A
través del acuerdo binacional suscrito hoy entre Perú y Colombia, sobre la
adecuada gestión de sus espacios naturales, se abre un espacio para combatir de
manera conjunta las actividades criminales como la minería ilegal en la zona de
frontera entre ambos países, destacó el Ministerio del Ambiente (Minam).
Manuel
Pulgar-Vidal, titular del Minam, recordó que uno de los elementos centrales de
los acuerdos alcanzados en el gabinete
binacional Perú-Colombia, realizado en el 2014 en la ciudad de Iquitos, fue el
de control compartido de minería ilegal.
"Sabemos
los colombianos y los peruanos que el problema de la minería ilegal en el
Putumayo es severo. Y cuando Colombia descubre una draga, esa draga cruza al
otro lado de la rivera del río, le pone bandera peruana y entonces escapa del
control colombiano, y viceversa", aseveró.
En
tal sentido, reiteró que acuerdos como el suscrito hoy entre Perú y Colombia
ayudan a establecer mecanismos de conservación y colaboración que permiten
enfrentar amenazas como la tala ilegal, el tráfico de diversidad biológica e
incluso el narcotráfico.
"En
el Perú se presentan situaciones de cultivos de coca muy cerca a la triple
frontera entre Perú, Colombia y Brasil, cerca a Leticia. Y por lo tanto debemos
tener mecanismos que desde la conservación nos permita cooperar para luchar
contra ese tipo amenazas", manifestó.
Pulgar-Vidal
consideró además que este acuerdo entre Perú y Colombia para establecer
alianzas con énfasis en estrategias de conservación y de desarrollo para las
poblaciones asentadas en las áreas naturales protegidas (ANP).
Recordó
que durante su visita al Parque Nacional de Güeppí, pudo constatar el trabajo
que realizaron, en esa oportunidad, los guardaparques, autoridades y población
de las ANP de Perú, Ecuador y Colombia, para establecer estrategias conjuntas
para conservar un ecosistema.
"Si
bien es cierto existen fronteras políticas como ecosistemas no tienen
fronteras", manifestó el titular del Minam en declaraciones a la Agencia Andina.
Sostuvo
asimismo que las ANP que se ubican en áreas de frontera tienen en si un
concepto de paz, que ha permitido un entendimiento que desde la conservación se
pueden establecer relaciones binacionales más ejemplares que las que muchas
veces se pueden obtener incluso desde la diplomacia.
"La
conservación se convierte de una manera indirecta en un agente de la diplomacia
nacional en su relación con el país vecino", expresó.