La lucha contra la Pandemia que ocasionó la nueva cepa del Coronavirus (COVID-19) tendrá probablemente futuras batallas, por lo que muchos países del planeta deberán prepararse para una eventual segunda oleada. A medida que avance la primavera y el verano en el
hemisferio boreal, el número de casos puede tender a disminuir, como ocurre con
otros virus respiratorios sensibles a las temperaturas ambientales altas y
humedad baja.
La epidemia podría entonces presentar un aumento de casos en el invierno del hemisferio austral. Llegados a este punto
podría inclusive reactivarse una tercera oleada durante el invierno 2020-2021 en el
hemisferio norte a partir los casos diseminados que hayan superado el verano o
bien de los importados del hemisferio sur.
Países como China, Italia, España... que ya sufrieron el primer embate de un virus cuyas características se van conociendo en la medida que éste infecte y afecte a organismos humanos según características transmitidas genéticamente y escenarios con diversos modelos de gestión del recurso agua y de los servicios de salud pública.
Algunos países con mayores recursos económicos ven - como alternativa para no repetir experiencias pasadas nada gratas - que dentro de algunos meses se podrá obtener una accesible,eficaz y efectiva vacuna contra el COVID-19 ; mientras tanto, otros países continúan librando su propia lucha local y en ese contexto es que se ubican países en la región de la Américas, fortaleciendo sus capacidades de gestión en el campo de la medicina preventiva para no relegar su opción a tener un futuro diferente.
Necesaria agua para usar jabón
El coronavirus recibe su nombre de las glicoproteínas de
espiga que sobresalen de su superficie y se asemejan a una corona. El virus infecta la célula humana al fusionar su membrana grasosa
con la membrana de esta célula. Una vez dentro el coronavirus libera un fragmento
de material genético llamado ácido ribonucleico de una sola cadena. Quedó comprobado científicamente que el COVID-19 al estar cubierta por una burbuja grasosa de lípidos, se desintegra al contacto
con el jabón. El jabón destruye el virus cuando las colas hidrófobas de
las moléculas del jabón se adhieren a los lípidos de la membrana y la abren. En ese sentido, las malas prácticas monopólicas que ocasionaron desabastecimiento y/o encarecimiento de implementos usados en desinfección en diferentes países de la región, podrán ser neutralizadas con el aseguramiento de agua para uso poblacional y la socialización de hábitos de higiene empleando la mezcla de agua y jabón que constituye el mejor antiséptico en la lucha contra el coronavirus.
Procurar ralentizar la dispersión de la infección
El virus por ser relativamente grande y en consecuencia pesado, no tiene mayor radio de acción y entra al cuerpo de un ser humano a través de la nariz, la boca o los ojos y después se aferra a las células en las vías aéreas que producen una proteína llamada ACE2. A medida que progresa la infección, la maquinaria de la célula infectada empieza a producir nuevas espigas y otras proteínas que formarán más copias del
coronavirus. Al toser y estornudar se pueden expulsar gotículas llenas
del virus con una determinada carga viral en dirección de las personas y superficies cercanas, en donde el
virus se mantiene infeccioso durante varias horas y hasta días.( Aluminio de 2 a 8 Horas ; plástico 5 días) Las nuevas copias del virus se ensamblan y se transportan a
los límites exteriores de la célula. Cada célula infectada puede liberar millones de copias del
virus antes de que la célula finalmente colapse y muera. Esto último puede suceder entre los 12 a 15 días. Los virus pueden
infectar las células vecinas o terminar en gotículas que escapan de los
pulmones.
Por estas consideraciones, se recomienda que las personas que han sido
diagnosticadas positivamente con COVID-19, usen mascarillas para reducir la propagación de
virus. Los miembros del sector salud que tratan y quienes cuidan de personas infectadas
también deberían usar cubrebocas.
En la mayoría de infecciones por COVID-19 causan fiebre ya que el sistema inmunitario del ser humano lucha para liberarse del virus. Los casos graves en jóvenes son infectados que tomaron anti-inflamatorios.Los afectados que toman anti-hipertensivos tienen una sobreexpresión del receptor agravando la infección. En casos severos, éste sistema inmunitario puede sobrerreaccionar y empezar a atacar a las células
pulmonares. Es entonces que los pulmones se obstruyen con fluido y células moribundas, lo que hace dificultosa la respiración de la persona infectada. Un reducido porcentaje de infecciones puede llevar al
síndrome de dificultad respiratoria aguda y, tal vez , la muerte.
Haciendo números y para hacernos una idea, de cada 1000 personas , 900 pasaran como asintomáticos , entre los que se encuentran niños y jóvenes. El restante 100 presentarán síntomas. De este nuevo universo de cien (100) , 80 presentarán los síntomas de una infección respiratoria aguda : tos seca, dolor de cabeza y agotamiento muscular, que después de tres semanas serán superadas. De los 20 que quedan , 15 casos desarrollarán una neumonía bilateral con necesidad de hospitalización, donde se le suministrará tratamiento con broncodilatadores, corticoides y oxígeno. Los cinco (5) restantes desarrollarán una fibrosis pulmonar que demandarán ingresar a la unidad de cuidados intensivos (UCI) con máquinas de respiración asistida. De estos cinco, 3 morirán y los 2 que superen esta etapa presentarán secuelas importantes.
La gestión de agua y servicios de salud en localidades con mayor densidad poblacional deben focalizarse. |
Servicios de salud pública colapsarían si se incumple aislamiento
Los datos precitados varían en función al escenario donde las medidas clásicas de contención de contagios se aplique, la eficacia en el
aislamiento de infectados y la medida de cuarentena desarrollada. En todos los casos, a mayor número
de casos simultáneos en la población, los servicios de salud tienden a
saturarse y en algunos casos a colapsar.
En el peor escenario donde la población no es solidaria con las medidas adoptadas por sus autoridades y poco tolerante con los infectados, por las características epidemiológicas del COVID-19 se saturarán las camas hospitalarias y las UCI, faltarán respiradores mecánicos y médicos intensivistas, por lo que sólo quedaría por aplicar el estado de medicina de guerra , escogiendo a que pacientes se tendría que atender, algo similar a lo acontecido en Italia, que lleva el récord de 627 muertos en sólo un día, la noche del jueves 19 de marzo del 2020.
Cabe precisar que Italia es el segundo país del mundo con más personas mayores de 80 años, sólo superado por Japón.