadas por personas naturales
sin vínculo conocido con el negocio aurífero.
En
la lista de compañías que han realizado estos transbordos en Lima también
figura una de las principales joyerías industriales de Bolivia y de Sudamérica,
Exportadores Bolivianos (Exbol), que en los últimos tres años multiplicó sus
envíos a Estados Unidos. Este es un caso especial ya que Exbol despachó solo
este año más de 6 toneladas de oro. Sin embargo, ellos no enviaron barras de
metal, como ocurre con el resto de empresas sospechosas, sino joyas de oro.
Aduanas de Sunat ya solicitó información a su par boliviana para establecer la
procedencia exacta del metal en poder de estas exportadoras.
Las
operaciones de estas compañías están en la mira de la Unidad de Inteligencia
Financiera, Sunat y además figuran en expedientes judiciales por lavado de
dinero
La
historia inédita del ‘puente aéreo’ del oro fue reportado en los últimos meses
al departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, a la Agencia
Antidrogas de dicho país (DEA) y a la Aduana Nacional de Bolivia. El llamado
Homeland Security norteamericano ya había mostrado gran interés en las visitas
a Lima de los directores de las mayores refinerías de Miami: Awni Kaloti,
director de Kaloti Metals & Logistics, y Samer Barrage, vicepresidente de
ventas para Latinoamérica y el Caribe de NTR Metals. Ambos llegaron a inicios
de este año para recuperar el oro intervenido por Aduanas a un grupo de
exportadoras limeñas que no lograron justificar la procedencia legal del metal,
pero a las que les habían pagado por adelantado.
La
DEA –que sigue la pista de la cocaína que recogen avionetas bolivianas en la
selva peruana- se ha mostrado interesada en identificar a los acopiadores de La
Paz que vienen pagando millonarias sumas de dinero en efectivo por el oro
extraído en la Amazonía, el altiplano y la costa. OjoPúblico, con el objetivo
de confirmar esta ruta, analizó los reportes migratorios de los nacionales
detenidos en los últimos dos años mientras transportaban dinero clandestino por
los aeropuertos de Lima, Juliaca y Puerto Maldonado y halló que casi todos
-dueños de concesiones mineras o acopiadores de metal- se desplazan
frecuentemente a Bolivia ya sea por la frontera terrestre o por vía aérea.
CONEXIÓN
EN LA PAZ
El
origen de esta versión aurífera del ‘puente aéreo’ de la cocaína entre Perú y
Bolivia se remonta a febrero pasado, poco después de que agentes aduaneros
ejecutaran una operación sin precedentes en la empresa Talma del Callao para
incautar una tonelada de oro. Esta valiosa carga iba a ser enviada a Estados
Unidos y Europa por un grupo de compañías de fachada vinculadas a acopiadores
de la minería ilegal. Las autoridades estiman que luego de este decomiso y de
los juicios por lavado de dinero que se originaron en Lima, los
comercializadores nacionales de metal sospechoso empezaron a desviar sus
cargamentos a Bolivia.
Aquella
confiscación aduanera remeció el mercado internacional del metal en Sudamérica.
Inteligencia policial estableció meses después que el oro extraído del sur del
Perú empezó a salir como contrabando por la frontera de Puno (Desaguadero y
Tilali, cerca del lago Titicaca, y la localidad minera de La Rinconada y
Suches) y Madre de Dios (en la ruta que lleva a la ciudad de Cobija, en la Amazonía
boliviana). En un primer tramo era transportado por vía terrestre hasta la
capital de ese país, y luego exportado por vía aérea hasta Miami. Al mismo
tiempo se detectó un intenso tráfico de dinero en efectivo en La Paz a cargo de
comercializadores de oro llegados de Cusco, Juliaca y Puerto Maldonado.
El
Homeland Security de Estados Unidos y la DEA se han mostrado interesadas en las
toneladas de oro que pasaron por el Perú rumbo a las refinerías de Miami.
El
desvío del metal a Bolivia coincidió con el fin de la época de bonanza de las
compañías fantasmas creadas en Lima hasta el 2013 para enviar oro a refinerías
de Suiza, Estados Unidos, Italia, India y Emiratos Árabes Unidos. OjoPúblico
confirmó que actualmente hay 22 exportadoras investigadas por lavado de activos
de la minería ilegal que repentinamente han desaparecido del mapa. En la
mayoría de casos se ha detectado que los propietarios de estas compañías solo
eran testaferros de ejecutivos extranjeros, abogados de compañías registradas
en paraísos fiscales o representantes de refinerías estadounidenses en proceso
de identificación.
La
misma suerte han corrido Universal Metal Trading, que tenía como directivo a un
ex alto funcionario del Ministerio de Energía y Minas del Perú; E&M
Company, gerenciada por el contador de la otrora mayor productora de oro de
Huepetuhe, Gregoria Casas; AS Perú, Oro Fino, Los Poderosos y Royal Gold,
investigadas por sus millonarias operaciones en Madre de Dios; Minerales Rivero y Minerals Gold MPP,
allegadas al polémico empresario Peter Ferrari y asesoradas en su momento por
la mafia de Rodolfo Orellana; y el grupo Darsahn, Axbridge Gold y Oxford Gold,
relacionadas a un paraíso fiscal del Reino Unido en el Caribe, entre otras.
Todas
ellas controlaron el mercado peruano de exportación de oro sospechoso en el
último lustro. Hoy el dominio parece estar en manos de las compañías de La Paz
gracias al ‘puente aéreo’ con la refinerías de Estados Unidos. Las 35 toneladas
de oro enviadas este año a través de Lima representan nada menos que 37 mil
veces la cantidad que siguió esta misma ruta en el 2013. También equivalen a
cinco veces la exportación de este metal de Bolivia al año y la tercera parte
de la producción total de Brasil. “Hemos inundado de oro La Paz”, dice un alto
funcionario de la Sunat. “Casi literalmente”.