El diario Gestión presenta interesantes consideraciones acerca del proceso de privatización seguida en Perú:
"Luego de la masiva privatización de empresas del Estado en
la década del 90, son pocas las que todavía son controladas por el sector
público y de ellas, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima
(Sedapal) es la que podría ser adjudicada a un operador privado con el objetivo
de mejorar su gestión de inversiones y la calidad de su servicio.
Para César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP de la
Cámara de Comercio de Lima (CCL), indicó que Sedapal es tal vez una de las más
importantes empresas que están en poder del Estado, junto con Petroperú.
“En su momento estuvo siendo analizada su privatización, en
particular Sedapal y recuerdo que había mucho interés de empresas francesas de
participar en la privatización de Sedapal, que al final no se concretó”,
declaró a Gestión.
El economista no descartó que en algún momento se pueda
“considerar pertinente y oportuno” la privatización de Sedapal y solo es
cuestión de hacer el análisis respectivo para determinar si es conveniente.
“El concepto de nacionalismo no debe ser entendido de esa
forma (empresas en manos del Estado), el nacionalismo mejor entendido es aquel
que busca el mayor bienestar de la población, que el capital humano tenga la
salud adecuada, la educación adecuada, la infraestructura adecuada y que
conlleve a un bienestar adecuado igualmente, con un nivel de ingreso per cápita
alto”, anotó.
Por su parte, el presidente de la Asociación para el Fomento
de la Infraestructura Nacional (AFIN), Gonzalo Prialé, indicó que las tarifas
de Sedapal han subido pero su servicio es “pésimo”, y ese es un ejemplo de que
las empresas de servicios públicos, como el agua, que aún están a cargo del
Estado pasan por una situación “desastrosa”.
Sin embargo, advirtió que someter a Sedapal a una
“privatización”, implica usar una mala palabra, ya que en la actualidad no se
privatiza nada.
“No es que se le entrega el agua a un privado para que la
explote sino que más bien se contrata a un operador privado para que se haga
cargo del transporte del agua a los domicilios, del tendido y mejora de redes
de agua y desagüe, las conexiones domiciliarias, la facturación, el
mantenimiento y la calidad del agua”, comentó.
En ese sentido, aclaró que no se puede privatizar un recurso
natural, como el agua, y de lo que se trata es de contratar a un operador
privado para la gestión de la empresa.
Prialé explicó que para el período 2012 – 2017 se anunció un
programa de inversiones por S/. 9,000 millones para Sedapal, lo que implicó
ejecutar alrededor de S/. 1,800 millones anuales para una empresa qua “a duras
penas” llega a invertir S/. 400 millones al año.
“Desde el comienzo eso estaba condenado al fracaso, y
efectivamente después Sedapal, luego de dos o tres años, sigue manteniendo su
ritmo de inversión que no supera los S/. 400 millones y no está a la altura del
reto”, puntualizó.
Agregó que ello motivó a la empresa a anunciar un programa
“mucho menos ambicioso” de más de S/. 2,000 millones para cinco años y cuyo
ritmo anual sí es de S/. 400 millones.
“Es decir, activamos la esponja y estamos condenados a vivir
eternamente esta calamitosa situación del agua, cuando lo que deberíamos hacer
es lanzar Asociaciones Público Privadas (APP) para poder desarrollar el
sector”, dijo.
Por ello, planteó adjudicar a operadores privados la gestión
de tres APP para la gestión del agua para Lima Norte, Lima Sur y Lima Centro,
con el objetivo de que compitan entre ellas.
“Estoy seguro que así la cobertura va a aumentar, la calidad
del servicio del agua va a mejorar y las tarifas, a la larga, van a bajar; lo
mismo ha ocurrido en Chile”, puntualizó".