Seguidamente presento el resumen de las lecciones aprendidas de las experiencias en América Latina y el Caribe, expuestas en el documento para discusión N° IDP-DP-00845 publicada por la División de Agua y Saneamiento del BID, respecto a la provisión de agua potable a las poblaciones sin acceso a redes durante la emergencia por COVID-19 :
- En situación de crisis sanitaria, el Derecho al Agua y al Saneamiento se vuelve imprescindible para asegurar la salud pública, y pone en relevancia el esfuerzo focalizado a la implementación del mismo.
- Los gobiernos, a través de sus prestadores, deben propender a conseguir un acceso seguro a los servicios de agua y saneamiento para sus poblaciones.
- Para los prestadores pequeños resulta clave fomentar la asociatividad entre varios de ellos con el fin de fortalecer sus capacidades administrativas, operativas y financieras, lo que pueda mejorar su gestión en sostenibilidad y enfrentar con mayor solvencia adversidades como la pandemia.
- En tiempo de crisis se vuelve muy importante mantener la comunicación y buena relación entre el prestador y el usuario del servicio, para solucionar en forma viable los problemas de abastecimiento de agua potable y saneamiento.
- Durante la pandemia se ha visto la necesidad de reforzar la seguridad física de las instalaciones de agua potable y saneamiento, para garantizar la provisión de estos servicios, en razón del incremento de robos y vandalismo generados por la crisis económica y social.
- Las soluciones alternativas para la dotación de agua a poblaciones sin servicio continuo no son las más eficientes desde el punto de vista técnico, económico, logístico y social; pero se vuelve necesarias en situaciones de emergencia.
- Los prestadores deben disponer de estudios y diseños para proyectos de agua potable y saneamiento previo a la consecución de un financiamiento, esto permite la ejecución rápida de obras, especialmente en casos emergentes como los ocasionados por la pandemia.
- Los prestadores han experimentado durante esta crisis sanitaria la necesidad de reforzar el trabajo de protección de fuentes sustentado en lineamientos apropiados que garanticen la disponibilidad de agua para sus clientes y para poblaciones vulnerables sin acceso a servicio a través de redes.
- Los prestadores han visto la necesidad de realizar programas permanentes de consumo responsable del recurso agua, debido al incremento en la demanda, que generó el cambio de hábitos sanitarios durante la pandemia.
- Los prestadores asimilaron durante esta pandemia la importancia de disponer de planes para la entrega de agua en situaciones emergentes y en especial para poblaciones vulnerables que no disponen de servicio a través de redes.
- Las entidades prestadoras deben contar con opciones de abastecimiento de agua mediante acciones que realizan tener redundancia en sus sistemas, por ejemplo circuitos hidráulicos, interconexión entre plantas, tanques y redes, pozos en reserva, y reservorios emergentes.
- Los prestadores deben gestionar oportunamente el financiamiento y avales para intervención en soluciones de provisión de agua y saneamiento para poblaciones vulnerables sin acceso a servicios mediante redes.
- Los prestadores deben prever la asignación de recursos financieros y recursos humanos a nivel de los cuadros técnicos de reserva para la atención de situaciones emergentes.
- Cada prestador debe identificar y definir las necesidades y las mejores soluciones para dotación de agua y saneamiento a sus poblaciones según sus características sociológicas, culturales, regionales y geográficas.
La provisión de agua potable a poblaciones sin acceso a redes usando camiones cisterna es el más utilizado por emergencia-COVID-19 |
A modo de reflexión
La situación sanitaria ocasionada por la pandemia evidenció la necesidad de que los prestadores de servicios de agua y saneamiento cuenten con planes de emergencia para la provisión de agua a sus poblaciones y en especial a los más vulnerables que no cuentan con servicio a través de redes.
Se ha identificado claramente que en esta condición de crisis sanitaria el abastecimiento de agua potable ha adquirido una importancia muy relevante priorizando este servicio por sobre el de saneamiento por parte de los prestadores de servicios.
La provisión de agua potable a poblaciones vulnerables sin acceso a servicio mediante redes ha demandado de los operadores de la región la implementación de soluciones alternativas para cumplir con una responsabilidad social y de salud pública, debido a las recomendaciones de las autoridades sanitarias respecto al lavado frecuente de manos con agua y jabón en el afán de Contribuir a mitigar el contagio de la COVID-19.