Manejar información oficial y oportunamente socializada sobre los hechos científicos para que se pueda determinar con precisión los riesgos que
corre y adoptar precauciones razonables en diversos países del planeta deviene en fundamentales para evitar el estrés y ansiedad que producen daños económicos colaterales por la nueva enfermedad viral detectada; y en ese contexto es saludable que OMS promueva acciones sobre el particular.
Del riesgo
El riesgo depende del lugar en el que vivan las personas (ciudades
con ambientes saludables) o de los lugares a los que haya viajado
recientemente. El riesgo de infección es mayor en las zonas en las que haya
casos diagnosticados de COVID-19.
La retroceso de glaciares como el Aconcagua en los Andes,generan nuevos riesgos en ciudades saludables. |
Del coronavirus COVID-19
Los coronavirus constituyen una extensa familia de virus que
son comunes entre los murciélagos y otros animales; asimismo pueden causar zoonosis
tanto en animales como enfermar a humanos. En
raras ocasiones las personas se podían infectar por estos virus y luego propagarse
a otras personas. Se tiene evidencia científica que varios coronavirus causan
infecciones respiratorias en humanos que pueden ir desde el resfriado común
hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio
(MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
Un tipo de coronavirus descubierto recientemente causa la
enfermedad por coronavirus COVID-19. Tanto el nuevo virus como la enfermedad
eran desconocidos para la ciencia antes de que estallara el brote en Wuhan
(China) en diciembre de 2019.
En estricto, el virus que causa la COVID-19 y el responsable
del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) se encuentran genéticamente
relacionados, pero son diferentes. El SRAS es más letal pero mucho menos
infeccioso que la COVID-19. No se han producido brotes de SRAS en ningún lugar
del mundo desde 2003.
Se encuentra en proceso investigaciones para comprender con
mayor detalle las características clínicas, epidemiológicas y virológicas de
COVID-19. En este contexto se
recopilaron y contrastaron datos producidos de las epidemias de gripe aviar
altamente patógena H5N1 y de la gripe pandémica H1N1 de 2009; asimismo, la OMS desarrolló
protocolos en colaboración con socios técnicos para el coronavirus del Síndrome
Respiratorio del Medio Oriente (SMRO-CoV).
De los síntomas en humanos
Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre,
cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión
nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y
aparecen de forma gradual. Algunas personas son asintomáticos, es decir, se
infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no perciben que se encuentran mal.
Del impacto en infectados
La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera
de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial.
Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una
enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las
que padecen otras afecciones previas que afectan su sistema inmunológico,
tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2%
de las personas que han contraído la enfermedad han muerto.