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jueves, 4 de marzo de 2021

Las muertes que dejará la campaña electoral 2021 en Perú

Quienes hace décadas venimos predicando la necesidad de elevar nuestra cultura de la prevención y detección temprana de enfermedades previsibles por causa de un desarrollo mal entendido en el Perú empírico que este año "celebra" doscientos años de vida Republicana, entendemos la necesidad de revertir la cantidad de muertes que inexorablemente se producirán de no tomarse las medidas oportunas por parte de la administración en transición o en su defecto, del nuevo gobierno elegido en las presentes justas electorales que entrará en vigencia a partir del 28 de julio próximo.

La campaña electoral 2021

No entraré al análisis del gobierno de transición de Francisco Sagasti, porque simplemente entró a gobernar sin previsión alguna desde el 17 de noviembre del 2020 por sucesión constitucional para completar el periodo de gobierno 2020-21; sin embargo, existen más de dos decenas de postulantes para ocupar el sillón de Pizarro, muchos de los cuales carecen de idea alguna sobre los graves problemas que aquejan a la Nación y que actualmente le cuestan la vida al ciudadano de a pie.
Los más de veinticinco millones de votantes de las veintisiete circunscripciones electorales lo saben y en virtud a ello, una abrumadora mayoría no tiene decidido su voto para este 11 de abril, fecha en que se tiene prevista la realización de la primera vuelta electoral. 
El escenario así planteado permite vislumbrar además de una segunda vuelta electoral, una conformación atomizada de un parlamento que no termina por recuperar la confianza en su estado de representación nacional.

Muertes tras la campaña

El tiempo transcurre y no espera, dejando a su paso una estela de muertes de familiares, amigos, conocidos y personajes diversos que no tuvieron la oportunidad de hacer extensiva su opinión sobre la acción o inacción de los tomadores de decisiones y que lamentablemente les orillaron a pasar a mejor vida.
Las muertos que se cuentan por miles ya no podrán saber el porqué en Perú se marcha a contrapié de lo que sucede en el mundo : porqué mientras el precio del petróleo y sus derivados bajan, en Perú suben ; porqué el dólar se viene cayendo respecto a sus pares en el mundo, en Perú sube y se fortalece llevando a niveles históricos el tipo de cambio de la moneda peruana; podría extenderme con múltiples ejemplos sobre las consecuencias, pero no deseo apartarme del punto central, que se traduce en mitigar el impacto de las muertes en territorio peruano previsibles antes de cerrar el 2021.

Las cifras e indicadores

Pasados los dos primeros meses del año 2021, se cuenta ya la cuarta parte del total de muertes ocurridas el año 2020 (En marzo ingresó el COVID-19) en Perú y casi la mitad del total de muertes registradas durante todo el año 2019 (año previo al COVID-19), estando que el 48% de esas muertes se producen en la zona caliente de Lima y callao.
No cabe duda que la data registrada por el SINADEF en Perú, resultó siendo el mejor instrumento para medir el impacto de las dos primeras olas del COVID-19 y probablemente continúe siendo el sistema que mejor lectura tenga de la propagación de las subsiguientes olas.

Prevención en salud pública

La inmunización a través de las vacunas y la dotación de agua para consumo y uso poblacional siempre estuvieron en los planes y programas de las diferentes administraciones de gobierno, sin embargo, muy poco se avanzó en el cumplimiento de las metas previstas. 
Pese a que el COVID-19 es de reciente aparición como enfermedad viral infecciosa, el desafío para revertir experiencias negativas pasadas, se encuentra latente.
Perú cuenta con el Programa nacional de Control de malaria (Paludismo) y otras enfermedades metaxenicas , así como de Fiebre Amarilla , que se relacionan con la migración temporal de la población que se desplaza en búsqueda de trabajo , se incorporan a cuencas consideradas endémicas desconociendo los riesgos y sin previa vacunación.
Bajo este modelo de gestión, la administración transitoria se encuentra abocada en adquirir vacunas e implementar un programa de vacunación masiva que mitigue el impacto de las segunda ola del COVID-19, dejando la gran tarea a los sucesivos gobiernos para hacer sostenible un programa nacional anual que reduzca drásticamente el incremento de muertes directas e indirectas por un virus que amenaza ser endémico en parte del territorio peruano hasta que se logre entender que la prevención y detección temprana de enfermedades previsibles debe ser en la praxis, parte de la Política Nacional entendida y aceptada por todos.