Es altamente probable que en el corto plazo la próxima administración del gobierno peruano convoque a las empresas mineras para negociar sobre el impuesto a las sobre ganancias mineras, toda vez que las dos alternativas de gobierno central que pasaron a definir quien se hará cargo del gobierno central peruano, optaron por financiar parte de sus propuestas de gestión del Estado aplicando los fondos económicos obtenidos de estas sobreganancias.
Es importante entonces conocer lo que significaría este tipo de negociación para el país.
En los últimos cinco años (Periodo 2006-2010), las exportaciones totales del país fueron US$ 145,691 MM, de los cuales las exportaciones mineras significaron US$ 88,714 MM , es decir, el aporte de la minería representa el 61% de las exportaciones totales que tiene el país.
Asimismo, las exportaciones mineras se elevaron de US$ 14,735 MM (2006) a US$ 21,723 MM (2010) , incrementándose en 67.8 % en ese lapso.
Estas cifras frías difundidas en el contexto de la campaña electoral, hacen considerar en el común de los ciudadanos que el marco legal es diametralmente asimétrico, favorable para las inversiones mineras y desfavorable para los derechos de las poblaciones.
Lo que estaría por verse son las condiciones reales en las cuales se sentarían a negociar las partes, una de las cuales tiene que ver con la evolución del PBI minero.
El porcentaje del PBI Minero (Var% real) presenta una tendencia negativa.
En el periodo antes mencionado se tienen las siguientes cifras : % PBI MINERO (Var%real) 1.1 (2006) ,1.7 (2007), 7.3 (2008), -1.4 (2009) y -4.9 (2010).
En Enero del 2011, el PBI minero sufrió una contracción de -6.8 % por la caida en la producción de minerales como el estaño (-24.7%) , Plomo (-23.6%) y Oro (-17.4%) entre otros.
Otro de los elementos a tomar en consideración es que a pesar de la importante inversión realizada en los últimos años para mitigar la pobreza y desarrollar las zonas donde operan las mineras (aporte de la minería através del impuesto a la renta , canon minero y de los aportes voluntarios a las regiones y localidades donde realizan sus actividades) no se percibe una reducción de conflictos; por el contrario, éstas se han incrementado. Es preciso remediar los factores generadores de los problemas sociales y ambientales recurrentes en Perú y no dejar a las empresas mineras solas para que mediante proyectos de responsabilidad social puedan derrotar a la pobreza extrema persistente aún en algunos lugares del país.
Cabe tomar nota que actualmente la carga impositiva en el Perú supera a directos competidores en el tema minero como es el caso de chile y Australia.
Lo que estaría pendiente en agenda, es la necesidad que las mineras mantengan su competitividad construyendo una relación de confianza y de comunicación adecuada con el futuro gobierno peruano, con capacidades de sostener la cartera de proyectos mineros prevista o las mejore con las alternativas que se brinden para continuar y/o empezar operaciones en el país.