El presidente Ollanta Humala descartó esta tarde que el Estado Peruano suspenda unilateralmente el proyecto minero Tía María, pues hacerlo tendría “efectos nefastos” para el Perú. Además, dijo que su gobierno
hará respetar el principio de autoridad y el Estado de derecho.
“Una acción como esta, decidida unilateralmente por el
Estado, tendría efectos nefastos tanto jurídicos como económicos. Tía María es
un tema nacional y no solo un proyecto más.Requiero la unidad de los demás
poderes del Estado, que actúen con decisión”, señaló Ollanta Humala en su
mensaje a la Nación.
Además, precisó que el proyecto no puede ser suspendido
debido a que “no se ha iniciado”. “No podemos tomar una decisión unilateral que
no esté regida en el marco de la ley”, enfatizó tras indicar que esa acción
podría costarle al Perú una demanda ante tribunales internacionales.
De otro lado, Ollanta Humala explicó que la labor del
Ejecutivo es defender el principio de autoridad y el Estado de derecho en el
país. “Tía María no es un caso aislado. Los actos de hoy repercutirán en el
modelo de desarrollo del Perú”, agregó.
El mandatario también “demandó a la empresa [Southern, que
ejecuta el proyecto cuprífero] manifestar su voluntad y tomar acciones para
lograr desarrollo” y bienestar social en Arequipa. "No defendemos
intereses individuales ni de alguna empresa. Defendemos el Estado de derecho y
la estabilidad jurídica", añadió.
Foco de violencia
Ollanta Humala no se refirió a la posibilidad de declarar
estado de emergencia en la provincia de Islay, en las que las manifestaciones
han cobrado la vida de tres personas. Asimismo, respaldó el trabajo de la
Policía Nacional.
“Rechazamos las posiciones extremistas y violentas. Solicito
al Ministerio Público y al Poder Judicial administrar justicia y [hacer] caer
el peso de la ley contra los delincuentes, asesinos y extorsionadores. No
podemos ceder al chantaje ni a la extorsión […] Un reconocimiento especial a la
Policía, que enfrenta estoicamente la violencia”, manifestó.
En otro momento, negó que haya incongruencia entre el
discurso sobre Tía María que tuvo cuando fue candidato y el que defiende ahora
como jefe del Estado. “Frente a los enemigos de Arequipa que han querido
enfrentarme a él [el pueblo] digo: La voz del pueblo es la voz de Dios. La
decisión de las mayorías debe ser respetada”, concluyó.