Una visión polémica sobre las expectativas de ganancias mineras sobre la base de las condiciones actuales de la industria minera peruana es presentada por el economista Germán Alarco Profesor Universidad del Pacífico, en los siguientes términos:
"Nadie desea que se frenen las
decisiones de inversión en sector alguno incluido el minero. Sin embargo,
muchos analistas y empresarios repiten insistentemente que los conflictos
sociales y la tramitología son los culpables de su retracción. Antes se la
atribuyeron al tema de Repsol, cuando en realidad era una solicitud de rescate
de la propia empresa, luego a las leyes sobre la comida chatarra, de seguridad
y salud en el trabajo, a los denominados sobrecostos laborales, entre otras
excusas.
La inversión se frena principalmente por decisión de las propias
empresas y para ello habría que especificar sus determinantes. Keynes (1936)
señaló que dependen de dos variables: los rendimientos esperados respecto del
valor de la inversión (eficiencia marginal del capital) y de la tasa de
interés. Con estos elementos, el futuro de la inversión privada y de la
economía para el mediano plazo no pinta muy bien.
La expectativa de precios de
casi todos los productos mineros para el mediano plazo es en el mejor de los
casos constante (véase reportes del Banco Mundial y FMI) y tanto las tasas de
interés como el precio de los bienes de capital irían hacia el alza.
En las
condiciones actuales se requiere que las empresas flexibilicen sus expectativas
de ganancias hacia la baja. La rentabilidad actual es menor a la obtenida años
atrás y no se espera que este panorama mejore por condiciones internas e
internacionales. En 2014 todas las firmas de la Bolsa de Valores de Lima
tuvieron un rendimiento neto promedio sobre el patrimonio del 10%, en 2013 fue
12% y años antes del 22%, pero siempre superior a los estándares
internacionales. Ya se acabaron los tiempos fáciles. Hay que recordarles a
muchos empresarios de ahora el ímpetu que tuvieron aquellos otros que hicieron
empresa hace décadas atrás".