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jueves, 22 de julio de 2021

Catástrofe sanitaria y ambiental que recibe la administración Castillo en Perú

La comunidad internacional quedó notificada cuando Perú presentó la mayor tasa de mortalidad per cápita del mundo a raíz de la catástrofe sanitaria y ambiental producida por la carencia de orden y dirección en los ecosistemas de cuencas con acumulación de carga másica en las últimas sucesivas administraciones del Estado empírico peruano, que se encuentra a la sazón cumpliendo doscientos años de vida republicana.
La resiliencia ecológica fue rebasada particularmente en el área identificada como zona cero, ubicada en la franja costera entre Tumbes y Arequipa , donde se ubican las ciudades más densamente pobladas del país, ejerciendo presión sobre los servicios básicos, obedeciendo a un modelo de crecimiento permisible con los pasivos ambientales, soslayando los efectos del cambio climático; los cuales fueron evidenciados por el COVID-19 en términos de afectación de la salud pública.
En la denominada zona cero, se producen siete de cada diez muertes ocurridas en todo el país. En estas condiciones socioambientales recibe el país la nueva administración del gobierno central peruano.
La organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores, como organismo internacional independiente creada en 1965, cuenta con parte de la información de Perú a través de la Contraloría General de la República, con lo cual se acredita el creciente deterioro con pasivos ambientales soportados por un país con 33,455,656 habitantes y que tiene como corolario 195,429 muertes atribuidas al COVID-19 para la fecha.

Basura que contamina el medio ambiente

Los residuos sólidos municipales e industriales en Perú generan pasivos ambientales que escapan de un manejo eficiente por parte de las instituciones responsables de su gestión. La acumulación de residuos sólidos que no llegan a ser dispuestos sanitariamente generan graves problemas de contaminación de suelo, agua y aire, los cuales afectan decisivamente a la salud pública. 
Botadero a cielo abierto en litoral peruano, nótese flota pesquera y presencia de escombros.
Residuos biocontaminados en zona costera de Perú, fíjese al hombre reciclador en la foto. 
Los residuos sólidos municipales generados en el periodo 2014-2019 superaron los cuarenta y dos millones de toneladas, de los cuales gran parte fueron dispuestos en botaderos a cielo abierto o a cuerpos de agua o quemados, con la consecuente contaminación del ambiente.
Una mayor aproximación se puede apreciar en la siguiente gráfica.
Tendencia creciente de RRSS municipales previos al arribo del COVID-19 en Perú.

Salvaje deforestación que afecta la salud pública

Registros oficiales del Ministerio del Ambiente, informan de la pérdida de 2,3 millones de hectáreas de bosques en las últimas dos décadas, que ocasionaron inundaciones, desertificación y otras externalidades que impactaron en la salud pública. 
Las aguas de escorrentía que erosionan la capa arable de los suelos, erosionándolo y produciendo el arrastre de metales tóxicos pesados que se incorporan a las aguas subterráneas que luego son consumidas por poblaciones situadas en las cuencas bajas, incrementan el número de afectados por la dinámica de la deforestación en bosques de protección. Un mayor detalle se puede apreciar en el gráfico siguiente: 
Fuente: MINAM- Más de dos millones de Has. de  bosques deforestados en Perú, ocasionando daños en la salud.

El dato

La catástrofe sanitaria y ambiental se completa con otros pasivos ambientales que afectan el equilibrio entre el hombre y la naturaleza en Perú.
El número de muertes resulta como consecuencia de la contaminación producida por la ineficiente gestión de las administraciones pasadas que tuvieron a cargo el manejo de los recursos naturales.
La presencia de "ríos muertos" en la vertiente occidental de los andes que descargan al oceano pacífico , por las condiciones anóxicas con que discurren sus aguas, constituyen un mudo ejemplo de ello.