Para darnos una idea de la confusión generada en las comunidades locales por la desinformación sobre los probables impactos ambientales de actividades y proyectos mineros, revisemos algunas cifras (Presentadas por la Defensoría del Pueblo en su 71° Reporte sobre conflictos sociales al 31 de enero de 2010) de los conflictos enfrentados en el interior del país como resultado de la preocupación que les angustia.
Los conflictos socioambientales ocupan el 47% (121 casos) del total de 260 conflictos sociales registrados.
Los conflictos socioambientales ocupan el 47% (121 casos) del total de 260 conflictos sociales registrados.
Del total de conflictos socioambientales, 64% (77 casos) corresponde a conflictos por actividad minera.
Según el tamaño de las empresas que son parte en los conflictos, 83% corresponden a Gran o Mediana actividad minera.
Esto ocurrió a pesar que durante la última década la minería formal mejoró ostensiblemente en su desempeño ambiental.
La actividad extractiva en gran y mediano porte es competencia del Gobierno Central y sus entidades públicas, en tanto que la pequeña y artesanal ; de los gobiernos regionales.La acción contaminadora principalmente está referida a la pequeña minería y artesanal, la que resulta difícil de regular, fiscalizar y sancionar, dado el alto grado de informalidad con la que actúan.
De otro lado existen pasivos ambientales en el País que afectan negativamente la imagen del sector minero. El Ministerio de Energía y Minas sostiene que sólo en el distrito de Hualgayoc - Cajamarca - , existen 969 pasivos mineros. La mayor parte datan de la época del virreinato.
Trabajos de remediación ambiental de los pasivos ambientales mineros constituyen una necesidad del sector minero para mejorar en su relación con las poblaciones locales.
El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) recibió (periodo comprendido entre enero y junio del 2010) 4.222 petitorios o solicitudes para buscar minerales, 34% más que en ese mismo período del 2009.
El aumento de solicitudes es un indicador que la desinformación no desalienta el interés que despierta el país en los inversionistas.