El pasado 22 de marzo de 2024, celebramos en Perú como cada año el día mundial del agua, recordando así la decisión tomada por la Asamblea General de Naciones Unidas un 22 de diciembre de 1993; esta fecha es vinculante con la convención marco de ONU sobre cambio climático que entró en vigor un 21 de marzo de 1994; de esta manera el acuerdo de las partes (COP) constituye en esencia el fundamento para identificar la importancia del recurso Agua como elemento dinámico e integrador del territorio en una cuenca hidrográfica, allí donde la gestión multisectorial del agua se une con otros recursos naturales para un uso racional, equilibrado,integrado y consensuado, donde el cambio climático impacta a todas las demás dimensiones de la realidad.
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El Lema adoptado para el día del agua - año 2024 es " Agua para la paz" |
Es en este contexto, desde hace tres décadas nos reunimos en diferentes escenarios para buscar crear un efecto en cascada positivo, sensibilizando a los tomadores de decisión de los Estados y público en general sobre la importancia que tiene el recurso agua, elemento vital que pondera la responsabilidad de los Estados frente al cambio climático a efectos de lograr el desarrollo sostenible de los pueblos del planeta. |
Este año 2024,el escenario fueron las instalaciones del CIP-CDL / Lima-Perú. |
Respuesta de los Estados frente al cambio climático
El avance de las ciencias y el conocimiento científico, permite realizar análisis prospectivos con grandes aproximaciones, tal es así que desde 1997 contamos con el mapa mundial de escasez y estrés de agua con proyección al 2025, lo que en estricto constituye una herramienta para apoyar a la investigación, conservación,educación y narración de relatos sobre el agua dulce.
Transcurrido un cuarto de siglo, vemos esfuerzos como el programa Copernicus de la comunidad europea de naciones y Aqueduct del instituto de recursos mundiales que nos permite utilizar una combinación de observación de la tierra por satelite y datos in situ para monitorear el agotamiento del agua dulce y comprender al planeta y su entorno, permitiendonos proyectar información sobre escasez del agua con proyección al 2030 y al año 2050. Pese al esfuerzo desplegado por algunos Estados, los indicadores sobre la materia dan luces sobre el limitado avance logrado en este lapso de tres décadas, hecho que confirma la organización meteorológica mundial al afirmar que el 2023 fue el año más cálido registrado, con una temperatura media global cercana a la superficie de 1.45 °C por encima de los niveles preindustriales, batiéndose records con respecto a : Los niveles de gases de efecto invernadero, la temperatura en superficie y los oceanos, el aumento del nivel del mar y el deshielo.
Esta situación se agudiza con la presión demográfica, la cual hace que cada doce años la población mundial se incremente en mil millones de habitantes, demandando por mas agua dulce, mientras la contaminación de los cuerpos de agua avanzan y se reducen las reservas de agua,acompañada por frecuentes sequías meteorológicas severas .
Competencia del Estado peruano
Desde el año 2008, donde el lema adoptado para el día mundial del agua fue "Saneamiento", Perú creó hace dieciseis años a la Autoridad Nacional del Agua (17 jefes en 16 años) y el Ministerio del Ambiente (16 ministros en 16 años), instituciones que presentan una alta rotación en su dirección por la recurrente crisis política que caracteriza al Estado peruano en sus recientes administraciones, tendencia que ralentiza sus compromisos que se reflejan en las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés) que constituyen el núcleo del Acuerdo de París concordado en el año 2015 (COP21); asi como con las estrategias de desarrollo a largo plazo (LTS por sus siglas en inglés), que buscan lograr bajas emisiones de gases de efecto invernadero.
Estos sucesos, no permiten frenar el avance de la deforestación en su territorio que ya supera los 6.4 millones de acres alcanzado en el periodo 2001-2020, así como la pérdida de sus reservas de agua situadas en sus nevados y la contaminación de cuerpos de agua superficiales, algunos que vienen alcanzando caudales mínimos históricos y asi mismo en las aguas subterráneas por causa de intrusión marina y vertimientos de aguas residuales industriales y municipales, con predominancia de lixiviados producto de botaderos a cielo abierto de residuos sólidos.
CEPLAN, cuenta con el Plan estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 que considera como una acción estratégica el incrementar la eficiencia en el uso del agua de riego, mediante siembra y cosecha de agua e infraestructuras de riego adecuadas. La interoperabilidad de los planes existentes en el país de los incas, pasa por internalizar las experiencias de las suscesivas administraciones de gobierno en sus tres niveles de gestión, que llevaron a parte del territorio peruano alcanzar el estrés hídrico previsto desde 1997.
De otro lado, resulta indispensable que se contraste información trasnfrontera relevante sobre el estrés y escasez del recurso agua, que permita al país prepararse con diversas acciones estratégicas de cara al 2030 y 2050.
La evidencia científica identifica la influencia humana en el cambio climático y en ese orden de ideas, el Estado peruano recurre con mayor frecuencia a estados de emergencia en la cual el agua constituye el punto focal.
Pasado casi un siglo, la Corte IDH declaró al Estado peruano responsable de la contaminación ambiental en el caso de La Oroya, asimismo, este año 2024, el juzgado mixto de Nauta (en la región amazónica de Loreto) declaró al río Marañón como titular de derecho ante los derrames de hidrocarburos. Experiencias como los acontecidos con los casos de La oroya y el río Marañón no deben repetirse en otras cuencas que pudieran estar afectadas de cara al futuro.
Ventanas de oportunidades
Poner en valor al recurso agua en Perú es una opción que puede sacarnos de una crisis, abriendonos ventanas de oportunidades, en ese sentido gestionar adecuadamente los pasivos ambientales coadyuvará en evitar desencadenar conflictos que le permitan dar luz verde a diversos proyectos mineros como los del oro cuyos precios internacionales viene alcanzando precios máximos históricos; asimismo potenciar la agroindustria , fortalecer la seguridad alimentaria y en especial, dar cumplimiento al derecho constitucional del acceso al agua a las actuales y futuras generaciones que se encuentren en territorio nacional.