En la misma línea de lo que expresáramos para el caso de Cajamarca y el proyecto Conga en "Impacto de US$1.500 a US$4.800 millones" , donde pedimos que el Ejecutivo muestre señales claras
para reducir tensiones y mitigar los temores a las inversiones de capitales, tanto
nacionales como extranjeras; el Representante Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
( ACNUDH ), Amerigo Incalcaterra, expresó su grave preocupación por la
muerte de Fidel Flores Vásquez, poblador de Cajamarca, producida el pasado 30
de octubre a raíz de un desalojo forzado determinado por la justicia.
Incalcaterra expresó su
solidaridad con la familia de la víctima y su comunidad. Además hizo un llamado
al Estado peruano para que realice una investigación independiente y exhaustiva
sobre los hechos de violencia ocurridos durante el procedimiento policial, para
garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia y que este tipo
de abusos no queden en la impunidad, según informó el organismo regional a
INFOREGIÓN.
“Las autoridades deben analizar
la cadena de mando y cómo fueron impartidas las órdenes para establecer las
responsabilidades y sancionarlas debidamente”, señaló el Representante Regional
para América del Sur del ACNUDH.
Incalcaterra agregó que “urge al
Ministerio del Interior garantizar que los oficiales de alto rango estén
capacitados para actuar de acuerdo a protocolos respetuosos de los estándares
internacionales de derechos humanos. Para ello, resulta fundamental una
formación periódica en materia de derechos humanos, y especialmente en la
utilización correcta de las armas, respetando siempre los principios de
proporcionalidad, legalidad, responsabilidad y necesidad”, puntualizó el
representante.
Finalmente, Incalcaterra destacó
la importancia de dar seguimiento a las distintas recomendaciones
internacionales relacionadas al derecho a una vivienda adecuada, y
especialmente en el contexto de desalojos forzados.